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viernes, 28 de diciembre de 2018

El fast content


  El fast content será tendencia el próximo año



FORBES- 29 de diciembre de 2018
La revisión fugaz de contenidos a través de dispositivos móviles obliga a los marketers a desarrollar contenido que atraiga a los usuarios en pocos segundos.

De acuerdo con un estudio sobre hábitos de consumo de Internet en México, 76% de los internautas se conecta a través de un smartphone. El acceso a la red mediante dispositivos móviles permite a los usuarios revisar contenidos mientras realizan sus actividades diarias, generando amplios periodos de exposición a contenidos digitales, lo cual brinda grandes oportunidades para los profesionistas de marketing, quienes podemos aprovechar las ocho horas que en promedio una persona pasa conectada, para atraer su atención hacia nuestro producto o servicio.

Si bien, las oportunidades de llegar a la audiencia se han incrementado, también los retos han cambiado; navegar por Internet ya no es un comportamiento meditado, llevamos el Internet en el bolsillo, a todos lados y con un acceso enorme a toda clase de contenidos.

Este frenetismo ha hecho que, en el nuevo marketing, el tiempo sea uno de los mayores retos a superar: en contenidos digitales, un marketer solo tiene alrededor de seis segundos para crear un impacto en el usuario. La respuesta que se ha generado ante estos micromomentos de contacto, y que es una de las mayores tendencias en la industria, es el fast content.

La clave para crear fast content, o contenido que en solo unos segundos logre conectar con el cliente, es la capacidad de síntesis, el uso de tecnología ligera, atrayente y amigable al usuario, y en gran medida la creatividad del marketer.

 


Crear contenido de tecnología ligera, efímero, que sea fugaz, pero a su vez logre dejar huella en el usuario, ayuda a incrementar el engagement y aumentar el CTR (Click Through Rate), favoreciendo la presencia de marca.

Las grandes compañías que ofrecen o utilizan contenido digital ya han implementado herramientas fast content en sus estrategias de marketing, el uso de stories, microvideos y estrategias audiovisuales, se ha incrementado de manera exponencial tanto en redes sociales como en otras plataformas que ofrecen publicidad.

A la par, cada vez más empresas, medianas y pequeñas, utilizan espacios de amplio tránsito de usuarios como las redes sociales, para generar este mismo tipo de contenidos. Finalmente, esa es una de las grandes ventajas del fast content, ya que puede ser generado sin necesidad de invertir grandes recursos.

Ante una audiencia cambiante, cada vez más difícil de cautivar y con periodos de conexión que son constantes pero fugaces, los profesionales del marketing deben estar pendientes del rápido desarrollo tecnológico, y de las tendencias que pueden ayudar a crear más y mejores estrategias para posicionar su marca, y destacar en un mundo digital, donde la competencia es la característica imperante.

incertidumbre y polarización


Entre incertidumbre y polarización se va el 2018


FORBES- 29 de diciembre de 2018
El próximo año será definitorio para los escenarios regionales próximos, se necesitan liderazgos sensatos, objetivos y contundentes, dispuestos a asumir lo propio de los roles concebidos.

El cierre de 2018 llega y refuerza la incertidumbre, la polarización y el sinsabor que durante el año se asomaron a lo largo de las elecciones celebradas alrededor del mundo, los acuerdos comerciales alcanzados a fuerza de presiones arancelarias, de alianzas y antagonismos.

El mundo pasó por un reajuste geopolítico que se vivió al ritmo de los procesos electorales en cada continente y la voz del neo populismo impregnó diversos escenarios, al grado de ser una constante discursiva de los gobiernos emergentes.

El papel de las redes sociales en este 2018 fue clave en la definición de tendencias, tanto para los resultados electorales como para la mediatización de temas de interés global.

Durante los pasados doce meses, vimos la elección de todo, la creciente impopularidad del presidente Trump, la vehemencia con la que defiende la construcción del muro y la fuerza con la que los escándalos ponen en el ambiente el tema de su destitución, la elección de una mujer latinoamericana a la Asamblea General y el triunfo femenino en escenarios políticos alrededor del mundo.

 


La Unión Europea en la antesala del Brexit y la idea de desarrollar un proyecto de protección militar europeo, han restado estabilidad a la OTAN y abren de nuevo el debate nacionalista al interior de los países de la Unión.

En América Latina, la crisis venezolana, la abundante migración y la desigualdad económica abarcaron este 2018 en las agendas nacionales e internacionales. Los organismos internacionales señalan la creciente desigualdad como efecto directo de la arraigada corrupción y la falta de transparencia en el uso de los recursos, muchos de ellos provenientes de programas de financiamiento internacional para el combate a la pobreza.

México cierra el año de manera intensa, hasta inverosímil. El país más polarizado que nunca, las benditas redes sociales como escenario para el debate político y un joven gobierno que además de las vicisitudes normales de la transición, enfrenta una crisis política que se agudiza ante un discreto manejo de la misma.

El debate en torno al lamentable fallecimiento de la gobernadora de Puebla y su esposo, no sólo pone de manifiesto la insensibilidad política y la falta de empatía, expone la deshumanización de la política mexicana. Esa que, quizás fue generada por los mismos desencantos y desencuentros entre la población y la clase política desde hace años.

Sin embargo, preocupa que, en un momento en el que urge el llamado a la unidad nacional y a la verdadera reconciliación, la línea de comunicación evoque los mensajes que hemos visto en liderazgos controvertidos y demagógicos de otros países, como es el caso de las innumerables disculpas y excusas bajo las cuales el presidente Trump, Erdogan, Maduro, Putin y Al Assad, responsabilizan a grupos sectarios, contrarios y no afines de consecuencias y eventualidades desarrolladas en cada una de sus agendas nacionales.

Desde diferentes frentes se llama a la unidad, pero seguimos escuchando el qué y no el cómo. En 2019, se deben dejar atrás los permanentes discursos de campaña, los candidatos eternos, y las descalificaciones recurrentes. Son muchos los retos que se enfrentan, los desafíos que deberán superarse. Es un año definitorio para los escenarios regionales próximos, se necesitan liderazgos sensatos, objetivos y contundentes, dispuestos a asumir lo propio de los roles concebidos.

especialistas digitales


 Dos especialistas digitales nos dicen lo que viene



FORBES- 29 de diciembre de 2018
Si los años previos habían sido de consolidación en cuanto a plataformas el próximo año va a ser marcado porque estos bloques se van a atrincherar y marcar posiciones.

Al parecer, el 2019 traerá sorpresas digitales en todos los sentidos: legislación, influencers, contenidos originales de plataforma, el de los community managers y hasta una desaceleración digital. Le preguntamos a 2 especialistas en la materia sus expectativas y esto fue lo que nos dijeron.

Sergio Su, Hace 10 años fundó Apolorama, y porque la vida es bella pero no aburrida, empieza nuevos emprendimientos con Lentes Distrito y Baseball Hackers.
¿Qué marcó digitalmente al 2018?

La regulación de los datos a nivel global. Ver a Mark Zuckerberg en el Congreso y sus declaraciones, su equipo y las repercusiones que habrá en ese lugar “utópicamente” mal llamado territorio libre de Internet. Nosotros lo vemos como el lugar donde cobran vida los memes, las tendencias y donde hemos volcado nuestra opinión libre por décadas. Pero no vemos el tráfico de nuestros datos, hábitos y perfiles de consumo de empresa a empresa a escalas que no podemos imaginar. Como cuando hablamos de ciertos temas en vivo y poco tiempo después nos aparecen banners vendiéndonos eso. Como si nos pudieran leer la mente o hubiera micrófonos que nos espían todo el tiempo. Poco a poco ese lugar “libre” ha dejado de serlo para convertirse en un mapa social multidimensional con fines de lucro.

¿Qué se dejará de usar/ qué es obsoleto?

 


Los community managers. Como lo dije hace algunos años, la extinción de esta especie cada vez es más evidente. La digitalización de todo ha hecho que ese rol se vuelva cada vez más especializado y necesite de talento mucho más elevando en generación de conversaciones (los que sobrevivirán), más allá de los que de plano servían para publicar bajadas y posteos sólo por “cumplir” con la parrilla de contenidos.

La falta de verdaderas voces con identidad hace muy innecesaria la presencia de comunidades y conversaciones con marcas. Por eso el crecimiento exponencial de los influencers y los presupuestos para que puedan amplificar campañas y que los productos se involucren con su contenido. Así como los medios y marcas que realmente están apostando por sobrevivir en las redes sociales, están usándolos como canales poderosos de distribución de contenidos mejor pensados y estructurados, cambiando su forma de pensar a una de menos posteos, pero mejor calidad en el contenido, en lugar de publicar diario “el chascarrillo” del día.

Mucho del servicio al cliente empieza automatizarse con las respuestas automáticas de Facebook Messenger y aplicaciones como ManyChat para volver más profesionales a los chatbots.

¿Qué expectativas digitales trae 2019?

La validación de aplicaciones y servicios de streaming como productoras de cine y contenido a gran escala. Como lo están haciendo “Museo” con YouTube Originals y “Roma” con Netflix, compitiendo con las producciones tradicionales, modificando por completo el rumbo de esta industria.

Esto va a modificar la economía del storytelling y entretenimiento. ¿Te imaginas una suscripción a uno de estos servicios que incluya un set de entretenimiento en casa que emule una sala de cine para que no tengas que salir? En leasing o pagándolo a 36 meses. Aumentando el uso de aplicaciones de servicio a domicilio para que tu experiencia sea totalmente casera. Los consumidores están dejando de lado la experiencia de ir al cine, de comprar palomitas y el refresco gigante, por vivirlo en casa en alta resolución y on demand. No se les hará raro la caída de los precios de las pantallas y sistemas de audio en un mediano plazo.

Movilidad 2.0

La ciudad está empezando a llenarse de scooters y bicis públicas que básicamente puedes dejar donde sea. Incluso ganas dinero si los cargas en tu casa. Por un lado, llegó un nuevo modelo de economía colaborativa. Pero también una invasión de espacio público tremenda. Sin una regulación ni reglamento, estos dispositivos sin duda serán un gran tema en cuestión de privacidad de datos, accidentes en la vía pública, fraude a bajo nivel, entre otros asuntos.

Ángel Buendía, Consultor en publicidad digital certificado por Facebook
¿Qué marcó digitalmente al 2018?

El ajuste de cuentas entre la web/medios sociales y el mundo offline. En algún sentido los políticos/ extremistas / estafadores se dieron cuenta, al igual que los negocios, que es posible tener beneficios reales e importantes fuera de Internet con tu actividad digital. El asunto es que llegó a una escala que está haciendo que el sistema actual se vuelva insostenible, tanto comercial como socialmente. La web afectó el mundo offline y por primera vez en gran escala, el mundo offline se está defendiendo de manera política, legal y comercialmente.

¿Qué se dejará de usar/ qué es obsoleto?

No sé si se deje de usar pero creo que el número de Likes/Seguidores son absolutamente obsoletos. Sobre todo como métrica, mucho más como objetivo. Si hasta Facebook dice que no es buena idea considerarlos como un objetivo de una iniciativa digital, es que en serio no hay mucha utilidad aquí. Eso por no hablar de la enfermiza obsesión de las marcas por buscar números gigantes tanto en ellas mismas como en sus supuestos aliados – léase “influencers” – que no lo son en realidad (ni aliados ni poseedores de ninguna influencia).

¿Qué expectativas digitales trae 2019?

Creo que viene un año de desaceleración, no en cuanto a presupuestos, porque dudo que se vaya a gastar menos, pero definitivamente vamos a ver menos crecimiento e innovación espectacular. Si los años previos habían sido de consolidación en cuanto a plataformas – cada vez hay menos jugadores y los bloques grandes cada vez están más definidos -, este año va a ser marcado porque estos bloques se van a atrincherar y marcar posiciones. No creo que veamos revoluciones por parte de nadie, pero si vamos a seguir viendo incrementos graduales de muchas cosas. La industria en general necesita replantearse y volver a hallar una dirección (y de ser posible una consciencia).

Contenido estratégico


 Contenido estratégico en las organizaciones



FORBES- 29 de diciembre de 2018
Transmita las historias correctas con una voz original y se dará cuenta de cómo su audiencia puede concluir por sí misma que usted es innovador sin necesidad de que lo tenga que decir.

Probablemente muchos estamos familiarizados con la frase “tus actos siempre hablan más claro y más alto que tus palabras”. Y cuando sólo escuchamos más de lo mismo, ya sea en el trabajo o en las noticias, nos frustra tanto que llegamos al punto de que nuestro cerebro lo procesa como una falacia.

Muchas organizaciones y sus líderes están repitiendo involuntariamente este ejercicio a gran escala, poniendo a prueba el intelecto de sus grupos de interés con comunicaciones vacías que amenazan seriamente a su reputación. Su mensaje se sustenta en términos que no caracterizan de manera precisa ni auténtica lo que verdaderamente hacen, lo que las diferencia y su valor agregado de cara a sus clientes, accionistas, empleados y la sociedad a la que impactan.

Desde la comunicación estratégica, la construcción de contenido y del mensaje, el siguiente consejo es tan relevante para los líderes empresariales y las empresas como para los aspirantes a ser escritores: no le diga a una audiencia qué tan innovador es. Cuéntele mejor una gran historia o caso de éxito de su negocio.

 


El uso de un buen storytelling en las compañías permite involucrar y entretener mejor al público, así como destacar qué es lo que realmente las hace diferentes y cómo ponen en práctica los valores de su empresa. Así mismo, demuestra cómo un negocio complejo de entender puede ofrecer un valor único y sencillo de interiorizar para los consumidores que acceden a un producto, aquellos que invierten en su compañía, quienes trabajan para usted o, simplemente, quienes dependen de usted para resolver retos al interior de la organización.

Antes de identificar estas historias, es necesario entender qué quieren o necesitan escuchar sus respectivas audiencias. Realice una investigación minuciosa para revisar cómo se percibe realmente a su negocio, así como a sus colegas de la industria; esto con el propósito de estar seguro de que su mensaje coincide con lo que la gente realmente piensa acerca de usted, así como para evaluar qué elementos de su negocio o industria son atractivos, curiosos e, incluso, irrelevantes.

Estas ideas le ayudarán a desarrollar y ofrecer una narrativa coherente que refuerce las buenas percepciones, refute aquellas que son negativas y proporcione una imagen auténtica que esté en línea con los objetivos e ideales de su organización.

Transmita las historias correctas con una voz original y se dará cuenta de cómo su audiencia puede concluir por sí misma que usted es innovador o estratégico, sin necesidad de que usted se lo tenga que decir directamente.

Un buen storytelling sólo seguirá dando frutos en la medida en que las empresas y sus líderes aborden a sus audiencias con base una serie de investigaciones y encuestas, que les permitan entender qué deben comunicar. Algunas compañías se están ajustando a estos cambios. Hoy, las organizaciones están reconociendo la necesidad de llegarle a las audiencias con videos, buen contenido, artículos y experiencias únicas en plataformas digitales, las cuales cuentan historias que son fáciles de entender y de interiorizar. Dicho esto, aún existen negocios que se están quedando cortos en esta tarea y siguen siendo parte de un mercado superpoblado de “buenos discursos” sin mayor sustento. En su gran mayoría, las compañías, sin importar lo que hagan, tienen historias interesantes que contar que resonarán y serán relevantes para las audiencias que quieren impactar. El único paso a seguir es, simplemente, contarles la historia.

El emprendimiento


¿El emprendimiento genera desigualdad?



FORBES- 29 de diciembre de 2018
El emprendimiento no es el primer agente de desigualdad, pero sí contribuye a ella. Se pueden establecer acciones que mitiguen sus efectos y crear un ciclo virtuoso de innovación.

En la primera parte de este texto, se mostró cómo la innovación, a través del emprendimiento, genera desigualdad. Sin embargo, a diferencia de otros agentes de desigualdad, el bienestar que el emprendimiento puede traer a la humanidad hace que no sea deseable obstaculizarlo. Por ello, se pueden mitigar sus efectos desigualitarios implementando acciones como las siguientes.

Incentivos a empresas que incrementen los estándares de bienestar de sus empleados

En las últimas décadas, el estancamiento de los estándares de bienestar de los empleados y la clase media ha sido un problema para muchas economías de gran potencial. Además, problemas asociados con el estado actual del trabajo —decisiones controvertidas de directivos, lugares de trabajo tóxicos, despidos masivos, inseguridad económica, afectación a la salud, conflictos familia-empleo— también han mermado los estándares de las personas.

Es por ello que conviene establecer políticas laborales e incentivos fiscales para aquellas empresas que tomen acciones para mejorar el bienestar de sus empleados. Entre ellas están que los empleadores:



Cumplan sus obligaciones de seguridad social
Permitan que los empleados soliciten cambios de horario si así les conviniera
Proporcionen a sus empleados horarios más estables y predecibles, y que tengan desincentivos para realizar cambios abruptos
Ofrezcan oportunidades de horas extra de trabajo antes de abrir nuevas plazas
Faciliten a sus empleados capacitación y formación continua, especialmente para desarrollar habilidades requeridas en la Cuarta Revolución Industrial
Desarrollo de ecosistemas de innovación, así como del número y diversidad de emprendedores

Otro efecto que la situación económico-laboral descrita en el punto anterior pudo haber tenido a nivel nacional es la disminución del apetito por tomar riesgos y comenzar empresas.

Visto de forma positiva, en un discurso de 2014, Janet Yellen, entonces presidenta de la Fed, enfatizó que “un mayor dinamismo empresarial, podría estimular una mayor movilidad hacia arriba, al menos para los fundadores y sus empleados; la mejora de la movilidad para otros dependerá de la naturaleza de las nuevas empresas que se creen y de los productos y servicios que venden”. En lo que sería un ciclo deseable, la aceleración en la formación de empresas puede incrementar el ritmo de la productividad, del empleo y del crecimiento de los salarios reales.

En su influyente documento “Espíritu empresarial: productivo, improductivo y destructivo”, William J. Baumol argumentó que la proporción de emprendedores —ya sean productivos o improductivos— varía entre sociedades dependiendo de los pagos relativos o estructura de incentivos que la sociedad ofrece a tales actividades. Así, si las políticas de un gobierno y las dinámicas de una sociedad favorecen las plutocracias o los empresarios improductivos, éste será un patrón continuo que inclusive sus miembros más jóvenes tratarán de emular.

Así, los programas de emprendimiento deben estar enfocados a actividades como:

La creación de ecosistemas regionales dinámicos
Garantizar que los apoyos estén destinados a inversión primaria y que no haya intermediarios
Facilitar acceso a financiamiento de capital
Impulsar la integración de Pymes a cadenas de valor
Generar esquemas de apoyo muy flexibles
Estimular que las empresas implementen mejores prácticas, esquemas de gobernanza, y que se vuelvan más formales, legales y productivas
Ambiente amigable con los negocios, con garantía de Estado de derecho

Un mayor dinamismo empresarial también requiere que los gobiernos agilicen los procedimientos para establecer nuevas empresas, disminuyan la corrupción, y faciliten la disolución de una empresa que tomó riesgos en pro de la innovación y fracasó en el intento. Cabe recordar que, si un emprendedor innovador triunfa, creará empleo, pero si no lo hace, se enfrentará a una ruina económica a menos que tenga una red de seguridad.

En este sentido, también es muy relevante la construcción de instituciones y la garantía del Estado de derecho, no solo para protección de las inversiones, sino también para proteger a los trabajadores y favorecer procesos de participación ciudadana que tengan implicaciones en la economía y sus empleos.

Desarrollo de consumo y mercado internos

Un emprendedor puede ejecutar una idea brillantemente, pero puede no tener forma de comercializarla. Es por ello que se requieren eliminar las barreras de desarrollo e incrementar los canales de distribución, lo cual facilitará que el consumo interno genere riqueza y que el mercado interno incida en el crecimiento de la economía.

Ir más allá de la cobranza de impuestos a los deciles más altos

Si bien es continuo el debate sobre la conveniencia o no de incrementar la recaudación de los deciles más altos del ingreso, el tema es más complicado a nivel de la relación emprendimiento-desigualdad.

Por un lado, la recaudación tiene un tope de efectividad redistributiva, aunque países como México estén todavía lejos de él. Por el otro, aumentar los impuestos de los ricos grava indistintamente las ganancias tanto de las empresas innovadoras como de los capitales rentistas, pues únicamente se enfoca en las utilidades y no en la forma en que se generaron.

Se puede tomar en cuenta el esquema de Simcha Barkai, de la Universidad de Chicago, quien tabuló los ingresos de la industria separando sueldos, capital y utilidades. Al hacerlo, encontró que las utilidades han ido en aumento, sacrificando sueldos y capital.

En tal caso, se podría tomar en cuenta la inversión en estos tres rubros para el cálculo recaudatorio para que las empresas entreguen más valor a la sociedad. A partir de ello, se pueden establecer incentivos de emprendimiento, innovación y bienestar adecuados o crear fondos para abatir la desigualdad. El ciclo tiene potencial virtuoso, pues la innovación y la competitividad son claves para triunfar en la Cuarta Revolución Industrial.

sábado, 22 de diciembre de 2018

desigualdad


¿El emprendimiento genera desigualdad?


FORBES- 22 de dic. de 18
La discusión sobre la desigualdad sigue siendo vigente dada su presencia en varias economías en un contexto de paupérrimo crecimiento global. Revisamos a su relación con el emprendimiento.

La desigualdad es un tema que ha estado en el centro de la discusión en los últimos años, dada su presencia en varias economías en un contexto de paupérrimo crecimiento global. En medio de dicho debate, de la coyuntura de las exigencias para México de la Cuarta Revolución Industrial, así como de la discusión del Presupuesto de Egresos 2019, vale la pena dedicar tiempo a la relación entre el emprendimiento y la desigualdad.

En primer término, hay que identificar que la inequidad no es la causa, sino la consecuencia de diferentes procesos económicos, políticos y sociales. Algunos de ellos son:

Estancamiento del poder adquisitivo del salario mínimo
Mala asignación de recursos presupuestales gubernamentales
Abolición de regulación positiva para el mercado o la competencia por el cabildeo de grupos privados
Outsourcing, tanto a nivel nacional como internacional
Disminución del poder de los trabajadores, especialmente a través de sindicatos blancos y de contratos que les dan pocos derechos
Estudios universitarios —aunque cada vez menos— que generan valor económico para el graduado, quien generalmente gana más dinero que los no graduados
Cambio tecnológico y automatización, especialmente cuando devalúa el salario de los trabajadores de oficio y favorece el de los profesionistas
Fusiones de empresas que derivan en el despido de gran cantidad de empleados
El crecimiento especulativo del mercado de valores, pues, aunque llega a premiar la innovación, también puede incentivar que se destinen recursos de forma desmedida de la fuerza de trabajo al capital
Las condiciones de desarrollo, pues una serie de pequeños privilegios que haya tenido una persona en su entorno familiar y hasta en su país, pueden hacer una gran diferencia conforme pasen los años
En segundo término, es fundamental observar que dichos procesos tienen diferentes atribuciones, y no todos son moralmente malos o equivalentes, como a veces se quiere ver. De hecho, en conceptos del Nobel Sir Angus Deaton, continuamente se confunde la desigualdad con la injusticia, por lo que, para abordar el rápido aumento de la desigualdad, es clave abordar los procesos injustos.

La generación de desigualdad “deseable”





De acuerdo con el también profesor de la Universidad de Princeton, “si alguien piensa en alguna innovación que nos beneficie a todos, y el mercado funciona correctamente, obtiene una gran recompensa por eso… y eso crea desigualdad. Así, algunas de las mayores desigualdades en el mundo provienen de los mayores éxitos, desde la Revolución Industrial hace 250 años, hasta la innovación y los nuevos inventos de hoy en día”.

Entonces, si un innovador inventa algo que sea revolucionario para gran cantidad de personas y aumenta su patrimonio neto, es un reflejo de progreso en general. Por tanto, a pesar de que el fenómeno pueda ser un agente de desigualdad, no es una gran idea atacar el origen de dicho éxito.

Algunas de esas innovaciones pueden incluir la bombilla eléctrica —que influyeron en que Thomas Alva Edison fundara la General Electric Company—, el transistor —de Bell Laboratories— y hasta Facebook, con sus miles de millones de usuarios.

Ellos muestran que los emprendedores y empresarios, caracterizados por su capacidad de innovación y de tomar tanto riesgos como decisiones, son cruciales para el crecimiento y desarrollo económico y conducen a mayores ingresos en su conjunto —a pesar de la desigualdad que también crean en el camino—.

Pero no todos los emprendedores y empresarios tienen estas características. De acuerdo con Peter Thiel, uno de los ideólogos de Silicon Valley,

“Cuando pensamos en el futuro, esperamos uno de progreso. Ese progreso puede tomar una de dos formas. El progreso horizontal o extenso significa copiar cosas que funcionan […] Dicho progreso es fácil de imaginar porque ya sabemos cómo se ve. El progreso vertical o intensivo significa hacer cosas nuevas […] Ese progreso es más difícil de imaginar porque requiere algo que nadie más haya hecho. Si tomas una máquina de escribir y construyes 100, has progresado horizontalmente. Si tienes una máquina de escribir y construyes un procesador de texto, has hecho un progreso vertical.”

Entre los emprendedores o empresarios basados en el progreso horizontal, existe una clase que tiene un impacto negativo en la igualdad: los llamados capitales rentistas, quienes se adjudican dinero que no corresponde proporcionalmente al valor entregado a la sociedad.

Entre sus prácticas habituales se encuentran la poca reinversión de utilidades, la búsqueda de favoritismo con el gobierno, el interés en usar los litigios como un arma de extorsión, el cobro de comisiones por uso de conexiones personales, y el interés por usar el talento para robar cosas en lugar de hacer cosas —ralentizando el crecimiento económico y transfiriendo recursos de abajo hacia arriba—.

En un caso intermedio, vale recordar a Microsoft bajo la dirección de Steve Ballmer (periodo 2000-2014), quien cayó en una trampa en la que la generación de beneficios ralentizó la innovación que necesitaba la empresa. “Mientras Ballmer enfocaba los recursos clave en una nueva versión de Windows para defender la línea de productos principal de Microsoft, perdió oportunidades como redes sociales, motores de búsqueda y teléfonos celulares. […] En sus inicios, Microsoft tomó más riesgos que un pirata; luego se arriesgaron menos que una compañía de seguros.”

En conclusión, es necesario reenfocar las preguntas que nos hacemos alrededor de la desigualdad, a efecto de establecer los incentivos correctos para la socialización de los beneficios de la innovación, así como actuar con audacia para contrarrestar el avance de la inequidad, identificando claramente sus causas.

Por otro lado, los actores del sistema económico, comenzando por el gobierno, deben repensar sus prioridades e implementar políticas, instrumentos y presupuestos que favorezcan el emprendimiento que crea valor, no el que parasitariamente lo acapara. En la segunda parte de este texto, enunciaré acciones específicas para lograrlo.

sistemas tecnológicos del futuro


Como serán los sistemas tecnológicos del futuro



FORBES- 22 de dic. de 18
Las empresas deben evolucionar hacia enfoques más experimentales y ágiles. Esto requiere formas totalmente nuevas de pensar, con una fuerza laboral que se adapte al ritmo de la tecnología.

El mundo de la TI empresarial está experimentando una reinvención técnica y cultural de grandes magnitudes. Las empresas necesitan sistemas sin límites, adaptables y radicalmente humanos para mantenerse competitivas y crecer en un mundo en constante cambio y poder innovar a escala. Actualmente muchas compañías se ven obstaculizadas por un mosaico de aplicaciones y talentos entrenados para la tecnología de ayer. Al mismo tiempo, se encuentran rodeados por un campo de juego competitivo que evoluciona rápidamente, conformado por tecnología que incluye una potencia informática prácticamente infinita; un flujo continuo de datos e innumerables usos nuevos de Inteligencia Artificial y tecnologías de Internet de las cosas (IoT).

Al establecer que el estilo actual de TI necesita ajustes para adaptarse a un cambio constante y acelerado, el informe “Sistemas Futuros” realizado por Accenture, afirma que las empresas deben evolucionar hacia enfoques más experimentales, ágiles y resilientes. Esto requiere formas totalmente nuevas de pensar, trabajar e innovar con una fuerza laboral que se adapte al ritmo implacable de la tecnología. Las empresas ya no deberían pensar en sus aplicaciones, infraestructura y empleados como entidades independientes y discretas, sino como sistemas vivos interconectados.

Las empresas se enfrentan a una brecha de logros en lo que respecta a la innovación. Están invirtiendo y teniendo éxito financiero, pero luchan por lograr un éxito repetible en toda su empresa. En cambio, las organizaciones necesitan sistemas radicalmente humanos, adaptables y sin límites que les permitan innovar a escala mientras desbloquean el valor actualmente atrapado por sistemas y procesos heredados. El resultado son sistemas preparados para el futuro formados por la combinación de aplicaciones, datos e infraestructura, junto con estrategias de talento basadas en la colaboración humana más máquina y respaldadas por un extenso ecosistema “.


El informe identifica tres características fundamentales de los prósperos sistemas futuros y los pasos necesarios para lograr el éxito a largo plazo y transformar la forma en que trabajamos y vivimos:

Sin límites: La pila de TI convencional ha alcanzado su límite práctico para impulsar la innovación empresarial. Los sistemas emergentes de hoy están derribando barreras, dentro de la estructura de TI, entre compañías, humanos y máquinas, creando un nuevo espacio para la innovación para resolver importantes problemas empresariales, de consumidores y sociales. Algunos primeros pasos simples incluyen establecer la nube como una base empresarial para erradicar los límites y aplicar técnicas de desacoplamiento para eliminar las dependencias en toda la pila de TI.


Adaptable: Los sistemas adaptables minimizan la fricción que dificulta la capacidad de una empresa para escalar nuevas innovaciones con velocidad. Usando los datos y la inteligencia artificial, estos sistemas aprenden, mejoran y se adaptan por sí mismos, ayudando a las empresas a prosperar frente a requisitos y entornos que cambian dinámicamente. Los seres humanos también son un componente crítico, colaborando con las máquinas para tomar decisiones confiables más rápido. Hacer que esta colaboración sea realmente efectiva comienza con arquitecturas flexibles y vivas.


Radicalmente humano: Las interfaces de tecnología están creando experiencias elegantes y simples que se centran en las demandas de los negocios y los clientes. El procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora, el reconocimiento de voz, el hardware inteligente y las herramientas de visualización permiten a los sistemas hablar, escuchar, ver y entender cómo lo hace la gente. Para lograr esto, las compañías deben comenzar por diseñar sistemas que se ajusten a las personas y dejar de esperar que las personas se ajusten a los sistemas.


El informe considera al talento como la empresa de inversión más importante que puede hacer para crear sistemas futuros prósperos. Requiere volver a imaginar las estrategias de talento para la era de la colaboración hombre-máquina, el aprendizaje continuo y los nuevos enfoques para obtener talento.

El acceso al talento de ingeniería de software correcto es posiblemente más valioso para las compañías hoy en día que el capital financiero. Estamos viendo un aumento importante en la necesidad de ingenieros de sistemas renacentistas que entienden realmente el negocio, pueden adoptar diversos enfoques para el desarrollo de software y pueden resolver problemas de manera creativa para impulsar el negocio hacia la innovación y la rentabilidad.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Corrupción


 Corrupción, desincentiva inversión en Latam



FORBES- 21 de diciembre de 2018
La elevada corrupción, sumada al incierto escenario que nos dejará la macroeconomía con los bloqueos financieros y la guerra comercial que sacude al planeta, están espantando a inversores.

Si algo ha sacudido en la historia al conjunto de países que conforman la preciosa Latinoamérica, esto ha sido el exceso de corrupción con la que, estos, han convivido en su día a día. Latinoamérica, pese a poseer el mayor elenco de economías emergentes del mundo, sus elevados índices de corrupción no les dejan experimentar el despegue económico que estas economías necesitan.

Como hemos visto en numerosas ocasiones, la corrupción en Latinoamérica supone uno de los mayores lastres del país en materia de crecimiento económico. Ya, junto al Secretariado de Transparencia Internacional, hemos realizado diversos artículos donde se puede vislumbrar la capacidad que renuncia un país corrupto y la pérdida que supone el llevar a cabo este tipo de prácticas.

Además, esta corrupción no sólo ataca de una forma directa al crecimiento económico en los países. La corrupción, indirectamente, sigue acechando los bolsillos de los latinoamericanos, pues esta corrupción agrava la renta disponible de los ciudadanos, dado el oculto efecto inflacionario que esta produce en determinados bienes y servicios que se consumen en la región.


Como digo, una región tan rica como Latinoamérica, si observamos las características que definen a sus economías, así como las actuaciones que se están llevando a cabo. Estas economías tienen un gran potencial de crecimiento. Sin embargo, esta corrupción, entre otros factores, no dejan que se de este crecimiento, así como el desarrollo de la totalidad del potencial de estas economías.

Según los índices de corrupción que arroja el Secretariado de Transparencia, los niveles de opacidad que muestran los países de la región son excesivamente elevados para el grado y los niveles de crecimiento que muestran estas economías. Un efecto curioso, pues pese a poseer una ínfima transparencia en la gestión pública, sus economías tienden a funcionar, dentro de unos márgenes y posibilidades.

Si miramos los flujos de inversión de los últimos años en Latinoamérica, estos han sufrido sensiblemente una reducción de flujo de capital hacia la región. La elevada corrupción, sumada al incierto escenario que nos dejará la macroeconomía con los bloqueos financieros y la guerra comercial que sacude al planeta, están espantando a muchos inversores que destinaban grandes flujos de capitales a Latinoamérica.

Todo esto, como hemos dicho, no es más que lo derivado de una serie de malas prácticas, adoptadas principalmente por una serie de gobiernos que, únicamente, dañan sus países y, con ello, la región. Unas prácticas basadas en sistemas de corrupción remunerada que ha convertido a gran parte de los países en sistemas basados en el clientelismo político que espantan al capital privado.

Pese al crecimiento que está experimentando la economía a nivel global, la gran liquidez de la que goza el planeta actualmente no tiene como destino América Latina. Es más, en los últimos años, como hemos comentado, estos flujos de capitales hacia la Región se han reducido en casi un 4%, impulsados principalmente por las tres mayores economías del continente. Chile, Brasil y México.

Como digo, las malas prácticas que se han llevado a cabo y el tortuoso e incierto entorno económico y político, sucumbe los flujos de Inversión Extranjera Directa que tienen como destino el continente. Los inversores, ante el abaratamiento que están experimentando las materias primas, así como los efectos que están generando las políticas de devaluación monetaria espantan al inversor y, por ende, a su capital.

En resumen, hablamos de una región con gran capacidad y muy rica en materia de recursos, pero que, sin embargo, no goza de una estabilidad económica y política que, por un lado, garantice la estabilidad de las inversiones en la región. Y por otro, transmita una seguridad sobre los flujos de capital privado invertidos en el continente.

Para concluir, este tipo de acciones están ahuyentando el capital extranjero, el cual, a su vez, supone un gran incentivo al crecimiento de estas economías emergentes. Sin embargo, los países que conforman la región, muchos de ellos, siguen conviviendo diariamente con una serie de prácticas que, únicamente, lastran una economía que, como hemos dicho, posee una gran capacidad.

Cobertura vs. conectividad


 Cobertura vs. conectividad gratuita de Internet



FORBES- 21 de diciembre de 2018
Es necesario que la población cuente con equipos celulares con tecnología 3G o superiores, a fin de poder hacer uso de los servicios de Internet que pueden proveer las redes.

Los días 24 y 25 de noviembre, se llevó a cabo la Segunda Consulta Ciudadana convocada por el presidente, entonces electo, Andrés Manuel López Obrador. Como la mayoría sabemos, dicha consulta incluyó diez temas de distintas índoles, entre los que se encontraba el de “proveer cobertura gratuita de internet en carreteras, plazas públicas, centros de salud y escuelas en todo el país”. Una vez que se dieron a conocer los resultados de la consulta, se informó que el 91.62% de los participantes (aproximadamente 920,000) dieron el sí a dicha propuesta.

El 1 de diciembre pasado, Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente de México, iniciando así su periodo de funciones y el tiempo para hacer realidad sus promesas de campaña y, sobre todo, las propuestas incluidas en las Consultas Ciudadanas realizadas.

En realidad, no me extraña que la respuesta de los participantes haya sido tan positiva ante dicha propuesta. Quién no quisiera internet y, sobre todo, gratuito. Sin embargo, valdría la pena hacerse algunas preguntas adicionales: cómo lo lograrán, con qué recursos, quién estará a cargo del proyecto. Fue así como me di a la tarea de investigar si existe algún documento elaborado por la nueva administración en el que se incluyera un análisis puntual de las acciones a realizar y los recursos a utilizar para hacer realidad esta propuesta ya que, en última instancia, solo las acciones puntuales y la asignación de recursos podrían determinar su viabilidad.


Lo que encontré fueron una serie de manifestaciones realizadas por el presidente y algunos miembros de su equipo sobre que sólo 30% del territorio cuenta con cobertura de Internet y que, en su percepción, la iniciativa privada ha preferido privilegiar sus intereses económicos que el bien de la sociedad, aun a pesar de que no existen impedimentos técnicos ni altos costos para lograrlo. Manifestaciones que pueden ser interpretadas de forma errónea en tanto no se analice el contexto completo.

Por lo anterior, he decidido dedicar el resto de estas líneas a aportar información que pueda resultar de provecho tanto para lectores como para los propios funcionarios del gobierno en la construcción de los cómos de dicha propuesta, que se echan tanto de menos.

Según cifras del BIT del Instituto Federal de Telecomunicaciones, los operadores de servicios móviles han realizado inversiones superiores a los 126 mil millones de pesos en el despliegue de sus redes, con lo que han logrado alcanzar en promedio, una cobertura de más del 90% de la población del país. Entiéndase que, solo se instala infraestructura de telecomunicaciones en zonas del país en las que existe población que pueda hacer uso de ella. No olvidemos que la población no se encuentra homogéneamente distribuida, además de que contamos con un territorio con una orografía complicada.

De hecho, el compromiso de cobertura que se impuso a la Red Compartida (proyecto establecido a nivel constitucional para prestar servicios de banda ancha móvil a nivel nacional) fue del 93% de la población del país, con la posibilidad de que la propia empresa eligiera los municipios y localidades que cubriría para lograrlo. Es así como, a principios de 2018, cumplió su primer hito de cobertura al iniciar la prestación de servicios en las tres grandes ciudades del país, resultando en un 32% de la población cubierta.

Conforme a lo anterior, la primera pregunta a realizarse sería, cómo proveer de infraestructura de telecomunicaciones el territorio en el que se encuentra el 7% restante de la población que, por cierto, se encuentra repartida en localidades menores a 2,500 habitantes a lo largo y ancho del país y que, para llegar se necesitarían realizar cuantiosas inversiones que, seguramente no podrían recuperarse, debido a los niveles de tráfico que se producirían en las mismas.

Los operadores móviles no han dejado de invertir, sin embargo cada vez tienen menores incentivos para hacerlo. Los ingresos obtenidos por servicios han disminuido más del 40%, mientras que los pagos anuales de derechos por el uso del espectro que realizan al gobierno federal siguen incrementándose, al grado que para el año siguiente se tiene previsto el pago de aproximadamente 22 mil millones de pesos, que no son etiquetados para contribuir a ninguna de las propuestas de cobertura y conectividad.

En este sentido, en los últimos meses, los operadores móviles han sostenido diversos acercamientos con el equipo de transición del presidente López Obrador, a fin de presentarles una propuesta encaminada hacia dichos objetivos. Esta consiste en que los operadores puedan presentar ante el gobierno una serie de proyectos de evolución y expansión de sus redes para realizar en el año fiscal siguiente, y que el tanto la inversión como los costos de operación de estas, se descuente o acredite de los pagos de derechos anuales realizados.

Algunas de las ventajas de dicha propuesta son: menor inversión, por tratarse de crecimientos de las redes existentes, menor costo de operación debido a la integración de dichos proyectos a un mismo sistema y continuidad de provisión de los servicios en dichas localidades. Esperemos que el gobierno entrante tome en cuenta dicha propuesta.

Ahora bien, debemos preguntarnos sí la población cubierta cuenta con “conectividad”. Es decir, si aun estando en zonas de cobertura de las redes móviles, cuentan con acceso a Internet y a todos sus beneficios. Y así es como llegamos a una cifra totalmente distinta, ya que solo el 63% de esta, cuenta con acceso a Internet. No es que las cifras de cobertura poblacional estén equivocadas, sino que existen otros factores, tanto de oferta como de demanda, por los que la cifra de “habitantes conectados” es menor a la de “habitantes cubiertos”.

Desde el punto de vista de la oferta, nos encontramos con que algunas de las localidades cubiertas por las redes de los operadores funcionan con tecnologías de segunda generación (2G) que, si bien permiten la transmisión de datos, esto solo sucede con velocidades inferiores a los 64 Kbps por lo que el único servicio de datos disponible en las mismas es el envío y recepción de mensajes SMS. En este sentido, se requieren realizar los proyectos de evolución referidos en los párrafos anteriores, para migrar estas redes a una tecnología superior (3G o mayor) que permita a los habitantes el acceso a servicios de Internet para beneficiarse de los distintos contenidos y servicios.

Ahora bien, desde el punto de vista de la demanda, también es necesario que la población cuente con equipos celulares con tecnología 3G o superiores, a fin de poder hacer uso de los servicios de Internet que pueden proveer las redes. De acuerdo con estudios realizados, actualmente existen aproximadamente 25 millones de equipos 2G conectados a las redes, por lo que aún cuando los operadores y el gobierno realicen todos los trabajos necesarios para lograr la evolución de las redes, en la medida en que estos habitantes no cuenten con recursos suficientes para obtener un equipo celular con dichas características, no podrán conectarse.

Así que antes de pensar en un Internet gratuito para todos, habría que pensar en satisfacer las necesidades de cobertura y conectividad para todos, ya que solo a partir de estos conceptos este país podrá aprovechar los múltiples beneficios que el uso de las tecnologías puede generar para toda la población.

Transformación digital


 Transformación digital, IA y ética corporativa




FORBES- 21 de diciembre de 2018
Implementar la transformación digital con modelos éticos de uso de información personal y protocolos de seguridad avanzados, asegura grandes beneficios para nuestras empresas.

La transformación digital ya es parte de nuestra cotidianeidad y la experimentamos incluso de manera inconsciente. La Inteligencia Artificial está involucrada en operaciones cotidianas. Por nombrar algunos ejemplos: los autos modernos incluyen sensores que, entre otras funciones, mejoran la seguridad del usuario al calcular distancias entre los vehículos; los teléfonos inteligentes cuentan con procesadores con inteligencia artificial que eficientan su uso; y, gracias a dispositivos de monitoreo de operaciones, la maquinaria en fábricas modernas puede mejorar su funcionamiento y prevenir fallas, lo que aumenta la productividad y eficiencia de las empresas.  A nivel personal, nuestro uso de internet deja también una huella digital que es aprovechada para fines publicitarios a la medida de nuestros intereses.

Además, hoy tenemos acceso a nuestra información y documentos en cuestión de segundos, pues está disponible en diversos dispositivos gracias al poder de la nube (computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes), y al actualizarla el cambio se refleja en todas las plataformas en cuestión de segundos, de manera que el espacio físico pierde relevancia. La comunicación es constante sin importar la parte del globo en que nos encontremos y ahora las personas pueden trabajar de cualquier lugar, con múltiples dispositivos inteligentes y conectados.

Empresas como Uber, Airbnb y Waze han transformado radicalmente la forma de hacer negocios. Ahora, más que de productos hablamos de plataformas en las que los usuarios pueden solucionar más rápido, de mejor manera y a menor costo sus necesidades. Parece irónico que la principal empresa de transporte de pasajeros en el mundo no posea ni un solo coche y la primera empresa de hospedaje no sea dueña de los hoteles, pero funciona, pues no hay mayor eficiencia que facilitar el punto de encuentro entre a la oferta y la demanda. A partir de la data que se recolecta sobre los usuarios, estas empresas tienen acceso a los patrones de comportamiento de sus usuarios y pueden detectar necesidades reales, que se traducen en mejoras constantes al servicio; nuevas ideas de negocio y colaboración con otras instituciones, incluso el gobierno, para contribuir a la solución de estas necesidades. Gracias a la tecnología, el papel de las empresas como promotoras del desarrollo social y económico se maximiza.


Los modos han cambiado, y también lo han hecho nuestras percepciones; si bien aún existe cierto recelo ante la implementación de ciertas tecnologías, resultan indudables los beneficios que la transformación digital reporta, en materia de eficiencia y costo.

El hombre en la nube

Una de las plataformas más poderosas que hacen accesible y democratizan la transformación digital es la nube, que permite la provisión de servicios, desarrollo e implementación de aplicaciones, análisis de datos, Inteligencia Artificial, y recuperación de datos a todas las empresas sin importar tamaño o ubicación.

Anteriormente, para mantener sus servidores y demás operaciones de cómputo, las compañías debían mantener sus centros de datos locales, que consistían en un espacio físico en el que alojaban sus servidores y demás aparatos necesarios para sostener la infraestructura digital de su organización. Esto implicaba elevadísimos costos monetarios, humanos y de logística; los equipos se depreciaban rápidamente; había que invertir en luz, enfriamiento y real estate, así como en una red de ingenieros para habilitar y dar mantenimiento constante a los equipos, además de solucionar eventuales fallas en el momento de su ocurrencia.

Estos servidores de enorme capacidad debían mantenerse por cuenta propia, sin que la capacidad total fuera necesaria en todo momento. Ante situaciones de demanda extraordinarias, por el contrario, resultaban insuficientes y mostraban fallas en el servicio. Este era el caso, por ejemplo, de las ventas en línea durante el periodo navideño, o el portal de un periódico ante una noticia sensacional.

Ahora, el cómputo en la nube (cloud computing), ofrece una plataforma mucho más flexible y elástica, además de ser económica y logísticamente accesible, pues se paga según su uso y la empresa no tiene que hacerse cargo del mantenimiento.

A pesar de la multiplicidad de usuarios de la nube, existen normativas que aseguran que la información de cada cliente esté segura. Además, estas empresas invierten constantemente en mejoras y el desarrollo de nuevas tecnologías, necesarias para contener las amenazas a la seguridad de la empresa. Contrario a lo que anteriormente se pensaba, la solución más accesible y segura para las empresas es la nube.

El marco de la transformación

Siempre me gusta decir que, si la tecnología es el nuevo paisaje de nuestra cotidianeidad, la ética y la seguridad deben ser el marco que la contenga.

Los usuarios tienen el derecho, y deben tener la capacidad, de conocer y aprobar el alcance de su uso de datos personales. Solo de esta manera se puede asegurar la integridad y beneficios para los más de 5 billones de internautas, así como la seguridad de los negocios.

Implementada con el debido cuidado, con los aliados adecuados, un respeto a las normas y un análisis de las tecnologías que serán útiles para cada negocio, la transformación digital es un gran -y necesario- aliado, para seguir creciendo en competitividad y eficiencia.

martes, 18 de diciembre de 2018

reputación


¿Invertirías en empresa con mala reputación?



FORBES- 18 de dic. de 18
Si invertir en las empresas significa evaluar más allá del pago de dividendos o las perspectivas futuras de crecimiento, qué guías están incluyendo para ofrecer una evaluación integral.

Probablemente los mercados no invertirían en una empresa con mala reputación, ya que los cinco atributos más importantes que toman en cuenta los inversionistas son:

Su confianza en la empresa.
La valoración de la empresa respecto con sus competidores.
La capacidad para cumplir con sus perspectivas financieras.
El proporcionar perspectivas de crecimiento en el futuro.
La reputación de la empresa en la industria.
Curiosamente, 2 de 5 atributos corresponden con el desempeño de la imagen de la empresa: la confianza y la reputación.

Esta información fue referida a través del estudio Edelman Trust Barometer Special Report: Institutional Investors 2018, la agencia encuestó a más de 500 personas (directores de inversiones, gerentes de portafolios de inversión y analistas) de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania y Japón, cuyas firmas representan la gestión de más de 4.5 trillones de dólares en activos.


El estudio destaca nuevos criterios para evaluar las inversiones, así como aspectos de lo que estimula la confianza en los inversionistas institucionales. Los elementos ambientales y sociales son considerados igual de importantes que la gobernanza. Es decir, estos indicadores son tan relevantes como la perspectiva financiera de largo plazo, y por supuesto también son determinantes en el desempeño de la reputación de una empresa ante sus públicos de interés.

En particular destacaré tres puntos que toman en cuenta los inversionistas y que considero están fuertemente relacionados con la reputación:

Sobre la confianza en las empresas y en sus equipos: El 94 % de los inversionistas está de acuerdo en que deben confiar en el equipo de dirección de la compañía antes de hacer o recomendar una inversión. Y el 92% considera que el acceso al Consejo de Administración es importante cuando se considera una inversión.


Acerca de la narrativa: El CFO sigue siendo la fuente de información más creíble de la empresa, aunque también consideran tanto las voces internas como externas. Desde expertos técnicos que integran la compañía hasta académicos; así como las agencias reguladoras y los analistas de agencias calificadoras.


La reputación digital: El 86 % de los inversores externaron que consultan las redes sociales de la empresa y de sus ejecutivos cuando evalúan una inversión actual o potencial. Y el 98% de los inversores comentaron que utilizan plataformas sociales, como LinkedIn y Twitter, para informar las decisiones de inversión semanalmente.


Las redes sociales más consultadas son: LinkedIn, Facebook, YouTube, y Twitter. Hay que tener en cuenta que no sólo las cuentas oficiales podrían ser consultadas, sino también podrían analizar a los ejecutivos, tanto su perfil profesional en redes como LinkedIn y su comportamiento personal en Facebook.

En el fondo, el público inversionista “intuye” que la reputación es un factor determinante al momento de valorar el desempeño futuro de una empresa. Como por ejemplo el caso de los inversionistas de Uber, quienes ante las múltiples controversias de la marca y los escándalos de su equipo de dirección decidieron integrar a Dara Khosrowshahi como nuevo CEO, dos años antes de su posible salida a bolsa.

El nuevo líder de Uber está haciendo cambios contundentes en la estructura del equipo de dirección, en los procesos de la empresa, en su perspectiva social y ambiental. Se ha enfocado en sanar la cultura de la empresa y mejorar el impacto de marca en las comunidades donde opera. Una marca cuyo valor de mercado, consideran los analistas, podría llegar a ser de 120 billones de dólares una vez que se enliste en los mercados.

El punto es, si los inversionistas toman en cuenta la guía financiera, los estados de resultados de una empresa y su balance para tomar una decisión de inversión, qué indicador miden para identificar su grado de confianza hacia las empresas o el nivel de reputación.

Si invertir en las empresas significa evaluar más allá del pago de dividendos o las perspectivas futuras de crecimiento, qué guías están incluyendo las bolsas de valores de Nueva York (New York Stock Exchange, NYSE ), o el NASDAQ (National Association of Securities Dealers Automated Quotation), la Bolsa de Japón o las bolsas mexicanas de valores como la BMV o la innovadora BIVA, para ofrecer una evaluación integral de las empresas, con la perspectiva de reputación además de los factores financieros.

Tiempos de reflexión


 Tiempos de reflexión y definiciones positivas


FORBES- 18 de dic. de 18
La sociedad industrial consumista nos hace olvidar la importancia del significado. Se basa en producir más, consumir más y buscar el máximo beneficio. Esa tríada no lleva a mayor bienestar.

Diciembre es una buena ocasión para volver a leer la lista que hicimos el año pasado por estas fechas y darnos cuenta qué fue lo que sí logramos y qué fue lo que se quedó en el tintero. Por supuesto, los eternos buenos propósitos que giraron en torno a mejorar los hábitos alimenticios, hacer ejercicios, empezar un nuevo proyecto y todas aquellas buenas intenciones se ven tamizadas por una suerte de buenos pretextos; tan buenos que hasta los podríamos morder de lo sólidos que resultan. Pero, más allá de lo que nos decimos a nosotros mismos y de lo que nos admitimos a reconocer frente a la gente, están las verdaderas razones que nos llevaron a lograr ciertas cosas y dejar en pausa ciertas otras.

En el centro de cada uno de los motivos que nos llevaron al logro o a procrastinar ciertas acciones, está la pregunta más importante que nos tenemos que hacer. ¿Quién soy yo? Si somos capaces de contestarnos con sinceridad quien es la persona que se refleja cada vez que nos paramos frente al espejo, podremos entender mejor. En el capítulo V la historia del Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, donde se narran las desgracias de nuestro triste caballero, Don Quijote va cabalgando junto a Sancho, el famoso escudero. Don Quijote viene hablando de las maravillosas historias que salen de su mente y Sancho lo trata de hacer entrar en razón. Cervantes de Saavedra pone en voz de su personaje más emblemático las palabras más sabias proferidas por un loco:

“—Yo sé quién soy —respondió don Quijote—, y sé que puedo ser, no solo los que he dicho, sino todos los Doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron se aventajarán las mías”.

¿Quién como a Don Quijote, no le gustaría tener esas certezas? De la misma manera que el ingenioso hidalgo, a nosotros nos gustaría tener esa claridad en la identidad, ya que, de tal forma, igual que él, entenderíamos nuestras capacidades y nos sustentaríamos en ellas para lograr nuestros propósitos. Es decir, al conocer cuáles son nuestras competencias podemos ponerlas a trabajar a nuestro favor y generar estrategias para alcanzar nuestros objetivos.


El problema empieza cuando nuestros objetivos no son nuestros, sino que son de alguien más y, aunque no lo queramos admitir —a veces sucede en forma consciente y otras el subconsciente es el que manda— no nos afiliamos, no nos comprometemos y por lo mismo, no concretamos. Es así de fácil, cuando algo nos gusta, lo hacemos en forma natural y cuando algo no, lo vamos pateando para después, lo guardamos en un cajón, lo traspapelamos y así, nos encontramos a fin de año recordando por qué no fuimos a hacer ejercicio, por qué no dejamos de fumar o por qué no avanzamos en el terreno profesional.

Es fácil, porque no encontramos una motivación que nos impulsara a alcanzar estos anhelos. Más allá de lo meloso que esto puede sonar, queda lo real que es. Claro, si nos gusta darle placeres al paladar, es más fácil consentir y comernos una rebanada de pastel que decir que no. ¿Por qué tendríamos que decir que no cuando queremos decir que sí? Vamos en contra de nuestra propia naturaleza cuando generamos proyectos en los que nos enrolamos sin entender quiénes somos y luego nos sorprendemos de no haber conseguido los resultados. Es lo mismo que el que trata de acelerar cuando trae el freno de mano puesto.

Suspiramos contritos y una vez más volvemos a incluir en nuestra lista de propósitos aquello que sabemos que no vamos a lograr. Es como si nosotros siendo pianos quisiéramos sonar como una flauta. Por más que alisemos nuestras teclas, por más que extendamos las cuerdas, por más que afinemos nuestros sostenidos y nuestros bemoles, no lograremos dar las notas de una flauta. ¿Por qué? Porque no somos flautas, somos pianos. Si nos empeñamos en interpretar una partitura que no está escrita para nosotros, vamos a desafinar. Por más que nos esforcemos, no vamos a sonar como tal y jamás estaremos a la altura.

En cambio, cuando nos concentramos en nuestras propias competencias, todo resulta más sencillo. ¿Cuál es la razón? Fácil, estamos haciendo algo para lo que fuimos hechos. La energía que empleamos en hacer lo que no queremos, se potencializa al desempeñarnos en lo que nos gusta y nos hace felices. Por eso, aunque Don Quijote de la Mancha salía golpeado, roto; aunque parecía una máquina de necedades y se empeñaba en ver doncellas donde había fregonas y marqueses donde había taberneros, nada le pesaba o le pesaba bastante menos que hacer aquello que no quería.

Por esta poderosa razón, tenemos que detenernos a reflexionar en torno a la persona más importante para nosotros en esta tierra que es quien aparece en el reflejo del espejo. Mientras no lo entendamos, mientras no sepamos qué quiere, que persigue no sabremos a dónde dirigirlo ni mucho menos entenderemos a dónde queremos llegar. Lewis Caroll en Alicia en el País de las Maravillas nos deja un dialogo pertinente entre el gato Cheshire y Alicia:

“Alicia preguntó al gato: – ¿Podrías decirme, por favor, qué camino he de tomar para salir de aquí?

-Depende mucho del punto adonde quieras ir- contestó el Gato.

-Me da casi igual dónde- dijo Alicia.

-Entonces no importa qué camino sigas- dijo el Gato”.

La sociedad industrial consumista nos hace olvidar la importancia del significado. Se basa en producir más, consumir más y buscar el máximo beneficio. Lo que ocurre es que esa tríada no lleva a un mayor bienestar. Esta ideología ha producido la alienación generalizada de los productores-consumidores. ¿Puede llamarse a este resultado progreso? La lógica de la sociedad consumista, en la que tenemos mucha prisa nos ha forzado a caminar a toda velocidad sin detenemos a reflexionar qué y para qué lo queremos. La tenemos tan interiorizada que la admitimos sin ninguna objeción; cuando deberíamos caer en la cuenta de que el mensaje elogioso debería dedicar las capacidades y energía a actividades que estén alineadas con nuestras competencias.

Quiero ser clara, nadie discute que es necesario trabajar y hacer algunos sacrificios para sufragar los gastos que implica satisfacer las necesidades básicas. Sería absurdo e irresponsable pensar que la vida es un sueño color de rosa. Pero sí puede cuestionarse el esfuerzo que hacemos con el único propósito de comprar artefactos que apenas disfrutamos y de los que perfectamente podemos prescindir. Nos sobran centímetros cúbicos en nuestro coche, no utilizamos la mayor parte de la potencia del equipo de música, infrautilizamos la computadora, y la mayoría de nuestra ropa se nos pasa de moda antes de que se empiece a desgastar. Hacemos muchas cosas que no nos gustan para adquirir otras que no nos van a servir ni vamos a usar y, sobre todo, ni vamos a disfrutar.

¿No habría sido mucho más lógico detenernos a reflexionar en nuestros propósitos —personales y profesionales— y verificar cuáles no nos van a hacer más felices? Se trata de ponernos a pensar qué queremos hacer y disponer de más tiempo para dedicarlo a que aquello que sabemos que realmente nos satisface.

Por supuesto, eso sólo se logra cuando, al igual que Don Quijote, sabemos quiénes somos. Ahora, para finalizar el año, nos encontramos en una buena época para reflexionar y lograr definiciones positivas.