Cosas que hacer en sus 20 y 30, para no
arrepentirse en sus 50
Finanzas Personales - lunes,
20 de julio de 2015
La responsabilidad y la libertad
pueden ser cosas que se contradigan cuando se piensa en “arrepentirse o no”.
Muchas personas pueden tener el pensamiento y decir “prefiero hacerlo y saber
que la embarré, a haber dicho que nunca lo intenté”, mientras que otros sencillamente
tienen la habilidad de reconocer cuándo es necesario decir “no”.
Sea lo que sea (y para cualquier
momento de la vida), cuando se trate de temas financieros la cosa se puede
complicar, porque es algo que puede poner en riesgo una estabilidad y un
futuro. Por ejemplo, no haber comprado una casa por pensar en que no alcanzaría
a pagarla o no haber pagado sacado ese documento para haber aplicado a una beca
que le hubiera cambiado la vida.
Los arrepentimientos comunes
En fin, pueden suceder muchas cosas.
Y es por eso que si muchas personas pudieran devolver el tiempo atrás y
hablarse a sí mismos, lo harían.
•No viajar por el mundo
O al menos, al país que toda su
vida quiso conocer. En la muchos de los participantes coincidieron que era algo
que se tenía que hacer y que no se fijara en el dinero para ello ya que, a
veces al pensar en los tantos “peros” deja de buscar alternativas que le
resulten económicas.
Incluso, algunos participantes
también consideran que endeudarse para esto puede valer la pena pues, como se
ha hablado varias veces en FP, las experiencias que dan felicidad más que
gastos, son inversiones.
•No estudiar
Y peor aún, no estudiar lo que
realmente le interesaba. Claro, todo puede costar y todo puede salir muy
costoso, más cuando su familia o su trabajo no le dan las facilidades para
poder costearse lo que quiere pero, si se pone a pensar, todo puede ser
cuestión de organización.
Por un lado, con el ahorro. Si
bien no pudo estudiar cuando tenía 20, ¿por qué no hacerlo cuando tenga 30?
Diez años pueden ser suficientes para que, de a pequeñas cuotas, vaya
acumulando el dinero necesario para hacer los estudios en lo que realmente le
gusta.
O si decide asumir el riesgo,
endeudarse no puede resultar tan malo. Al fin de cuentas, si lo hace con el
objetivo de tener un mejor trabajo u oportunidad laboral, pronto recuperará el
dinero para pagar la deuda. Lo importante es asesorarse bien y ser consciente
hasta qué punto endeudarse.
•Depender de sus padres
Esto es no querer asumir su vida
por su propia cuenta. Y eso le puede pasar una grande factura a futuro, ya que
para cuando tenga que vivirla, otros ya lo habrán hecho y tendrán grandes
ventajas sobre usted, tanto a nivel profesional como a nivel personal.
Dejar que sean ellos siempre que
respondan por sus cuentas o que usted no se haga cargo de compartir
responsabilidades financieras, le resta una experiencia de vida muy importante
que le permite tener un éxito a futuro con su dinero.
•Gastar por aparentar
Es común y, en un inicio, puede
aceptarse. Pero si con el paso de los años sigue endeudándose para mostrar lo
que no puede costear o simplemente para subir fotos en sus redes sociales, algo
está fallando. Por un lado, en su presupuesto y en su historia crediticia esto
lo puede afectar gravemente, restándole oportunidades de ahorro y de tener un
buen reporte.
Pero por otro lado también
implica que usted no está disfrutando su propia vida y no se acepta tal como
es, con sus condiciones actuales. Pretender lo que no es resulta algo
desgastante e insostenible con el paso del tiempo y lo único que logra es dañar
su imagen.
•Pedir prestado algo que no puede
pagar en 20 años
Los expertos de si bien las
deudas pueden ser algo con lo que tiene que aprender a vivir, lo importante es
saber cuándo tomarlas. Y para no arrepentirse, también debe verificar las
razones por las que lo hace, si realmente vale la pena.
Esto incluye, especialmente,
deudas hipotecarias y estudiantiles. Si usted no es capaz de pagarlas en los
próximos 20 años, realmente no vale la pena tomarlas, porque entonces no tendrá
tiempo para pensar en el ahorro y en su jubilación.
•No saber equilibrar el ahorro y
el gasto
Finalmente, esto se trata de que
con el paso del tiempo y aprendiendo de los errores, usted sepa cuándo puede
darse gustos, apretándose un poco, pero también cuándo decir “no”, para lograr
ahorrar. Hay gente que se va siempre a alguno de los dos extremos y eso los
imposibilita vivir experiencias que realmente sirvan en su vida.
Money Under 30 dice que la clave
de eso es simplemente tener un plan del futuro claro: si sabe que en 10 años
quiere tener su casa propia, se proyecta para eso y quizás aprovechará más bien
las primas de trabajo para hacer el viaje que quiere.
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