Y tú, ¿eres víctima del #YOLO
financiero?
Forbes miércoles,29 de julio 2015
Piensa en tu última compra:
¿cuánto tardaste en pasar la tarjeta o soltar el efectivo?, ¿reflexionaste
antes para diferenciar entre necesidad y capricho?, ¿comparaste o te fuiste
directamente por la primera opción? Si tardaste menos de 5 minutos en pagar, ni
la pensaste, y fue el único artículo que viste, entonces se trató de una compra
por impulso, síntoma clásico del #YOLO financiero.
El estilo de vida YOLO (you only
live once o sólo se vive una vez) es el preferido de los millennials, y se
caracteriza por la evasión del futuro y un comportamiento hedonista. Muchas de
sus peores decisiones (financieras y no) son justificadas, entre broma y broma,
con un “Pues equis, #YOLO”.
Por supuesto, esta mentalidad no
surgió de la noche a la mañana. Los millennials crecieron con padres a quienes
les inculcaron el “compre ahora, pague después, ahorre si puede”. Si a esto le
añadimos los más y mejores gadgets que salen al mercado cada año y el
sinsentido de generar devoción a la marca más que al producto en sí, obtenemos
una generación que se endeuda por cosas que no necesita persiguiendo una idea
que cambia constantemente y que, entonces, jamás logrará alcanzar.
Las víctimas del #YOLO financiero
son los preferidos de los bancos. Éstos saben que cederán ante cualquier
capricho sin importarles cuánto pagarán ni al momento ni después. Las tarjetas
de crédito son peligrosas para este perfil de comprador, porque les dan la
posibilidad de adquirir productos que no pueden pagar con dinero que no tienen;
de esta manera, están “viviendo al máximo”, sin tomar en cuenta las
consecuencias financieras que sus acciones tendrán en el futuro.
Los millennials que tienen esta
ideología, pero no se endeudan, podrán decir: “Puedo pagar perfectamente la
cuenta de este restaurante con lo que gano al mes, sin necesidad de pasar la
tarjeta de crédito”, pero si no están destinando un porcentaje de su sueldo a
un fondo de emergencia, a su fondo para el retiro, o simplemente aún cuentan
con alguna deuda, no deben pagar 500 pesos por una cena tres veces a la semana.
¿Ahorro para el retiro? Para los
que aplican el #YOLO financiero, eso no existe. Dado a que la mayoría se
encuentra en sus veinte, lo último que les cruza por la mente es el punto de su
vida en el que querrán dejar de trabajar (al alcanzar los 50 o 60 años), y no
podrán. ¿Por qué? Por las deudas por pagar y los gastos del día a día.
Si te identificas con uno o más
de los comportamientos previos, siento decirte que eres víctima del #YOLO financiero.
Tenemos que darnos cuenta de que no podemos tenerlo todo cuándo y cómo lo
queremos, aun si, efectivamente, sólo se vive una vez. La perspectiva correcta,
más allá de contemplar al ahorro como un sacrificio, es verlo como lo que es:
una inversión. Toda persona, independientemente de la generación a la que
pertenezca, tiene que saber que para ser de verdad financieramente estable se
necesitan tres cosas: un fondo para el retiro, un fondo de emergencias y saber
solventar tus gastos con menos de lo que ganas. Hay que estar conscientes de
que ser financieramente estable es necesario mientras se viva, sin importar si
sólo se vive una vez, ¿o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario