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martes, 30 de junio de 2015

futuro

“Sólo con curiosidad podrás ver el futuro”: Maurice Lévy


Forbes - ‎martes‎, ‎30‎ de ‎junio‎ de ‎2015
Platicamos en exclusiva con Maurice Lévy, CEO de Publicis Groupe, un visionario, una de las mentes más brillantes de la creatividad y la tecnología, uno de los hombres de negocios más poderosos del mundo, quien con sencillez nos explica por qué se retira y nos habla de los disruptores que vienen a destruir tu empresa.

Hoy todo está permitido, dice Maurice Lévy, el CEO de Publicis Groupe, el tercer conglomerado de comunicación, tecnología y publici­dad más poderoso del mundo. “Nadie pronosticó que jóvenes emprendedores podrían cambiar el curso de los negocios tradicionales.”

Lévy dice que hoy necesitas tener una mente sin límites y pensar en todas las posibilidades que te ofrece el mundo. “Nada puede detenerte, esa es la belleza de esta nueva aproximación”, dice mientras comparte pensamientos durante una charla que sostuvo con Forbes durante su más reciente visita a México, luego de cinco años de no pisar este país.

“Piensa en Elon Musk: ¿qué está haciendo? Está pensando en grande, está pensando en el espacio, está pensando como pequeño emprende­dor, en que tendrá una nave espacial que llevará gente al espacio, por qué no. Es bueno tener sueños, y la buena noticia hoy es que la juventud, las jó­venes generaciones están pensando en grande. Están pensando en algo absolutamente formidable. Y tienen increíbles mentores o modelos a seguir. Ahí está Alibaba y Jack Ma en China, pero también Larry Page, Ser­gey Brin, Zuckerberg, Bezos, Musk; estuvo Jobs, grandes personas que inspiran a emprendedores a soñar en crear algo totalmente diferente.”

Dice que eso es lo bello del futuro. Lo bueno del futuro es que nunca es lo que esperas, reitera el CEO de Publicis Groupe, dueño de agencias como Leo Burnett y Saatchi & Saatchi.

“No voy a arries­garme a decirte cómo será el futuro”, dice, “pero puedo decirte lo que no será: no será una prolongación de la actual situación que vivimos, habrá grandes disrupciones, habrá grandes inventos, piensa en nanotecnologías. Hay por ahí algunas locas profecías de investigadores que han encon­trado que pueden extender la vida de la gente al reparar muchos pro­blemas del cuerpo. No puedo ima­ginarme el mundo si la gente llega a cumplir 150 años. Sabemos que hoy ya no es un sueño cumplir 100 años”.

Que no les quede ninguna duda, una de las cuatro agencias de publicidad y comunicación más gran­des del mundo, la francesa Publicis, se está transformando en una empresa de tecnología. La verdad es que la tecnología ha sido uno de sus principales componentes desde que Maurice Lévy llegó a ella.

El inicio

La ficha oficial indica que Mau­rice Lévy se unió a Publicis en 1971 como director de Tecnologías de la Información. “Rápidamente se movió al corazón del negocio de la agencia: la publicidad y el marketing. Partiendo de la firme convicción de que los clientes importantes nece­sitaban toda la gama de servicios de comunicaciones, empezó a construir un grupo robusto de agencias y sub­sidiarias que brindaban servicios es­pecializados y generales en Francia y a lo largo y ancho de Europa. Lévy tomó la responsabilidad personal por el desarrollo internacional del grupo y gestionó de manera exitosa un programa de expansión interna­cional sostenido que ofrece hoy un espectro completo de servicios de co­municaciones integradas, marketing publicitario y medios a los clientes de Publicis Groupe en 108 países.”

La historia de Publicis, dice Mau­rice Lévy, es muy interesante, porque fue creada por un hombre “cuya vida es más larga que la vida”: Marcel Bleustein-Blanchet. En 1926, a los 20 años de edad, decidió tener su propia agencia. Simplemente porque estaba enamorado de la modernidad. Era un joven piloto, manejaba increíbles autos y amaba la publicidad, la comu­nicación y los medios; pensaba que eso sería el futuro. Desde adoles­cente estaba convencido de que los mercaderes usarían y podrían pagar por ayuda profesional cuando quisie­ran hacer anuncios para periódicos y otros carteles, incluso juntó dinero y a los 18 años viajó a Estados Unidos para robarse ideas.

Marcel Bleustein-Blanchet creó la agencia y adquirió una pequeña estación de radio, que se convirtió en la más importante de Francia. Esa decisión fue importante, muchos políticos querían estar cerca de él. Se volvió rico y famoso a los 30 años. “Puedes imaginar que en esos días él era multimillonario, a los 30”. Pero llegó la Segunda Guerra Mundial y perdió todo otra vez.

Multimillonario a los 30 y pobre a los 40. Marcel, el más joven de nueve hijos de un migrante ruso-ju­dío muy pobre, que vendía muebles usados y vivía en el barrio de Mont­martre, seguía soñando en grande y comenzó de nuevo. Reconstruyó su negocio y lo convirtió en una de las agencias de publicidad más importantes del mundo, con clientes como Renault, Nestlé y L´Oréal. El sueño de su vida, de tener una propiedad en Champs-Elysees se le cumplió, cuando compró un viejo hotel que fue usado como cuartel de los aliados durante la guerra y lo transformó en su oficina central.

“Acepté el trabajo”, recuerda Maurice Lévy, “y el 2 de marzo de 1971, lo recuerdo bien, por primera vez en mi vida conocí a Marcel Bleustein-Blanchet. Estaba en su escritorio, recuerdo, estaba en el viejo edificio, era el hotel Astoria, an­tes de que se incendiara en 1972. Esa oficina era impresionante. Todo era Louis XV… Degas, Renoir, Picasso, Giacometti, wow, eso era un museo. Y había este ambiente de serenidad en su oficina”.

Marcel se sentó y luego comen­zó a hacerle preguntas. Siguió y siguió, tenía un vago conocimiento de lo que haría él en la empresa. Un experto en tecnología. Lo que se suponía sería una reunión de presentación de cinco minutos, duró más de una hora. “Cuando termina­mos la reunión, me dijo, jovencito, un día usted dirigirá la compañía, 2 de marzo de 1971”. Cuando llegó a casa le contó todo a su esposa. “Tuve una reunión fantástica, el fundador dijo, ya sabes, el presidente Marcel Bleustein-Blanchet, me dijo que un día yo dirigiría la compañía… Ella me dijo que probablemente eso le decía a todos los jóvenes que se unían a la compañía, entonces no debía estar pensando en que yo era el elegido, me sugirió trabajar bien, porque íbamos a tener un hijo”.

Maurice Lévy se enfocó en las tecnologías durante los dos primeros años y de pronto un incendio destruyó el edificio donde trabajaban. “En 1973 Marcel Bleustein-Blanchet me pidió con­vertirme en ceo de la agencia prin­cipal, yo le dije que probablemente solamente me necesitaba para reparar los problemas, porque le gustaría que la empresa fuera mejor dirigida por un creativo, le dije que yo arreglaría los problemas, no necesitaba pro­moverme, no necesitaba hacerme ceo, yo arreglaría todo lo que destruyó el fuego. Lo hice y dirigí la compañía sin ser el ceo, sin el título, y un año después me llamó a la ofi­cina, y me dijo: ‘Maurice, no te lo estoy pidiendo, te estoy diciendo que eres el ceo de la empresa’”.

En 1981 se hizo cargo de la operación internacional, en 1984 se convirtió en Chairman de Publicis Conseil, la agencia fundadora del Groupe, y está a cargo de todo Publi­cis Groupe desde 1987, es decir, es el segundo ceo de la compañía desde 1926, como se lo dijo el fundador y primer director general.

—¿Ha pensado en por qué lo eligió a usted?

—Esa pregunta me la hago a mí mismo muy a menudo, por qué él me eligió, en lugar de alguna otra persona.

—Un creativo, por ejemplo…

—Sí. Una, porque tengo esta pequeña reputación en Francia, yo soy el primero que escribió un algoritmo para medios. En 1967, el primer algoritmo que se creó en Francia para optimización de medios, fue creado por mí. También soy bueno con clientes, a pesar del hecho de que soy ingeniero. Yo estaba a cargo de cuentas en mi agencia anterior, y era muy bueno. Creo que él me eligió tal vez por tres razones: la primera es que quería algo muy diferente a sí mismo. Quería algo que fuera ex­tremadamente diferente; la segunda, estaba interesado por la tecnología. Es interesante, él siempre estuvo interesado en comprar tecnología, estaba rodeado de muchos teléfonos, si mirabas su escritorio, dirías wow, teléfonos rojos, cafés, no sé cuántos había, tal vez le hablaba Kennedy o Khrushchev o De Gaulle, yo no sé. Gadgets, muchas cosas que acababan de inventarse, lo intrigaban; el último aspecto es que yo fui el primero en entrar al edificio después del fuego, mientras seguía en llamas. Yo creo que se impresionó por mi acto, y no fue sólo para recuperar la data que tenía adentro, estaba pensando en cómo reiniciar la compañía, pero principalmente en la gente que estaba dentro, tenía gente trabajando y tenía que asegurarme de que no es­taban adentro, que estaban seguros.

Los bomberos trataron de frenar­lo, él entró y tomó todos sus dispo­sitivos de almacenamiento luego de ver que sus empleados no estaban lastimados, y la empresa pudo volver a operar una semana después gracias a que recuperó todo el respaldo tec­nológico que había generado.

“Yo soy ingeniero, ingeniero en tecnologías de la información, quería ser cirujano”, recuerda Maurice Lévy. “Afortunadamente para los pa­cientes, no fui capaz de ser cirujano, porque no puedo estar de pie viendo la sangre. Decidí hacer otra cosa, hasta que me convertí en ingeniero”.

El 28 de julio de 2013, Maurice Lévy anunció la fusión de Publicis y Omnicom, lo que daría nacimiento a la agencia de publicidad más grande del mundo. La alianza fracasó y el directivo dijo que seguiría al frente de la empresa hasta mayo de 2017, mientras bus­caba un sucesor. Dice que todos los directores generales deben observar a sus empleados, tal y como su jefe lo hizo con él en algún momento. No se puede elegir a alguien ignorante del trabajo que debe realizarse, pero también deben fijarse en el caracter de la persona que tomará su lugar.

“No sólo son habilidades, sino cómo enfrentas los problemas, cómo te comportas frente a un cliente, qué tan fuerte eres para decir no, porque es muy fácil decir sí. Cómo te comportas al buscar el momento correcto, cómo creas el equipo que lleva a la compañía. Esta es una pregunta y una obsesión para mí, siempre estoy pensando acerca del futuro, y la combinación, no estoy tratando de encontrar un clon del hombre que soy, estoy tratando de encontrar la mejor combinación, el mejor futuro para nuestra compañía, quién mandará mejor para llevarla al siguiente nivel”.

Tomar decisiones

Dice que hay que tener valor para tomar decisiones. Él considera que ha tomado buenas decisiones, ciertamente ha fracasado en algunas ocasiones, pero siente que tiene una empresa que se ha adaptado a los cambios gracias a los ajustes que ha realizado a tiempo.

“Cuando ves la empresa que es hoy, con 75,000 personas, la tomé cuando eran 5,000, la capitaliza­ción de mercado, cerca de 20,000 millones de euros, con presencia en más de 100 países, teniendo 50% de sus negocios en digital, es la em­presa más digitalizada en su campo. Entonces esto es algo que muestra que hemos sido confrontados con opciones difíciles, y tuvimos que tomar decisiones duras, incluyendo una fusión, o no fusión, sobre gente, sobre clientes, teniendo la capacidad de decir que no. Todo esto tiene que ver con la personalidad, más que con las habilidades”.

Por eso dice que es muy difícil para cualquier compañía del mundo encontrar al ceo correcto. Pensar en alguien que se parezca a los directo­res es muy cómodo.

“Escoges a un clon y esperas que sea lo mismo, pero las situaciones no son siempre las mismas”.

“Hay muchas cosas que disparan el cambio”, señala. Tenemos que abrir nuestra mente y pensar en todas las posibilida­des, reitera Maurice Lévy. “es bueno tener sueños”.

Él trabajaba en algoritmos muchas décadas antes de que el término fuera de uso común entre los mortales. Y antes de que eso fuera masivo, Marcel Bleustein-Blanchet detectó que eso cambiaría algún día el mundo. “Hoy no hay una solución sin tecnología”, dice Maurice Lévy.

Pero lo que sigue pesando en la industria de la publicidad es el factor humano, por lo que sigue y seguirá siendo una industria de gente.

“De disruptores, anarquistas, los que protestan de la sociedad, de gente que quiere revolucionar, que tiene las mejores antenas para entender a los otros y mandarles el mensaje correcto. La magia siempre sucede con trabajo en equipo. Nunca sucede cuando estás en tu escritorio trabajando solo, puedes tener una bonita idea, pero la ma­yoría de las veces, es algo que pasa en la efervescencia de mentes que chocan y explotan. La ejecución de esa idea cambia el curso de acción de una empresa, una marca, un pro­ducto, porque nunca debemos olvidar que no somos Miguel Ángel, no somos Leonardo Da Vinci, somos simplemente gente de publicidad tratando de construir marcas, de conectar las marcas con los consu­midores, y usar el canal mediático para hacerlo. Es una organización tripartita entre publicistas, agencias de publicidad y medios, que está creando esta increíble alquimia que crea grandes empresas”.

Eso es lo que permite, dice Maurice Lévy, construir compañías. Estos elementos le dan valores a las empresas y sus productos los elevan a un nivel de deseo que atrapan al consumidor, los hacen comprar. “Comprar un producto genera em­pleos, genera nuevas fábricas, hace a las empresas grandes, hace a las empresas más exitosas, etcétera”.

La gente que crea la magia, dice el ceo de Publicis, llega a ellos si los consideran una buena empresa para trabajar. No necesitan salir a buscarlos. “Son gente muy buena, que tiene muchas ofertas de trabajo, y si quieres mantenerlos a tu lado, atraerlos y retenerlos, no solamente debes pensar en dinero, no sólo es una cuestión de compensación, sí, debes poner el dinero en la mesa, sí, debes darles incentivos, sí, acciones, a veces buenos proyectos, pero lo mas importante es un sueño, qué tipo de sueño le estás ofreciendo”.

Hoy, dice, estar al frente de una empresa es como gobernar un país. “No, no estoy perdiendo la cordura”, aclara. “Cuando lideras un país, si quieres que tu población esté inte­resada, motivada, a trabajar duro, a cambiar, necesitas darles un sueño, y necesitas tener un código de ética muy fuerte. Si no tienes valores y no les das un sueño, sólo quieres ser elegido, no serás reelegido, y habrás creado un pueblo de gente frustra­da. En una compañía es lo mismo, debes darles un sueño, qué es lo que quieres alcanzar”.

La razón por la que las empresas de internet son tan atractivas es que los jóvenes piensan que son cool, que ahí pueden hacer lo que quieren, piensan que es cool trabajar para Twitter o Facebook, piensan que son parte del futuro, de algo más grande que ellos; además de que coinciden con los valores establecidos por los fundadores. “Y por encima de todo, hay un cheque”.

Lévy dice que en la libertad hay creatividad. Y aclara que se retira, pero sigue teniendo muchos sueños, considera que una vida sin sueños debe ser miserable.

“Es importante, en algún punto, decir alto, es suficiente. Paso la estafeta a la siguiente generación. No me siento cansado, entumido ante los más atractivos aspectos del nuevo mundo, conecto perfectamente y conozco este nuevo mundo perfec­tamente bien. Tal vez más que gente más joven que yo, y la razón de ello es que tengo mucha curiosidad por el mundo, soy curioso, observo, estoy mirando, me hago rico todos los días con lo que veo, pero creo que mi responsabilidad en la empresa, con la gente, es prepararla para el futuro y estoy dejando eso en manos de un nuevo equipo”.

—¿Cuáles son las tendencias que cree debemos seguir de cerca?


—Ésta es la más terrible pregunta porque para responderla debes pensar que tienes, que eres po­seedor de la verdad. Y el día que empieces a pensar de esa forma, es mejor que te vayas a un asilo. Creo que lo importante es la curiosidad. Si hay algo que debemos desarrollar es la curiosidad, si son curiosos, serán curiosos por el teatro, por el arte, por el cine, por la tecnología, por las redes sociales. La curiosi­dad es lo que mantendrá a la gente viendo hacia el futuro con los ojos abiertos y con apetito.

éxito

La ecuación del éxito en el emprendimiento


Forbes - ‎martes‎, ‎30‎ de ‎junio‎ de ‎2015
Si tu conocimiento NO es aplicable, NO promueve o NO funda las bases de las herramientas o de las habilidades estratégicas, NO sirve, al menos no en el emprendimiento, un ámbito cargado de acción.

Regresar a lo básico

En un mundo donde la complejidad nos ha absorbido, regresar a lo básico es primordial.

No sé cuándo empezamos a pensar que las grandes respuestas están en lo complejo, cuando la mayoría de ellas se oculta detrás de lo más simple.

Quizá la visión ha dejado de enfocar lo más trivial, que en muchas cosas suscita grandes problemas, porque vivimos en un mundo donde el ver las grandes máquinas nos hizo perder la dimensión del tornillo, o porque los aparatosos y llamativos sistemas de información tecnológica en redes nos hacen perdernos de la simplicidad del carácter. Y nos perdemos entre millones en la programación diaria.

La fórmula del éxito en el emprendimiento

Los factores que hacen que las personas tengan éxito en el emprendimiento son puntuales; no necesitamos descubrir el hilo negro. Incluso debemos dejar de pensar que existe uno.

La ecuación básica del éxito en el emprendimiento:

A + H x HE + A = E

Actitud + Herramientas x Habilidades Estratégicas + Acción = Éxito

Los obtusos se preguntarán ¿en dónde queda el conocimiento?

Para todos ellos les tengo noticias: este mundo es un mundo donde la praxis es la que paga. Si tu conocimiento NO es aplicable, NO promueve o NO funda las bases de las herramientas o de las habilidades estratégicas, NO sirve, al menos no en este ámbito, el del emprendimiento, un ámbito cargado de acción. Será funcional y generará oportunidades a la larga en otros espacios, pero no en el de la ejecución del emprendimiento. Aquí lo que se tiene se requiere ejecutar, y esto, señores, es una realidad.

Tu conocimiento, pues, debe impactar en las herramientas, las habilidades y las acciones; si no, no sirve.

¿Qué pasa si la fórmula es tan simple?

La principal problemática: la superactitud nubla la vista de los emprendedores.

He podido observar en los últimos años la sobrevaloración de la actitud en el emprendimiento y en el éxito, generada por un concepto que sensacionaliza la actitud, como uno de los principales factores del mismo, cuando no es factor sino sólo catalizador.

Si bien la actitud es muy importante, está sobrevalorada en cuestiones funcionales, porque la actitud es sólo una parte que sirve como catalizador para conseguir el éxito, pero jamás estará por encima del 30% del mismo.

Jóvenes:

Se ha sobrevalorado la importancia de la actitud y se pierden de vista los factores que llevan al éxito. Regresen a ver la fórmula y vean qué es lo que potencia al éxito: Habilidades Estratégicas (por eso tenemos antes de la misma un signo de por).

Se ve en todos lados porque vivimos del auge del ¡Sí se puede! Porque el ¡Sí se puede! emociona a la gente y vende mucho.

Y no digo que no deba haber motivadores, o alguna de las partes del emprendimiento, pero ahora que todo implica exaltar y reexaltar la actitud sobre todo, el resultado son miles de emprendedores BIEN PRENDIDOS pero BIEN PERDIDOS, que terminan el día BIEN MADREADOS de intentarle pegar a la piñata con los ojos vendados sin darle ni una vez.

El resultado: emprendedores BIEN PRENDIDOS pero BIEN IMPRODUCTIVOS, cansados todo el día por haber hecho mil actividades y más del 90% de ellas de bajo retorno de inversión.

Ejemplo 1

Imaginemos a un emprendedor con todas las ganas, de esos que le entran a todo porque tienen la ¡AC-TI-TUD! Y como son “echados pa delante”, siempre le entran a todo. ¿Conoces a alguien?

¡Sale! Hay que hacer un túnel de México a Querétaro, ¡Sale!, le dicen al compañero con la actitud y el entusiasmo al 100.

¿Y qué va a responder?

¡Va!, nos lo aventamos ¡Yastas! (Y en su interior se dice: “no sé cómo, pero le entramos”, porque así es el mexicano, porque ¿cómo que no le vamos a entrar si pa nosotros lo grande no es nada?)

Muy bien, échele mijo, ¡Aquí tienes tu cuchara sopera, ahora sí rásquele pero fuerte porque hay que llegar a Querétaro!

Y a las dos semanas, los más prendidos, se dan cuenta que la actitud sirvió para metro y medio, porque sin herramientas jamás lo lograrán y éstos fueron los más prendidos, los más aferrados y los más poderosos con su actitud, porque otros que racionalizaron las cosas se dieron a vencer antes y su superpoder de la actitud o el entusiasmo se acabó a los 3 días.

Resultado: Actitud sin Herramientas, no sirve.

Ejemplo 2

Ahora imagina que queremos vender, o involucrar a personas de alto nivel a nuestros planes, y vamos con alguien que tiene toda la actitud.

Le decimos, ¡ahora sí!, después de seis meses ya tenemos la junta con la gente de Slim.

¡Vamos con todo!, dice el “Sí se puede del grupo”.

Y preparan una presentación de media hora, cuando no saben que se les darán cinco minutos.

Y su “habilidad” comunicativa, o estratégica de negocios, les hace darlo todo. Y emocionados por firmar garabatearon un contrato casi sin leerlo, porque la actitud se convirtió en emoción.

Y después de tres horas caen en cuenta que se metieron en un problema, porque el compromiso estaba loco, porque por la falta de habilidades de escucha, atención, análisis y negociación, les ha superado, y porque dijeron que sí a todo, con tal de tener la cuenta. ¿Te suena familiar?

Y empiezan a notar que se metieron en una locura porque todos son creativos pero nadie tenía las habilidades para hacer negocios, y nadie escuchó y nadie sabe hablar asertivamente, y la emoción y el entusiasmo ganó.

Para que más al rato se den cuenta que quizá los llevará a perder o posiblemente a quedar mal con el cliente, porque se aventaron “como el Borras” con los tiempos de entrega, los precios, los costos, etcétera, por ganar la cuenta o sólo por ganarse al cliente, porque ya entrando después les cobraremos más (lo cual es la creencia más errada y que nunca sucede en la realidad en el emprendimiento).

Resultado: Actitud sin Habilidades, no sirve.

Reflexión

Por eso es bueno que le den su poder a otros espacios, que sean un poco más medidos y que no olviden que la fórmula requiere de mucho más que sólo actitud. Entonces podrán empezar a acercarse más a la posibilidad de conseguir el éxito.


No es malo tener actitud; recuerda que es parte de la ecuación, pero sólo te servirá como catalizador. Pero no olvides armarte con habilidades, herramientas y entrenarte a diario, practicando el arte de emprender, vender y hacer negocios.

Ciencia

Ciencia para derrotar a la vejez


El Mundo - ‎martes‎, ‎30‎ de ‎junio‎ de ‎2015
Vivir más, pero a qué precio. Muchas personas se preguntan esto cuando ven las cifras de muertes anuales por cáncer, ocho millones, o el número de personas con demencia en el mundo, en torno a 47,5 millones. Parece que el ser humano está cada vez más enfermo.

Pero la realidad es que nunca antes en la historia de la humanidad ha habido tantas personas centenarias y nunca antes llegar a los 60 significaba tener 20, 30 o 40 años por delante. Los avances sociales, médicos y culturales han permitido esto, por lo menos en un puñado de países privilegiados.

Sin embargo, no es suficiente. Mantener la salud hasta el final de la vida es el principal objetivo de muchos grupos científicos y empresas tecnológicas, que ahora han girado su foco hacia el envejecimiento como la clave, una vez desentrañado su mecanismo, para luchar contra la mayoría de las enfermedades que asolan a la especie humana.


Que una gran compañía como Google haya invertido cientos de millones de dólares en un centro de investigación llamado Calico cuyo objetivo es estudiar el envejecimiento, no es casualidad. Tampoco lo es que Craig Venter, uno de los responsables de la secuenciación del genoma humano en 2004, haya creado Human Longevity Inc (HLI) para, en palabras del cofundador de la empresa, Peter Diamandis, "que los 100 años sean los nuevos 60".

Detrás de estas iniciativas, además de empresarios visionarios, están cientos de científicos que van a aportar su bagaje para desarrollar tratamientos y, claro está, negocio. Pero más allá de los conflictos éticos que puedan aparecer en relación con problemas como quién manejará información tan sensible como los datos genómicos y clínicos de miles de pacientes, lo cierto es que el interés despertado se basa en los avances que la ciencia ha realizado recientemente.

A principios de los 90, pocos científicos estaban interesados en el envejecimiento. Entre ese puñado de entusiastas se encontraba Cynthia Kenyon, una bioquímica estadounidense que descubrió que una mutación en un gen del gusano Caenorhabditis elegans le hacía duplicar su vida.

Hallazgos como los de Kenyon, que ahora ha pasado a formar parte de la empresa Calico, animaron a muchos grupos a enredar en el laboratorio con ésta y otras especies animales, como el ratón. Empezaron a multiplicarse los resultados pero, en muchas ocasiones, eran contradictorios. El reto siguiente fue saber qué grado de conocimiento real hay sobre el envejecimiento, si existe ya alguna manera de alargar la vida que se pueda medir.


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A estas y otras preguntas trataron de responder hace dos años un grupo de investigadores en un artículo de revisión, publicado en la revista Cell y llamado The Hallmarks of Aging (los marcadores del envejecimiento), uno de los más citados desde entonces por los grupos científicos interesados en este tema. "El envejecimiento durante mucho tiempo fue aproximado en términos de teorías que permiten explicar por qué se envejece.

Desde el principio, lo que pretendimos con nuestro afán integrador fue hablar de los conceptos moleculares que tuvieran una manera concreta de cuantificarse y medirse. Diseccionamos esta complejidad en apenas nueve procesos que sufren alteraciones a medida que cumplimos años y además establecimos una jerarquía", explica Carlos López Otín, catedrático en el área de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo y uno de los autores de ese artículo.

Los conceptos no son sencillos para los foráneos de la ciencia, pero esta revisión permitió a los científicos tener una visión clara de lo logrado hasta esa fecha. "No es tan complejo cuando asumes que el envejecimiento en realidad surge por una serie de daños primarios que son cuatro.

Se trata de acumulaciones de efectos, de agresiones, en las células. El segundo bloque jerárquico sería las respuestas del organismo a estos daños y que siempre son en positivo pero que, al hacerse crónicas, tienen efectos negativos. Por último, una vez que estas respuestas que trataron de ser positivas se acaban volviendo contra el propio organismo, surge el daño final: las alteraciones finalistas, responsables del fenotipo de envejecimiento", explica Otín.

Los cuatro procesos primarios que se inician con el envejecimiento son la inestabilidad genómica, el acortamiento de los telómeros, las alteraciones epigenéticas y la pérdida de la proteostasis. Antes de que la terminología arruine la lectura, se podría decir que son mecanismos que la célula tiene ante agresiones como pueden ser la radiación ultravioleta, el tabaco o algunos compuestos presentes en la alimentación.

Todos tenemos miles de daños al día que afortunadamente reparamos. Pero la acumulación de estas agresiones en el genoma, en la parte final de los cromosomas (telómeros), en los patrones que activan los genes o en el mecanismo que elimina las proteínas sobrantes genera que esos cuatro procesos empiecen a funcionar mal. Cuando esto ocurre, el cuerpo reacciona.



"Los daños primarios son consustanciales a la vida. Siempre cuento en clase que cada uno de nosotros tenemos nuestra propia fórmula de la longevidad genómica. Es una ecuación gigante que la acabo en puntos suspensivos porque no conocemos todos los factores. La fórmula empieza por SRY (-/ -) que, dicho de otra manera, es ser mujer. En cualquier sociedad humana las mujeres viven más. Así que la fórmula de la longevidad empieza por ahí.

Luego le siguen otros factores como el APOE4 (-/-) o los cientos de polimorfismos que se han encontrado en las personas supercentenarias. ¿Qué quiere decir esto? ¿Alguien puede imaginar que en la lotería genética le han tocado todos los buenos números? Pues no. Esto quiere decir que hay muchas formas de intervenir.

Que la longevidad es muy plástica. Y aunque el envejecimiento es inexorable en la especie humana, por ahora, la longevidad es plástica y por ello hay muchas posibilidades de intervenir sobre ella. ¿Qué hay que hacer para ello? Pues conocer los procesos y las maneras de actuar sobre esos hallmarks del envejecimiento", sostiene Otín.

Porque, como si fuera una reacción en cascada, un fallo en los procesos primarios desencadena una respuesta del organismo. Se trata de una reacción que intenta paliar esas agresiones y que está constituida por cambios en tres procesos: la senescencia celular, el metabolismo y el funcionamiento de las mitocondrias.

Dicho de otra manera, cuando se producen daños, las células, entre otras acciones, dejan de dividirse para no transmitir esas agresiones. Como señala uno de los expertos en este campo el investigador Manuel Serrano, la senescencia se ocupa de apagar las células que ya no son necesarias, es una especie de proceso de reciclaje. Pero no hay muerte celular, por lo que su acumulación, si se hace crónica, genera por sí misma problemas, por lo que es una vía de estudio para su manipulación.

Sin embargo, para Serrano, la línea de estudio más avanzada en este campo es "la de la nutrición. Si se potencian las vías que inducen el metabolismo y el acumular nutrientes, se envejece prematuramente y si se disminuyen, se retrasa el envejecimiento", apunta Serrano, jefe del grupo de supresión tumoral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).


En busca de un fármaco


Uno de los mayores expertos en el estudio de las rutas metabólicas es el biólogo Rafael de Cabo. "Se ha visto que la restricción calórica influye positivamente porque hace una reprogramación metabólica que te hace resistente a muchos tipos de estrés, de agresiones medioambientales, dietéticas, físicas...".

Desde su laboratorio de Gerontología Experimental del Instituto Nacional del Envejecimiento, en Baltimore (EEUU), de Cabo explica que están analizando muchos compuestos para ver cómo contribuyen al alargamiento de la vida en diferentes especies.

"Estamos estudiando entre otros la metformina, la acarbosa, la rapamicina... Porque se sabe que restringir la toma de alimentos por debajo de lo que tú deseas comer siempre tiene efectos positivos desde el punto de vista saludable, pero hay pocas personas con la voluntad suficiente, por eso queremos desarrollar compuestos.

No obstante, las herramientas que tenemos ahora serían equivalentes a las del Neolítico. Pero espero que en 10 o 15 años tengamos una navaja multiusos, un sistema mucho más sofisticado para conocer las rutas más importantes que gobiernan los efectos de la restricción calórica y tratar de hacer [fármacos] miméticos de este mecanismo".

En el estudio de éste y de los otros procesos asociados al envejecimiento, hay avances importantes para la ciencia pero discretos para la sociedad. "Estamos muy ilusionados con lo que estamos aprendiendo. Pero estamos muy lejos de la cima. Nos queda mucho para hacer manipulaciones, porque no sabemos cuándo implementar estos procesos, cuánto tenemos que hacerlo, o si es una acción múltiple", explica De Cabo.

La ciencia ha identificado que algunas intervenciones durante el embarazo tienen unos importantes efectos a largo plazo, o que el ejercicio de impacto en las niñas entre los ocho y 15 años tiene un efecto muy potente sobre la deposición de calcio en los huesos y a largo plazo en la osteoporosis. También se conoce que los tratamientos cardiometabólicos entre los 35 y los 45 años tienen un impacto muy profundo en enfermedades neurodegenerativas. "El problema es que no sabemos intervenir más eficientemente", aclara De Cabo.



Dos años después de la publicación del artículo en Cell, María Blasco, directora del CNIO y otra de las autoras de ese trabajo integrador, señala que más que grandes avances, lo que ha habido en este tiempo "es que se está aceptando que el envejecimiento es una buena diana para encontrar nuevos tratamientos contra las enfermedades que afectan a la población. Es un concepto que va cobrando fuerza.

El objetivo de lo que estamos haciendo a nivel biomédico no es alargar la vida sino entender el proceso del envejecimiento pero como efecto secundario es que también se viva más. Es imposible vivir más si no estás sano".

Muchos de los grupos de este campo están centrados en los últimos dos procesos que Blasco y sus compañeros identificaron en 2013 y que son las claves finales de por qué todos acabamos envejeciendo: el agotamiento de las células madre y los errores de la comunicación intercelular.

"La pérdida de la capacidad de generar células nuevas es una causa de envejecimiento, por lo que es fundamental entender cómo podemos volver a hacer que las células madre sean capaces de volver a producir células. Se está estudiando esto para lograr bien una reparación interna [activando al organismo para que él mismo lo haga] o trasplantando células que hemos creado artificialmente a partir de esas células madre", aclara Blasco.

En cuanto a los errores de la comunicación intercelular, Otín insiste en su importancia: "Para que un organismo establezca unas funciones biológicas necesita que las miles y miles de reacciones bioquímicas estén coordinadas.

Todos estos daños mencionados hacen que los tejidos dejen de establecer una comunicación armónica". La estrategia que está intentando manipular este mecanismo de envejecimiento es la parabiosis: "Cuando se conecta el sistema circulatorio de dos animales, por ejemplo el de un ratón viejo y el de uno joven, el de éste último puede rejuvenecer al primero por factores solubles de comunicación intercelular. ¿Se pueden identificar estos factores? Pues sí, ya hay algunos identificados, la mayoría son citoquinas, mediadores solubles de respuestas inflamatorias, proliferativas...", adelanta el investigador desde Oviedo.


Todos estos procesos, bien sea por la propia existencia o por reacciones a las agresiones externas, son los que nos conducen a envejecer y a enfermar. ¿Qué posibilidades tiene la ciencia de intervenir? "Pues unas pocas. Hasta hace poco casi ninguna porque ni siquiera sabíamos qué era el envejecimiento. Las intervenciones dirigidas a disminuir o corregir los daños genómicos inherentes al paso del tiempo las veo lejanas, pero las relacionadas con los sistemas de regulación metabólica, las veo cercanas, incluso la reprogramación epigenética".

revolución

La revolución de la “internet de las cosas” depara cambios inimaginables


El Cronista Comercial - ‎  ‎junio‎ de ‎2015
Las revoluciones tecnológicas tienen la costumbre de desarrollarse de maneras inesperadas. Cuanto más fundacional es el cambio subyacente, más difícil es prever a dónde conducirá finalmente. Sí, el motor de combustión interna trajo vehículos y empresas automotrices, pero también trajo el auge de suburbios, hipermercados y violencia vial.

La Internet de las cosas se parece a una de esas revoluciones tecnológicas. Fue fundada en la idea de que cuando los objetos inanimados, desde bombillas a equipos industriales complejos, se conectan a Internet, nuevas cosas interesantes pueden suceder. Los beneficios previstos incluyen la posibilidad de controlar los objetos con mayor facilidad. También aumenta la posibilidad de alquilar las cosas, y los pagos se supeditan al uso real, lo que convierte la provisión de bienes físicos en una industria de servicios.

Pero el desarrollo predecible y lineal que ello implica -una progresión ordenada que agrega valor a los activos existentes y nuevas fuentes de ingresos para las empresas existentes- no es la manera en que las revoluciones tecnológicas normalmente suceden.

Para empezar, algunos de los beneficios esperados tardaron en llegar. Es cierto que se trata de un cambio a largo plazo sumamente complejo que irá llegará lentamente a muchas áreas de los negocios y la vida, desde la forma en que funcionan las ciudades hasta las configuraciones industriales, de los hogares y personales. En un informe de esta semana, el Instituto Global McKinsey predijo que las aplicaciones de esta tecnología ascenderían a u$s 11 billones anuales para 2025, equivalente al 11% de la economía mundial en ese momento.

Pero McKinsey también señaló que hay un retraso en los efectos de esta tecnología, similar al desfase de productividad que siguió a la ola de automatización de TI corporativa que se inició en la década de 1980. Se necesita tiempo para que las empresas aprendan a manejar las nuevas tecnologías y para que surjan los nuevos modelos de negocio.

Parte del problema deriva de una gran complejidad. Alrededor del 40% de los beneficios de la Internet de las cosas depende de una profunda integración de los diferentes sistemas, según McKinsey. Además, el mundo ya está inundado de datos, de los cuales se utilizan muy pocos en verdad. El mero hecho de añadir equipos para acumular más información no garantizará un retorno, afirma Michael Chui, socio de la firma de servicios profesionales. Con el tiempo, las grandes empresas deberían empezar a ver un retorno de sus inversiones. Pero, tal como lo demostró el auge de Internet en la década de 1990, el mayor impacto de una ola de nuevas tecnologías puede venir de una dirección no prevista por las empresas. Las aplicaciones que cambian el mundo, que fueron posibles gracias a la nueva plataforma tecnológica, son imposibles de imaginar en un principio.

Algunos indicios de los cambios más disruptivos que podrían venir con la Internet de las cosas se expusieron esta semana en la conferencia Solid, organizada por O'Reilly Media en San Francisco. Como su nombre lo indica, fue una celebración de la física en una industria de la tecnología cuyas mayores fortunas recientes provienen del mundo desmaterializado: software y datos. Las exposiciones incluyen una "fábrica emergente " para generar electrónica en el momento y un vehículo parcialmente impreso en 3D, diseñado para ser construido en "microfábricas" locales. Gran parte del debate fue sobre la biología sintética que llevará la fabricación hasta el nivel microscópico y fusionará lo inorgánico con lo orgánico.

Tres tecnologías a punto de colisionar subyacen a la disrupción, según Mickey McManus, investigador de la compañía de software de diseño Autodesk.

Ampliar la conectividad de Internet al mundo físico es solo una parte de la historia. Un segundo cambio tecnológico fundamental se desprenderá de la propagación de la inteligencia artificial, que hará más fácil diseñar y controlar los ecosistemas complejos de objetos, así como elevar el nivel de inteligencia de las propias "cosas" individuales. La tercera etapa de la revolución, según McManus, es la fabricación digital ejemplificada por la impresión en 3D, que podría representar una alternativa a algunas formas de mercados de producción masivos.


En conjunto, McManus hace alusión a los tipos de cambios que pueden ocurrir: tres estudiantes en una habitación de una residencia podrían iniciar una empresa automotriz; una red social distribuida podría sustituir a una fábrica; u objetos podrían desmontarse y volver a montarse a sí mismos a medida que cambian las necesidades. Si hay tanto valor para extraer de la Internet de las cosas como McKinsey anticipa, habrá mucha riqueza nueva para repartir. Pero las implicaciones más interesantes apenas pueden imaginarse.

claves

Siete claves para convertirse en billonario


Estrategias de Inversión - ‎  ‎junio‎ de ‎2025
Seguro que si usted no es rico alguna vez ha soñado qué haría si consiguiese un golpe de suerte, o lograse que su cartera se revalorizara como si de Apple se tratara. Lo que, quizá nunca se haya parado a pensar es qué hay que hacer para hacerse multimillonario y tener una cuenta bancaria con muchos ceros -a la derecha-.

La publicación Money Crashes intenta contestar a esa pregunta y lo tiene claro. "Convertirse en billonario no es sólo cuestión de trabajo duro y determinación, también son necesarios más ingredientes".

1- Escucharnos a nosotros mismos. Encuentre su propio nicho de negocio y no intente copiar lo que funciona para otra gente. Intente concentrarse en lo que el mundo quiere y en lo que necesita. Recuerdan, por ejemplo, que la idea de Uber surgió cuando uno de sus fundadores estaba de visita en París y no fue capaz de encontrar un taxi en la ciudad. La aplicación surgió en 2010 y la compañía tiene un valor estimado de más de 5.000 millones de dólares en estos momentos.

2- Sueñe a lo grande: Dice que ningún billonario ha comenzado una empresa para ser medianamente exitoso.

3- Comprometerse totalmente con el éxito. Dicen estos expertos que hay que olvidarse de la pasión; el éxito tiene más que ver con la obsesión. Dice Mark Cuban, que es billonario y tiene poco más de 30 años que no hay que comenzar una compañía al menos que se dedique a algo que realmente le guste y se convierta en una auténtica obsesión.

4- No tenga miedo a fallar: Le recuerdan que hasta Steve Jobs falló con algunos lanzamientos y ahora Apple es la mayor compañía del mundo con una capitalización que supera los 700.000 millones de dólares.

5- Preste atención a los detalles: Para algunos billonarios, el éxito es una suma de muchos detalles y es algo que no repite solo uno de ellos.

6- Rodéese de un buen equipo de socios y colaboradores. Sólo no podrá hacerse billonario; eso es algo en lo que coinciden la mayor parte de los expertos consultados. Y recuerdan a grandes parejas como Warren Buffett y Charles Munger o Steve Jobs y Steve Wozniak.


7- Nunca se olvide del cliente: Invente, innove e invierta en sus productos y servicios, pero siempre tenga como principal objetivo la satisfacción del cliente.

espumante

Conozca los factores que han transformado al espumante en una bebida popular en A. Latina


América Economía -   ‎junio‎ de ‎2025
Hace unos años nadie habría imaginado que el espumante se convertiría en una bebida popular entre los consumidores chilenos, argentinos o peruanos. Ni que ellos, junto con colombianos y mexicanos, comenzarían a aceptar el aventurarse a beber e incluso producir brut, dejando atrás más de un siglo de sidras y champañas acarameladas.

Pero ha ocurrido. “Si bien es cierto que de forma gradual, año a año, el consumo de espumantes sigue aumentando, la estacionalidad se ha ido perdiendo. Hay un consumo pico en Navidad, pero hay también un consumo continuo”, dice Davide Solari, sommelier y gerente de Marketing de la bodega Santiago Queirolo, en Lima.

Su característica de versatilidad “acerca al consumidor joven y a las mujeres al mundo del vino”, asevera Claudio Cilveti, managing director de Wines of Chile (entidad gremial que reúne a las principales viñas de ese país).

Ésta no es la única razón por la que las mujeres se inclinan cada vez más por el espumante. Este licor tiene menos calorías que el vino, explica Marcelo Pino, Mejor Sommelier de Chile en 2011 y 2014. De hecho, agrega, “es uno de los licores que tienen menos azúcar”. El consumo de alcohol sin las desventajas de engordar explica en parte que el consumo en el país largo y angosto creciera 30% anual en los últimos cuatro años. Pero en Argentina el fenómeno es aún mayor: en los últimos 10 años, el consumo aumentó un 80%, afirma Guillermo García, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) del país.

Este aumento de consumo abrió el apetito de los productores para introducir variedades menos masivas hasta ahora. Es lo que hace la bodega peruana Santiago Queirolo: produce un extra brut que compite con cavas y espumantes argentinos y chilenos, y que “ha tenido un comportamiento positivo: en 2013 creció 25% en ventas”, menciona Solari.

Billeteras más llenas en la región son otro factor que incide en que su consumo suba como la espuma. En Perú, “la bonanza económica hace que en el país la gente quiera comer y tomar mejor”, explica Iván Livschitz, gerente de Marketing de la marca Tabernero. Aunque “al principio ha sido difícil, porque la gente cree que en el Perú no pueden producirse vinos espumantes de buena calidad”, reconoce.

Una valoración positiva de su producción de espumantes, principalmente por consumidores internos, ha sido posible en Argentina. El 90% del volumen comercializado por este país durante 2014 (42 millones de litros) tuvo como destino el mercado doméstico, mientras que el resto (4 millones de litros) fue enviado a Brasil, Chile, Japón, Estados Unidos, Uruguay y Paraguay. Estas exportaciones generaron retornos por US$21,7 millones.


Apuestas osadas



El negocio de los espumantes en Argentina va más por el aumento del valor que por el crecimiento en volumen. Mientras en valor este mercado se expandió en 12% en 2014 respecto del año anterior, en cantidad fue sólo de 0,30%. “En las góndolas vemos cada vez más etiquetas y diferentes rangos de precios, pero son los burbujeantes rosados o dulces los más exitosos”, destaca García, del INV.

Para Chile, el pasado 2014 fue el mejor año para las exportaciones de espumante de la última década. Pasó de vender 1,1 millón de litros en 2004 (US$3 millones) a 3,7 millones de litros (US$17,3 millones), según la oficina de gobierno encargada de estudios y políticas agrarias, ODEPA. Japón, Venezuela e Inglaterra concentraron el 60% de los envíos. Hoy existen 48 empresas exportadoras, precisa Pino, “sin perjuicio de que del total de viñas productoras de vino en Chile (260) sean potenciales vendedoras al exterior de burbujeante”.

Pese al buen desempeño, aún las exportaciones de espumantes representan una modesta tajada (0,9%) de la industria chilena del vino embotellado y el champagne que vendió 50 millones de cajas y US$1.511 millones en 2014 a noviembre, dice Pino. “Tenemos mucho espacio para crecer”, proyecta Cilveti.

Uno de estos espacios de crecimiento en Chile es en el consumo per cápita, que es de sólo 0,5 litro al año, mientras que en Argentina es de 3 litros y en Australia 2,2 litros. “El consumo puede subir en el mediano plazo a 1 litro y seguir aumentando proporcionalmente al consumo de vino”, calcula el director de Wines of Chile.

A diferencia de Chile, con toda una industria vitivinícola reconocida, la producción de Perú aún está en pañales. “Nuestra producción vinícola es bastante limitada”, explica Jorge Llanos, del Instituto del Vino en Lima. “Desde hace 30 o 40 años sólo contamos con unas seis bodegas vinícolas que producen básicamente vinos a los que nosotros llamamos populares”. Aun así, “cada bodega ha ido desarrollando durante muchos años líneas de espumosos o espumantes. Fundamentalmente dulces, porque el mercado lo exigía así”, dice el ejecutivo.

Pero los tiempos cambian. “En los últimos cinco años tres bodegas importantes: Queirolo, Tacama y Ocucaje, o Tabernero, han empezado a manejarse hacia un vino espumoso de doble fermentación, método charmat, con presentaciones de tipo de sabor brut, o incluso extra brut”, dice Llanos. En el caso de la bodega Santiago Queirolo, recientemente “hemos sumado a otro espumoso semiseco de fermentación natural (doble fermentación) de moscatel de Alejandría”, dice Davide Solari. “Tenemos nuestra línea Premium que se llama Intipalka (desde mediados de 2010), que es un extra brut, blend de chardonnay y pinot noir”, cuenta.

Se trata de un proceso largo que requiere nuevos aprendizajes. La bodega Tabernero ha enfrentado este desafío de la mano de un enólogo con el que trabajan desde hace 12 años, dice Livschitz. “Viene de una familia productora de espumantes. Eso nos ha ayudado a que consiga un espumante de alta calidad y a muy buen precio”. Esta bodega también ha invertido en tecnología y en viñedos. “Producimos por método charmat y champenoise.

Tenemos el formato especial, que es el más económico, el brut, el demisec, que tiene también un mercado importante en el Perú”, dice.

Otro que buscó incorporar sabiduría de un linaje del Viejo Mundo fue el chileno Rafael Guilisasti. Responsable de la exitosa expansión global de la chilena Concha y Toro en el último cuarto de siglo, lanzó Azur, el primer espumante en Chile elaborado al más puro estilo tradicional. Instalado en el Valle del Limarí, en el norte de ese país, se trata de un proyecto personal para el cual contó, inicialmente, con el apoyo de Franco Ziliani, cabeza de la empresa italiana Berlucchi (una de las principales productoras de espumantes de la zona Franciacorta). “Con él desarrollamos en forma conjunta la búsqueda de los terrenos adecuados”, recuerda Guilisasti. Si bien, posteriormente, por su edad (80 años), se retiró, otros dos inversores italianos siguen en el proyecto.

  
Brindis por los desafíos



Con todo lo bueno de las iniciativas antes descritas, los productores chilenos en su norte y los peruanos en su sur enfrentan un adversario de respeto: el clima. “El grueso del territorio peruano no tiene ni 10.000 hectáreas óptimas para este tipo de cultivo”, recuerda Llanos, del Instituto del Vino. “Hay una zona del país, en Ica, donde hay dos bodegas importantes, que tienen un clima no espectacular, pero por lo menos decente”. La razón, arguye, es que “del Perú hacia arriba no hay cuatro estaciones y el ciclo de la vid no es completo. En la zona de Ica sí se dan cuatro estaciones”. Allí es donde se puede desarrollar esta viticultura y líneas de espumantes. “No digo que sean grandes vinos o lo mejor del país, pero son líneas muy decentes, que manejan parámetros de pH, acidez y de maduración de los taninos con limitaciones. En cuatro o cinco años sus vinos tendrán una estructura diferente”, concluye.

Casi en la frontera peruana, el chileno Luis Soto también produce en el límite de las posibilidades su marca Oasis. “Nos percatamos de que todos los espumantes existentes en el país usaban colorantes y/o saborizantes”, dice. Así nació el desafío de producir espumantes 100% naturales. Y de frutas diferentes a la uva.

Con el apoyo técnico y financiero de la fundación de gobierno para la innovación agraria (FIA) y una inversión de US$143.000, el emprendedor produjo 3.000 botellas en 375 ml sabor a fresa, mango, maracuyá y guayaba, las que ya están agotadas entre las solicitudes de hoteles, restaurantes y tiendas gourmets de la región, y su empresa, Tentaciones de Pica, ha sido invitada a participar en ferias gourmets en Europa y América. Hoy este emprendedor experimenta con nuevos sabores como naranja y dátil, al tiempo que se alista para hacer frente al crecimiento de su negocio, en medio de una persistente sequía. “Estamos aumentando nuestra producción de frutos y comprando a vecinos”, indica.

La experiencia de Tentaciones de Pica es una señal de que existen productores en la región dispuestos a arriesgar, y consumidores dispuestos a probar. Esto incluye incipientemente a México. Claudio Bortoluz Orlandi, presidente de Viñedos La Redonda, uno de los principales productores de vino y espumante del país –emplazado en el estado de Querétaro–, explica que cuando los espumantes comenzaron a consumirse de manera más cotidiana las marcas internacionales se apoderaron de la escena local. De importar 13 millones de litros en el 2000, México pasó a importar 42 millones de litros en el 2013, precisa Andrea Vázquez, coordinadora de Promoción del Consejo Mexicano Vitivinícola. Este volumen equivale a US$40 millones. Países de reconocida tradición vitivinícola como España, Francia, Italia, Chile y Argentina son los principales proveedores del mercado azteca.

Pero este incesante desfile de etiquetas extranjeras hizo reaccionar a algunos jugadores locales, como es el caso de La Redonda, que hace dos años decidió incursionar en la producción de burbujeante siempre con el método champenoise. Actualmente, comercializa dos líneas: La Redonda de ligero y dulce sabor, y la línea Orlandi con tres diferentes sabores (brut, semiseco y semidulce). “El consumidor mexicano se inclina más por la bebida ligera y dulce, un reflejo de que aún falta para que madure y se atreva a matizar con nuevos sabores”, dice Bortoluz Orlandi. Por ahora, ello representa una oportunidad que la bodega está aprovechando a su favor, incrementando su producción mes a mes con un crecimiento del 30% anual en sus ventas. A futuro y apostando a que el consumidor refinará aún más su paladar, el productor planea estrenar una línea más cara, en camino a aventurarse con un nuevo producto “especial para los consumidores más osados”.


Este boom regional proviene de un cambio de actitud, de una apertura, de una maduración de los paladares, de un cuestionamiento de los prejuicios provincianos vigentes hasta hace no demasiado tiempo. Así lo entiende Livschitz, de la bodega peruana Tabernero: “Quizás la gente tiende a preferir un champagne francés o un asti, pero igual ya hay un espacio para los vinos y espumantes peruanos”. El futuro regional de la industria dependerá de cómo se aproveche esta oportunidad. Mientras, ya no tenemos que esperar para ver a millones con una copa burbujeante en la mano made in Latinoamérica.

lunes, 29 de junio de 2015

Harley-Davidson

Atraer a motociclistas jóvenes, el reto de Harley-Davidson


 The Wall Street Journal. - ‎ ‎junio‎ de ‎2025
¿Y los adolescentes?
 Harley Davidson Inc., que por mucho tiempo ha sido vinculada al movimiento contracultural de los años 60, ahora necesita generar un nuevo movimiento.

Matt Levatich, presidente ejecutivo del fabricante de motocicletas, está dedicando buena parte de su tiempo a pensar sobre la forma de desconectar a la gente joven de sus dispositivos electrónicos y sacarlos a las carreteras. El directivo de 50 años, primer presidente ejecutivo de Harley de la generación X (personas nacidas entre principios de los 60 y principios de los 80), está apostando a motocicletas más baratas diseñadas para vías urbanas y más adelante a un modelo impulsado por batería eléctrica que sería la alternativa a la clásica Hog.

Levatich no niega el poder del mundo virtual que mantiene a muchas personas jóvenes encerradas. “Yo soy partidario de que no es algo malo, simplemente es diferente”, indicó. Aun así, piensa que habrá “un poco de contracultura más adelante… la gente querrá de hecho vivir de verdad, y creo que tenemos un producto que encaja estupendamente con esa opción”.

Los modelos Street de Harley, cuyo rango de precios empieza en US$6.800, están diseñados para disipar la idea de que sólo los consumidores mayores de 50 años pueden darse el lujo de una Harley, ya que muchas de las motos cuestan más de US$30.000. Harley también ha mostrado prototipos de sus motocicletas de batería LiveWire diseñadas para conductores jóvenes que piensan que los motores de gasolina perjudican al planeta. Esa elegante motocicleta apareció recientemente en la película Avengers: Era de Ultrón. Sin embargo, Levatich señaló que la empresa tendrá que esperar al menos dos o tres años para poder vender las LiveWire ya que necesita tener mejor tecnología.

La llamada generación de la postguerra en Estados Unidos, aquellos nacidos entre 1946 y principios de los años 60, se mantendrán como clientes importantes durante muchos años, apuntó Levatich en una entrevista en su oficina, donde trabaja de pie ante su escritorio. Harley apunta a este público al ofrecer modelos de tres llantas y con asientos más bajos, que son más fáciles de montar.

Pero, afirmó: “Para mí, el segmento más importante es el de adultos jóvenes: los entrantes. ¿Están los adolescentes sumándose a este deporte?”. El ejecutivo obtiene algunas pistas de las actitudes de sus hijos de 17 y 19 años. Levatich, que empezó a conducir motocicletas a los 8 años, les compró a sus hijos hace unos cuantos años una moto todoterreno y les enseñó a conducirla.

“¿Se entusiasmaron? No tanto como yo”, expresó, agregando que no los presionó. Cuando su hijo mayor, Sam, empezó en 2013 a estudiar en la Universidad de Yale, su compañero de dormitorio estaba anonadado de que el hijo de un alto ejecutivo de Harley no manejara una moto. Tras completar su primer año, Sam Levatich llegó a casa y obtuvo su licencia para manejar motocicletas.






El mercado de valores




Harley será más rigurosa a la hora de decidir en qué modelos invierte para actualizar motores y hacer otras renovaciones, apuntó el presidente ejecutivo. La prioridad serán aquellos que atraigan a los adultos jóvenes, las mujeres y las minorías, además de su público central: hombres mayores blancos. Algunas motos que atraen sólo al mercado central podrían desaparecer.

Levatich, que lleva 21 años en la empresa, tomó el volante el primero de mayo, 10 días después de que Harley disgustara al mercado de valores al divulgar un descenso en cuota de mercado en EE.UU. en el primer trimestre, un declive que atribuyó principalmente a los descuentos de sus rivales. El martes, su acción cerró en US$58,20, una caída de 11,5% en lo que va del año.

“Todo el mundo apunta a ellos”, anotó James Hardiman, analista de Wedbush Securities. Los rivales japoneses como Honda Motor Co., que se están beneficiando a medida que el dólar fuerte infla el valor en yenes de sus ventas en EE.UU., han rebajado los precios. Polaris Industries Inc. ha restaurado la marca de motocicletas Indian y está desarrollando su propia red de concesionarios.

Durante el primer trimestre de este año, Harley aún mantenía una imponente cuota de 51% del mercado estadounidense en el segmento de motocicletas pesadas, pero la cifra representó un declive frente a 56% de hace un año y un máximo de 58% en el último trimestre de 2013.

Levatich señaló que Harley les está comunicando a sus proveedores estadounidenses que deben ser “globalmente competitivos”, capaces de igualar los costos de los rivales extranjeros, a pesar del alza del dólar. Harley ya emplea partes importadas, incluyendo llantas, algunos frenos y suspensiones. Podría comprar más autopartes en el extranjero, dijo, pero no tomará decisiones apresuradas.

Harley fabrica algunas de sus nuevas motos modelo Street en India, un cambio para una empresa que durante mucho tiempo ha dicho que los clientes esperan que las Harley sean hechas en EE.UU. Esto se debe a que Asia probablemente se convierta en el mayor mercado para las motos Street a largo plazo, indicó. El modelo, lanzado el año pasado, ofrece motos más pequeñas y ágiles, diseñadas para viajes urbanos. Harley podría producir en un futuro otros modelos fuera de EE.UU. para proveer a mercados extranjeros, apuntó.

Durante los últimos seis años, las ventas de motocicletas en mercados fuera del estadounidense se han quedado estancadas en torno a un 32% del total de la empresa, pero incluso esa cifra marca un ascenso frente a 18% en 2004. Harley apunta a incrementar sus ventas internacionales con mayor rapidez que en EE.UU. conforme suma concesionarios en América Latina, China e India.

América Latina genera una pequeña porción del negocio global de Harley, con 11.652 unidades vendidas allí el año pasado, o 4% del total de la empresa. Brasil es el mayor mercado para Harley en la región, y la empresa ensambla algunos modelos en su planta de Manaos para evitar aranceles de importación. Harley cuenta con 55 concesionarios en 26 países latinoamericanos y del Caribe.

En Brasil, los concesionarios de Harley sirven espressos y pasteles los sábados por la mañana. Esto desarrolla un clima de comunidad entre los clientes de Harley, indicó Levatich: “Hablan entre sí, y salen a conducir: ah, por cierto, también compran cosas”.


El predecesor de Levatich, Keith Wandell, de 65 años, fue contratado por Harley en 2009 y ganó elogios por reducir costos y descartar marcas periféricos. Levatich, un ingeniero mecánico, se enfoca “más en los detalles”, cuando se trata de entender las motocicletas, dice Hardiman, de Wedbush.

deseos

Conocer nuestros deseos ocultos nos ayuda a invertir mejor


The Wall Street Journal. - ‎  ‎junio‎ de ‎2025
 Errores potencialmente devastadores
 Si les pregunta a los inversionistas qué quieren obtener de sus inversiones, la respuesta es obvia: ganancias. Obvio, sin embargo, no es lo mismo que cierto.

Dentro de nosotros radican deseos que no siempre expresamos y que a menudo ni siquiera estamos al tanto. Cuando tomamos decisiones sobre nuestro dinero, con frecuencia tratamos de satisfacer esos deseos emocionales ocultos, en lugar de buscar la mejor rentabilidad posible.

Sin embargo, no estar al corriente de tales deseos nos puede conducir a cometer errores potencialmente devastadores que nos pueden pasar factura tanto en el ámbito emocional como en el financiero.

Podemos comprar y vender acciones con frecuencia, y perder dinero en el proceso, porque es divertido, algo más parecido a un juego que a una sesuda planificación financiera. Por otra parte, nos podemos negar a asumir riesgos sensatos para mejorar nuestros retornos por temer a caer en la pobreza. También nos negamos a vender acciones cuyo valor se ha derrumbado porque nos aferramos a la esperanza de que en algún momento repuntaran y no queremos reconocer nuestra derrota. Por lo tanto, es importante reconocer nuestros deseos ocultos para tomar mejor decisiones y, en última instancia, conquistar las metas que necesitamos.

¿Qué estamos buscando? Hay tres tipos de beneficios a los que aspiramos en todos los productos y servicios, incluyendo los financieros: utilitario, expresivo y emocional.

Los beneficios utilitarios responden una pregunta: ¿cómo me afecta a mí y mi bolsillo? El beneficio utilitario de un vehículo, por ejemplo, es que nos transporta de un lugar a otro y el de una inversión es que aumenta nuestro patrimonio.

Los beneficios expresivos reflejan nuestros valores, gustos y estatus. Responden a la pregunta ¿qué dice acerca de mí, tanto para el resto como para mí? Conducir un Prius, o invertir en un fondo mutuo dedicado a las inversiones ecológicas, expresa responsabilidad medioambiental. Conducir un Bentley, o invertir en un fondo de cobertura, expresa un cierto estatus social.

Los beneficios emocionales son la respuesta a la pregunta ¿cómo nos hace sentir? Invertir en un fondo ecológico nos hace sentir virtuosos, mientras que hacerlo en un fondo de cobertura nos enorgullece.

Dejemos algo en claro: no hay nada malo en tomar decisiones por motivos expresivos o emocionales. Lo importante es estar al tanto de ellos y reconocer que acarrean un precio, a menudo uno muy alto, en la forma de mayores costos o una menor rentabilidad. Podemos incrementar la suma de nuestros beneficios si entendemos nuestros deseos, sopesamos las alternativas y tomamos una decisión inteligente. A continuación echamos un vistazo a las cosas a las que aspiramos y cómo comprender los deseos detrás de ellos.

Queremos jugar y, al mismo tiempo, superar al mercado

Muchas personas creen que pueden superar el desempeño de la bolsa si compran y venden acciones en forma constante. Presumen que esto arroja un mejor retorno que limitarse a colocar el dinero en un fondo indexado u otro vehículo que promete igualar el rendimiento del mercado.

Parte de esto proviene de un error clásico de exceso de confianza. Muchos asumen que jugar al mercado es como practicar tenis contra una pared en circunstancias en que, en realidad, hay un rival al otro lado de la red, en la forma de presidentes ejecutivos que mueven el mercado e inversionistas profesionales que aprovechan tales oscilaciones. Una encuesta entre operadores amateurs del mercado halló que 62% preveía superar el mercado durante los 12 meses siguientes.

No obstante, numerosos estudios han demostrado que los retornos de los inversionistas que transan activos con mucha frecuencia son, en promedio, inferiores a los de quienes sólo lo hacen en forma ocasional.

¿Por qué lo siguen haciendo? El corretaje de valores, al igual que el tenis, aporta beneficios expresivos y emocionales. Es entretenido jugar contra Novak Djokovic, aunque perdamos. En un sondeo, por ejemplo, los inversionistas holandeses mostraron que les importaban más los beneficios expresivos y emocionales que los utilitarios.

¿Cuál es la lección? No se engañe al pensar que puede ganarle al mercado (los beneficios utilitarios) y, al mismo tiempo, obtener los beneficios emocionales. Lo más probable es que el juego reduzca sus ganancias. Es importante no asignar más que dinero que pueda perder al juego, sin poner en riesgo su jubilación, educación o sus propiedades.

  
No queremos asumir pérdidas

 ¿Por qué los inversionistas venden las acciones que generan ganancias antes de tiempo y se aferran a las que generan pérdidas? La respuesta tiene principalmente que ver con nuestro deseo de obtener los beneficios emocionales del orgullo y de eludir los costos emocionales del remordimiento.

La compra de una acción marca un comienzo esperanzador. La colocamos en una cuenta mental, registramos su precio de compra de US$100 y esperamos cerrar la cuenta con una ganancia al vender la acción a, digamos, US$150. Pero el precio se desploma a US$40 durante el mes siguiente en lugar de aumentar a US$150. Pero es sólo una pérdida de papel y creemos que el precio se recuperará pronto. La cuenta mental sigue abierta, al igual que las esperanzas de transformar las pérdidas en ganancias.

Si la acción repunta y sube a US$150 nos sentimos orgullosos y la venta de la acción sella nuestras ganancias y magnifica nuestra sensación de orgullo. Las acciones suben y bajan por múltiples razones y el remordimiento no tiene que castigarnos con severidad si los precios caen, ni debemos felicitarnos por nuestra inteligencia si aumentan. Podemos superar nuestros errores y asumir nuestras pérdidas.

Queremos ahorrar para el porvenir y gastar hoy

La tarea de planificar la secuencia de ahorro y gasto durante nuestras vidas es abrumadora. Las tentaciones de gastar aparecen en todas partes, desde necesidades como alimentos y un techo hasta lujos como iPads, autos caros y grandes vacaciones. Gastar satisface nuestra necesidad de obtener beneficios utilitarios, expresivos y emocionales. No obstante, la insuficiencia de autocontrol frente a los deseos actuales de gasto puede conducir a errores conforme dejamos que el hoy deje de lado las necesidades del mañana.

Nada de esto es de extrañar. Es la fábula de la hormiga y el saltamontes. Es la historia de porqué tantas personas tienen una pensión insuficiente, si es que la tienen. Por obvio que sea, muchas personas no entienden las necesidades emocionales que las atrapan. Sin embargo, hay algunos mecanismos que nos ayudan. Los descuentos a nuestros salarios para aportar a nuestras cuentas de jubilación ayudan a controlarnos durante nuestros años en la fuerza laboral. Más adelante, la perspectiva de sufrir fuertes multas desincentivan nuestros deseos de retirar los fondos antes de tiempo.

De todos modos, esas protecciones no son perfectas, ni están disponibles para todos. Se necesita una contabilidad mental cuidadosa para elevar el autocontrol indispensable para resistir la tentación de gastar y promover el ahorro durante los años de trabajo y controlar el gasto durante la jubilación para que no se acabe el dinero. En nuestra contabilidad mental, colocamos los sueldos, dividendos e intereses en una cuenta de “ingresos” y los distinguimos de una cuenta de “capital”, donde están las acciones y los bonos. Podemos gastar el ingreso, pero no podemos tocar el capital.

Queremos ser ricos, pero tememos ser pobres

Se trata de dos impulsos relacionados, pero contradictorios, que nos llevan en direcciones muy diferentes. Querer ser ricos nos hace invertir la totalidad de nuestro portafolio en un puñado de acciones y boletos de lotería. El temor a la pobreza nos exhorta a invertir todo el portafolio en bonos soberanos. Resolvemos el conflicto interno entre estos dos deseos al equilibrar nuestros portafolios mentales con cuentas dedicadas a cada uno. Cometemos errores cuando dejamos que una cartera abrume a la otra.

Queremos estatus social

Con algunas inversiones, no solo esperamos alcanzar la riqueza, sino un estatus social elevado. Vehículos como los fondos de cobertura, el vino o el cine ofrecen a los inversionistas la esperanza de alcanzar prestigio, además de retornos substanciales. Los millonarios comunes y corrientes vuelan en aviones comerciales, aunque en primera clase, pero quienes invierten en fondos de cobertura sueñan con un mundo exclusivo de aviones privados que despegan a sus órdenes. Quienes financian películas, quieren que sus nombres aparezcan bajo el rótulo de “productor ejecutivo”. Lo que pocos saben es esas inversiones glamorosas raramente cumplen los objetivos utilitarios más prosaicos y sus beneficios expresivos son pasajeros, si es que se logran.

Sabemos, por ejemplo, que inversionistas astutos, como los gestores de fondos de cobertura, pueden derrotar al mercado, pero quienes creen que van a repartir sus ganancias con ellos se equivocan.




—Meir Statman es profesor de Finanzas de la Escuela de Negocios Leavey de la Universidad de Santa Clara.