Perú, un mercado turístico cada
vez más lejano para los argentinos
El Cronista - septiembre de 2014
El crecimiento de la economía
peruana muestra claros signos de recuperación desde hace varios años y todo
indica que esa tendencia se mantendrá durante los próximos tiempos.
Luego de que en los 80 la
economía se destrozara y que la inflación alcanzara niveles de hasta el 6000%,
los datos macroeconómicos que desde hace 10 años se dan a conocer son
alentadores.
Parte de este cambio fue posible
debido a la mejora que se observa en el segmento turístico. El año pasado
llegaron a Perú 3,2 millones de visitantes extranjeros, nada menos que tres
veces más que la cifra que se había alcanzado en 2002, y cuatro veces por
encima si se toman en cuenta las divisas que movilizaron, según datos que
ofreció la ministra de Turismo de Perú, Magali Silva, durante su presentación
en el Congreso Mundial de Turismo que se realiza en Lima.
Pero en medio de esto hay un
factor que, si bien todavía no desvela a las autoridades locales, sí las obliga
a mirarla cada vez con mayor atención.
Medidas implementadas por el
Gobierno argentino como la aplicación del 35% a las compras en el extranjero o
la imposibilidad de adquirir divisas, ya se comienza a sentir también en tierra
peruana. “Son cuestiones que tienen sus efectos no sólo en la Argentina sino
también en el exterior”, sostuvo Silva.
Este llamado de atención tiene
que ver, sobre todo, con que los turistas argentinos, dentro de América del
Sur, tienen su peso en la ‘economía turística’ peruana. Detrás de Chile y
Ecuador son los que más visitan este país, aunque el número viene disminuyendo
en los últimos dos años. Según el Ministerio de Turismo local –y tomando como
referencia el período que va de enero a abril– de los 18.330 turistas
argentinos que llegaron en 2004 se llegó al récord de 63.537 en 2012. Pero a
partir de allí comenzó el descenso. El año pasado fueron 58.737, para llegar a
57.249 este año.
Si se toman en cuenta las cifras
anuales el retroceso también se hace notar. En 2012 fueron 158.950 argentinos,
contra 155.145 de 2013. Para 2014 se prevé una baja de hasta 15 por ciento.
Ante esto, y pese a que no lo
dicen en voz alta, el gobierno peruano determinó una reducción en la Argentina
de todo lo que tiene que ver con la promoción de este destino.
Para los especialistas, el
impuesto del 35% sobre las compras en el exterior es clave para el parate que
se observa en el turismo argentino hacia otros países. En el caso de Perú, por
ejemplo, el Sol –la moneda local– cotizó hasta fines de la semana pasada en
torno a los 2,85 dólares. Sin embargo, para las compras con tarjeta los
argentinos deben multiplicar por cuatro para tener un parámetro.
David Scowsill, presidente y
director ejecutivo del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), posicionó a
la Argentina como uno de los países con mejor equilibrio entre los pronósticos
de demanda y sus planes de inversión -junto a Brasil y Ecuador-, algo que le
ofrece perspectivas positivas a futuro.
Sin embargo, advirtió sobre la
existencia de deficiencias con el transporte terrestre y el aéreo.
El avance del turismo en Perú es
notorio. En 2002 habían llegado aquí poco más de un millón de visitantes, y
para 2010 ya había tocado los 2,3 millones. En 2013 Perú recibió a 3,1 millones
de viajeros del exterior “Nuestra meta son los cuatro millones de turistas.
Esperamos alcanzar esa cifra pronto”, dijo Silva. Para ese entonces el turismo
representará el 4% del PBI peruano.
Para –resaltan– será fundamental
ampliar la llegada de turistas a otros destinos, más allá de clásicos como Lima
y Machu Pichu.
Durante la inauguración del
Congreso, incluso, el propio presidente de Perú, Ollanta Humala, se encargó de
resaltar la importancia del turismo para la economía local. Habló de “reglas de
juego claras y previsibles” y de la quietud que se le pretende dar a la
cotización del Sol frente al dólar para motivar las inversiones extranjeras.
Para Perú la llegada de turistas
del exterior es fundamental. Si bien la economía evolucionó mucho –para este
año crecería un 4,2%, por debajo del 6% previsto– lo cierto es que buena parte
de la población todavía no está en condiciones de pensar en invertir en viajes.
El crédito todavía es escaso, y la informalidad todavía se hace notar. Si bien
el turismo es un sector fuerte a nivel local, la minería y las manufacturas son
el eje más importante. Y según los últimos datos del Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI) la primera cayó en julio 1,6%, en tanto que la
segunda marcó una baja del 5,72 por ciento.
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