No, los emprendedores no son
adictos al riesgo
Forbes - viernes, 19 de
septiembre de 2014
Si crees que para abrir tu propio
negocio necesitas estar un poco loco o tener un plan a prueba de fallos,
necesitas leer esto.
¿La mayoría de los emprendedores
son imprudentes adictos al riesgo que apuestan los ahorros de su vida a una
aventura corporativa? ¿Sus acciones son producto de los mismos impulsos que
orillan a los apostadores a arriesgar millones en la ruleta? Todo lo contrario,
dice un nuevo artículo de John Morgan, un profesor de estudios empresariales en
la Haas Business School de la UC Berkeley. En su lugar, afirma, la mayoría de
los emprendedores están motivados por lo que él llama “aversión a la pérdida”,
es decir, el miedo a perder el equivalente del salario que tenían en su último
empleo de tiempo completo, así como el prestigio y las perspectivas de futuro
que vienen con el puesto. Ese temor está directamente relacionado con la
cantidad de esfuerzo que el emprendedor típico pone en un nuevo negocio.
Morgan dice que sintió la
necesidad de escribir el artículo porque tenía dudas sobre el prejuicio de que
los emprendedores son personas con exceso de confianza. Él también puso en duda
la idea de que los emprendedores tienen un gusto distinto por el riesgo que la
mayoría de la gente. “El amor al riesgo no motiva a los emprendedores en
absoluto”, dice.
Otra de sus motivaciones fue un
ensayo empírico producido por un estudiante graduado de Haas en 2012, que
examinaba porqué algunos agentes de bienes raíces entran al negocio solos y
porqué otros se unen a empresas establecidas. En lugar de un apetito por el
riesgo, las elecciones de los corredores de bienes raíces “se guiaron por sus
antecedentes académicos y laborales, y el grado en que tenían otras
oportunidades de trabajo. Resultó que los agentes de bienes raíces
independientes no eran jugadores empedernidos, sino más bien personas con un
buen historial laboral y que estaban haciendo una apuesta razonable por tener
éxito en una nueva vocación. Muchos agentes de bienes raíces independientes son
mujeres que tuvieron carreras exitosas antes de tomarse un tiempo para criar a
sus hijos. Cuando entran al negocio por sí mismas como agentes de bienes
raíces, en vez de apostar están haciendo una suposición razonable basadas en
sus resultados anteriores.
Para Morgan, Mark Zuckerberg y
Bill Gates no son ejemplos de personas que arriesgaron sus medios de vida por
ideas no probadas. Más bien se trata de hombres inteligentes que tenían una
idea con gran potencial que había sido validada, para empezar, por el hecho de
que lograron entrar a Harvard. En opinión de Morgan, fueron impulsados en
gran medida por el conocimiento de que tenían un gran potencial de ingresos si
terminaban la escuela y conseguían un trabajo en el sector tecnológico. En
otras palabras, su motivación se produjo menos por las ganas locas de hacer
apuestas en la mesa de blackjack y más por el hecho de que son personas
talentosas e inteligentes que sabían que tenían una buena oportunidad de éxito.
“Nuestro estudio indica que
mientras más atractivos sean tus prospectos al volverte emprendedor, más duro
trabajarás y tendrás más probabilidades de éxito”, dice Morgan. “La aversión a
la pérdida es algo así como el miedo al fracaso. Si pasó algo muy, muy bueno,
tendrá una influencia enorme en la manera en que se comportan.”
¿Cuál es el mensaje para los
aspirantes a emprendedores? Hay dos, dice Morgan: “Uno es que no tienes que ser
diferente para ser emprendedor. Si no sientes el llamado al emprendimiento no
hay razón para abandonar tu carrera.” Al mismo tiempo, si tu carrera ha sido
mediocre hasta la fecha, hay una buena probabilidad de que una aventura
empresarial no tenga el éxito que esperas. “Si tienes malos prospectos fuera
del mercado laboral, tus prospectos en el mercado empresarial tampoco serán muy
atractivos.”
Morgan coescribió el artículo
junto a su ex alumna Dana Sisak, quien es ahora profesora asistente de Economía
en la Universidad Erasmus, en Rotterdam.
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