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martes, 30 de abril de 2019

El Big Data


 El Big Data será la clave en el sector asegurador


FORBES- 30 de abr. de 19
El Big Data abre grandes posibilidades a un sector que se encuentra en plena transformación y que se enfrenta a grandes cambios futuros apoyados por nuevos desarrollos tecnológicos.

El sector asegurador mundial se encuentra en la actualidad en pleno proceso de transformación como le está sucediendo a otros muchos sectores económicos. En el caso de este sector, los cambios que se están produciendo tienen que ver principalmente con tres motivos: en primer lugar, a los cambios de mentalidad de los usuarios. Unos cambios que se encuentran íntimamente conectados con los nuevos desarrollos tecnológicos. En segundo lugar, al desarrollo de diferentes modelos económicos, como puede ser el de la economía colaborativa y finalmente a la necesidad de comenzar a asegurar estilos de vida y no únicamente objetos como se venía haciendo hasta el momento.

Entre los grandes cambios que está experimentando el sector se encuentra el interés por la utilización masiva del Big Data. El Big Data permite no sólo almacenar datos a gran escala, sino que también permite analizarlos y obtener a partir de los resultados obtenidos decisiones lógicas. Es decir, el Big Data posibilita tomar decisiones en tiempo real a partir del análisis masivo de datos, lo que sin duda alguna tendrá efectos muy beneficiosos en lo que a la gestión de riesgos del sector se refiere.

El manejo de millones de datos por parte del sector asegurador le permitirá evaluar de una forma muchísimo más precisa a sus clientes o a sus potenciales clientes, ya que se tendrán en cuenta en esta valoración un mayor número de variables que se podrán obtener de fuentes también muy heterogéneas. Es decir, el sector asegurador mundial actualmente se está enfocando en conseguir las mejores herramientas analíticas que ayuden a los seguros a modelar riesgos, interpretar comportamientos humanos y a medir impactos, para lo que se utilizan datos del pasado, la conducta de cada cliente y el perfil de las personas con las que el potencial asegurado se relaciona.


Pero los beneficios de la utilización del Big Data no se detienen aquí, ya que el contar con una mayor cantidad de información permitirá a las compañías de seguros diseñar productos más adaptados a cada cliente individualmente considerado, así como anticiparse mejor a sus necesidades. Además, ayudará a detectar los casos de fraude de forma mucho más precisa a como se viene haciendo en la actualidad y ello permitirá proteger al cliente honesto y, por lo tanto, se podrán reducir los costes de las primas del seguro al existir menores niveles de fraude.

Gracias a las técnicas del Big Data va a ser posible conocer con antelación en qué dirección se mueve el sector, tanto en lo que se refiere a los cambios de hábitos de los clientes de las aseguradoras como de los potenciales, pudiéndose ofrecer nuevas oportunidades de aseguramiento que en muchos casos vendrán asociadas a las nuevas tecnologías. Es aquí donde las insurtech o startups tecnológicas del sector asegurador que están transformando el sector tienen mucho que decir. Es cierto que el desarrollo de las insurtech se encuentra menos adelantado que el de las fintechs, pero se están abriendo paso de forma acelerada en el sector asegurador. Este tipo de empresas centran sus esfuerzos en el conocimiento profundo de sus clientes, de forma que les puedan ofrecer productos específicos o a medida de sus necesidades reales y todo ello con una agilidad y precio inferiores a los de la industria aseguradora tradicional. Gracias al impulso que estas compañías están dando al sector asegurador cada vez se podrán ofrecer pólizas más completas y personalizadas, de forma que se podrán ofertar cada vez más microseguros sencillos y personalizables, pólizas para las necesidades de la economía colaborativa o nuevos productos personalizados para la jubilación, por poner algunos ejemplos.

El gran desafío con el que se encuentra el Big Data en el futuro, además de afinar cada vez más en las técnicas predictivas, es el discernir entre la capacidad legal en la utilización masiva de datos, al tiempo que se preserva la privacidad de la información personal de cada individuo. La utilización del Big Data aún tiene por delante muchos desafíos que superar y es un producto que a día de hoy está muy lejos de estar maduro. Sin embargo, su utilización se está abriendo camino de forma decidida y de hecho ya hay compañías aseguradoras en el mundo que están comenzando a usar el Big Data para construir seguros personalizados en ramos como la salud o el automóvil.

Identidades tecnológicas


Identidades tecnológicas de los consumidores



FORBES- 30 de abr. de 19
Al ver detalladamente las interacciones de los consumidores, se observa que la tecnología forma parte fundamental de cada experiencia, lo mismo que pasa con la vida diaria de los consumidores.

Mientras la tecnología se integra cada vez a las acciones de la vida diaria, las personas desarrollan identidades tecnológicas que definen su día a día como consumidores, siendo información clave para las empresas que los retos de la Era Posdigital.

En los últimos años, las empresas han obtenido información de sus consumidores a través de tecnologías digitales, creando el vínculo ideal para entregar servicios y productos personalizados, pero esta nueva perspectiva posdigital se enfoca en cómo al compartir su información se abren las puertas a una relación hiperpersonalizada entre ambos.

Las empresas preparadas para el futuro tendrán que ir más allá de productos personalizados y crear experiencias individualizadas, una relación específica con cada consumidor, donde la tecnología juega el único papel principal.


El 83% de los ejecutivos de negocios y TI encuestados en el reporte Technology Vision 2019, coinciden en que las demografías digitales permiten a las organizaciones definir una nueva manera de identificar oportunidades de mercado para las necesidades de los consumidores que todavía no logran cumplir.

Actualmente, las experiencias están comenzando a entregar una perspectiva digital de las preferencias, tecnologías y actividades de los consumidores más viva, holística y duradera, así como sus necesidades y metas personales. Entre más experiencias una empresa entregue, más enriquecedoras serán las identidades tecnológicas que se creen, y entre más profunda la identidad, más poder tendrá la experiencia que la compañía puede crear.

Al ver detalladamente las interacciones de los consumidores, se observa que la tecnología forma parte fundamental de cada experiencia, lo mismo que pasa con la vida diaria de los consumidores. Con cada paso que dan en estas experiencias que las empresas ofrecen, dejan huellas de su identidad tecnológica. ¿La oportunidad única para las compañías? Convertirse en el único socio de confianza de cada consumidor. Un logro que podrán alcanzar sólo si entienden la tecnología que las personas utilizan y por qué la utilizan, generando la información necesaria para integrarla perfectamente en la vida diaria de los consumidores.

El 41% de las personas entrevistadas estuvo de acuerdo en que, el entender el comportamiento de los consumidores en el entorno tecnológico será crítico para que su organización aumente la lealtad de sus clientes. Por lo que para adentrarse por completo en lo que las identidades tecnológicas pueden lograr, las compañías deben comprender la diferencia entre crear una experiencia a la medida y que sea perfecta para integrarse a la vida del consumidor, o perder la confianza de un consumidor potencial y de confianza al crear una experiencia que esté fuera de sintonía con sus necesidades y expectativas. Dominar el uso de las identidades tecnológicas comienza con entender su valor clave: dependen del poder de elección del consumidor.

Pero ¿qué tan personalizadas deben ser las experiencias? Es importante tomar en cuenta que el ofrecer servicios y productos hechos a la medida de cada persona individual significa primero darse cuenta qué tan a la medida deben de ser las experiencias, para evitar contextos incómodos entre consumidores y empresas. La delgada línea entre ambas situaciones recae en que la experiencia puede parecer muy útil para algunas personas, pero para otras demasiado incómodo, por lo que los negocios deben recordar de ellos no son la única compañía con la que sus consumidores tienen una relación, y esa interacción con ellos puede afectar el nivel de comodidad hacia la suya.

La hiperpersonalización se vuelve compleja en los temas de la privacidad y la individualización, un punto en donde la identidad tecnológica del consumidor está creciendo, y que, si las empresas quieren entregar experiencias enriquecedoras y tecnológicas, deberán primero entender la complejidad del contexto de ese consumidor, para estimar qué tanto acceso a su vida diaria le da a las empresas.

Además de entender su contexto tecnológico completo, para crear este tipo de experiencias en la Era Posdigital, es necesario conocer qué tecnologías son las que los consumidores están dispuestos a utilizar e incorporar en sus vidas. Y con éstas formando parte de cada acción diaria, las compañías tienen una gran oportunidad para pasar de transacciones individuales a relaciones con sus consumidores basadas en experiencias. Donde las empresas pueden utilizar sus identidades tecnológicas para construir experiencias uno a uno más individualizadas, perfectas y capaces de integrarse a su estilo de vida.

Pero estos momentos de oportunidades traen consigo una gran responsabilidad: el adentrarse en la vida de los consumidores y crear experiencias a un nivel íntimo de entendimiento significa que debemos construir primero una base sólida y duradera de confianza, que las compañías deben mantener en cada interacción que tenga el cliente.

Aquellas empresas que tomen el reto hoy de identificar las decisiones tecnológicas de sus consumidores para desarrollar un plan, que capture y construya experiencias individualizadas, podrán alcanzar una nueva perspectiva continua y el entendimiento necesario para liderar en un mundo posdigital.

lunes, 29 de abril de 2019

impacto social

 Compatibles impacto social positivo-rentabilidad



FORBES- 30 de abril de 2019
Una inversión de impacto concilia la intención de producir impactos sociales, económicos y ambientales que sean positivos y medibles con conceptos como ganancias y rentabilidad financiera.

En un mundo caracterizado por un cambio generacional que promueve transformaciones mayúsculas como el impulso a la inclusividad, el combate al cambio climático y una mayor equidad de género, las inversiones meramente concentradas en generar ingresos parecen pertenecer ya a un pasado cada vez más lejano. La rentabilidad continúa siendo un factor esencial para las nuevas generaciones, cierto, pero el enfoque para seleccionar los proyectos donde se busca el retorno de inversión se ha transformado de manera considerable.

El concepto de “inversión de impacto”, por ejemplo, ha cobrado una enorme relevancia en años recientes. Una inversión de impacto concilia la intención de producir impactos sociales, económicos y ambientales que sean positivos y medibles con conceptos como ganancias y rentabilidad financiera. La inversión de impacto trasciende el mero compromiso de gestionar riesgos: su objetivo es ir más allá de la obligación de evitar daños y aprovechar el poder de la inversión para generar beneficios para la humanidad en su conjunto.

Los administradores de activos aún no cuentan con estándares comunes para evaluar con rigor el impacto de los proyectos, lo que tiende a producir confusión entre los inversionistas. La creación de estándares claros, transparentes y acordados sobre lo que constituye una inversión de impacto resulta fundamental para movilizar a los inversionistas institucionales y generar la masa crítica requerida para impulsar el cambio. La preocupación no es menor: la sobreutilización de la etiqueta «impacto» puede redundar en el rechazo de una nueva generación de inversionistas que de por sí ya manifiestan una elevada falta de credibilidad en las instituciones y esquemas de inversión convencionales. Sin directrices claras y medibles, el peligro de que el concepto termine por desvirtuarse resulta extremadamente alto. No hay vuelta de hoja: este es el momento de desarrollar principios comunes para administrar esta clase de inversiones. De hacerlo bien, el apetito por la inversión de impacto puede evolucionar al punto en que cada vez más ciudadanos, titulares de pensiones y accionistas exijan que sus activos se gestionen para su futuro y para el beneficio de la sociedad.


Consciente de este cambio de paradigma, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), miembro del Grupo Banco Mundial orientado a promover el desarrollo del sector privado, publicó el 12 de abril los Principios Operativos para la Gestión de Impacto, los cuales están conformados por una serie de directrices que aspiran a convertirse en el estándar del mercado dirigido a la inversión que busca repercutir positivamente en la sociedad de manera rentable, transparente y disciplinada. El desarrollo de los principios corrió a cargo de IFC en colaboración con los principales administradores, propietarios y agentes de activos, bancos de desarrollo e instituciones financieras, así como consultas con diversos stakeholders (grupos de interés) durante un periodo de tres meses.

Hasta ahora, los principios han sido signados por 60 inversionistas de peso completo, entre los que destacan instituciones como AXA Investment Managers, Credit Suisse, European Bank for Reconstruction and Development (EBRD), LGT Impact, Prudential Financial Inc., UBS y Zurich Insurance Group Ltd., por mencionar algunos.

De acuerdo con Creating Impact: The Promise of Impact Investing, reporte publicado por IFC, el apetito global por canalizar inversiones a proyectos de impacto podría ascender a 26 billones de dólares (5 billones provenientes de mercados privados en los que interviene el capital de inversión, la deuda no soberana y el capital de riesgo, y 21 billones provenientes de acciones y bonos comercializados de forma pública). Según Philippe Le Houérou, CEO de IFC, no hay tiempo que perder: “tenemos la oportunidad histórica de impulsar este mercado y generar beneficios inéditos para los habitantes de todo el planeta”.

Las organizaciones que han adoptado los principios poseen en conjunto más de 350 mil millones de dólares en activos con inversiones de impacto y se han comprometido a gestionarlos en consonancia con estas nuevas directrices. Cualquier inversión futura de impacto realizada por los firmantes también se adherirá estos nuevos estándares.

Se puede argumentar que la idea de las “inversiones de impacto” no es precisamente nueva: fundaciones, organizaciones filantrópicas, instituciones de financiamiento para el desarrollo y gestores de fondos especializados han sido pioneros en el espíritu que anima esta clase de operaciones. De hecho, con 62 años de experiencia y una cartera de 57,000 millones de dólares, IFC es probablemente el inversionista de impacto más antiguo y grande del orbe. Lo que sí es nuevo, sin embargo, es la sincronía entre el cambio generacional y la urgencia por cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU trazados para 2030 en materia de salud, educación, agua y saneamiento. Las necesidades de inversión por parte del sector privado en estos rubros son evidentes. La compatibilidad entre rentabilidad e impacto social nunca había sido tan palmaria. Ha llegado la hora de aprovechar la oportunidad. El planeta así lo demanda.

Innovación colaborativa


Innovación colaborativa y generación de valor



FORBES- 30 de abril de 2019
Si queremos ser una empresa innovadora, debemos llevar a la acción la mayor cantidad posible de ideas y estar conscientes y dispuestos de que vamos a sufrir fracasos.

Oímos todo el tiempo hablar sobre la importancia de la innovación dentro de las organizaciones, pero la realidad es que, según diferentes estudios, muy pocas veces las empresas desarrollan nuevas soluciones, y por lo general observan al mercado para copiar las que fueron creadas por otros.

Somos parte de una nueva economía, la economía colaborativa. Ya no se trata de tener capital o recursos para poder tener éxito; ya no ganan siempre los grandes. Las reglas cambiaron y ahora el poder lo tienen quienes entienden que el tamaño no hace a la fuerza, sino la capacidad para unir necesidades de diferentes asociados con una fuerza sinérgica que los mantenga en equilibrio.

Así surgen cientos de empresas que se asocian con proveedores y clientes para generar un nuevo valor. Por ejemplo: Uber, Airbnb o Amazon. Todas éstas y tantas otras trabajan de manera asociativa con pequeñas organizaciones para brindar un servicio de conexión entre lo que las pequeñas empresas quieren vender y lo que el mercado necesita.


La innovación consiste en resolver a la gente problemas simples, mejor que otros, generando valor. Así surge el modelo llamado PSV (Problem-Simple-Value), creado por Grupo Set, cuya fórmula es: Innovación = (detectar problemas + aplicar creatividad) x Llevarla a la acción. Siempre generando valor.

Basados en esta fórmula, el primer paso es tener una perspectiva dentro de la organización en búsqueda de problemas de nuestros clientes o mercados, pero no se trata de grandes dificultades como querer curar el cáncer o reducir la pobreza a nivel mundial. Por el contrario, hablamos de pequeñas cosas que generan grandes oportunidades para agregar mucho valor para las personas o la comunidad.

La búsqueda de “problemas” requiere un proceso de entrenamiento y cultura organizacional con foco en la observación activa. Debemos estar siempre muy atentos, investigar y asegurarnos de que todos en la organización tengan el foco en los clientes. Para ayudar en esta etapa es clave comprender que, por lo general, la innovación siempre se da de abajo para arriba.

Nadie mejor que quien está todo el día en la caja de un supermercado para descubrir oportunidades/problemas para mejorar.

El segundo paso es aplicar a esos problemas soluciones “creativas”. Aquí aparece la creatividad, algo innato a los seres humanos. No obstante, si bien todos somos creativos como parte de uno de nuestros procesos mentales, es necesario darle un marco, un orden para prosperar y generar buenos resultados.

Nuestra sugerencia es utilizar alguna de las tantas herramientas que ya existen para fomentar la creatividad y siempre hacerlo en grupo. Está demostrado que cuanto más personas, y si es posible de distintas áreas, mejores soluciones se logran, siempre bajo un coordinador que dé orden.

La principal causa de muerte de este proceso creativo es, ni más ni menos, que la propia ‘acción’. Es justamente cuando tenemos que pensar en llevarlo a la acción donde por lo general abandonamos el proyecto por el miedo al fracaso.

Si queremos ser una empresa innovadora, debemos llevar a la acción la mayor cantidad posible de ideas y estar conscientes y dispuestos de que vamos a sufrir fracasos. De hecho, las empresas muy innovadoras, son empresas que fracasan mucho.

Suponiendo que descubrió un problema, fue creativo para solucionarlo desarrollando una buena idea que logró poner en marcha (haciendo que funcione) es necesaria una condición más para que finalmente hablemos de innovación.

Es fundamental que esta nueva innovación genere valor y éste debe ser de triple impacto:

Primero, debe generar valor para el mercado y que muchos estén dispuestos a invertir su dinero para adquirirla. Después, ofrecer valor para la organización, ya sea con mayor rentabilidad, reducción de costos o una mejora del clima laboral. Y, por último, y no menos importante, debe generar valor entre los colaboradores internos. Cada vez es más importante que las personas que trabajan en la empresa sientan que con su labor están contribuyendo a mejorar el mundo.

viernes, 26 de abril de 2019

Ciudades con inteligencia


Ciudades con inteligencia, más que un concepto



FORBES- 26 de abr. de 19
En Andhra Pradesh, el gobierno ha contratado a reconocidos arquitectos para que su capital, sea concebida en su totalidad a la luz de las mejores prácticas existentes en materia de sostenibilidad.

¿Por qué importan hoy más que nunca las ciudades inteligentes? Además de la posición romántica de priorizar la calidad de vida de nosotros los usuarios, existen razones económicas que no pasan desapercibidas. Por ejemplo, en la actualidad ya tenemos interesantes experiencias, como la ciudad de Londres, que a la fecha representa una quinta parte del PIB de Reino Unido, mientras que, en Estados Unidos, Los Ángeles y el corredor de Boston a Washington son la tercera parte del PIB del país.

Esto representa una gran oportunidad si tomamos como referencia al Banco Mundial, que señala que, para 2025, las 600 ciudades más importantes del mundo representarían más de 60% del PIB global.

Otra razón evidente es que las zonas urbanas albergan a más de la mitad de la población del planeta, y la proyección para 2050 es que casi 70% de la gente se concentrará en las ciudades, lo cual se traduciría en 2.5 billones de habitantes urbanos.


Suena como si nos estuviéramos enfocando en el 80/20, ¿cierto? Justamente esa es la insignia de las ciudades inteligentes: anticipar que, ante los cambios demográficos, las ciudades como hasta ahora las conocemos serán obsoletas e ineficientes y que el uso adecuado de datos y avances en tecnología nos acercarán a las urbes que necesitamos.

La experiencia de los últimos años revela que el gran error es pensar en una ciudad inteligente como un concepto meramente estático. Es importante acuñar la inteligencia colectiva como habilitador, de manera que el usuario, el gobierno y las empresas trabajemos de forma conjunta.

Los casos de éxito más emblemáticos suelen integrar una plataforma colaborativa: en la ciudad de Boston, para mejorar el obsoleto proceso de inspección en seguridad alimentaria que se efectuaba en restaurantes, las autoridades generaron una alianza con la aplicación Yelp y con la Universidad de Harvard, mediante la que por seis semanas se generaron datos muy precisos sobre posibles incumplimientos en salubridad.

Para eso fue necesario la apertura de datos del Departamento de Seguridad Alimenticia y, por supuesto, la voz o comentarios de los usuarios de Yelp. Así, la utilización de algoritmos y algunos cruces de informaciones perfilaron un proceso optimizado que permitió a los inspectores de campo eficiencias de hasta 50% en su gestión cotidiana.

Ese experimento fue altamente exitoso, pues consideró varios elementos importantes para transitar hacia las ciudades inteligentes: la transparencia por parte del sector público en los paradigmas a resolver, datos abiertos y el apoyo de profesionales y ciudadanos en la generación de información útil.

Otros sucesos alrededor del mundo han derivado en un mejor entendimiento sobre las necesidades de iluminación, purificación de aire, generación de energía verde, condiciones de las carreteras y el tráfico y volumen de desechos, por mencionar sólo algunos de los retos que actualmente enfrentamos en nuestras ciudades.

Algunos lugares han empezado a diseñarse desde cero como ciudades inteligentes, como ocurre en la India. Específicamente sucede en el estado de Andhra Pradesh, en el cual el gobierno local ha contratado a emblemáticos y reconocidos arquitectos para que Amaravati, su capital, sea concebida en su totalidad a la luz de las mejores prácticas existentes en materia de eficiencia y sostenibilidad.

Esto implicó que los espacios verdes superaran 50% y las vías acuáticas 10% de su extensión, lo que además ha propiciado el uso de energía solar, vehículos eléctricos y taxis acuáticos. De hecho, este ambicioso proyecto estima oportunidades cercanas a 5,000 millones de dólares anuales a partir de 2025.

En nuestras latitudes iniciar desde abajo es casi impensable. Sin embargo, mucho puede hacerse desde un esquema altamente colaborativo. Es necesario que el gobierno empiece a generar un marco de discusiones y priorización sobre los dilemas más sensibles a resolver, que el sector privado adopte un fuerte compromiso y procure las sinergias y que nosotros como ciudadanos empecemos a actuar como sensores y generadores de decisión en la evolución hacia ciudades cada día más eficientes y confortables.

jueves, 25 de abril de 2019

desafíos


Los desafíos del comercio internacional y la 4T



FORBES- 25 de abr. de 19
Además del gobierno de Trump, actores comerciales regionales como Turquía, Rusia y Brasil, juegan discursivamente en contra de dichas expectativas de certeza regional.

En días recientes, se ha planteado la posibilidad de que los tiempos electorales alcancen nuevamente la discusión sobre la aprobación del nuevo tratado de libre comercio entre México, los Estados Unidos y Canadá. El presidente López Obrador ha dicho que el acuerdo es bueno para México, por lo que no debería abrirse a discusión nuevamente, por lo que pidió acelerar la aprobación de las leyes que modifican condiciones laborales, de acuerdo a lo que se generó en la negociación con dichos países, por lo que el Congreso entró sin mayor reparo a dicha discusión y aprobación. Eso refleja la necesidad de mantener condiciones favorables para el comercio, pues eso implica condiciones para mantener empleos, ingresos, infraestructura y creación de valor para el país.

El problema, es que el comercio global ha entrado en un proceso de declive desde el año pasado. De acuerdo a la Organización Mundial de Comercio (OMC), en 2018 el comercio apenas alcanzó un 3% de crecimiento, mientras que en 2019 será de 2.6%, con una pérdida importante de dinamismo. Aunque se espera una recuperación en 2020, esta no necesariamente abonará a la resolución de las condiciones que ahora impactan el intercambio de mercancías. Solo para ubicar la referencia más inmediata, en 2017 el comercio creció al 4.6%.

Algunas de las tensiones que el comercio internacional enfrenta provienen de dimensiones políticas, como el Brexit, lo que ha generado prudencia por parte de los actores económicos europeos, lo que ha debilitado la demanda por importaciones, ante la incertidumbre que la salida de Inglaterra genera. Pero además, por el crecimiento negativo que diversos países de Asia han tenido, incluido China, lo que ha debilitado el consumo y, por lo tanto, la producción y la demanda de insumos para ello.

La incertidumbre creada por la perspectiva negativa de gobiernos como el de los Estados Unidos, que han utilizado herramientas para presionar a sus socios comerciales y generar mejores condiciones para sus socios domésticos, juega en contra de las condiciones de certeza que la división internacional del trabajo requiere. Además del gobierno de Trump, actores comerciales regionales como Turquía, Rusia y Brasil, juegan discursivamente en contra de dichas expectativas de certeza regional.


El valor del comercio nominal en 2018 creció en casi 10%, pero eso se debió, de acuerdo a la OMC, por el incremento en el precio del petróleo de casi 20%, el incremento en el costo de los servicios asociados al comercio, en casi 8%; además de las fluctuaciones en el precio del dinero y del intercambio de monedas, lo que finalmente impactó en el valor de las mercancías, generando límites para el acceso a ellas.

Mientras que el nivel de importaciones creció en los Estados Unidos en 2018, las exportaciones mexicanas no crecieron en la misma forma, sino que se mantuvieron en el mismo nivel del año pasado, por lo que, la fortaleza económica del primer país no se está reflejando en el fortalecimiento de las exportaciones de México, tal vez por la incertidumbre generada por la renegociación del tratado. Pero, además, México no es uno de los países líderes en la exportación de servicios, que son más caros y requieren de procesos más complejos, pero que añaden más valor a la economía contemporánea.

El reto entonces es mayúsculo, pues nuestro enfoque como país sigue siendo a la producción industrial, cuando los servicios y los servicios a servicios, investigación, generación y transferencia de conocimiento, etc., parecen ser los elementos que lideran el fortalecimiento del comercio en el futuro. La pregunta es ¿qué estamos haciendo como país para sortear las condiciones cambiantes en el comercio y la economía internacionales?

miércoles, 24 de abril de 2019

conversión digital


 Las empresas, obligadas a su conversión digital



FORBES- 25 de abril de 2019
Hacer las cosas de manera distinta e innovar en la industria harán la diferencia entre sobresalir o arrepentirse de no haber hecho los cambios en el momento adecuado.

La tecnología 4.0 ha traspasado el ámbito industrial hasta llegar a la cotidianidad del ser humano. Un ejemplo de esto es la impresión 3D o manufactura aditiva, la cual pasó de la fabricación de productos altamente técnicos basados en un modelo digital, a crear piezas tan simples como la decoración de un emplatado en un concurso de chefs en España, la producción de modelos exclusivos de zapatos, y hasta el diseño de un prototipo de una extremidad de un pingüino en California para ayudarlo a caminar.

Frente a este panorama, esta tecnología cambiará el rumbo de la manufactura y obligará a las empresas a dar ese paso hacia la transformación digital. Actualmente, la fabricación aditiva ha comenzado a mostrar su verdadero potencial, ya que tanto pequeñas como grandes empresas confían en esta innovación para crear nuevos productos.

Este 2019 se vislumbran grandes cambios en materia tecnológica y con un futuro inspirador que modificará dramáticamente los negocios. En el documento 25 Tendencias Tecnológicas que Encabezarán la Transformación Digital en 2019 y Más Allá, Richard van Hooijdonk (especialista y keynote futurista) reveló que Adidas lanzará 100,000 pares de zapatos impresos en 3D a finales de este año, y espera producir millones en los próximos años.


En un contexto de comercio electrónico y experiencia omnicanal, otros grandes corporativos como Nike y Reebok también invierten y se esfuerzan por vender mercancías personalizadas al gusto y servicio del cliente final.

En la industria aeroespacial, Van Hooijdonk señala que Boeing ha emprendido el vuelo de la mano de la tecnología de impresión 3D al producir conductos de aire y reposapiés. Hasta el momento se han instalado 60,000 componentes con esta tecnología en sus aviones.

Por otro lado, expertos señalan que la industria automotriz podrá beneficiarse de esta innovación al abrirse caminos para nuevos diseños de vehículos, disminuir costos y reducir tiempos de fabricación. Desde la creación de autopartes y accesorios, hasta la invención de nuevos conceptos desde cero, las posibilidades de la fabricación aditiva son infinitas.

El sector de cuidado de la salud es otro con gran potencial al facilitar la impresión de huesos, prótesis, férulas, órganos, células madre, aparatos auditivos, piel y vasos sanguíneos a la medida de los pacientes.

En el reciente CES 2019 (Consumer Electronics Show) celebrado en Las Vegas, Nevada, hubo innovaciones en equipos a color a precios más asequibles y al alcance de cualquier tipo de consumidor.

Además, se presentaron avances en los diferentes tipos de materiales y consumibles, incluida una resina que debe ser suave, pero lo suficientemente fuerte para resistir mientras se imprime.

Con este tipo de materiales, los fabricantes buscan producir lotes pequeños a moderados de piezas flexibles y prototipos para acelerar el desarrollo del producto en sí. Una muestra de esto es la disponibilidad de dentaduras digitales, compuestas de resina de base dental y resina de dentadura postiza, personalizadas y más económicas.

En este año se verán mayores frutos de las aplicaciones de estas tecnologías, las cuales impactarán diversas industrias, modificarán los modelos de negocio y cadenas de suministro, además de facilitar la vida de las personas.

Peter Drucker, el escritor austriaco considerado como el padre del management, mencionó que “uno de los ingredientes principales de la innovación es la valentía. A menudo es necesario un acto de valor para innovar, sobre todo cuando las cosas van bien. ¿Qué sentido tiene arriesgarse a introducir novedades en un determinado sistema si aparentemente no son necesarias?”

Hacer las cosas de manera distinta e innovar en la industria harán la diferencia entre sobresalir o arrepentirse de no haber hecho los cambios en el momento adecuado. Sólo la imaginación de quien utilice la impresión 3D será el límite de los beneficios que se puedan alcanzar. La manufactura aditiva será un instrumento fundamental para inducir la innovación en las empresas y crear un futuro cada vez más inspirador.

irracionalidad y la creatividad


 El balance entre la irracionalidad y la creatividad




FORBES- 25 de abril de 2019
La mayoría de los programas de cambio fallan, el índice de proyectos de emprendimiento con éxito es muy bajo, pero las probabilidades de triunfo se pueden mejorar en gran medida.

Escuchamos frecuentemente que la innovación y la creatividad son la base de la modernización de un negocio y en grados extremos, son los elementos que preservarán a un negocio o detonarán el éxito de un proyecto. Hemos sabido de personas que han dejado pasar oportunidades magníficas por creer que se trataba de ocurrencias y de la misma forma, conocemos descalabros millonarios que pudieron evitarse si alguien hubiera entendido que eso era un absurdo. El punto medio es la racionalidad, sin embargo, McKinsey acuñó un término efectivo que está teniendo buenos resultados: la gestión de la irracionalidad

Las ideas convencionales sobre la gestión del cambio hacen hincapié en la necesidad de nuevas estructuras corporativas, procesos, objetivos, incentivos y un sinfín de conceptos que nos llevan a evitar el estancamiento y a ver por la evolución. Pero, no se pueden implementar eficazmente a menos que entienda que la gente —empleados, ejecutivos, emprendedores— no siempre se comportan de manera racional.

La irracionalidad es la cognición, el pensar, hablar o actuar sin la inclusión de la racionalidad. Se describe más específicamente como una acción u opinión dada a través del uso inadecuado de la razón, o a través de la angustia emocional o la deficiencia cognitiva, lo que no suena ni muy seguro ni muy profesional. Pero, ¿qué hay de pensar fuera de la caja?, ¿cómo hacemos para escuchar nuestros instintos y seguir ese olfato que nos lleva a detectar ventanas de oportunidad?

Sabemos y es verdad, que ha habido éxitos que son hijos de la serendipia, que, de la misma forma en la que el Burro de la fábula de Esopo llegó a tocar la flauta, muchos millonarios que ocupan las listas de Forbes, jamás se imaginaron que llegarían a acariciar un éxito tan rutilante. Es cierto que ese instinto nace de algo que no es precisamente la racionalidad y que el cambio es algo que provoca rechazo.

Cuando una empresa monta un programa de transformación, por ejemplo, los altos ejecutivos típicamente abrazan el famoso aforismo de Gandhi «sea el cambio que desea ver» y comprometerse a desempeñar modelando el comportamiento requerido por la nueva dirección. El problema es que muchos líderes creen, erróneamente, que ya son el cambio, que son ellos quienes encarnan, con su sola presencia, las modificaciones que se requieren. Vamos, que con ellos basa y sobra. Es fácil engañarse sobre esto: ¿Cuántos ejecutivos admitirían, incluso a sí mismos, que no están, digamos, centrados en el cliente? ¿Cuántos emprendedores están dispuestos a escuchar la retroalimentación del mercado cuando lo que les van a decir es que hay cosas que se deben modificar? ¿Cuántos dueños de un negocio se atreverían a confesar que no tienen la perspectiva adecuada para enfrentar las condiciones de mercado?

De hecho, no nos podemos engañar, los seres humanos pensamos consistentemente que somos mejores de lo que realmente somos. Es curioso, según McKinsey, el noventa y cuatro por ciento de las personas, por ejemplo, se clasifican en la mitad superior de la población con destreza atlética. La mayoría de la gente se percibe más joven de lo que en realidad se ve y una de las causas que llevan a un consumidor a devolver un producto comprado es que calcularon mal la talla, creían estar en mejor condición de la que en realidad están. En el mundo corporativo, la situación es similar. Los ejecutivos tienden a sobrevalorar sus propuestas, los dueños ven con algo de fantasía las ideas que quieren llevar al mercado y en general, hay muchas ocurrencias que vistas de cerca, son planteamientos descabellados. Luego nos sorprendemos de los resultados. Muchas aberraciones terminan siendo éxitos gloriosos.

Sin embargo, la mayoría de los programas de cambio fallan, el índice de proyectos de emprendimiento con éxito es muy bajo, pero las probabilidades de triunfo se pueden mejorar en gran medida teniendo en cuenta estos conocimientos sobre cómo el equipo de trabajo, los ejecutivos y emprendedores interpretan su entorno y eligen actuar. El punto nodal es saber qué y cómo cambiar a nivel personal, es decir, tomar distancia y aprender a comprometerse con el lado irracional de la gestión del cambio. Parece una ocurrencia, ¿verdad? No lo es.

¿Cómo moderar y entender la irracionalidad y la creatividad? Para Scott Keller, de McKinesey, hay elementos que tenemos que balancear y que debemos de tener:

Una historia convincente, porque es preciso ver el punto del cambio y estar de acuerdo.
Mecanismos de refuerzo, porque los sistemas, los procesos y los incentivos deben estar en consonancia con la producción de nuevas ideas y
Creación de competencias, porque debemos tener las habilidades necesarias para detectar y propiciar la generación de ideas que puedan impactar positivamente.
Esta prescripción está bien fundamentada en el campo de la psicología y es completamente racional. Uno de sus méritos es su atractivo intuitivo, aunque muchos profesionales sienten que es simplemente un buen sentido común. Y esto, me parece, es precisamente donde las cosas van mal. Cuando el sentido común nos lleva típicamente desorientar tiempo y energía, crear mensajes que desestiman las nuevas ideas, cuando se baja la cortina a probar nuevos caminos como primera instancia, cuando nadie escucha, las frustrantes consecuencias no deseadas de los esfuerzos para influir en el cambio se multiplican, ¿por qué? Porque cuando ignoran elementos de la naturaleza humana, a veces irracionales, pero predecibles; cuando se cierran las puertas antes de abrir la mente, estamos en problemas serios. Estamos dejando que la arrogancia gane y en cualquier terreno profesional y personal, eso es muy peligroso.

Abrir la mente y entender que lo que yo creo, no es necesariamente lo mejor —o lo correcto— es posibilitar el florecimiento de la creatividad. Por otro lado, permitir alegremente que las ocurrencias tomen la palestra, es lo mismo que si un jardinero permitiera que todas las plantas germinaran en una parcela: los hierbajos terminarían asfixiando a las flores. La gestión moderna busca el balance entre esa irracionalidad y esa creatividad que nos permite valorar, en forma objetiva, aquello que puede resultar bien para empresarios, emprendedores y ejecutivos. Hay que poner atención, mantener la mente clara, los pies en el piso y la intuición a flor de piel. Eso es lo que en McKinsey se conoce como gestión de la irracionalidad.

organización ágil


 Cómo transformarse en una organización ágil



FORBES- 25 de abril de 2019
Nunca hay que perder de vista el “cómo” pero cuando hay una situación específica en uno de los niveles organizacionales y cada uno de los colaboradores sabe cuál es la meta que hay que lograr.

La agilidad en una organización impacta directamente en la experiencia a cliente; ésa es la mayor implicación y es lo suficientemente contundente como para trabajar en ello.

¿Qué hacer para que una organización sea ágil?

Énfasis en el trabajo en equipo.
El trabajo en equipo genera sinergia; Con sinergia me refiero a que cuando tú trabajas colaborativamente hay un bono de energía que te regala el universo. Y, justamente, esa energía adicional que se genera cuando trabajas la pones en beneficio del otro, lo cual genera “gasolina extra”.


Cuando trabajamos de manera colaborativa tenemos más energía, lo cual nos permite ser más ágiles para dar respuesta a lo que se nos presente. Para ello, lo importante es que haya un sentido, una actitud y una competencia de colaboración instalada en el ADN de la empresa.

Principios de rendimiento adaptativo.
Se refiere a la posibilidad de adecuar el proceso, tu conducta y tu perfil a una necesidad específica del cliente.

La frase de una organización adaptativa es “Aquí siempre nos preguntamos cómo sí podemos ayudarle al cliente”. Es decir, está claro que dentro de una organización ya hay un proceso definido, ése es el camino regular y está bien caminar por ese sendero que es el proceso formal; no obstante, también es verdad que todos hemos tenido en algún momento un requerimiento específico del cliente que se sale de lo estándar, algo atípico … Si, frente a ello, hacemos todo lo que está en nuestras manos para darle solución, estaremos siendo ágiles en nuestra respuesta.

Orientación común hacia objetivos organizacionales.
Hay dos elementos que le permiten actuar a una empresa: Qué quiere lograr y Cómo lo va a lograr, y ambos son muy importantes.

Desde un inicio, hay que tener muy claro el objetivo y el camino para llegar allá. Nunca hay que perder de vista el “cómo” pero cuando hay una situación específica en uno de los niveles organizacionales y cada uno de los colaboradores sabe cuál es la meta que hay que lograr, podrán enfocarse en un objetivo común. Eso es lo que se llama empoderar a la gente. En este sentido, existe un modelo de misión y un modelo de co-misión; es decir, la empresa tiene una misión organizacional y si pensamos, por ejemplo, en un hotel, la misión es dejar satisfechos a todos los huéspedes, por lo que, desde el director del hotel hasta la camarera, tienen que tener una co-misión, cada quién tiene que poner de su parte y de acuerdo a su área para que ese objetivo se cumpla.

Asimismo, esta agilidad dentro de una organización tiene que ser integral; es decir, desde el presidente de la compañía hasta el oficial de policía que te recibe cuando llegas deberían de estar empoderados para que todos respondan de manera ágil e inmediata a un requerimiento del cliente de acuerdo a su nivel y responsabilidad.

Principales beneficios

El principal beneficio es la experiencia que le genera al cliente el tratar con una organización ágil. Muchos estudios organizacionales de este siglo coinciden en que las empresas del siglo XXI que van a subsistir son las que tengan orientación a la innovación vía la digitalización y A la experiencia a cliente; Aquellas que están innovando y utilizando las herramientas digitales para seguir avanzando, le dejan un buen “sabor de boca” al cliente.

objetivos


Cinco grandes pasos para concretar tus objetivos


FORBES- 25 de abril de 2019
Si hablamos de estructuras metodológicas comprenderemos que el primer punto tiene como intención abarcar un gran espectro o visión, en relación a una meta, una situación o una problemática.

¿Qué pasos seguimos para concretar objetivos? ¿Cuáles son aquellos cinco escalones clave que más se repiten en las estructuras metodológicas para hacerlo? Aquí 5 puntos que se deben tocar, ¡sí o sí!

Hay algo básico en el coaching, que define los pasos a seguir a la hora de fijar y cumplir objetivos.

Cinco pasos que recorremos en distintos momentos y marcan el cauce de la conversación en el uno a uno. Comparto contigo estos puntos clave que espero comprendas como escalones metodológicos para concretar objetivos:

Explorar. Cuando lo que se busca es saber qué hacer, es necesario comprender todos aquellos puntos que afectan una situación, meta o problemática (de haberse). Explorar sin miedo, es quizá una de las oportunidades que más le darán crecimiento a emprendedores, directivos o personas que buscan concretar objetivos. Cuando conocemos aquello que engloba el entorno de una meta, una problemática o una situación generamos un contexto del cual poco a poco tomamos control. Hacerlo te permitirá tener poder.


Enfocar. Si hablamos de estructuras metodológicas comprenderemos que el primer punto tiene como intención abarcar un gran espectro o visión, en relación a una meta, una situación o una problemática. Por ello el segundo gran punto de todo desarrollo metodológico al caminar en favor de los objetivos, será enfocar aquello que resulta medular, en cada situación en la que nos encontramos. El enfoque le permitirá a la persona que ejecute obtener la claridad necesaria para aterrizar y clarificar puntos a favor o en contra de los objetivos. Enfocar en ocasiones nos ayuda a sintetizar después de haber abarcado un amplio espectro.


Analizar. Dicen que las personas que toman las mejores decisiones, son aquellas que deciden sobre un mejor análisis. Saber que hay en favor o en contra de una situación y analizar la viabilidad de algo dictará los lineamientos para poder generar planes. Sin análisis, las decisiones pueden verse erradas y traducirse en pérdidas diversas.


Planificar. Cuando hemos definido la viabilidad de un proyecto, espacios de ganancia o riesgo, y posibles acciones, llegamos a este punto, cuya intención es acomodar de forma lógica y de menor resistencia los pasos que daremos. Planificar le da pies y cabeza al cuerpo de acciones que llevaremos a cabo, las ordenará y nos servirá de guía si en el camino nos perdemos.


Actuar. Si queremos conseguir concretar los objetivos es primordial comprender este paso como el principal. Aquel que aterriza lo inmaterial a lo material. Las ideas a las concreciones. Sin acción, todo se queda en teorías, en ideas, en planos abstractos, son las acciones las que consiguen los resultados. Y si lo que queremos son mejores resultados, será necesario conseguir hacer mejores acciones. La calidad de nuestras acciones dará sentencia al cumplimiento de los objetivos podremos medirlas según su eficacia y eficiencia en relación con el logro alcanzado.


Estos cinco puntos te ayudarán a concretar aquello que deseas, procura utilizarlos cada vez que consideres pertinente.

martes, 23 de abril de 2019

Industria 4.0


 Tres claves para prosperar en la Industria 4.0



FORBES- 23 de abr. de 19
El ritmo del cambio de la Industria 4.0 lleva a las empresas a replantear como generar valor y permanecer vigentes, donde la fuerza laboral determinará el éxito.

En la nueva Industria 4.0, el conocimiento tal y como lo concebimos está siendo reemplazado a un ritmo vertiginoso, y por ello las organizaciones ya replantean su estrategia del mercado para mantenerse vigentes.

En Deloitte, nuestro enfoque de cara al cambio va más allá del negocio y la tecnología para habilitar nuevos métodos de trabajo; para nosotros el foco está en la sociedad, pues es lo que da vida a la maquinaria y lógica a esos algoritmos de las tecnologías que facilitarán nuestras vidas.

Sin embargo, dichas tecnologías son completamente nuevas por lo que buscar, desarrollar y enseñar nuevas habilidades al talento, el cual es una de las claves para adaptarse a la Industria 4.0.


A continuación, presentamos tres consideraciones para que una organización pueda navegar exitosamente en esta época tan dinámica:

1) Identificar habilidades actuales del Talento. La Industria 4.0 incluye tecnologías nunca vistas. En este sentido, nuestro reporte global Readiness for Industry 4.0 identificó que el principal desafío para 55% de los encuestados es la disparidad existente entre las habilidades de su fuerza laboral y las necesarias a futuro, incluso aún no están claras las habilidades requeridas para permanecer en el mercado.

A su vez, los líderes con mayor confianza en las capacidades y habilidades de sus organizaciones ofrecen a su talento capacitación y aprendizaje continuo para desarrollar habilidades imprescindibles.

Además de en la organización, el enfoque de capacitación constante puede replicarse a los estudiantes, a través de programas de educación que eviten el rezago en las habilidades necesarias para ser competitivos en el mercado laboral. Las nuevas generaciones laborarán por más de 60 años, lo que fortalece la necesidad de contar con programas de mejora continua.

2) Trascender nuestro mindset. El talento es nuestro gran diferenciador, y a través de la capacitación constante redefiniremos el valor que puede aportar, de tal manera que impulsemos un salto significativo en el mindset del mismo para identificar, por ejemplo, la utilidad que una herramienta de Inteligencia Artificial pueda tener para facilitar los procesos financieros de una institución bancaria, cambiando así drásticamente los perfiles de los auditores.

3) El valor social, una lección del pasado para el futuro. Desde nuestra visión, el presente y el futuro tienen una lección importante del pasado para seguir construyendo las bases de una sociedad inclusiva. A mediados del siglo 20, líderes como Alfred Müller-Armack crearon la economía social del mercado, el modelo económico por excelencia de Alemania, que se basa en la distribución justa de la prosperidad.

El valor que buscamos crear, ese mindset que buscamos inculcar en nuestro camino hacia la innovación tecnológica, también deberá estar acompañado de la búsqueda de responsabilidad social y sostenibilidad, donde las aportaciones a la sociedad serán el benchmark con el cual se midan las organizaciones.

El rol que tiene la sociedad y su talento es indiscutible, pues son ellos quienes dan vida a esta Industria 4.0; su bienestar y desarrollo serán la clave del crecimiento y prosperidad de las organizaciones. Nuestra propuesta es enriquecer las habilidades del talento en la fuerza laboral, sin descuidar al talento en formación, y sin olvidar que todos estos cambios están enfocados en la búsqueda de mejorar nuestras vidas.

clave de crecimiento


 Innovación: clave de crecimiento para el negocio



FORBES- 23 de abr. de 19
La Alta Dirección cuenta con un amplio catálogo de tecnologías disruptivas que tienen el potencial de transformar los modelos de negocio que las implementen con los procesos adecuados.

Las organizaciones se enfrentan al reto de generar experiencias que satisfagan las expectativas cambiantes de los clientes, así como ofrecer resultados y rentabilidad a los accionistas, manteniendo el camino del crecimiento y la competitividad. En este contexto, la innovación se ha convertido en la estrategia clave para los negocios.

Es por ello que, de acuerdo con el estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México 2019, más de la mitad de las empresas en nuestro país (51%) asumen la innovación con un enfoque estratégico, conscientes de que esta es la única forma de aprovechar realmente las oportunidades, permitiendo que el desarrollo de nuevos productos o líneas de negocio se dé en todas las áreas de la compañía.

Por otra parte, 42% de la Alta Dirección da a la innovación un enfoque reactivo o “a la medida”, lo cual implica cierto riesgo, debido a que esto puede ocasionar que se pierdan oportunidades de negocio; sin embargo, únicamente un porcentaje reducido de 7% asume la innovación de forma escasa, en función de las áreas o proyectos que existan en su plan de crecimiento.


Convertir la innovación y los esfuerzos colaborativos en los pilares estratégicos de la empresa es la base de su transformación a largo plazo. Esto conduce a la Alta Dirección a promover la innovación por medio del fomento de una cultura en este tema; procesos continuos de implementación y comercialización de nuevos productos y servicios, así como colaboración con socios estratégicos.

Por otro lado, la operación básica de las empresas se asienta cada vez más sobre las tecnologías de la información (TI). Ante ello, es preocupante que apenas 69% de las organizaciones cuenten con una estrategia específica que incluya aspectos críticos como análisis y aprovechamiento de la información.

Sin embargo, la Alta Dirección cuenta con un catálogo cada vez más amplio de tecnologías disruptivas que tienen el potencial de transformar los modelos de negocio que las implementen con los procesos adecuados. En este sentido, las iniciativas que serán más relevantes para mejorar la competitividad de las organizaciones durante los próximos tres años son el análisis de datos (data & analytics), el internet de las cosas y la nube híbrida.

En los próximos tres años, ¿qué iniciativas serán relevantes para mejorar la competitividad de su organización?

La suma de las variables no es igual a 100% debido a que era posible seleccionar más de una opción.

No dejan de ser relevantes otras tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, digital labor, machine learning, blockchain y la realidad aumentada, las cuales aportan agilidad y resiliencia al negocio en cualquiera de sus tres segmentos: back, middle y front office, para conformar un enfoque integral.

Las tecnologías disruptivas son capaces de transformar radicalmente modelos de negocio mediante el aprovechamiento de espacios poco utilizados con acciones innovadoras, aplicaciones y servicios, en colaboración con startups o empresas emergentes, que potencien el uso de big data, modelos de design thinking, movilidad o inteligencia artificial, en favor de la experiencia del usuario.

Sin embargo, solo 8% de las organizaciones afirman haber alcanzado un nivel de integración digital alto en los procesos de negocio que las distinguen en el mercado y las posicionan a la vanguardia, por lo cual, es posible decir que existen muchas oportunidades en este ámbito, ya que las empresas que sí emplean dichas tecnologías lo hacen principalmente para mejorar la interacción con sus clientes y grupos de interés, apoyar la cultura organizacional e incrementar las ventas y la oferta de productos o servicios.

Adoptar un enfoque estratégico en temas de innovación utilizando las tecnologías disruptivas para transformar el modelo de negocio es cada vez más necesario para permanecer en la ruta del crecimiento, la rentabilidad y la competitividad; por ello, las empresas líderes en el futuro serán aquellas que innoven, pero siempre teniendo como objetivo principal centrarse en el cliente.

protección cibernética


La protección cibernética no acaba con antivirus


FORBES- 23 de abr. de 19
Se estima que para 2021, la ciberdelincuencia costará 6 billones de dólares en todo el mundo, pero la inversión en seguridad habrá aumentado solamente hasta 170.4 mil mddd para el 2022.

Una de las mayores amenazas para las empresas, tanto a nivel global como local, es la posibilidad de sufrir un ataque cibernético. Cada vez se vuelve más prioritario el implementar protocolos de seguridad cibernética más rigurosos e integrales para reducir riesgos y enormes costos para las compañías. Antes bastaba con instalar un antivirus de última generación y actualizar sus parches para estar protegidos, pero hoy eso es sólo el principio.

Se estima que para 2021, la ciberdelincuencia costará 6 billones de dólares en todo el mundo, pero la inversión en seguridad habrá aumentado solamente hasta 170.4 mil millones de dólares para el 2022. Mientras esta disparidad continúe, seguiremos viendo datos como los que publica un estudio de Cisco del 2018, donde el 53% de todos los ataques resultaron en pérdidas financieras superiores a los 500 mil dólares, incluyendo pérdidas de ingresos o de clientes.

Este mismo estudio señala que el 55% de las empresas encuestadas tuvieron que hacer frente al escrutinio público después de haber tenido un ataque a la seguridad de datos, sufriendo así daños adicionales a la reputación de la compañía frente a sus clientes y a la sociedad. Esta afectación reputacional, que es difícil de cuantificar, es igual de grave porque un titular negativo en la prensa puede ser para muchos su primer, y quizá último, contacto con dicha empresa. Es decir, muchos clientes potenciales pensarán dos veces antes de contratar sus servicios o comprar sus productos.


Uno podría decir que estamos atados de manos, puesto que día a día el riesgo de un ataque cibernético aumenta de manera considerable, principalmente por tres causas: la actual dependencia de la tecnología; la necesidad de tener muchos datos de consumidores que necesitan ser protegidos; y el aumento de valor que estos datos han ganado en los últimos años.

Sin embargo, lo cierto es que todas las empresas tienen a su disposición herramientas, socios y productos para prepararse de mejor forma cuando un ataque suceda. Lo importante es tratar de estar siempre un paso por delante y que las empresas cuenten con una protección integral que incluya sistemas y datos, pero también que cubra la responsabilidad civil derivada de la pérdida de información confidencial.

Actualmente es sumamente importante que las empresas no se queden solamente con la protección digital de software, pues la filtración de datos sensibles o la interrupción de las operaciones de una compañía tienen efectos que van más allá de las redes y que afectan a personas reales. La protección de un seguro contra riesgos cibernéticos es crucial para poder enfrentar cualquier ataque o pérdida, ya que ayuda durante todo el proceso de solución y contención, y minimizando las pérdidas de la empresa.

La manera inteligente de actuar respecto a los ataques cibernéticos es saber que este riesgo siempre va a existir, eso no se puede controlar; sin embargo, lo que se puede mejorar es la manera en la que nos protegemos y preparamos para enfrentar la situación.

sábado, 20 de abril de 2019

La industria de la moda


 La industria de la moda, la 2.ª más contaminante



FORBES- 20 de abr. de 19
7 billones de personas consumen más de 100 billones de prendas. Muchas de estas no llegan a venderse, ni a ser estrenadas y acaban en la basura y muy pocas al reciclaje.

Sobreproducción, el uso de químicos contaminantes y de energía, así como la huella hídrica son algunos de los temas que hacen de la industria de la moda la segunda más contaminante de nuestro planeta. A esto se une la preocupación por su impacto social. Emprendedores e incumbentes usan la tecnología para resolver los problemas.

Si preguntamos a una audiencia de mujeres cuantas prendas compraban hace 10 años y cuantas comprar ahora cada mes, seguro que nos contestan que la cifra se ha incrementado. Esta encuesta fue la introducción al tema y al panel que trataba sobre el futuro de la moda y en la conferencia mundial de IWF celebrada en Barcelona recientemente bajo el título: Visionarios y Exploradores.

Los datos son tozudos, 7 billones de personas consumen más de 100 billones de prendas. Muchas de estas no llegan a venderse, ni a ser estrenadas y acaban en la basura. De allí a la incineradora, a los vertederos y muy pocas al reciclaje.

Sobreproducción que resulta en inventarios excesivos, el uso de químicos contaminantes y de energía, así como la huella hídrica son algunos de los temas que hacen de esta industria la segunda más contaminante de nuestro planeta. A esto se une la preocupación por su impacto social y las prácticas laborales. El desastre de Rana Plaza en Bangladesh en 2103 nos desveló el lado más oscuro de este sector.


Muchos en la industria están ya tomando medidas porque si la tendencia continua el desastre va más allá de lo medioambiental y afecta lo económico. El informe de BCG, “Pulse of fashion” detalla los datos.

La industria de la moda además de enfrentarse a estos problemas afronta otros retos derivados de la digitalización y transformación tecnológica. La venta al detalle se resiente y las tiendas que han sido la base de la distribución del sector son forzadas a cambiar. ¿Quién necesita una tienda para comprar cuando puede hacer una transacción online cómodamente?  Surge un nuevo concepto de tiendas efímeras pop up stores que facilita la experiencia sensorial puntualmente y de forma transitoria. También los showrooms donde uno va a ver la colección, pero compra online.

La tecnología ha permitido la aparición de nuevos modelos de negocio que facilitan la vida del cliente y que también en algunos casos resuelven estos problemas. Los datos, como en otros sectores, son el activo que aporta una ventaja competitiva. La personalización, la curación ayudan al cliente a navegar una oferta enorme de productos que estos encuentran en el ciberespacio.

Planteado como una reflexión sobre las soluciones que aporta la tecnología y los nuevos modelos, nos adentramos en el debate de la mano y en la compañía de Misha Nonoo, fundadora de la marca de moda que lleva su nombre, Jeniffer Fleiss, co fundadora de Rent The Runway y después de JetBlack  y de Beatriz Bayo, Directora de Responsabilidad Social Corporativa de Mango.

Micha Nono, emprendedora, pone su esfuerzo y enfoque en fabricar bajo pedido además de usar materiales libres de sustancias químicas. Es su manera de atacar la sobreproducción. Decidió dejar de vender a través de los canales tradicionales como Neiman Marcus o Bergdorf Goodman, para centrarse en el canal directo al cliente. Su argumento de venta es que es mejor comprar menos y gastar menos en algo mejor y personalizado. Y su marca va como un tiro… Esto no es lo que nos enseñan en las escuelas de negocio.

Beatriz Bayo, nos hace un recorrido por las medidas que están tomando. Nos habla de los programas que están llevando a cabo para animar a sus clientas a reciclar. Comenzaron con una prueba piloto en Barcelona y ya tienen contenedores en 400 tiendas. Nos hablé también de las conversaciones difíciles que tiene con los compradores para reducir inventarios. Atacar la sobre producción no es fácil. Y una de las soluciones son las iniciativas internas para acercarse a la economía circular.

Jeniffer Fleiss, nos ilustró sobre nuevos modelos de negocio. La posibilidad de alquilar ensancha la vida de una prenda. Le da vidas adicionales cuando lo usa otra persona. En Jetblack, los clientes pueden comprar con un mensaje de texto. Lo importante es conocerlos muy bien y acertar con la recomendación. Jetblack es uno de los proyectos estrella de la incubadora de Walmart.

Tres visiones diferentes y complementarias.  Sus reflexiones y comentarios forman un poliedro de soluciones. Ninguna aisladamente resuelve todo, pero en su conjunto mejoran mucho la situación.

Y pensaba en el título de nuestra conferencia “Visonarios y Exploradores” y en como aplica a nuestro panel y el tema tratado. Una persona que identifica un problema es un ser humano, el que identifica una solución es un visionario y el que hace algo para resolverlo y cambiarlo es un emprendedor.

avances tecnológicos en el deporte


 Dilema usar avances tecnológicos en el deporte



FORBES- 20  de abril de 2019
La tecnología está ahí para facilitar un deporte y desafiar los límites de nuestro rendimiento. Pero debe tomarse con precaución y vigilancia para asegurar que el deporte permanezca justo y seguro.

La historia de la tecnología dentro de los deportes ha sido un largo y sórdido romance. Ha creado momentos de éxito y motivación, así como momentos de fracasos y lamentos. Permitir la incursión tecnológica en el deporte ha provocado debates sobre la importancia y los límites que deben ser permitidos para conservar una competencia en igualdad de circunstancias en donde la capacidad física del atleta sea el factor predominante del éxito deportivo.


No se trata de un tema nuevo, es fácil descubrirlo al comparar los materiales y diseños del equipo deportivo de diversas disciplinas como los cascos en el futbol americano, las raquetas en el tenis, los bats en el béisbol, los bastones de golf, entre muchos otros; sin embargo, en las últimas décadas ha surgido una preocupación creciente respecto a cómo estos avances tecnológicos generan ventajas competitivas injustas en la competencia deportiva.



El dopaje tecnológico es un término relativamente nuevo, pero es de gran importancia en el mundo de los deportes. Hace referencia a las injustas ventajas que un atleta o un equipo pueda tener proveniente de la tecnología.


Cambios o introducciones de nuevas tecnologías o equipos pueden afectar el modo en que un deporte es jugado o influye en su rendimiento. El cuestionamiento de fondo es el siguiente, ¿Dónde terminan los límites de la competencia y comienzan las ventajas injustas?





Por ejemplo, el patinaje de velocidad ha sido cuestionado sobre su progreso en los récords mundiales, hasta ahora se dice que 50% es resultado de los cambios en la tecnología y el otro 50% es debido a los atletas. (de Koning 2010).

Otro caso es el del velocista Sud Africano Oscar Pistorius. En 2008, buscó competir tanto en los juegos olímpicos como en los paralímpicos con el uso de sus prótesis de pierna hechas de cuchillas de fibra de carbón; en esa ocasión comenzó un fuerte debate sobre las ventajas que estas le podían dar. Después de una prolongada disputa llena de estudios y contra estudios, a Pistorius le fue permitido participar en ambas pruebas, principalmente porque nunca se llegó a un acuerdo sobre el tema. Finalmente gano la mayor parte de las competencias paralímpicas que participo y en las olimpiadas de Londres 2012 llego a semifinales en la prueba de 400 metros.



Para los juegos olímpicos de Beijing 2008, la marca Speedo diseño un traje de baño que era tan avanzado, que hasta la NASA intervino en la creación del material perfecto. El traje permite un mejor flujo de oxígeno hacia los músculos, mantiene el cuerpo en una posición más hidrodinámica y atrapa aire que genera flotabilidad. Los resultados fueron asombrosos, los récords mundiales de natación estaban siendo aplastados por atletas usando el “Speedo LZR racer swimsuit”. Después de las olimpiadas de Beijing y siguientes eventos de natación, en los cuales muchos récords fueron rotos por atletas utilizando el LZR, la Federación Internacional de Natación tomó la decisión de prohibir este modelo de traje de baño. Lo insólito en esto no fue la prohibición del traje, sino que los récords mundiales permanecieron intactos. Esta decisión es discutiblemente injusta.



Igualmente está el caso del ciclista británico Graeme Obree quien diseño su propia bicicleta hecha de partes de una lavadora de ropa entre otros materiales, y creó un aparato con una posición única en su tipo, la cual le permitía mantener su cuerpo cerca y por lo tanto ser más aerodinámico, así como permitiéndole generar más poder en sus muslos, por lo tanto, pedalear más rápido. La decisión de la Unión Ciclista Internacional fue la prohibición de esta bicicleta. Esto fue un golpe duro para Obree quien creó un nuevo diseño que fue en la dirección contraria de su anterior diseño. Creó algo aún más innovador, el “Superman Stance“, pero desafortunadamente para él este diseño también fue prohibido.



La tecnología dentro de los deportes está continuamente en desarrollo y se puede discutir si ganar aprovechando estas ventajas competitivas es aceptable o no para efectos de romper récords mundiales. Hay quienes argumentan que el equipo que trabaja con el deportista que compite forma una unidad con él y que las ventajas competitivas que se logren a través de ese equipo son válidas para la competencia, después de todo en todos los deportes es esencial el trabajo de equipo, tienes a los atletas, los entrenadores, los doctores y junto con ellos tienes a los diseñadores e ingenieros. Aun así, existen muchas regulaciones y reglas dentro de los deportes que delimitan la tecnología que un atleta tiene permitido utilizar, al punto que es común que la innovación sea sofocada.

También están los casos de discriminación por la prohibición del uso de tecnologías para superar capacidades diferentes, como le sucedió a Casey Martin quien nació con un defecto de nacimiento en su pierna derecha que le dificulta caminar y a quien en el 2001 la PGA prohibió usar el carro de golf para jugar los 18 hoyos. Martin demandó a la PGA y ganó la demanda invocando sus derechos derivados de la Ley para Americanos con Inhabilidades.



Otro caso emblemático es el de Renée Richards, que entre 1953 y 1960 había disputado cinco ediciones de la prueba masculina del US Open como Richard Raskind, Durante el torneo de 1977 entró a la cancha para jugar la primera ronda de la prueba femenina ante la campeona de Wimbledon, Virginia Wade. Con antelación, un Juez de Nueva York sentenció que Renée Richards tenía todos los derechos para jugar el torneo como transexual. Obviamente el disgusto ente las jugadoras profesionales del WTA (World Tennis Association) se hizo sentir en el gremio toda vez que desde su punto de vista estaban compitiendo contra los genes y fuerza de un hombre.



Durante la copa Mundial de Futbol de FIFA Rusia 2018, además de la multicitada tecnología VAR para verificar la validez de las jugadas controvertidas, es significativo el avance respecto al balón de juego Telstar 18, este balón, no sólo está construido para contar con el peso específico que garantiza una competencia en igualdad de circunstancias, sino que cuenta con un chip que le otorga la tecnología NFC (Near Field Communication), que le permite recopilar instantáneamente datos acerca del movimiento del balón en el terreno de juego, desde la velocidad una vez realizado el disparo hasta la ubicación exacta del mismo en cada momento del partido.

Asimismo, sus paneles negros están diseñados con pintura especial para mejorar su visión desde cualquier punto en la cancha o en las gradas creado para la facilidad de visión desde lejos. A su vez muchos jugadores comentaron que el balón estaba más ligero siendo esto un factor positivo para los delanteros toda vez que fue uno de los mundiales que más goles se han anotado. En ese mundial se anotaron 2.58 goles por partido hasta las semifinales y se obtuvo el récord de goles a balón parado (43.19% de goles anotados), que es donde se hacía más notorio el efecto tecnológico del balón. Sin embargo, los porteros se quejaron ej. El portero de la selección de España David De Gea se quejó que el balón hacia movimientos indescifrables.



La ciencia médica también ha jugado un papel controvertido en lo que a este tema respecta, basta recordar como Greg Luganis (Clavados) y Magic Johnson (Basquetbol) fueron relegados de competencias deportivas por haber dado positivo de SIDA, mientras que en un deporte como el Box, donde es habitual el contacto físico con sangre y sudor del contrincante, no existen casos de discriminación igual.





El equipamiento necesario para realizar un deporte puede determinar su éxito y niveles de participación. La nueva tecnología puede mantenernos comprometidos con un deporte. Pero los costos y acceso a esa tecnología deben ser monitoreados para que permanezcan accesibles y no sean un obstáculo para permitir una competencia generalizada y homogénea.

Desde el año 2000, la Academia Internacional de la Ciencia y Tecnología del Deporte (IASTS por sus siglas en francés), con sede en Suiza y fundada por el Comité Olímpico Internacional en conjunto con institutos e instituciones académicas, realiza estudios y trabajos con las federaciones internacionales de cada deporte para establecer criterios en el uso adecuado de la tecnología para cada caso.

La tecnología está cambiando los deportes para nosotros como fans y espectadores, a su vez está haciendo maravillas no solo para garantizar mayor espectáculo sino incrementar la seguridad del deportista.

Ridell introdujo el casco con la tecnología SpeedFlex para ofrecer al jugador un casco personalizable e inteligente. Sensores e imanes ayudan a detectar la colisión dispersando y absorbiendo el impacto. La tecnología del casco no termina ahí, mientras el golpe es rastreado inalámbricamente hacia las bandas donde el staff del equipo evalúa la información de la contusión en tiempo real. La misma tecnología podría ser aplicada a los cascos de otras disciplinas, protectores bucales y otro tipo de equipamiento está siendo mejorado de igual manera.



Un método alternativo de ver la tecnología dentro del deporte es el cómo se usa a diferencia del qué se usa. Allie Walker escribe sobre como los atletas continúan rompiendo récords por medio del uso de nuevas tecnologías para entrenar, pero no para competir.  Esto parece más razonable. La vallista olímpica norte americana Lolo Jones utiliza la “PDD designed Vicon motion capture camera” para analizar sus movimientos milimétricos y por lo tanto mejorar sus habilidades atléticas. Por medio de las cámaras del campo y dispositivos de rastreo incrustados dentro de los zapatos del jugador, casco o algún otro elemento del equipamiento, los jugadores y entrenadores pueden tener estadísticas en tiempo real. Esto permite que se pueden evaluar rápidamente a los jugadores menos valorados y marcar las dinámicas que el equipo debe mejorar.



Por ejemplo, las ligas mayores de Beisbol introdujeron StatCast dándoles cámaras y radares a todos los estadios de los equipos para la recolecta y muestra de medidas del juego que antes no era posible. El análisis ayuda a la organización del equipo, áreas precisas para mejorar, reconocimiento de jugadores sobresalientes, ajustar las alineaciones y muchas otras cosas.  Una vez instituido el staff puede utilizar la información para crear líneas de tendencia y ser mejores para tener éxito.



El deporte está continuamente cambiando a consecuencia de la tecnología, desde fibras de carbón y jabalinas de aluminio, hasta calzado de futbol americano con chips electrónicos dentro; todo diseñado para mejorar el rendimiento de un modo u otro. La dificultad es permitir que la tecnología y el deporte crezcan manteniendo el juego justo para atletas actuales y anteriores. la innovación en los deportes debe ser alentada, de modo que no ensombrezca la habilidad del atleta. Ciertamente es deseable un buen balance. La belleza real de la expresión deportiva está en ser testigo de las técnicas y habilidades físicas tan impresionantes expuestas por los mejores atletas del planeta, y esto es algo que debe permanecer así.

La tecnología está ahí para facilitar un deporte y para desafiar los límites de nuestro rendimiento. Pero tiene que ser tomada con precaución y vigilancia para asegurar que el deporte permanezca justo, seguro y accesible. Grandes atletas ven superados sus récords por entrar a la era post tecnológica. Jack Kramer en el tenis podría ser superado por Roger Federer; en ese entonces usaban raquetas de madera y ahora son de grafito y con un diámetro más grande que les permite tener mayor alcance. Jack Niclaus puede ser superado por Tiger Woods quien ahora usa bastones de grafito que por lo menos garantizan 20 o 30 yardas más de distancia que los antiguos bastones, así como las pelotas de hoy que vuelan distancias más largas. En fin, habrá que analizar si los récords debieran permanecer separando la era ante tecnológica y los nuevos récords de la era post tecnológicos.