Las diez ciudades del mundo que más habrán
crecido en 2025
Infobae - julio de 2015
Las diez ciudades que más van a crecer en los
próximos diez años probablemente resulten desconocidas para el público general.
Si se considera sólo las urbes de al menos un millón de habitantes, la que
tendrá el mayor engorde poblacional es Uagadugú, capital de Burkina Faso.
Las 2.741.128 personas que viven hoy allí
pasarán a ser 4.732.362 en 2025, según el informe Perspectivas Mundiales de
Urbanización 2014, que actualiza la ONU cada año. El crecimiento estimado será
del 73 por ciento.
En segundo lugar está Dar es Salam, la ciudad
más poblada de Tanzania. La población se incrementará un 68%, de 5,1 millones a
8,6. Completa el podio Bamako, capital de Malí, con un 66% de crecimiento.
Siguen Abuya, Nigeria (66%); Huambo, Angola
(64%); Samut Prakan, Tailandia (62%); Mogadiscio, Somalia (61%); Batam,
Indonesia (61%); Port Harcourt, Nigeria (60%); y Niamey, Níger (60%).
Con la excepción de Samut Prakan y Batam, el
resto son metrópolis africanas. Y salvo una, ninguna supera los 5 millones de habitantes.
Como muestra el segundo gráfico, África es y
seguirá siendo en las próximas décadas el continente con menor tasa de
urbanización. Pero es el que más rápido está creciendo, y poco a poco acorta
las distancias con los otros. En 1950, apenas el 14% de la gente vivía en
ciudades, en la actualidad la proporción se elevó hasta el 40%, y las
proyecciones indican que hacia 2050 llegará al 56 por ciento.
"La población urbana aumenta en todas las
zonas del mundo. A diferentes ritmos, claro. En aquellas zonas que ya presentan
altos niveles de urbanización, como Norteamérica, América Latina y el Caribe, y
Europa, hay poco margen para que crezca mucho más. En Asia y África, en cambio,
es donde se concentrará gran parte del incremento en los próximos años",
explica Antonio López Gay, investigador del Centro de Estudios Demográficos de
la Universidad Autónoma de Barcelona, consultado por Infobae.
Si se analiza ese período de 100 años, América
del Norte se mantuvo siempre como el subcontinente más urbanizado. Comenzó en
64% y terminó en 87. Latinoamérica, en cambio, experimentó un crecimiento
explosivo en la primera mitad, en la que escaló desde 41 hasta 75%, y un
amesetamiento en la segunda, llegando al 2050 con una proyección de 86 por
ciento. Algo similar ocurrió con Asia, que arrancó en apenas 18%, muy por
debajo de la media mundial (30%) y casi al nivel de África, para alcanzar al
final del recorrido un 64%, sólo dos puntos menos que el promedio general.
Europa se mantuvo y se seguirá manteniendo como
la tercera región en términos de urbanización. En 1950 estaba en 52% y cien
años más tarde se ubicará en 82. El caso más curioso es el de Oceanía, el único
continente que, tras un crecimiento similar al del resto del mundo, a partir de
1975 atravesó un proceso de leve despoblamiento urbano. Ese año llegó a un pico
de 72%, que se redujo entre uno y dos puntos en las décadas siguientes. Y así
se mantendría hasta 2035, cuando volvería al 72 por ciento. En 2050 las
estimaciones de la ONU sitúan a Oceanía en un 74 por ciento.
Causas de la urbanización en el mundo
"Hay causas económicas y sociales. Las
actividades dominantes tras el proceso de modernización iniciado con la
Revolución Industrial, como son en un principio la industria y, en la
actualidad, el comercio y los servicios, tienden a concentrarse en áreas
urbanas. Ello es así porque en las ciudades se encuentra el mayor número de
consumidores, y porque es más fácil hallar proveedores y clientes en la cadena
de producción. También es más fácil conseguir trabajadores, en cantidad y en
perfiles específicos", explica Juan Antonio Módenes Cabrerizo, también
investigador del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de
Barcelona, en diálogo con Infobae.
"Otros factores son sociales. En la ciudad
las personas encuentran más oportunidades de llevar a cabo sus proyectos
vitales, sean laborales o familiares, por lo que han atraído históricamente,
incluso antes de la Revolución Industrial, un flujo neto positivo de
migrantes", agrega.
Para López, este fenómeno de incremento
incesante de la población urbana es atribuible a tres grandes razones. La
primera son las migraciones, esencialmente del campo hacia la ciudad. "Por
una parte -dice-, tenemos la migración interna, sobre todo el éxodo rural, un
proceso que se experimenta sobre todo en los países en expansión. Los más ricos
ya conocieron estos procesos en el pasado. Por otra parte, también es
importante destacar el papel de la migración internacional, que tiene como
destino preferente los ámbitos urbanos".
En segundo lugar está el crecimiento vegetativo
o natural de la población, es decir, el aumento de los nacimientos a un ritmo
más acelerado que las defunciones. "Se da en los países de menor PIB per
cápita -continúa el académico. En estas ciudades, la población presenta una
estructura de edad todavía joven, por tanto, nacen más personas de las que
mueren. En los países de mayor PIB el crecimiento natural no explica el
incremento, porque tienen estructuras por edades más envejecidas y la
fecundidad es baja".
La tercera causa es que zonas rurales alcancen
un estatus urbano, lo que convierte a los pueblos en ciudades.
Estadísticamente, esto supone un avance del proceso de urbanización. Un
municipio de 9.000 habitantes es considerado rural, pero si pocos años después
supera los 10.500 pasa a ser urbano.
¿Cuáles son hoy, en 2015, las ciudades más
pobladas del mundo?
El ranking lo encabeza Tokio, con la pasmosa
cifra de 38 millones de habitantes, equivalente a un país de mediano a grande.
En segundo lugar, bastante lejos, se ubica Nueva Delhi, capital de India, con
25,7 millones. Y tercera está Shanghái, la gran metrópoli china, con 23,7
millones.
La lista continúa con San Pablo, Brasil (21,1);
Bombay, India (21); Ciudad de México (20,9); Pekín, China (20,4); Osaka, Japón
(20,2); El Cairo, Egipto (18,7); y Nueva York, Estados Unidos (18,6).
Estos datos corroboran la fuerza exorbitante
del crecimiento poblacional y urbano de Asia en los últimos 65 años: seis de
las primeras diez ciudades son asiáticas. Después hay un representante de
África y, curiosamente, sólo uno de Norteamérica, la región más urbanizada del
planeta.
San Pablo y México DF son la evidencia de la
masiva y sostenida mudanza de personas del campo a la ciudad en América Latina,
que en 1950 era la cuarta región, cómoda, que desde los 90 pasó a ser la
segunda, y que en 2015 está al nivel de su vecina del norte.
América Latina y el Caribe
Los datos de la ONU para este año indican que
el 86% de los latinoamericanos vive en aglomeraciones urbanas. Como en todos
los ámbitos, lo que prima en estas tierras es la heterogeneidad, que puede
alcanzar niveles impensados.
En un extremo está Uruguay, donde el 95,3% de
la población habita en ciudades. Y en el opuesto está Guyana, cuya proporción
es de apenas 28,6 por ciento.
Otros dos países se ubican por debajo de la
media mundial actual: Belice, con 44%, y Guatemala, con 51,6. Después hay un
lote apenas por encima: Honduras (54,7%), Jamaica (54,8%), Haití (58,6%),
Nicaragua (58,8%) y Paraguay (59,7%).
Con la excepción de Guyana y Paraguay, que son
sudamericanos, el resto pertenecen a Centroamérica y el Caribe. No es casual,
dado que es la subregión menos desarrollada.
