BRICS vs. desarrollados, ¿una
lucha real?
Forbes - martes, 2 de
septiembre de 2014
Cinco de las principales
economías emergentes apuestan por algo más que ser motores del crecimiento
mundial; también pretenden redefinir el sistema financiero internacional. El
problema es que entre ellas hay notables diferencias que podrían inhibir su
plan.
En Basil, Rusia, India, China y
Sudáfrica (los BRICS) vive 46% de la población mundial, unas 3,500 millones de
personas, y ahí se genera 20% del PIB global, además de 19% del comercio de
mercancías del orbe. Surgieron en la época de mayor auge de las economías
emergentes y disfrutaron de una década de alto crecimiento. Entre 2002 y 2012,
su crecimiento anual promedio fue de 4.75%, el mayor registrado con respecto de
las dos décadas anteriores.
Sin embargo, los años de bonanza
parecen haber terminado. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que en
los próximos años el potencial de crecimiento máximo de las economías
emergentes será de 3.5% anual. Esta moderación en el ritmo de crecimiento se
debe a una baja en la captación de inversión externa, la baja de los precios de
commodities –los BRICS, como exportadores de estos productos, se beneficiaron
de una época de precios excesivamente altos– y la falta de reformas
estructurales.
Según las proyecciones económicas
para este año, los BRICS enfrentan un panorama nada halagüeño. Este año China
crecerá 7.4% debido a limitadas políticas de estímulo a su demanda interna.
Para 2015 el gigante asiático podría crecer únicamente 7.1%. Por su parte,
Brasil es uno de los BRICS más afectados por la debilidad económica global;
este año se espera que alcance un crecimiento de apenas 1.7%. El crecimiento
empezará a recuperarse en 2015, cuando se estima que la economía brasileña
crezca 2.0%.
Rusia tiene un escenario
económico complicado, ensombrecido por tensiones geopolíticas que deterioran
aún más la confianza internacional. Afectado por salidas de capitales y la
cautela generalizada, la economía rusa crecerá este año 0.2%. Para 2015 podría
recuperarse y alcanzar 1% de crecimiento.
La economía india crecerá 5.4% en
2014, afectada por cuestiones climáticas, y va a recuperando el crecimiento en
2015, cuando se estima aumente 6.5%. Sudáfrica crecerá 1.7% este año, por
problemas en el mercado laboral y eléctrico, recuperándose en 2015, al crecer
2.7%.
“Unidad” en veremos
En este contexto económico —en
que los mercados emergentes resienten de manera tardía los efectos de la crisis
financiera internacional— se llevó a cabo la VI Cumbre de los BRICS, que reunió
a los jefes de Estado de estos países para discutir sobre los desafíos
económicos mundiales y buscar alternativas para su solución.
En esta reunión, los BRICS
plantearon que los organismos financieros multilaterales como el FMI, y otras
instituciones de gobernanza internacional (Banco Mundial, Banco Interamericano
de Desarrollo), han perdido capacidad para generar alternativas e implementar
soluciones a los retos económicos que el mundo enfrenta.
Los BRICS se declararon
“desencantados” por la inexistencia de reformas al interior del FMI, situación
que impide una mayor representatividad de los intereses de las economías
emergentes. Los BRICS consideran necesario generar un contrapeso institucional
que reduzca el sesgo de las políticas, recomendaciones e intereses que protegen
actualmente organismos como el FMI, donde la voz cantante es la de las
economías desarrolladas.
Ostentando la fuerza económica
que como bloque poseen, los BRICS presentaron dos instituciones: un banco de
desarrollo y un Fondo Contingente de Reservas, como los primeros pasos para
influir en el rediseño del sistema financiero internacional y encaminarlo hacia
soluciones económicas más adecuadas a la realidad de los países en desarrollo.
La justificación principal de los
BRICS para la creación de un banco de desarrollo son las elevadas restricciones
que las economías emergentes enfrentan para obtener financiamientos para
infraestructura y proyectos de desarrollo, situación que limita sus
posibilidades de crecimiento.
En cuanto al Fondo Contingente de
Reservas, éste ofrecería una nueva red de seguridad financiera internacional,
al tener la capacidad de otorgar líneas de crédito a países que enfrenten
presiones de liquidez de corto plazo derivadas de desequilibrios en balanzas de
pagos.
Este fondo contará con recursos
por 100,000 mdd, y como instrumento de seguridad financiera internacional podrá
ser usado para evitar episodios de crisis que pongan en peligro la estabilidad
financiera global. Por lo pronto, Argentina fue el primer país en acercarse a
este nuevo oasis de financiamiento, que brindará la mano a países que, como la
economía argentina, tienen cerradas las puertas del sistema financiero
internacional.
Repercusiones de la rebeldía
Tanto el Banco de Desarrollo
BRICScomo el Fondo de Reservas incuban la idea de un sistema financiero
internacional alterno. Dado que las economías emergentes son altamente
dependientes del financiamiento para el desarrollo, los BRICS apuestan a
socavar la hegemonía de los países desarrollados desde este ámbito. Al mismo
tiempo pretenden favorecer el logro de otra ambición geoeconómica de este
bloque: debilitar el poder hegemónico del dólar.
¿Cómo lograr esto? Utilizando sus
propias monedas. Todos los financiamientos otorgados por el Banco BRICS, así
como las líneas del Fondo de Reservas, estarán denominados en monedas locales
de estos países. Es decir, cualquier operación financiera realizada con los
BRICS se llevará a cabo en yuanes, rublos, reales, rupias o rands. Actualmente
el intercambio comercial intra-BRICS ya se realiza de manera exclusiva en
monedas locales.
Pero estas transacciones son
limitadas, y si lo que se pretende es competir contra el dólar, el yuan sería
la única moneda que podría ser competitiva globalmente en el largo plazo, pues
ninguna de las otras monedas BRICS tiene el respaldo de una economía
suficientemente sólida.
Medios de comunicación alrededor
del mundo recibieron con un optimismo exacerbado la capacidad del Fondo de
Reservas BRICS, arguyendo que en un futuro podría ofrecer un verdadero
contrapeso a las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos, y desde
luego al FMI. Sin desestimar los esfuerzos de los BRICS, tales afirmaciones son
completamente desproporcionadas.
Por otro lado, para que el Banco
de Desarrollo BRICS tenga un impacto notorio como institución de financiamiento
para el desarrollo, debe financiar proyectos de largo plazo que generen beneficios
importantes en los países receptores de los créditos. Para ello, dichos
créditos tendrían que incorporar a otros países en desarrollo y, muy
probablemente, a países menos desarrollados, lo que conlleva un riesgo de
recuperación elevado. Otorgar créditos para proyectos educativos, o para
emprendedores, no es igual que financiar una planta hidroeléctrica o una red de
carreteras.
Los BRICS pretenden financiar a
otros países cuando son ellos mismos los clientes más importantes de las
instituciones de financiamiento para el desarrollo. Actualmente, Brasil es el
país con el mayor financiamiento otorgado por el Banco Mundial, con 47,000 mdd;
China ocupa la cuarta posición con casi 33,000 mdd, seguido de India con 32,000
mdd. Rusia ocupa la decimotercera posición con 10,000 mdd y Sudáfrica la
posición 42, ya que sólo recibe 1,700 mdd.
Las brechas de desarrollo entre
los BRICS hacen evidente que, antes de desafiar al mundo, estos países deberán
trabajar intensamente al interior de sus propios países. La economía china es
28 veces más grande que la sudafricana. En cuanto al PIB per cápita, Rusia es
líder con 14,818 dólares; sin embargo, el ingreso por persona en India es diez
veces menor, (1,504 dólares). La tasa de desempleo en Brasil es de 6%. En
Sudáfrica, el desempleo es 4.2 veces mayor y alcanza el 25% de la población
económicamente activa.
La ambición de los BRICS de
constituirse como un contrapeso frente a las economías desarrolladas es válida.
Sin embargo, las diferencias existentes entre sus propias economías ponen en
duda su capacidad para desafiar a los mercados desarrollados, al menos en el
corto plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario