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viernes, 29 de septiembre de 2017

Bitcoins

De Bitcoins y Tulipanes



FORBES- 29 de septiembre de 2017
Aunque pudiera parecer una alternativa viable, la criptomoneda más popular en el mundo genera más interrogantes que certezas.

Recientemente algunas personas han pedido mi opinión acerca del Bitcoin y otras criptomonedas. Posiblemente creen que mi formación financiera automáticamente me convierte en un experto en todas aquellas cosas que suben y bajan de valor, y que podría darles algún jugoso tip de inversión, pero mi respuesta ha sido que me considero un ignorante del mundo del blockchain y demás aspectos tecnológicos que le dieron origen al Bitcoin.


Sin embargo, tengo la impresión que en cierta forma una famosa historia se está repitiendo.

Pop quiz: ¿En qué se parecen las criptomonedas a un turbante?

Respuesta: ¡En mucho!

Explico:

En la primera mitad del siglo XVII se observó en los Países Bajos un fenómeno conocido como la Manía de los Tulipanes (Tulpenmanie). Este fenómeno consistió en que los precios de los bulbos de tulipán, recientemente introducidos desde Asia, alcanzaron niveles extraordinariamente altos y posteriormente colapsaron en febrero de 1637.

Se cree que la TulipManía arruinó a muchas familias que invirtieron sus ahorros en la compra de tulipanes, y también que fue una de las primeras burbujas especulativas de las que existen registros. Sin embargo, muchos expertos caracterizan este episodio como un fenómeno de irracionalidad socioeconómica, más que como una crisis financiera de impacto en la prosperidad de la incipiente República Holandesa.

 
Fun fact: La palabra “tulipán” viene del persa dulband, que significa “turbante”, y es debido a su parecido con la forma que adopta la flor cuando está cerrada.

Ahora pasemos de golpe al presente, año 2017: Al momento de escribir este artículo existen 16,564,000 Bitcoins en existencia con un precio unitario superior a los 3,400 dólares, resultando en Bitcoins en circulación con un valor de casi 57,000 millones de dólares. Si Bitcoin fuera un país, tendría un PIB superior al de Panamá. Peor aún, si fuera una empresa, tendría un valor similar al de América Móvil.

No puedo dejar de pensar en la historia de los tulipanes cada vez que leo o escucho acerca del Bitcoin. A diferencia de las monedas convencionales, Bitcoin no tiene el respaldo o crédito de un Banco Central o Reserva Federal, mucho menos activos subyacentes que soporten su valor. Cada Bitcoin es un mero registro en un complejo sistema basado en la tecnología blockchain, que, si bien ofrece aspectos valiosos que pueden ser utilizados en aplicaciones que requieran un alto estándar de confianza en el registro de transacciones, estoy convencido que —citando a Alan Greenspan— la fiebre del Bitcoin ha alcanzado niveles de “irracionalidad exuberante”.

El famoso economista Robert Schiller, ganador del premio Nobel y quien correctamente predijo la burbuja inmobiliaria que explotó en 2008, describió la fiebre del Bitcoin como el resultado de una “historia atractiva”, pero que no necesariamente es “sustentable”. Schiller elegantemente descompone el fenómeno de la siguiente forma: “Tenemos una nueva forma de dinero que suena extraordinariamente revolucionaria, inventada por un personaje misterioso (Satoshi Nakamoto) y al que nadie ha encontrado, y puede ser real o ficticio; que involucra un ingenioso uso de la tecnología de encripción y del blockchain, y que puedes tardar demasiado en entender. Y de repente, la idea es tan poderosa que ni siquiera los gobiernos la pueden detener, mucho menos regular”.

Es cierto que los bancos centrales y autoridades de valores todavía están tratando de definir la regulación alrededor de la oferta y utilización de criptomonedas. Un ejemplo es China, en donde las autoridades han prohibido la emisión de nuevas monedas virtuales y han prometido más regulación alrededor de su intercambio.

Continúa Schiller: “El fenómeno de las criptomonedas encaja muy bien con la forma de ansiedad actual: la gente cuestiona cuál es su lugar en el mundo, y cómo estarán las cosas dentro de 10, 20, 30 años… Se preguntan si para entonces tendrán un empleo, o si poseerán cualquier cosa. Por esta razón la historia (del Bitcoin) ha inspirado a gente joven y activa, y eso es lo que le ha dado ímpetu al mercado. Pero no son los fundamentales. Esta Bitcoin no es una cosa fundamentalmente importante… Me parece que el entusiasmo por las criptomonedas es desproporcionado con respecto a su aplicación inmediata”.

El incremento en el valor del Bitcoin y otras criptomonedas (por ejemplo Ethereum) han provocado una especie de “fiebre del oro” digital. Algunos fondos especializados y distintos emprendedores han realizado ya Ofertas Iniciales de Monedas (Initial Coin Offerings, o ICOs), y en el proceso han levantado ya varios cientos de millones de dólares de inversionistas, aunque dichas monedas no tengan un uso práctico inmediato.

Algunos ejemplos de estas monedas virtuales son DentaCoin (“la solución de blockchain para la industria dental global”), Boulé (“digitalizar las boletas electorales y permitir el voto a distancia”), REAL (“brindar acceso a la inversión global en bienes raíces”), EventChain (“para resolver los problemas de reventa en la industria del entretenimiento”), y un largo etcétera. También existen ICOs para industrias alternativas como Paragon (“la moneda para controlar todas las etapas de la industria del cannabis”) y Fantasy Market (“tokens para la industria del entretenimiento adulto”). Incluso existen algunas ofertas de criptomonedas que son claramente una broma (Jesus Coin se ostenta como “la moneda del Hijo de Dios” para “descentralizar a Jesús en el blockchain”), y algunos inversionistas despistados han enviado dinero virtual para comprarlas. Obviamente, no está claro si Jesús les devolverá su dinero.

Una voz reconocida habló duramente de este fenómeno hace unos días. Jamie Dimon, mandamás del banco JP Morgan, no tuvo miramientos para dejar claro lo que piensa acerca de las criptomonedas y los ICOs. Las llamó un “fraude” y una burbuja que “no va a terminar bien”, y soltó esta perla:

“Si encuentro un solo trader en mi banco que se atreva a comprar Bitcoin lo despediré en el instante. Por dos razones: Es en contra de nuestras reglas, y es estúpido. Y ambas cosas son peligrosas. Y déjenme ser muy claro. No me refiero al blockchain, que es una tecnología. Pero la criptomoneda no va a funcionar. El Bitcoin solamente funciona si vives en Venezuela o Corea del Norte, o si eres un asesino o narcotraficante. No puedes tener un negocio en donde la gente puede inventar una nueva moneda de la nada, y pensar que las personas que la adquieran son inteligentes. Es peor que los bulbos de tulipán, ¿OK?”

El precio del Bitcoin cayó 2.7% después de los comentarios de Dimon, para después recuperarse.


En esta realidad financiera existe mucho camino por recorrer. Desde los bancos centrales y agencias reguladoras que ven con especial recelo a las criptomonedas, como a los inversionistas tradicionales que empiezan a hacer pequeñas apuestas en el futuro de esta innovadora, pero controversial, tecnología. Al tiempo.

jueves, 28 de septiembre de 2017

capitalización de la tragedia

 Marketing y la capitalización de la tragedia



FORBES – 28 de septiembre de 2017
Debido a las recientes catástrofes naturales que hemos experimentado, la pregunta más frecuente que me hacen es: ¿Debo promocionar la ayuda o donativos que estoy brindando como compañía?

Si como empresa o individuo estás aportando ayuda a los afectados por cualquier desastre natural o evento adverso y estas tentado a promocionarlo para capitalizar en tu imagen y fomentar un posicionamiento favorable. Te tengo malas noticias, si lo haces estarás justo provocando el efecto contrario.

Hemos visto en estos días como innumerables compañías e individuos llenaban las redes sociales con fotos de los víveres y “selfies” de lo que compraban para damnificados, “posteando” de la ayuda que prestaron, instalando centros de acopio en sus domicilios particulares e incluso pidiendo dinero como donativo con la promesa de duplicar o quintuplicar los montos si lo hacían a través de ellos. Bueno incluso un conocido me mandó vía WhatsApp el artículo que le hicieron en un medio acerca del trabajo que estaba haciendo “desinteresadamente”.

Esto, en marketing social, es inaceptable. Ya que lo único que estamos evidenciando es nuestro ego gigantesco producto de una inseguridad de las mismas dimensiones. La única publicidad que podremos hacer es a través de los medios ganados para en realidad tener la indulgencia del favor de la imagen y fortalecimiento de nuestra marca y me explico a continuación.

Existen tres tipos de medios que de forma personal. Los denomino “PRO-PA-GAN” y a través de los cuales nos comunicamos y enviamos nuestros mensajes y son:

1. Propios: Son aquellos medios como nuestra página web, cuentas de redes sociales, cuentas de YouTube o podcast e incluso medios electrónicos y tradicionales impresos que nosotros mismos como persona o marca los generamos y desarrollamos con el objetivo de dar a conocer y controlar los mensajes de forma directa.

2. Pagados: Los medios pagados son cuando como marca contratamos, a través de un tercero, la publicidad en los medios de ese ente externo a la persona o compañía, son los típicos como la radio, espectaculares, prensa o tv.

3. Ganados: Son aquellos medios que ni contratamos, ni controlamos, pero que hablan de nosotros (bien o mal), son aquellos que generan mayor credibilidad, ya que como no son controlados por el protagonista del contenido, pueden llegar incluso a la viralidad. Como el caso de la tienda de herramientas que dono todo su inventario para los rescates del sismo y ahora la misma gente está aportando para reponerle el inventario donado, eso sí, sin que el dueño de la tienda haya hecho campaña alguna, ni de la donación ni de la recuperación.


Como vemos la única “publicidad” aceptable en caso de una tragedia, es la que realicen de forma genuina un tercero sin influencia de los protagonistas de la noticia para que sea válido el contenido del mismo. Por lo que, si van a donar, ayudar o apoyar a alguna otra causa, absténganse de promoverlo ustedes mismos, ya que como decía mi abuela: “Alabanza en boca propia es vituperio”.

verificar la información

Salud mental o la importancia de verificar la información
   


FORBES- 28 de septiembre de 2017
Durante el tristísimo sismo de 9-19-17 vimos lo importante (y difícil) que es tener acceso a información verificada y cómo afecta a familias, o incluso vidas, una noticia falsa.

28 de septiembre, medio día. Solicito a un grupo de personas que estén preocupados por lo que leemos los demás en nuestras redes sociales, en especial Facebook y cadenas de WhatsApp, para que verifique todas las cosas que llegan a nuestras pantallas. Contacto: nuestra salud mental.

La sociedad mexicana estuvo por encima de la crisis, una vez más, pero eso no quiere decir que eso incluye el dejar pasar una serie de cosas. Aunque por nervios o querer estar informados hayan producido interferencia con las plataformas de emergencia, eso no es tan grave como los que se volvieron caja de resonancia, el maldito eco, de rumores o especulaciones. Sabemos bien que el tiempo es el principal enemigo ante una catástrofe, incluso nuestras mayores ganas de sobrevivir se ven frustradas si no logramos ser rescatados en poco tiempo.

Es así como hay que celebrar a las personas que se organizaron para formar grupos de información verificada, pero también tenemos que pensar cómo haremos para hacer responsables a las personas que diseminaron información falsa. No me refiero a nombres falsos, no me refiero a esperanzas falsas; me refiero a información que en cierta forma interrumpió, detuvo o entorpeció las labores de rescate. Me refiero a mensajes que confundieron una calle con una escuela, por más que tuvieran el mismo nombre, por ejemplo.

La claridad de lo que se informa pesa, y tan es así como uno de los sitios que mejor funcionaba era una cuenta en Instagram llamada @informadosayudamos. No llevaba ni 24 horas de que se habían dado los terribles hechos cuando, llevando unos topos con picos y palas a Petén y Morena, me encontré con un amigo que me mostró la cuenta y. Dentro de toda la situación, me sentí tan contento de tener a esta juventud tratando de dejar el ruido afuera y enfocarse en lo que era importante.

Al finalizar ese día en Twitter la gente ya se empezaba a comunicar mucho más con el formato que hoy la mayoría conocemos: Día, hora, necesidad, contacto. También empezaron a moverse mucho más los hashtags #verificado19s y símiles. De todas formas, no veíamos a ninguna institución responsable mantener este formato, y eso no ayudaba a limpiar el ruido. Es más, los medios tradicionales lograron hacer más ruido y quitar más tiempo a lo que importaba haciendo más grande el tema de un nombre en una escuela.

Este caso que fue el intento por llamar la atención del público (la teleaudiencia) que, si bien había tomado la mejor decisión al quedarse en su casa, me hizo detallar la frase: Más ayuda el que no estorba, en las calles y en las redes sociales. Mientras ibamos de un centro de acopio a un punto de siniestro una persona me comentó que como era posible que pusieran a una persona como el subsecretario de Marina, Á ngel Enrique Sarmiento, a hablar ante los medios, que hablaba extraño. Para mi no era extraño, era claro, eran hechos, no buenos, no malos, hechos; sin opinión, sin esperanza, sin mediatizar.

Las palabras del subsecretario fueron para mi el parte más claro, honesto y preciso. Lo que él hizo fue informar, a la usanza de la institución a la que pertenece, de la misma forma, siento yo, que es con la que se informa a su comandante en jefe, y nos dió ese tratamiento. Porque no es solo saber el parte del desfile militar del 16 de septiembre, pero también con hechos, lo que ha acontecido en las labores de rescate.

Pero ahora los medios utilizan más tiempo para criticar la información, que para verificar la información. La sociedad, si bien unida logra muchísimo, también tenemos que replantearnos lo que vamos a exigir en las urnas y fuera de ellas. Los responsables que estos días vemos pasándose la bolita, gozarán del placer que da la impunidad mexicana, ¿o realmente los vamos a hacer responsables? ¿Vamos a demandar protocolos claros para ser ejecutados con una integridad absoluta (esta palabra quiere decir falta de corrupción -entereza moral-, para quien ya no la recuerde) en la entrega de permisos de construcción -aún más si sabes que estás construyendo en una cuenca sobre un eje neovolcánico con alta incidencia sísmica-?

 
La resaca de este lamentable incidente nos va a costar muchísimo, en especial a los que menos tienen y más lejos están, pero tendremos que hacer algo al respecto. Me niego a llamar este terremoto un accidente, me niego a dejar esto en manos de algo que no podemos prevenir, de lo que no podemos aprender que sucedió para tomar las mejores cartas y evitar que no vuelva a suceder, por eso no lo llamaré accidente, ni sismo; es un incidente y un reporte con responsables se debe de levantar para poder generar un programa de mitigación de riesgo.

Si el análisis de riesgo, el de diagrama de causa efecto y tras preguntarnos 5 veces ¿por qué? para llegar a la raíz del problema, encontramos que la corrupción fue el factor, actuemos.

Como siempre, gracias Google por tus alertas públicas y person finder; gracias Twitter por ser como eras, ahora no tanto porque te quería más de 160 caracteres, pero editable, no de 280 caracteres. Gracias social chats, aunque como sociedad tenemos que entender que el más utilizado no siempre es el mejor; muchas de las cadenas de rumores podrían haberse desmentido si utilizáramos Telegram con su función de canales de broadcast y bots, más información con menos ruido.


Por más que me cueste aceptarlo, gracias Instagram; pero en especial gracias al formato de video web móvil. Pero, sobre todo: ¡Gracias a todos los que ayudaron a informar para movilizar a miles de mexicanos para ayudar a miles de mexicanos!, no olvidemos que la ayuda se vuelve a requerir en unas semanas, no hasta el siguiente incidente.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Internet de las Cosas

Internet de las Cosas: el futuro de la construcción civil



FORBES- 27 de septiembre de 2017
Las aplicaciones del Internet de las Cosas serán un diferencial importante para la venta de emprendimientos inmobiliarios.

Se ha hablado mucho sobre la búsqueda incesante, de diversos sectores, por mayor productividad con reducción de costos. El segmento de construcción contará con buenos aliados para ello, ya en los próximos años. El avance de la robótica y de la inteligencia artificial, por ejemplo, tiene potencial para aproximar la construcción civil cada vez más de la tecnología, y eso representa un mejor control de gastos, optimización de recursos, eficiencia en el cumplimiento de plazos y más calidad en los proyectos y en las obras.


Hoy, el sector ya se beneficia de la movilidad en la gestión de obras. Con el uso de dispositivos móviles, los profesionales pueden emitir informes o alertas en tiempo real y alimentar bases de datos con información nueva recogida directamente en el sitio, en cuestión de segundos.

El siguiente paso será ejecutar una parte de la fiscalización con sensores remotos instalados en lugares críticos, conectados por internet al control central del emprendimiento.

Pero la movilidad fue sólo un primer paso en un mundo nuevo que se abre hacia ese mercado. A continuación algunas otras tecnologías y cómo impactarán al sector.


Infrarrojo: Con su uso será posible identificar puntos de pérdida de energía y, de ese modo, desarrollar procesos constructivos más sostenibles y sin desperdicio de recursos.


Impresión 3D: Parece algo de película futurista, pero ya existe, en la University of Southern California, una máquina es capaz de imprimir casas enteras, de dos pisos, con cerca de 80m², en apenas 24 horas.


Materiales: La materia prima utilizada en obras también será tecnológica en los próximos años. Y no es ninguna innovación, sino la combinación de funcionalidad con beneficios de eficiencia y sostenibilidad. Dos ejemplos son las pinturas y películas de vidrio que absorben energía solar y el concreto permeable, que permite el pasaje de agua al suelo y reduce el riesgo de inundación en áreas pavimentadas.


GPS: Con el uso de sistemas GPS instalados en máquinas de construcción, el gestor podrá acompañar e identificar puntos de ineficiencia o desperdicio en el uso de los equipos.


Big Data: El mundo de los datos permitirá, cada vez más, que el análisis de crédito de un emprendimiento se haga de forma que garantice su sustentación financiera y reduzca los riesgos en las operaciones inmobiliarias.


Realidades virtual y aumentada: Estas dos tecnologías benefician, especialmente, las áreas de proyectos y ventas. En la primera, ayudan a desarrollar un proyecto con mayor nivel de acierto y menor oportunidad de retrabajos. En la segunda, permite a los compradores potenciales conocer una propiedad en otra ciudad, o incluso en la planta, sin la necesidad de tener un espacio físico ocupado para ello, como un apartamento modelo.


Independiente de la cantidad de nuevas tecnologías adoptadas o del paso de la adopción, no tengo dudas que aplicaciones de Internet de las Cosas (que conectan todas las que he citado arriba) serán un diferencial importante para la venta de emprendimientos inmobiliarios.

Y todo esto hace que el futuro sea colaborativo. Los profesionales involucrados en un emprendimiento trabajarán cada vez más integrados y la tecnología es la principal herramienta de este nuevo perfil de trabajo.

Un estudio del Rocky Mountain Institute indica que el uso de tecnología por el sector de construcción puede reducir en 1.9 billones de dólares el gasto de energía en la cadena productiva del segmento.

Para coordinar ese ambiente, plataformas de colaboración que permiten la integración de diversos sistemas, gestión de workflows (flujos de trabajo), gestión de documentos confidenciales, entre otros, me parece la salida más productiva. Invertir en la transformación digital es invertir en la propia viabilidad de negocio en las próximas décadas.






* Marcelo Cosentino es Head of Professional Services Solutions.

martes, 26 de septiembre de 2017

marketing

5 decisiones clave en marketing programático


FORBES- 26 de Septiembre de 201
Para entender la publicidad programática es necesario tener en cuenta los cinco factores que te ayudarán a implementar estrategias exitosas.

El marketing programático evoluciona constantemente y la cantidad de opciones e integraciones de formatos, que van desde display, audio, nativo, video, out of home, digital y muchos más, podría parecer un proceso muy complicado de digerir.

Entonces, ¿cómo se pueden adoptar las nuevas tecnologías del marketing? Lo primero, es entender específicamente a qué nos referimos cuando hablamos de marketing programático.

Se puede definir cómo el uso de herramientas de automatización para la compra-venta de espacios publicitarios. En otras palabras, es  el uso de plataformas, en vez de personas, para decidir en qué espacios colocar los mensajes y a qué precio hacerlo.

¿De qué plataformas hablamos? Del lado de los anunciantes y agencias están las Demand Side Platforms (DSP), las cuales sirven para comprar de forma eficiente. A su vez, las empresas utilizan los Supply Side Platforms (SSP) para monetizar al máximo sus espacios publicitarios. Ambas herramientas “conversan” entre sí, para coincidir en criterios de compra-venta.

Para obtener todos los beneficios de la publicidad digital programática es necesario seguir estas recomendaciones, antes de iniciar una campaña:

Establece tu objetivo
La primera decisión para iniciar una campaña de publicidad programática es la definición del objetivo; idealmente éste debe estar lo más cercano posible a un resultado de negocio. Por ejemplo, en el caso de una empresa comercial, hablaríamos de un incremento en ventas o en el valor de la marca;  se buscaría favorabilidad, reconocimiento de marca, intención de compra, etc.

A partir del objetivo, se podrá concretar si se trata de una campaña específica de performance, en la cual se puede medir directamente el resultado, o si deberá estar enfocada en el branding, en donde se miden los resultados de incremento de valor de marca.

Elige el inventario
El inventario está conformado por los espacios publicitarios disponibles. Hay una gran cantidad de variables a definir sobre este aspecto; entre las principales está decidir si se va utilizar el mercado abierto de inventario, en donde se ofrecen espacios de cualquier medio, o de lo contrario, se va optar por un inventario curado. El mercado abierto puede ofrecer mejores precios, mientras que la utilización de espacios curados tienen mayores ventajas de seguridad de marca y viewability.

 
Otra decisión a tomar en este rubro es el método deseado de cobro; puede ser mediante real time bidding (precios acordados en tiempo real) o con un precio pre-acordado para la compra de inventario específico. El primero, por lo general, promete mejores precios, mientras que la segunda opción tiene la ventaja de brindar al anunciante el inventario que él considere de más valor para su marca.

Ninguna de estas opciones son exclusivas; en una campaña se pueden utilizar diferentes estrategias de inventario y tomar las decisiones pertinentes para mejorar resultados específicos.

Comprende tu data
Es muy importante entender qué podemos lograr con la utilización de la data. En general, el objetivo es utilizar segmentos de audiencia relevante para nuestro negocio; se trata de escoger al grupo de personas con mayores posibilidades de estar interesadas en el anuncio.

En este ámbito, la decisión a tomar es si nos enfocaremos en 3rd party data (data de terceros) o 1st party data (la generada de nuestras propias campañas). Generalmente, en una campaña nueva se utiliza 3rd party data, pues cuenta con miles de segmentos, es decir, con una gran variedad de grupos específicos de personas a las cuales impactar.

El 1st party data se utiliza cuando se trata de una retargeting, en el que se busca impactar, por ejemplo, a todas las personas que compraron en alguna fecha específica y queremos que compren de nuevo o que adquieran un producto o servicio complementario.

Una vez que se tiene claro el objetivo de la estrategia, es mas fácil determinar cuál es el tipo de data conveniente.

Valora la seguridad y transparencia
La seguridad de marca y transparencia es algo que se debe decidir desde el inicio de la campaña, pues cambia completamente la configuración en las plataformas de compra.

Si es importante para la marca salir junto a contenido “limpio”, que todas las impresiones sean vistas por humanos y que estén dentro del segmento que se quiere impactar, se deben utilizar proveedores que permitan verificar todas estas variables.

La regla general es: si se quieren priorizar los objetivos de branding, se debe ser estricto en este punto. Si por el contrario, buscan dar preferencia a los objetivos de venta, hay que ser flexible en seguridad y transparencia, pues verificar estas variables normalmente significa un mayor costo del inventario que se compra.

Define el tiempo
Por último, es importante definir la duración de las campañas. Las plataformas programáticas necesitan varios días de operación para tomar las mejores decisiones de optimización, pues en parte se basan en el aprendizaje que obtienen con los resultados.

Una campaña para una oferta de fin de semana seguramente no podrá obtener los mejores resultados, a menos que se tenga un set de data suficientemente bueno en el cual se pueda basar.

Se dice comúnmente que a las plataformas les lleva entre dos semanas y un mes de operación tener una optimización avanzada, pero en realidad cada campaña, marca, oferta, creativo, segmento, inventario, etcétera, puede influir en la velocidad.


Como se puede observar, ejecutar una campaña programática es sencillo si se definen estos 5 puntos en su planeación. Tomar estas decisiones asegurará una fácil y ágil implementación para todos los implicados.

lunes, 25 de septiembre de 2017

inteligencia artificial

   Watson y la inteligencia artificial



FORBES- 25 de Septiembre de 2017                 
Watson coincidió en 99% de los tratamientos sugeridos por oncólogos especialistas

En un artículo de The New York Times, encontré la frase “la Inteligencia Artificial es, para los próximos años, lo que fue internet en los 90”. Esta cita dimensiona uno de los fenóme¬nos más disruptivos del presente: Watson, creación de IBM.

Ideado luego de ver en un restaurante cómo los comensales contenían el aliento ante Ken Jennings en su aparición 74 en el concurso Jeopardy! (2004), y demostrando que una buena idea puede estar en cualquier parte, el ejecutivo Charles Lickel convenció al departamento de investigación de IBM de crear la tecnología que pudiera vencer en este programa de concursos por tv.

Siete años después, no sin muchos reveses, con la colaboración de universidades como Carnegie Mellon, de Texas, y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), entre otros, Watson ganó el Jeopardy! en 2011, lo que recuerda la hazaña de Deep Blue, también de IBM, al ganarle, en 1997, al campeón mundial de ajedrez Garri Kasparov.

Watson fue concebida para “leer” miles de datos en segundos, con un nivel de inteligencia que le permite dar sentido a la semántica y entender diferentes lenguajes; está entrenada para entender y procesar expresiones técnicas, jerga, abreviaturas y acrónimos. Esta computadora fue comercializada por IBM dos años después del concurso y su “gran cerebro” se ha convertido en ayuda para investigadores, científicos, médicos y muchos más.

En octubre de 2016, MIT Technology Review resaltó que Watson se encuentra en todas partes: desde diseño de ropa, industria de alimentos, conducción de películas, asistencia en carretera y comunicación empresarial, hasta en educación.

Desde su inicio, su nicho más fuerte ha sido la salud y, en especial, la oncología. Como sobreviviente de cáncer de seno, puedo comprender física y emocionalmente los aportes y el potencial que esta tecnología puede dar en términos de acceso a la información, rapidez en el diagnóstico y, sobre todo, en acceso a exámenes genéticos excesivamente onerosos y, por ello, inaccesibles para una gran mayoría.

IBM ha invertido 4,000 millones de dólares en empresas con sobresalientes bases de datos médicos y ha realizado importantes alianzas estratégicas con laboratorios y centros médicos, como Quest Diagnostics y el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.

Como dato interesante, luego de estudiar 1,000 casos de diagnósticos de cáncer, Watson coincidió en 99% de los tratamientos sugeridos por oncólogos especialistas, con la ventaja adicional de que en el 30% de ellos recomendó un tratamiento opcional. Mundialmente, existen más de 160,000 páginas de publicaciones anuales en investigaciones, tan sólo de cáncer, y Watson tiene la capacidad de acceder con más rapidez a los resultados más actuales.

Destaco que, tecnologías como Watson no significan sustituir la inteligencia humana, sino permitirle tener acceso a más información y poder dedicar el talento a acciones y decisiones más importantes con menores recursos.

IBM pretende convertirse en una de las cuatro plataformas más importantes, junto con Amazon, Google y Microsoft, una decisión estratégica difícil pero muy valiente de Ginni Rometty, CEO de IBM, pues, para lograrlo, la empresa ha sacrificado ingresos por 20 trimestres consecutivos.

Hasta la fecha, los inversionistas, con excepción parcial de Warren Buffett, quien liquidó 30% de su inversión, han respaldado la visión de su CEO de convertir a IBM en una empresa resistente en el tiempo, una lección para quienes sólo ven el corto y mediano plazo.

En la revista Harvard Business Review de julio-agosto 2017, Ginni aseguró que, para finales de 2017, Watson tendrá la capacidad de “tocar” la vida de 1,000 millones de personas, poco menos de la séptima parte de la población mundial.

En Costa Rica, contamos con la Caja Costarricense del Seguro Social, importantísima institución para la salud, hoy con filas de espera y múltiples necesidades, que requiere cambios urgentes. Imaginemos los beneficios que podríamos obtener con Watson, y ahí me sumo a Ginni: “No pensemos en el pasado”; concentrémonos en las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías.




*Nuria Marín Raventós es empresaria y analista.

algoritmos

La dictadura de los algoritmos



FORBES- 25 de Septiembre de 2017                 
Cada vez son más los algoritmos que eligen lo que ‘nos gusta’ y que evitan el encuentro con aquello que es diferente e inesperado.

En la reciente cumbre del Foro Económico Mundial de Davos, se dijo que el 53% de la población mundial reconoce que, regularmente, no escucha a personas u organizaciones con las que no está de acuerdo.

Ante este hecho, comunicarse y construir confianza significa un gran desafío. Pero, en gran medida, esta nueva realidad autista es obra del más genial y adictivo consultor comunicacional de hoy: el algoritmo.

Este sistema de reglas es líder de un ejército de información que la procesa y la alinea con nuestros propios intereses; éste se nutre de data alojada en millones de servidores, para ofrecernos una experiencia de navegación “inteligente”.

Además, predice el comportamiento de cada usuario, por lo que influye en los motores de búsqueda y diseña nuestra ruta de navegación antes siquiera de que oprimamos el botón “Buscar”.

Cada vez son más los algoritmos que eligen lo que “nos gusta” y que evitan el encuentro con aquello que es diferente e inesperado. De esta manera, cercenan nuestra posibilidad de construir un criterio amplio, propio e incluyente, que tome en cuenta diversos puntos de vista y nos permita fijar posiciones responsables e informadas.

Cada vez hay más algoritmos que, simultáneamente, refuerzan el llamado “sesgo de confirmación”, y tienden a buscar, favorecer y recordar sólo aquella información que confirma nuestras propias creencias y que genera la ilusión de que “todo el mundo” comparte nuestras ideas, porque las informaciones que nos llegan nos dan la razón.

Hay mucho que agradecerle a este sistema. Al fin y al cabo, dedicamos largas horas a contarle sobre nosotros mismos, lo que le permite consentirnos con sólo aquella información que nos interesa, y nos brinda recomendaciones personalizadas a partir de nuestra propia historia, gustos y emociones. Pero también genera ecosistemas cerrados de historias que nos hacen convivir, a veces sin saberlo, en una cámara de eco que refuerza prejuicios, polariza y desincentiva el pensamiento crítico.

Sin embargo, resulta peligroso comunicarse en un salón de espejos que excluye el reflejo de puntos de vista diferentes y no deja ver en contexto nuestras propias posiciones. Si todos creemos que pensamos igual, corremos el riesgo de equivocarnos en las mismas cosas.

El reporte “Trust Barometer 2017”, presentado por Edelman en Davos, cuantifica la implicación de esta nueva ingeniería social gestionada por el algoritmo dictador: el 52% de los entrevistados reconoce que nunca, o muy pocas veces, cambia su opinión con respecto a los problemas sociales importantes, lo que deja una elasticidad en el mercado de la opinión pública menor al 50% para generar renovadas reflexiones que abran espacios para escuchar a otros que piensan diferente.

Es grande el reto que impone una inflexible realidad como ésta, y nos lleva a todos los estudiosos de la comunicación a sostener que las mismas herramientas que facilitan el hallazgo de nuevos contenidos son las que también limitan el acceso a otro tipo de información.

Pero hay buenas noticias frente al desafío comunicacional de las empresas, la gestión de su gente y la de sus expectativas sociales en la era de la dictadura de los algoritmos.

La propia tecnología ayuda a resolver las mismas complejidades que crea, pero se requiere de renovadas e innovadoras estrategias que gestionen el riesgo reputacional y mejoren la gestión de la marca corporativa. Éstas deben saber utilizar oportunamente el Big Data para democratizar la percepción de confianza que gana la empresa por sus actuaciones frente a aquellos que trabajan en ella y, más allá, frente a todos los públicos que la están viendo, sin que se dé cuenta.

Esta fuerza de opinión favorable también puede fluir por las redes, gracias a los algoritmos. Así que, gestionar estratégicamente el poder de los algoritmos crea un espacio de información incluyente donde nadie tienen el monopolio de la razón, ni la exclusividad de la mentira.




*Italo Pizzolante Negrón es académico y consultor internacional en estrategia y comunicación. Autor de numerosas publicaciones en Iberoamérica.

liderazgo positivo

Lo que debes saber sobre liderazgo positivo



FORBES- 25 de Septiembre de 2017                 
El Reporte Mundial de Felicidad indica que los jefes tienen un efecto importante en la felicidad de los miembros de un equipo de trabajo.

En marzo de 2017 se publicó el “World Happiness Report”, que incluye un capítulo sobre la felicidad en el trabajo. En él, Richard Layard, economista de la London School of Economics, nos invita a pensar en el nivel de productividad que tendría un país si las personas fueran felices. Por ello, sugiere diseñar espacios llenos de felicidad para todos. Ante este interés mundial por el tema, la primera gran pregunta a hacernos es: ¿Qué es la felicidad?

Martin Seligman, de la Universidad de Pennsylvania, encuentra cinco elementos que nos hacen más felices: la positividad (sentir emociones positivas), sentir un estado de absorción con lo que hacemos, sentir que contamos con una red de apoyo, entender el significado de la vida para nosotros y tener una sana evaluación de nuestros logros en la vida.

La Organización Mundial de la Salud calcula que uno de cada cinco individuos sufrirá de depresión o ansiedad durante su vida, así que trabajar en prácticas de felicidad también es una estrategia preventiva para estos males que nos aquejan en la vida laboral.

Estudios de la Universidad de Colorado han encontrado que, cuando las personas están felices en su trabajo, se reduce la rotación del personal y se enferman menos; y que, cuando lo hacen, se recuperan más rápido, lo que reduce el ausentismo.

Finalmente, la productividad aumenta hasta en un 13% cuando una persona se encuentra en un estado emocional positivo. En este sentido, se cometen menos errores y se es más productivo en las horas de trabajo.

Algunas compañías piensan que la felicidad en el trabajo implica tener chefs cocinando los caprichos de los empleados 24/7.

Sin embargo, el reporte mundial de felicidad indica que los jefes tienen un efecto importante en la felicidad de los miembros de un equipo de trabajo.

Por ejemplo, recibir un premio o tener un reconocimiento monetario tiene un efecto positivo, aunque no de manera sostenida.

En un estudio, desarrollado durante seis meses, se encontró que hay mejores resultados cuando el líder otorga un reconocimiento verbal positivo de forma sostenida, en lugar de un premio monetario o físico.

Con toda esta información y la moda por la felicidad en el trabajo, no faltan fórmulas para lograr los beneficios de estas prácticas. Una manera sencilla y sin alto costo es la que sugiere Kim Cameron: comunicación positiva, clima positivo, relaciones positivas y crear significados positivos del trabajo.

En el tema de la comunicación positiva, una de las cosas que el líder puede hacer es enfocarse en la transparencia y en el reconocimiento de las fortalezas de su equipo. Todos los seres humanos tenemos un sesgo hacia lo negativo y constantemente estamos corrigiendo. Esto está bien, pero también es necesario apreciar y destacar lo positivo de manera diaria y constante.

Un clima positivo es aquel que está lleno de emociones positivas. John Gottman, en sus estudios sobre evaluación de las relaciones humanas, encuentra que nosotros debemos experimentar al menos cinco emociones positivas por cada negativa para evaluar que tenemos un día positivo.

La gratitud es una de las emociones más sencillas de crear en el ámbito laboral. Como líderes, podemos ser agradecidos con las pequeñas cosas y también generar rituales de agradecimiento de lo que cada miembro del equipo hace por los demás.

Entonces hay que crear un ambiente de alta energía donde la confianza de los miembros del equipo esté siempre presente. Para generar confianza es necesario compartir la información valiosa para los empleados, así que el líder debe encargarse de integrar espacios de colaboración, más que de competencia. Otra forma es implementar prácticas de conexión, como jugar juntos.

Finalmente, la última pieza clave de esta fórmula es entender el significado del trabajo y que lo que hago en él tiene un efecto más allá de mi trabajo. Para ello, los líderes de los equipos pueden hacer ver a los colaboradores el efecto de su trabajo, ya sea para el cliente o para el propósito de la compañía.




*Rosalinda Ballesteros Valdés es directora del Instituto de Ciencias de la Felicidad.

Los nuevos templos

Los nuevos templos de Dios


FORBES- 25 de Septiembre de 201

La primera vez que le hinqué el diente a un texto de Georges Steiner fui incapaz de entender ni una sola frase, pero la maquinaria de mi cerebro de naturaleza inquieta ya se había puesto a funcionar. Aquella primera vez, en un tren rumbo a Barcelona para un concierto de Inma Shara en el Palau de la Música, tuve el presentimiento de que aquel judío alemán iba a descubrirme un mundo totalmente nuevo para mí. Así que lo volví a intentar, una y otra vez, como el arquero de Ortega, y tengo que reconocer, que a pesar de haber leído ya gran parte de su obra me sigo sintiendo en muchos momentos sobrepasada.


En su libro “Nostalgia del Absoluto”, reflexiona sobre cómo el hombre, desde el Renacimiento hasta nuestros días, ha intentado -con mayor o menor suerte – llenar el vacío existencial dejado por la certeza de Dios que sí poseía el hombre del medievo. Ortega, en esto puntualizaba muy bien, jugando con el término vigencia… obviamente Dios no ha desaparecido de este mundo que llamamos Occidental, pero sí ha dejado de ser vigente -como una ley que ya ha sido sustituida por otra-. Hubo un tiempo que Dios era la certeza general y hoy sigue existiendo para excepciones multitudinarias, pero excepciones, ya no es referencia social en torno a la que gire la vida humana en este mundo globalizado. Dios, sin duda, ha cedido un territorio inmenso a la razón, a su hija la ciencia y su nieta… la tecnología.


Cristo Santa Maria Novella – GIotto
Hace unos meses, saliendo de la Tate Modern con mi marido, no pude dejar de pensar en esa tetralogía de infinitivos sobre los que se apoya lo mejor del hombre: tolerar, disfrutar, amar y convivir, y fui consciente, entonces, mientras paseábamos los dos, de ese regalo inmenso que consiste en acercarte a la pasión del otro para compartirla, y ensanchar con ese acto de generosidad la vida común. De pronto, la mente trabaja así, vi la gran cantidad de personas en pareja, solas, en familias con hijos jugando a su alrededor, que se iban cruzando con nosotros al atravesar el Millenium Bridge, que se dirigían al museo del que nosotros veníamos: personas riendo, caminando solas con el periódico, jóvenes con los cascos puestos poniendo banda sonora a esa película colectiva de pertenencia a algo común, a esa escena de la que todos éramos no extras, sino protagonistas. De pronto recordé, justo en ese momento, -la memoria es una gran sabia, creo que diría Steiner-, que hacía algo menos de una hora, desde esa atalaya privilegiada que es la barandilla de la planta superior de la Sala de Turbinas, yo observaba ese fluir de seres humanos en un deambular asombrado, y me pasaba por la cabeza que esas personas podían haber acudido al museo buscando lo mismo que yo, peregrinos a uno de estos templos surgidos en uno de esos huecos dejados por la falta de vigencia de Dios en nuestras sociedades.

Cimabue, Giotto,…. los grandes maestros primitivos del Renacimiento Italiano no hubieran podido pintar unas Vírgenes y unos Cristos tan bellos, si no hubieran vivido esa presencia activa y vigente de Dios en sus sociedades. Los egipcios plasmaban en sus obras lo que sabían que existía más que lo que veían, y así, el hieratismo de su arte remite a una permanencia universal y eterna. Los griegos y su pensamiento, el nacimiento de la Filosofía, ese acontecimiento cósmico que cambiaría al hombre para siempre, se asomaron a una nueva realidad, y descubrieron el mundo de otra forma; abrieron las puertas a los sentidos, y comenzaron a representar lo que veían… como lo veían, no como era, no como esencia, sino como sensibilidad individual. Los artistas del medievo se movieron entre estas dos tendencias del arte que iban configurando al hombre moderno. Por un lado, la que trataba lo simbólico, lo icónico, ese ámbito donde la obra de arte es sagrada en sí misma y emana lo divino; un arte que llegó a cotas inimaginables en Bizancio y su zona de influencia que llegaba a la propia Venecia. No era arte realista, sino hierático de nuevo, contenía un concepto – en este caso, la divinidad misma emanando en la sustancia del icono -… eso que luego, en el ¡Siglo XX! llamaríamos -como un gran invento- “conceptual”.


Capilla Scrovegni Padua – Giotto
Fue, otro judío alemán, Ernst Kitzinger, quien estableció esa conexión que nos había permanecido prácticamente oculta hasta que en su obra “Así se hizo el arte bizantino” anunció la teoría del arte occidental como una “dialéctica” entre el mundo visto con los ojos y el mundo “visto”, sentido, con la conciencia, con la mente o con el espíritu. El mundo pudo observar a través de la obra de Kitzinger, el arte Occidental de una forma completamente nueva y, donde veíamos “primitivismo” y un cierto arte “torpe”, apareció la sofisticadísima simiente del arte moderno: La belleza como resultado de la representación de la verdad de la idea. “La pintura puede ser para los iletrados lo mismo que la escritura para los que saben leer”. Nada volvió a ser igual. Y nada había cambiado, sin embargo; sólo el marco de la “idea” que encuadraba el mismo arte de una forma distinta. La pintura era -había sido siempre- una forma de escribir con imágenes.

Londres nos brinda una tarde despejada, una pareja más sobre el fluir del Támesis. A la vista, el inmenso “diamante” de Foster que marca desde hace años el nuevo horizonte del Reino Unido. Mirándolo, pensaba lo que podía haber significado para el hombre medieval la catedral de Venecia o la de Santa Sofía y, en seguida, lo que podría haberlo sido una iglesia sencilla, quizá el único edificio de piedra de la comunidad, para las gentes de un pequeño pueblo medieval donde la única protección podía venir de Dios. El contraste entre el elevado edificio y sus pinturas y tallas y las moradas humildes y primitivas en las que transcurrían las vidas de aquellas gentes debió ser tan abrumador, como para sentir, con una fidelidad, “verdadera” la presencia de Dios.


Acabo volviendo al poeta Francois Villon -finales del medioevo- escribiendo desde su madre:

Soy una mujer, vieja y pobre,

Ignorante de todo; no puedo leer;

en la iglesia de mi pueblo me muestran

un Paraíso pintado, con arpas y un Infierno, en el que hierven las almas de los condenados; uno me alegra, me horroriza el otro.

Esta decadencia del papel desempeñado por las iglesias en los sistemas occidentales, tienen su origen según el pensador o historiador al que acudamos, en los resultados de la corrupción de la Iglesia a finales del medievo, al racionalismo científico; al darwinismo y a la aparición de la tecnología moderna con la revolución Industrial. Pero lo cierto, es que donde existe un vacío, surgen realidades que sustituyen a las anteriores. Y surgió el Renacimiento anunciado por Cimabue y Giotto, como “primitivos italianos” -algo nuevo y tosco- o como proto-renacentistas, -madurez que da paso a lo nuevo-. El hombre del Renacimiento desarrollo la idea de la “humanidad” personal característica de todo el pensamiento moderno. El hombre renacentista y moderno, tiene como misión desarrollarse plenamente en este mundo. Cada individuo representa a la humanidad entera, y la misión del hombre es desarrollar a toda la humanidad en sí mismo. Fue Fichte sobre cuál era la misión del sabio: “yo me crezco, te crezco, y juntos crecemos a la humanidad entera”.


Museo Internacional Barroco, Puebla
Goethe, Hegel, Dostoievski, Camus… se preguntaron ¿Si Dios ha muerto ahora qué? Y su pensamiento otorgaba -otorga- a cada hombre la responsabilidad de construir sus propias certezas, su “verdad”. Ninguno de ellos lo hizo de una manera tan absoluta como Nietzsche:

“Es incapaz de dar a luz una estrella quien no tiene fuerza para superarse a sí mismo, quien sí tiene deseos, pero no grandes proyectos”. Pienso que no da luz a una estrella, quien sólo busca comodidad y felicidad y que da a luz una estrella, quien asume el carácter heroico de la existencia humana, establece valores auténticos y fieles a la naturaleza que le constituye y aspira a ser más, a convertirse en un espíritu libre”.

Quizás los peregrinos de la Tate van buscando, como yo, eso que nos encontramos cuando estamos frente a una gran obra, de las artes, la literatura, la música,…una conversación profunda y sincera desde un “adentro” hasta otro “adentro”, tras la cual quedarnos irremediablemente tocados en lo más hondo y por tanto “humanizados”. Como no sobrecogerse de amor y fraternidad con “El rapto de Proserpina” de Bernini, con el Dr Rieux de Camus o con el Concierto n 2 para piano de Rachmaninov.


Quizás los peregrinos de la Tate, iban como yo, en busca de un nuevo templo de Dios.

jueves, 21 de septiembre de 2017

imágenes de desconsuelo y tragedia

19 de septiembre 1985 / 19 de septiembre 2017



FORBES- 21 de septiembre de 2017
Aunque se repiten las imágenes de desconsuelo y tragedia, podemos sentir, aunque sea un poco, de consuelo, de que la dimensión tan terrible del terremoto de 1985 no se repitió.

El 19 de septiembre de 1985 me encontraba en la ONU a través de una convocatoria para periodistas de países ‘no alineados’ -todavía existía el concepto de país ajeno a la guerra fría- para asistir a la Asamblea General del 24 de septiembre. Había llegado a NY el 9 de septiembre. Para el 19 ya nos conocíamos algunos de los periodistas invitados por lo que alrededor del mediodía una periodista venezolana se acercó a preguntarme si todo se encontraba bien con mi familia después del terremoto de la mañana.

En una era sin telefonía celular, sin Internet, en donde la información era divulgada mundialmente por agencias informativas que tenían corresponsales en los distintos países de su cobertura que recopilaban información y la enviaban vía telex a los distintos medios impresos, radio, tv, y en este caso, la central de prensa de la ONU, Yajaira, como se llama esta amiga venezolana, se había enterado del evento ya que una de sus funciones para el medio con el que colaboraba en Venezuela era precisamente realizar un chequeo de la información mundial vía telex temprano por la mañana.

Yo no sabía de qué hablaba pero le contesté que seguramente sí, todos estaban bien en mi casa, ya que el término ‘earthquake’ en inglés no tenía matices como si lo tenía en castellano la diferenciación ‘temblor’ a ‘terremoto’. O cuando menos en México sí que tenía una diferencia pues estábamos acostumbrados a sentir temblores de manera regular sin por ello caer en la alarma. Su cara de preocupación y seriedad, sin embargo, me preocupó porque si había un tono de catástrofe que yo desconocía, en su dialogo.

Alrededor de la 1 de la tarde, hora local de NY subí al cuarto de telex del edificio de la Secretaria General de la ONU, un cuarto en donde estaban todos los telex de todas las agencias informativas del mundo, y comencé a revisar los pliegos de papel que se desenrollaban de cada máquina -similar a una máquina de escribir de gran tamaño-. Ahí comencé a darme cuenta que efectivamente había una situación mucho más seria de lo que yo ni había imaginado. Se hablaba de edificios colapsados, zonas de desastre por toda la Ciudad de México, gente atrapada entre los escombros, y una lista de personas fallecidas. Al leer la lista identifiqué un nombre, el de Sergio Rod, conductor y productor de radio que había sido mi primer jefe en el Núcleo Radio Mil y que llevaba poco más de tres años realizando un programa llamado ‘Batas, Pijamas y Pantuflas’ en una estación de Organización Radio Formula cuyo edificio se había caído en el terremoto de la mañana quedando atrapado él y parte de su equipo de producción en los escombros del estudio de transmisión que se encontraba en la planta más alta del edificio. Al leer el nombre de Sergio, y sentir la cercanía de la muerte, el tamaño del problema comenzó a crecer exponencialmente por minuto.

No había comunicación telefónica con México y América Latina pues, lo sabríamos más adelante en el día, la torre de telecomunicaciones que enlazaba a México con los Estados Unidos y que era el paso de la comunicación telefónica a América Latina desde Norteamérica, se había caída dejando totalmente incomunicada, vía telefónica, a la Ciudad. Las imágenes de televisión que transmitían la CBS, la NBC o la ABC siempre se generaban desde el mismo lugar: la calle de Juárez en el centro, la zona de Insurgentes y viaducto, o imágenes aisladas por la zona de Churubusco y Tlalpan. Al día siguiente, viernes, tramité mi viaje a México.

La imagen que teníamos en NY todos, era de incertidumbre, a tal grado que mis compañeros me preguntaban qué cómo le iba a hacer para desplazarme del aeropuerto al sur de la Ciudad que era en donde vivía mi familia, se encontraba el NRM. El nivel de desinformación era a ese nivel de alarmante. Llegué a la Ciudad el sábado a mediodía. El aeropuerto funcionaba con normalidad y al salir con rumbo hacia la colonia Del Valle toda la ruta proyectaba una vida normal. Gente jugando futbol en el camellón de Churubusco, el tráfico usual de sábado a mediodía. Sin embargo, una vez confirmada la salud de mi familia fui al NRM a visitar la instalación de trabajo y fue cuando me golpeó el problema real del terremoto.

Me incorporé a las labores de acopio de medicinas que se estaban llevando a cabo en la planta baja del edificio de Insurgentes y Olivo, a la recopilación y distribución de información de los nombres de las personas fallecidas que estaban siendo reunidas en el campo de béisbol de Cuauhtémoc y Viaducto, y salí con alguna brigada informativa a la zona de destrucción que comenzaba sobre Insurgentes pasando Viaducto.

Medellín e Insurgentes, amplias zonas de la colonia Roma, el Centro Médico, el multifamiliar frente al Centro Médico, el cine Internacional, más edificios colapsados. El gran edificio de Insurgentes y Reforma que era hotel, mas edificios en la glorieta de Colon, las instalaciones de Televisa en avenida Chapultepec y llegando al centro el desastre total de la calle Juárez. Envueltos en una atmósfera de olores inclasificables y una luz siniestra provocada por el polvo indefinible que desprendía la labor titánica de remoción de escombros que miles de personas estaban ayudando a realizar, era a la vez fascinante y conmovedor sentir la energía solidaria y franca de la gente, así como desgarrador sentir la fragilidad de tantas vidas que en ese momento estaban muriendo asfixiadas o aplastadas por la destrucción del terremoto.

La cifra real de la gente que murió entonces nunca se supo. Encubierta por un gobierno absolutamente pasmado que actuó con total irresponsabilidad y miedo ante la reacción abrumadora de la gente que se organizó y tomo literalmente las calles para salvar al prójimo, en algún lugar entre dos mil y 20 mil personas, tal vez mas, se encuentra el daño irreparable de ese terremoto que, por otro lado, ofreció un espiritual espectáculo inolvidable de reconocimiento de nosotros mismos en comunidad. La sensación de vernos a los ojos, de reconocernos como corresponsables de nuestras vidas en comunidad generó una emocionante sensación de solidaridad y compañía en la ciudad de México creando un momento histórico que ahí quedaba para la construcción de leyendas y momentos únicos e irrepetibles de la historia de nuestro pais.

Hasta hoy. 32 años después, atrapados por la incredulidad de lo inverosímil del asunto, vuelve un terremoto de intensidad considerable, pero de cercanía mortal con la Ciudad de México, a golpearnos, a sorprendernos en un día de homenajes y de simulacros, atacándonos desde un flanco descubierto con el epicentro en una zona que no genera alerta sísmica. Pero, aunque se repiten las imágenes de desconsuelo y tragedia en diversos puntos de la Ciudad de México y los estados de Puebla y Morelos, podemos sentir, aunque sea un poco, de consuelo, de que la dimensión tan terrible del terremoto de 1985 no se repitió. Y aunque los gobiernos federal y de la Ciudad de México actuaron con decisión y claridad, la gente volvió a salir a la calle espontánea, generosa y desinteresadamente, robándoles, más allá de la búsqueda de oportunidad de reivindicación política de gobernantes corruptos e incompetentes, cualquier intención de aprovechamiento propagandístico, recuperando nuestra sensación de comunidad, de hermandad civil. De reconocernos en los ojos y en las acciones de los otros.

Los medios convencionales, alarmistas y sensacionalistas -‘dime que vez, que oyes, que estabas haciendo cuando comenzó el temblor, como lo sentiste, que dice la gente en la calle’ se oye a conductores de rapiña equivocando la vocación informativa con el morbo de la era de la información- que incrementan la psicosis de una situación que de suyo es terrible, generando al mundo exterior una sensación de confusión y desinformación sobre la dimensión real del problema con ello obstaculizando una creación objetiva de juicios que a su vez generen reacciones puntuales de apoyo y colaboración con quienes en efecto necesitan ayuda en este momento, son rebasados por el intercambio veloz y eficiente de las redes controladas por la sociedad civil tomando efectivamente el control de la información importante, de la información que está salvando vidas y creando las oportunidades eficientes de ayuda dirigida claramente a su objetivo: nosotros mismos, la sociedad que nos reconocemos.

Aún más grave que cuando el temblor del 7 de septiembre, el del martes 19 de septiembre, es la segunda oportunidad que Donald Tremp tiene de volver a ofender al pueblo de México al ignorar públicamente nuestra situación -ya dejen ustedes ofrecer ayuda-, al mismo tiempo que, sin embargo, nuestro gobierno inicia hostilidades contra un país al expulsar al embajador de Corea del Norte, apoyando directamente el discurso de la Asamblea General de la ONU del mismo pasado 19 de septiembre, en el que Trump amenazo con destruir ese país, en una evidente declaración de guerra -‘We will totally destroy North Korea’ dijo Trump frente al mundo- en la que ya compramos boleto los mexicanos.

Hasta cuando, esta sociedad civil tan poderosa y magnifica que sabe salir adelante cohesionada en los momentos necesarios será merecidamente reconocida, respetada y retribuida en la dimensión superlativa que merece?

Un momento de silencio y reflexión por las personas que están sufriendo este terrible momento. Un momento de silencio y admiración por todos los espontáneos y heroicos mexicanos.


Un momento de silencio, planeación y compromiso por nuestro futuro. El de México.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Equidad o eficiencia?

¿Equidad o eficiencia?



FORBES – 20 de septiembre de 2017
Reducciones de la desigualdad mediante políticas redistributivas impulsan la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad del crecimiento.

Como si de un axioma se tratase, la sabiduría económica convencional establecía que existe una relación inversa entre eficiencia económica e igualdad, explican Xosé Carlos Arias y Antón Costas, en La nueva piel del capitalismo (Galaxia Gutenberg, 2016).

Si una sociedad quiere aumentar el grado de equidad en la distribución de la renta, tiene que estar dispuesta a aceptar el costo de una menor eficiencia en la asignación de los recursos y en la tasa de crecimiento económico. Por el contrario, si quiere fomentar la eficiencia y el crecimiento, la sociedad deberá, al menos temporalmente, pagar el costo de una mayor desigualdad.

En líneas generales, los conservadores se identificaban con la prioridad de la eficiencia por encima de la equidad, mientras que los socialdemócratas daban preferencia a la igualdad.

Con el paso de los años, se fue produciendo una línea de convergencia a favor de la eficiencia en buena parte del espectro político de la mayoría de los países desarrollados, pero, con esto, los objetivos redistributivos quedaron relativamente relegados a la hora de decidir la agenda política. En la búsqueda de la eficiencia, la socialdemocracia, paulatinamente, olvidó sus políticas tradicionales, al prestar atención privilegiada a sectores medios con empleo estable, mientras que marginaba a aquellos otros que estaban en situación más precaria, y adoptaba políticas públicas menos igualitarias.

La influencia de este dilema en el pensamiento de los economistas ha sido enorme. Los estudiantes de Economía se impregnaban de él y eran formados en la prioridad hacia la eficiencia sobre la igualdad. La frase de Robert Lucas: “Lo dañino de poner el foco de la cuestión en la distribución” es seguramente su manifestación más explícita. Entiéndase bien: no se trata de que los economistas de esta corriente sean insensibles a la desigualdad, sino de que creen en la teoría del derrame, es decir, que a medida que se expande la producción, este crecimiento hará que sus resultados, en términos de renta y riqueza, lleguen, poco a poco, a toda la sociedad. En esta visión, un esfuerzo por aumentar la igualdad mediante las políticas redistributivas daña la asignación eficiente de los recursos y el potencial de crecimiento a largo plazo.

Sin embargo, de acuerdo con los autores citados, la aceptación acrítica de este dilema está cambiando radicalmente, a medida que aparecen nuevas investigaciones empíricas que aportan una renovada luz en torno a esta cuestión.

La conclusión central de estos estudios no sólo es que la desigualdad no es un buen incentivo para la eficiencia, sino que, por el contrario, excepto en casos extremos, reducciones de la desigualdad mediante políticas redistributivas impulsan la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad del crecimiento.

Las investigaciones que apuntan hacia esa dirección ya son muy numerosas. Algunas de ellas han venido de economistas que desempeñan su labor en una institución que en el pasado defendió la vieja visión del Fondo Monetario Internacional (FMI), como Jonathan D. Ostry.

En el año 2014, este autor utilizó nuevas fuentes de datos para diferenciar entre desigualdad primaria, producida por el mercado, y final, generada mediante la redistribución con impuestos y transferencias.

Por un lado, muestran que niveles bajos de desigualdad final se relacionan de forma robusta con un crecimiento más rápido y más estable. Y, en el otro extremo, prueban que la redistribución es generalmente benigna en términos de su impacto en el crecimiento, y que sólo en casos extremos hay alguna evidencia de que las políticas redistributivas tienen efectos negativos sobre el crecimiento.


Es necesario desterrar todas estas ideas de mentiras y de fundamentalismos que la economía neoclásica nos ha legado. Son tan fanáticos como aquellos a quienes atacan. Si nuestros gobernantes y los electores supieran que igualdad y crecimiento son sostenibles sistemáticamente, no tendrían tanto miedo a las políticas de izquierda que tachan de “mesianismo”.

oportunidades

 El internet de las personas



FORBES – 20 de septiembre de 2017
El IoP representa, para las organizaciones, grandes oportunidades de negocio, al analizar e interpretar los datos, con el fin de conocer a detalle al cliente, tomar mejores decisiones.

Desde la llegada de internet, a finales de la década de 1960, la humanidad ha vivido una constante evolución digital, ya que los distintos oficios, profesiones, artes y modelos de negocio, así como la forma de socializar, comunicarse, informarse y divertirse, han sido transformados por esta tecnología.

Si bien, el ser humano es una especie que se adapta rápidamente a los cambios y circunstancias para su sobrevivencia, muchas empresas no están reaccionando de la misma manera para afrontar los retos del mercado y satisfacer las necesidades de sus clientes en el escenario del Internet de las Cosas (IoT). De acuerdo con IDC, su valor de mercado se estima en poco más de 250,000 millones de dólares y la mayor parte de esa inversión se realizará en México, Brasil, Colombia y Argentina.

Actualmente, el IoT ha seducido a las diferentes industrias, gracias a que la tecnología es más accesible y a la reducción del precio de los sensores, así como a sus posibles aplicaciones, donde el único límite es nuestra imaginación. Además, el consumo energético de los equipos es mucho más eficiente, las nuevas tecnologías de transmisión de datos se han adaptado y la posibilidad de almacenar información en la nube es un valor agregado.

Según cifras de Deloitte, México contará con 220 millones de dispositivos conectados a la red en 2020, panorama que lo posicionará en el top five de los países latinos con mayor adopción del IoT. No obstante, el IoT ya no sólo se trata de una conexión entre objetos, máquinas, wearables y dispositivos móviles, sino que a la ecuación se integra el elemento más importante: las personas.

Así, el Internet de las Personas (IoP) representa, para las organizaciones, grandes oportunidades de negocio, al analizar e interpretar los datos obtenidos, con el fin de conocer a detalle al cliente, tomar mejores decisiones y generar experiencias personalizadas.

Cada persona genera multitud de datos a cada momento, lo cual alimenta modelos para crear una versión digital de cada individuo, lo que permitirá, a través de la analítica y la inteligencia de negocio, predecir sus conductas futuras. Éste es el valor del IoP.

La “Encuesta nacional sobre disponibilidad y uso de las tecnologías de la información en los hogares 2016”, del Inegi, muestra que, en México, 60.6 millones de personas utilizan un smartphone; esto indica que cerca de la mitad de la población mexicana genera información sobre sus preferencias y estilo de vida.

Ante este panorama, el interés de las empresas debe girar hacia cómo transformar a los clientes en embajadores de la marca y hacia cómo inspirar a los consumidores a compartir su experiencia sobre la utilización de sus productos y/o servicios, crear un vínculo emocional, fomentar la confianza y fortalecer su posicionamiento en el mercado.

La habilidad tecnológica que las compañías logren desarrollar para conocer a sus clientes a través de redes sociales, chatbots y aplicaciones móviles, entre otros formatos, complementará sus comunicaciones tradicionales y facilitará su paso hacia la transformación digital. Al invertir tiempo para entender la información generada por el IoP se abre la puerta para crear experiencias únicas y excepcionales para sus consumidores.

Gartner destaca que 89% de las empresas espera que la competencia en el mercado se centre en la experiencia del cliente. Mirar el futuro bajo este enfoque permitirá que las inversiones tecnológicas se centren en innovar las estrategias de los departamentos de ventas, marketing y servicio al cliente, e impulsen el desarrollo de soluciones digitales, además de que resten complejidad y automaticen procesos.

Cabe destacar que, cuando un cliente se siente ignorado, no atendido y no ve el beneficio de su relación con la marca, se crea una fractura con la compañía que es difícil reparar. Al no escuchar la voz de las “personas conectadas” y sus objetos online, muchas organizaciones cometen el error de pensar que sus productos y servicios ofrecen experiencias relevantes y satisfacen las necesidades de sus clientes, cuando esto no es así.

El profesor e investigador español Luis Rojas-Marcos ha señalado lo siguiente: “Internet es positivo porque nos une, nos conecta. Incluso a las personas mayores. El estar conectado nos prolonga la vida y no solamente añade años a la vida, sino vida a los años”. De esta forma, el IoP ofrece grandes oportunidades para hacer de la relación dispositivo-plataforma digital-usuario, el trinomio perfecto para transformar la humanidad con información de valor, así como conocer a profundidad la mente y el corazón del cliente.




*Esther Riveroll, es fundadora y directora general de Alldatum Business

Manual para perder clientes

 Manual para perder clientes y no volverlos a ver jamás



FORBES – 20 de septiembre de 2017
Con ustedes el manual más efectivo para perder clientes. Tiene efectos a largo plazo y son irrevertibles. Ya verán.

El presente documento contiene la receta, desmenuzada en pasos, para deshacerse de sus clientes y no volverlos a ver jamás. Es un manual de efectividad extrema, por lo que puedo garantizar los resultados, sin lugar a duda. Si se siguen todos estos pasos, incluso cuando no se haga en un orden riguroso o cuando se enfoque a uno de ellos, aseguro el resultado prometido: perderá clientes y no los volverá a ver jamás. Por lo tanto, tome nota que basta con atinarle a cualquiera de estos consejos para conseguir el objetivo planteado.

No se olvide que principal objetivo de su negocio es la rentabilidad y, por tanto, la estrategia debe basarse en ver la mejor manera de conseguir utilidades. Por lo que la adquisición de clientes en función de su valor para la empresa es un gasto que puede ser desestimado.


Si su cliente se queja, hágale saber que no tiene idea de lo que está hablando, incluso si tiene razón. Es más, con mayor énfasis, Y, si acaso no tiene razón, hágale saber lo tonto que es y lo poco que le interesa su queja. Por favor, lo más importante es interrumpirlo y no dejarlo hablar. Total, no saben de lo que están hablando.


Si acaso el producto que vende llega a tener algún desperfecto, lo mejor que puede hacer es decirle al cliente que es su culpa, que no sabe usarlo y que definitivamente es una cuestión del usuario y nada tienen que ver con la calidad de lo adquirido. Échele la culpa, el tonto es él.


Por supuesto, ante una observación sobre malos tratos por parte de su personal, lo primero que debe hacerse, antes de investigar, es parar en seco al cliente y defender a su empleado. Si la evidencia incriminatoria es flagrante, lo mejor es mirar para otro lado y disimular.


Ponga caras bonitas al frente del departamento de atención a clientes, pero es fundamental que no tengan idea de lo que están hablando y, sobre todo, que no sean capaces de ofrecer ningún tipo de soluciones. Además, si hay alguno que esté solucionando problemas, póngalo de patitas en la calle y despídalo lo más pronto posible.


Olvídese de tener un contacto directo con el segmento de clientes que se quiere captar. Las degustaciones, las pruebas de manejo, las muestras gratis y las cortesías nada más abultan los gastos de venta.


Prometa todo lo que pueda y dedíquese a inventar las mejores excusas por el incumplimiento. Total, el esfuerzo en resolver el problema de un cliente es equivalente al de generar evasivas. No pierda su tiempo en resolverlos, da igual.


Sea lo más invisible que se pueda y, por favor, marque su distancia. Hágale saber al cliente lo molesto que es estar en contacto con él y de preferencia oculte sus números de contacto, su correo electrónico y sus teléfonos. No vaya a ser que lo encuentren y puedan entrar en contacto con usted.


Descuide su vocabulario, de ser preciso utilice las mismas palabras que usaría en una cantina o en un billar. Si la cosa se pone fea, no se olvide de aplicar el recurso del lingo corporativo, eso siempre los impresiona. En el poco probable caso de que el cliente sí entienda de esos términos, corte la llamada o déjelo hablando solo.


Entregue a los clientes lo que usted piensa que es mejor para ellos. Total, ¿quién es el experto?, ¿de qué mente brillante salió esa idea de negocio? Y, en última instancia, ¿no es usted el ejecutivo estrella?

Se los garantizo, este manual que les acabo de presentar tiene una eficiencia muy alta y un grado de error que tiende a cero.  Para lograr deshacerte de tus clientes, lo mejor que puedes implementar es la desatención.


Por lo tanto, si tienes un teléfono de contacto al servicio de tus clientes, procura tener una contestadora, con muchas opciones intermedias, antes de que se pueda llegar a contactar a una persona. Desde luego, si alguno de tus consumidores es lo suficientemente terco como para llegar al final, después de muchos minutos en espera, escuchando una bonita selección de música de elevador, ponle a una persona muy hábil para hablar sin decir nada.

Recomiendo tener cuidado. Los clientes pueden ser realmente fastidiosos en eso de exigir que se les cumplan las promesas. Por eso, para no tener problemas con las autoridades, cumpla en la manera más simple y raquítica que se pueda.  Por ejemplo, si prometió y dio su palabra de boy scout de que contestarías en menos de dos días, responda con un correo electrónico general, no se le ocurra mandar uno personalizado. Vuelva a mandar otro diciendo que lo siente mucho, que entiende la frustración, pero que no puede hacer nada.

Al definir su negocio, preocúpese del Valor Presente Neto, de la Tasa Interna de Retorno, de la Misión, Visión, Valores, de la Motivación y la Innovación, de su Equipo de Trabajo, de la Evaluación y el Control. No pierda tiempo en preguntarse ¿quién es su cliente?, ¿qué necesidades le está satisfaciendo?, ¿cómo ayudar a sus consumidores?, ¿cuál es su diferenciador? Ni ninguna de esas tonterías. Lo primero es lo primero.

Total, si no les gusta lo que les están ofreciendo, pues que se vayan a otro lado y le dejen en santa paz. Jamás se olvides que, en el mercado lo más importante es la idea, el producto, lo que vende y jamás, jamás, el cliente. Consumidores hay muchos, al fin y al cabo, el sol nace para todos.

Por último, sé que muchos ya están siguiendo al pie de la letra el decálogo que propongo en este manual. Sé que van paso a paso y que no pierden un ápice de lo que aquí digo. Los felicito, se han convertido en proveedores soberbios – aunque no magníficos-. Recibirán su recompensa, se los puedo firmar con los ojos cerrados.


Cualquiera que siga estas instrucciones, perderá clientes y no los volverá a ver jamás. No se preocupen, el efecto es de amplio espectro y de largo plazo. Así que, los que ya tomaron nota, pronto verán los frutos que trae maltratar a un cliente. Y, para ello, no hay marca que aguante, ni prestigio que valga. Olvidar al consumidor es la forma más eficiente de acabar con un negocio. Palabra de honor.