Cinco naciones están en un nivel intermedio:
Ecuador (63,7%), Suriname (66%), Panamá (66,6%), El Salvador (66,7%) y Bolivia
(68,5%). Y los doce restantes se encuentran en una fase de concentración urbana
muy avanzada: Colombia (76,4%), Costa Rica (76,8%), Cuba (77,1%), Perú (78,6%),
República Dominicana (79%), México (79,2%), Brasil (85,7%), Venezuela (89%),
Chile (89,5%), Argentina (91,8%), Puerto Rico (93,6%) y el ya mencionado caso
de Uruguay.
Las ciudades más pobladas son, obviamente, San
Pablo y México, las únicas que están en el top ten global. Otras dos aparecen
entre las primeras 20: Buenos Aires, capital de Argentina, con 15,1 millones de
habitantes; y Rio de Janeiro, Brasil, con 12,9.
Siguen Lima, Perú (9,9); Bogotá, Colombia
(9,7); Santiago de Chile (6,5); Belo Horizonte, Brasil (5,7); Guadalajara,
México (4,8); y Monterrey, también en México (4,5).
¿Cuáles son las ciudades latinoamericanas que
más van a crecer en los próximos diez años? En primer lugar, Guatemala, capital
del país homónimo, que tendrá un incremento poblacional de 36 por ciento.
Completan el podio Puerto Príncipe, Haití, con 31%; y Santa Cruz, Bolivia, con
30.
Cierran Tegucigalpa, Honduras (27%);
Cochabamba, Bolivia (25%); Santo Domingo, República Dominicana (23%); Ciudad de
Panamá (22%); Asunción, Paraguay (22%); Querétaro, México (21%); y
Florianópolis, Brasil (20%).
Como ocurre con África a nivel mundial, cinco
de las que más van a crecer están entre las naciones con menor población urbana
de la región.
Cuando el exceso de población se convierte en
un problema
"Desde el punto de vista del demógrafo, es
la velocidad del crecimiento lo que puede acarrear más problemas. Un proceso
más pausado permite identificar antes los problemas, medirlos bien y prever su
evolución futura, lo que facilita la planificación urbana y social. Un
crecimiento acelerado en sociedades poco igualitarias tiende a magnificar los
problemas de segregación y polarización", apunta Módenes.
"Hay retos asociados a la composición
sociodemográfica -dice López-, por ejemplo, la segregación de la población y la
aparición de barrios de concentración de colectivos de categoría socioeconómica
baja y vulnerable, muchas veces de nacionalidad extranjera. En el otro extremo
de la pirámide social, se concentran los sectores de rentas medias y altas. Es
el caso de la gentrificación o elitización de determinados barrios, que a
menudo supone la marcha de las clases más bajas, debido a la revalorización de
las propiedades. Esto genera una polarización territorial que, en mi opinión,
se debería tratar de paliar".
"En las ciudades de los países con menor
PIB per cápita -continúa-, encontramos otro tipo de problemas, mucho más
asociados a las condiciones de vida de la población que allí reside".
Primero, la pobreza urbana: más de 500 millones
de personas ganan menos de un dólar al día. Segundo, viviendas inadecuada, sin
acceso a servicios elementales: más de 1.000 millones de habitantes urbanos
viven en casas sin condiciones mínimas, por la proliferación de barrios de
autoconstrucción. Según Unicef, hay alrededor de 200 millones de habitantes de
ciudades sin acceso a agua corriente.
Tercero, los enormes problemas de movilidad y
transporte, que se deben a que el crecimiento tan rápido ha traído consigo un
aumento muy intenso del parque automotor. En general, la red de transporte
público es insuficiente y las calles colapsan.
"A menudo se mencionan los problemas
ecológicos y medioambientales de la ciudad, en términos de contaminación,
despilfarro de recursos, etc. Creo que muchos de los males que se atribuyen a
la ciudad son de hecho atribuibles al estilo de vida contemporáneo, que sin
duda nació en la urbe, pero ahora mismo no se limita a ella. Es más, si revirtiéramos
la tendencia dispersando a la población en el medio rural, pero sin que variase
su estilo de vida, el impacto ecológico sería mayor", concluye Módenes.
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