Radiografía de la vida al sur del
mundo
Deutsche Welle - septiembre
de 2014
Por primera vez, un atlas reúne
los datos de científicos de todo el mundo sobre la vida marina en torno a la
Antártida. La publicación da cuenta de la inmensa biodiversidad del Océano
Austral.
“Nunca nos imaginamos que existía
tanta diversidad de flora y fauna en la Antártida. Siempre se pensó que la
mayor diversidad estaba en los trópicos y en la medida que se acercaba a los
polos iba disminuyendo”, indica el investigador chileno Anelio Aguayo-Lobo
desde su oficina del Instituto Antártico Chileno (INACH) en Punta Arenas, una
de las ciudades más australes del mundo y centro de operaciones para estudios y
viajes científicos a la Antártida.
Aguayo-Lobo fue uno de los dos
investigadores chilenos que aportó datos para el nuevo Atlas Biogeográfico del
Océano Austral, un esfuerzo internacional editado por el Comité Científico
sobre la Investigación Antártica (SCAR). En esta publicación colaboraron 147
científicos de 91instituciones de 22 países, entre los cuales sólo figuran dos
de America Latina: Brasil y Chile.
“De las mil a mil quinientas
especies conocidas a fines de los anos 70, hoy se han registrado alrededor de
nueve mil, de las cuales unas cuatro mil todavía quedan por describir, porque
son nuevas”, agrega Aguayo.
Entre los cientos de miles de
datos reunidos en el Atlas, Aguayo-Lobo aportó sus registros de aves y
mamíferos marinos, que permiten configurar su distribución espacial y
variaciones en el tiempo. “Los nuevos investigadores van a partir con un
conocimiento tan adelantado, que nosotros nunca soñamos”, observa.
De microoganismos a ballenas
Hasta ahora sólo existía un
compendio de fines de los años 60 de la Sociedad Americana de Geografía,
parcial y no actualizado. “Esta es la primera vez que todos los registros
existentes de la biodiversidad marina única de la Antártida han sido
compilados, analizados e ilustrados en mapas por la comunidad científica, desde
los tiempos del Capitán Cook, cuando se iniciaron las exploraciones antárticas”,
anunció el Editor Jefe, Claude De Broyer, del Instituto Real Belga de Ciencias
Naturales, en el reciente lanzamiento de la obra en Nueva Zelanda.
En Alemania, el profesor Julian
Gutt, biólogo marino del Instituo Alfreg Wegener (AWI) de Bremerhaven, fue co-editor
y autor de varios capítulos de la publicación. “Aquí encontramos una enorme
cantidad de datos, de gran importancia, que son la base para la investigación”,
destaca Gutt.
Esta obra comprueba la enorme
variedad de seres vivos que habitan el océano Austral: “Desde microorganismos
hasta ballenas están registrados y documentados”, agrega. La publicación
comprende unas 100 fotos y 800 gráficos y mapas. Actualmente se prepara una
versión online que permitirá un acceso más amplio desde todo el mundo y que
estaría lista en dos o tres años.
Reserva para la vida
Aunque el primer objetivo del
atlas es la compilación de datos y análisis de expertos, éstos pueden permitir
un mejor análisis y formulación de políticas de conservación y protección del
medio ambiente.
“Este océano tiene una gran
relevancia como sumidero de CO2 –explica Julian Gutt-. Las microalgas lo
consumen y producen el oxígeno que respiramos en todo el mundo”. Por eso, la
vida en el resto del Planeta depende también de estas aguas. Y los efectos del
cambio climático en esta zona están en directa relación con lo que ocurre en
todo el mundo.
Sin embargo, en la posible
creación de áreas marinas protegidas que será nuevamente discutida en octubre
por la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Antárticos
(CCAMLAR) pesarán no sólo las observaciones de los investigadores. “El atlas
sólo muestra datos científicos... lo otro es decisión política”, advierte Gutt.
Por su parte, Anelio Aguayo-Lobo
celebra que en los registros se compruebe el positivo efecto de las medidas de
conservación adoptadas para proteger a las ballenas en estas aguas. “Algunas
ballenas, como la azul, se están recuperando e incluso hemos avistado ballenas
en invierno”, destaca el investigador del INACH. “Este atlas es un gran paso y
tiene una inmensa proyección, así como representa un gran desafío y
responsabilidad en los esfuerzos de protección”, concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario