La economía global, precaria: FMI
Forbes México - viernes, 19
de septiembre de 2014
En la opinión del organismo, “los riesgos a la baja han aumentado a medida
que han surgido otros nuevos, y los viejos permanecen”.
Por lo general somos los
analistas críticos los que advertimos cuando las cosas no marchan bien. Sin
embargo, cuando son las instancias oficiales –que por lo general pecan de
optimistas, las que advierten de los riesgos que tenemos enfrente, entonces las
cosas están realmente graves y podrían empeorar de un momento a otro.
Es el caso del Fondo Monetario
Internacional (FMI), quien en su documento “Global Prospects and Policy
Challenges”, que preparó para la reunión de ministros de finanzas y
gobernadores de bancos centrales del G20, que se celebrará este fin de semana
en Australia, aseguró que la “recuperación” de la economía global es precaria.
Dijo además que las tensiones geopolíticas sumadas a la expectativa de una
normalización de la política monetaria en Estados Unidos, se suman a los
riesgos por los cuales las perspectivas de crecimiento se debilitan.
El Fondo afirmó que el
crecimiento para la primera mitad de 2014, había sido más débil de lo que
estimó en abril. En su opinión “los riesgos a la baja han aumentado a medida
que han surgido otros nuevos, y los viejos permanecen” (énfasis nuestro).
En su texto, destaca la muy baja
volatilidad de los mercados financieros, producto del apetito de los inversores
por los activos de riesgo. Esto, cortesía de las políticas expansivas de los
bancos centrales, liderados por Reserva Federal (Fed) estadounidense. Dicho de
otro modo, aunque no mencionan una sola vez la palabra burbuja, su admisión
implícita de que las cosas están yendo demasiado lejos, es evidente. Y es que
la baja volatilidad es señal del autoconvencimiento de los inversores de que la
fiesta en los mercados continuará. En palabras del FMI, esa avidez por el
riesgo “podría ser abruptamente corregida”.
En este sentido, la semana pasada
ya le comentábamos que el mundo parece estarse acercando por desgracia a una
guerra, producto de las disputas y diferendos que ya existen entre, por
ejemplo, Ucrania y Rusia –que en realidad es un asunto de Occidente vs.
Oriente, o entre China y Japón por las
islas del Mar de China Oriental. El FMI reconoce que esos conflictos tienen el
potencial de detonar una nueva crisis, que echaría por la borda esta falsa
recuperación económica, que está prendida de alfileres.
Nada nuevo para los amables
lectores de este espacio, pero quizá sí para aquellos acostumbrados a seguir y
creer solo lo que predican las voces del “establishment”.
A pesar de su dosis de realismo,
el FMI como siempre se conserva optimista y espera que la “recuperación” tome
algo de fuerza en lo que queda de este año y 2015. No obstante, la realidad es
que las condiciones económicas en motores como la eurozona o Japón, son
bastante endebles. Lo mismo en las supuestas recuperaciones en Estados Unidos y
México, que según el Fondo, mejoraron en el segundo trimestre.
Pero más allá de esos buenos
deseos, lo cierto es que si la Fed termina su inyección de dólares el mes que
entra como se espera, uno de los alfileres que sostienen el sistema se habrá
removido, y quién sabe por cuánto tiempo más aguanten la economía global y los
mercados financieros sin venirse abajo. Nuestra previsión es que no mucho, por
lo que aquí más nos valdría que el gobierno federal y el Banco de México
tomaran previsiones para evitar que otra vez, el “catarrito” nos agarre
desprevenidos. Por desgracia, ni uno ni otro están dispuestos a hacer lo que se
tiene que hacer: recortar el gasto público, promover el ahorro y subir las
tasas de interés por encima de las previsiones de inflación.
Por otra parte, a pesar del
contexto que ya ve el FMI, vuelve a reconocer su más grande temor: la
deflación. De ahí que contra toda lógica –más después de su propio diagnóstico,
recomiende que la política monetaria se siga empleando para “apoyar la
recuperación”. Asegura que “con amplias brechas del producto e inflación
corriendo por debajo del objetivo, condiciones monetarias acomodaticias siguen
siendo esenciales para las economías avanzadas.”
En suma, podemos decir que la
institución que comanda Christine Lagarde acusa por un lado que la acción de
los bancos centrales y gobiernos es responsable de una peligrosa megaburbuja,
pero por otro recomienda que la inyección de dinero de papel continúe para que
no reviente. A final de cuentas, cuando esto ocurra –y ocurrirá, se le podrá
echar la culpa a las “tensiones geopolíticas” y no a los verdaderos
responsables, de los que es cómplice.
Con su documento, el FMI se suma
a otra advertencia oficial, esta del Banco de Pagos Internacionales –el banco
central de los bancos centrales, quien esta semana en su revisión trimestral
indicó en el mismo sentido, que las laxas políticas monetarias han inflado
“elevados precios de activos”. Sin duda, la “alerta sísmica” de las crisis ya
está sonando.
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