Kangbashi, así son las ciudades fantasma de
China
BBC News - martes, 9 de
septiembre de 2014
Kangbashi tiene amplias avenidas,
enormes edificios, parques impolutos y gigantescos centros comerciales y
deportivos. Pero tiene una diferencia con las superpobladas ciudades chinas: le
falta la gente.
Situada en Mongolia Interior, en
el norte de China, tiene una capacidad para albergar a un millón de personas
pero tiene apenas 50.000: el vacío la ha convertido en una de las ciudades
"fantasma" de China.
Según Alistair Chan, de la
consultora Moody's Analytics, autor de "El efecto de un colapso del
mercado inmobiliario en China", Kangbashi es un ejemplo extremo de la
explosión inmobiliaria china.
"Las ciudades fantasmas han
sido uno de los mecanismos básicos de la modernización china", le dijo a
BBC Mundo.
"El problema con Kangbashi
–añade– fue una mala planificación en términos de la demanda que iba a haber en
un lugar tan aislado. Es una clara muestra de los problemas que surgen con este
tipo de urbanización planificada".
Un fantasma en el desiertoKangbashi
está en medio de las estepas de Mongolia, a unos 23km de Dongsheng, capital de
Ordos, una de las 12 zonas de la región.
Apodada la "Texas
china", el interés por Ordos se disparó a principios de siglo con el
descubrimiento de carbón, gas natural y las materias primas conocidas como
"tierras raras", cruciales para la industria.
Gracias a esta riqueza, Ordos
pasó a ser una de las regiones más prósperas con un Producto Interno Bruto
(PIB) superior al de Corea del Sur.
Con la bonanza, las autoridades
decidieron en 2003 la construcción de una nueva ciudad, Kangbashi, a un costo
que superó los US$160.000 millones.
Con abundantes reservas de agua,
un bien escaso en la capital regional Dongsheng, se calculó que Kangbashi
actuaría como una ciudad satélite que atraería a residentes capitalinos y
captaría el masivo interés de otras regiones en un país que tiene más de 200
millones de migrantes internos.
La diferencia entre los actuales
50.000 y el millón de personas que pueden vivir en la ciudad apuntan a un
cálculo estrafalariamente optimista, reflejado en el ambiente entre inquietante
y fantasmal que producen esas largas avenidas sin gente.
Sin embargo, el encargado de
relaciones públicas de la ciudad, Chai Jiliang, insistió ante el periódico
China Daily que todo forma parte de un plan estratégico.
"Cuando comenzamos con la
edificación en 2006, calculamos que la ciudad tendría unos 300.000 habitantes
para fines de 2020. Estamos en camino. El problema es que los medios de
comunicación no tienen mucha paciencia", señaló.
Ciudades y distritos
fantasmasKangbashi está lejos de ser la única ciudad fantasma de China.
En 2013 se construyeron unas 20
ciudades y distritos fantasmas con el lema "construyamos primero que se
habitarán después".
Las "Zonas Económicas
Especiales" con que Deng Xiao Ping lanzó hace más de 30 años el proceso de
apertura económica fueron en un primer momento localidades semi-fantasmales,
como Shenzhen, una ciudad de pescadores que en pocos años se convirtió en un
gigantesco centro urbano exportador e importador.
Desde entonces, con el modelo de
Shenzhen se procedió a una acelerada urbanización en la que unas 500 millones
de personas pasaron a vivir en ciudades.
El distrito de Pudong, en
Shanghái, que tiene hoy más de cinco millones de personas, fue construido en
los noventa y permaneció tan vacío como Kangbashi antes de convertirse en un
polo financiero y comercial.
Algo similar ocurrió con el Nuevo
Distrito de Zhengdou, con una superficie comparable a la de San Francisco, que
actualmente tiene más de dos millones de personas.
Pero junto a estos proyectos
aparecen caprichos arquitectónicos como la "Manhattan china", una réplica
del distrito de Nueva York en una zona pantanosa de la norteña Tianjin o la
"Thames Town" de Shanghái, imitación de una típica ciudad inglesa,
ambas hoy semidesiertas.
La burbuja inmobiliaria
Con la creciente prosperidad
china y la aparición de una clase media urbana que numéricamente supera a la
población de Estados Unidos, el sector inmobiliario se convirtió en una fuente
de especulación financiera, estimulada por el hecho de que la tierra pertenece
al Estado y su venta es uno de los pilares presupuestarios de municipios y
gobernaciones.
A este cóctel se le añadió el
masivo programa de inversión que China lanzó en 2008 para eludir la recesión
mundial.
La burbuja inmobiliaria
resultante sirvió para sostener el crecimiento económico, pero viene dando
señales de agotamiento, como indicó al diario español El País Gary Liu,
director ejecutivo del Instituto Internacional Lujiazui.
"El modelo de crecimiento de
los últimos 30 años está acabado. Estamos en un punto de inflexión que se
caracteriza por un exceso de oferta en el mercado y por el apalancamiento de
las empresas", indicó.
Ese exceso de oferta se ve en la
caída de las ventas inmobiliarias que entre enero y mayo bajaron más de un 10%.
En junio esta caída abarcó a 71
de las 100 ciudades que estudia el Sistema de Indice Inmobiliario de China.
Y no se trata únicamente de
"ciudades fantasmas": en la capital Pekín la caída fue del 34,8%.
"La peculiaridad de
Kangbashi es que mucha gente compró una segunda casa convencida de que se
estaba creando un nuevo centro económico. Como esto no sucedió, ha habido una
fuerte caída de los precios", señaló a BBC Mundo el analista de Moody's
Analytics.
Reacción gubernamentalEl gobierno
central ha intentado ajustar las tuercas en el sector financiero-inmobiliario
para que no se produzca un aumento desmedido de préstamos incobrables que,
según algunos cálculos, podrían ya sumar unos US$3 billones, una tercera parte
del PIB chino.
Pero al mismo tiempo anunció en
marzo el "Nuevo Plan de Urbanización Nacional 2014-2020" por un costo
de US$7 billones que contempla un incremento de la población urbana de un 8%.
clic Lea también: El ambicioso
megaplan de urbanización china
No sorprende. Según Zhang Zhiwei,
economista chino de la consultora Nomura, cada seis puntos de caída en la
inversión inmobiliaria se pierde un 1% del crecimiento del PIB.
Según los críticos del modelo
chino, la economía es tan adicta al crédito y la burbuja como la de Estados
Unidos de la "subprime".
Impertérrito, el gobierno ha
dejado en claro que la urbanización seguirá adelante porque "es un
poderoso motor para el crecimiento económico a un ritmo sostenible"
En otras palabras, habrá más
ciudades y distritos fantasmas y Kangbashi tendrá todo el tiempo del mundo para
que lleguen los cientos de miles de residentes que necesita para convertirse en
una ciudad más similar al resto.
Mientras tanto, sus habitantes
gozan de beneficios inhallables en otras urbes como pasajes gratis de autobús,
rentas por el suelo y cuentas subsidiadas de gas.
A esto se añade un lujo
extraordinario, como comentó Ye Qiu, una migrante de la provincia sureña de
Guangzhou, al periodista de Vagabondjournet, Wade Shepard.
"Acá toda la gente se
conoce. En Guangzhou, hay demasiada gente, un tráfico insoportable. Me encanta
la frase 'no hay mucha gente'".
No hay comentarios:
Publicar un comentario