https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

martes, 21 de julio de 2015

internet

Cómo influye internet en la política y comunicación de gobierno


Forbes  - ‎martes‎, ‎21‎ de ‎julio‎ de ‎2015
 En los tiempos actuales, la comunicación ocupa un papel fundamental para escuchar, evaluar, compartir y sentir a las audiencias, así que darle significado a la relación entre el gobierno y los internautas es una prioridad irrenunciable.

Internet es, sin duda –hasta ahora–, el medio que más dramáticamente alteró el sentido, alcance, gravedad y ritmo de las crisis en los medios de comunicación para los actores políticos.

Entre los factores más relevantes que demuestran la influencia creciente de la red en política destacan:

La red ha generado un mayor empoderamiento del ciudadano. Prácticamente cualquier persona es potencialmente un reportero si cuenta con los instrumentos básicos y la cobertura de red para generar información a través del canal más rápido de maneras entretenidas, novedosas, dramáticas e impactantes. Hasta los medios establecidos tuvieron que alterar sus formatos, contenidos y estilos para adaptarse, fusionarse y mantenerse al corriente de tales tendencias.

Ante los eventos desafortunados, incidentes, escándalos de corrupción y frecuentes desaciertos en el manejo de la imagen y protocolos resulta sorprendente la pasividad, desinterés e incapacidad mostrada por diversas áreas del gobierno para atender los efectos negativos de las crisis resultantes.

Aunque los efectos negativos en la percepción ciudadana son evidentes, las respuestas se apegan a los formatos obtusos y tradicionales: silencio e indiferencia, el comunicado o la conferencia de prensa, las explicaciones ridículas e inverosímiles, frases simplistas, el ocultamiento, la distracción y la espera del olvido ciudadano.

Los gobiernos de avanzada saben que responder a una crisis en redes sociales depende de mantener ideas novedosas, contenidos diversos y riqueza de imágenes en blogs, podcats, RSS feeds, fotos, videos y enlaces a recursos significativos. El uso de la red en materia política incluye la conexión, interdependencia y retroalimentación entre ideas, políticas públicas, posiciones, nuevas formas de expresión y las personas concebidas como usuarios de servicios públicos, electores, simpatizantes, opositores y/o críticos.

En los tiempos actuales, el liderazgo político debe coincidir, o al menos acercarse, al liderazgo comunitario en redes; las cualidades de dirección, capacidad de influencia, reputación, cercanía y fortaleza deben mostrarse efectiva, mediática y virtualmente.

Perder la batalla en redes sociales es consecuencia de la insistencia, oblicuidad y amaurosis de quienes desarrollaron un personaje en lugar de potenciar la personalidad y carácter de un actor político; de quienes no informan a detalle y de manera imparcial y autocrítica a sus clientes; aplicando principios de telenovela que nunca podrán imponerse a una realidad cotidiana.

El poder político es contundente: no admite ensayos; aplasta a quienes no lo merecen; consume la energía y vitalidad del actor cuando no puede ejercerlo; la expectativa ciudadana desgasta y reduce el margen de maniobra del líder si éste no da muestras de su vigencia.

Si el poder no puede comunicar con contundencia, merma, reduce y finalmente se vuelve en tu contra o se extingue. Es un absoluto: se tiene o no se tiene; no admite mediocridad ni conformidad. Es soberano, nadie igual a ti en lo interno y nadie superior en lo externo. Como en la física, si pierdes tu espacio en medios, otro actor lo ocupará desplazándote; tus silencios y ausencias los llenarán otros en tu nombre.

El celo del poder requiere de permanente atención; no cuenta ni con escenarios, risas o aplausos grabados; no es un formato de pantalla que puede dejar de lado el contexto ni la coyuntura; no se ajusta a un script; es imprescindible contar con habilidades y capacidades, y demostrarlas diariamente; la realidad política la ven todos, no sólo los que prefieren un canal o una serie, por lo que sus reacciones no pueden ser controladas, y si tienen coraje e ira, nadie puede pedirles que se lo guarden.

La red es caótica, multidireccional, libre, independiente e informal, y como una moderna hidra, hay que saber entenderla. La expectativa ciudadana no es de un final feliz, sino de resultados concretos, tangibles, sostenibles. La política pública no es una ocurrencia; el impacto de un programa social no se mide en rating sino en estadísticas claras y precisas. El respeto del ciudadano hay que ganarlo, merecerlo y mantenerlo; hace falta autoridad moral para ejercer influencia, tener credibilidad y sumar voluntades. El líder político es un motivador; su estado de ánimo, sus actitudes, sus comportamientos y el respeto a las normas influyen en los atributos que la gente le concede y en las reacciones que genera.


Las instituciones de la República se sostienen por la vigencia de sus principios, la legitimidad de quienes las encabezan, y por el ejercicio democrático de los derechos y obligaciones incorporadas en ellas. En una democracia moderna, la comunicación ocupa un papel fundamental para escuchar, evaluar, compartir y sentir a las audiencias; darle significado a la relación entre el gobierno y los internautas es una prioridad irrenunciable.

No hay comentarios: