Los peligros de
la internet profunda
ABC - julio de 2015
Más allá de lo conocido, existe una cara de
internet desconocida. Y peligrosa por las actividades que allí se permiten.
Adentrándose en las profundidades de este mar de conocimientos, miles y miles
de páginas web desconocidas no suelen indexarse en los principales motores de
búsquedas como Google, Bing o Yahoo. Y se destapa la caja de los truenos. Deep
Web -internet profunda- es la parte de internet que no forma parte del internet
superficial, o mejor dicho: que es invisible para los motores de búsqueda ya
que el contenido de ésta no está indexado.
Pero, ¿qué quiere decir esto del contenido «no
indexado»? Se refiere a todo el contenido que es inaccesible desde los
buscadores convencionales de internet por diferentes motivos, como tratarse de
páginas y sitios webs protegidos con contraseña, documentos en formatos no
reconocibles o contenidos que requieren interrogar a su base de datos para
poder acceder a la información.
El término Deep Web puede evocar una concepción
errónea de lo que realmente es, pues los automatismos de nuestro cerebro
asocian profundo con ilegal. Nada más lejos de la realidad, dentro de la Deep
Web se desarollan actividades ilegales, pero este sector es más conocido como
el lado oscuro de internet, y para acceder a él es necesario usar un servidor
intermediario (proxy).
El problema, dicen los expertos en seguridad
informática, es la utilización de esta cara oculta de internet como el «santo
grial» del anonimato en las comunicaciones, al resultar muy difícil el rastreo
de los usuarios, un auténtico caldo de cultivo para la pornografía infantil y
actividades ilegales (venta de armas y drogas) sin control de las autoridades,
según advierte un infome elaborado por la firma de seguridad Trend Micro. Esta
manera, ciberdelincuentes consiguen evitar el control de la información que no
se quiera hacer pública; por ejemplo, es el método que usan los disidentes
políticos de los regímenes represivos para comunicarse con el exterior, aunque
los cuerpos de seguridad y las autoridades están al corriente de esta delicada
situación, según aseguran a ABC fuentes de la Guardia Civil.
Actividades ilegales
Pero hablamos de algo que, pese a ser
desconocido por gran parte de los internautas, en realidad ha existido siempre.
De hecho, se calcula que acapara el 90% del contenido total de internet. Esto
no quiere decir que gran tamaño esté dedicado a temas ilegales, sólo que es
inaccesible para las arañas de rastreo de los buscadores. Los expertos estiman
que la web superficial representa alrededor de un 10% o 15% de lo que internet
es en realidad. Además, el 34% de las páginas que contienen «malware» en la web
tradicional cuenta con conexiones con Deep Web.
La Deep Web se sirve de toda una serie de
herramientas cuya finalidad es mantener el anonimato, siendo las más famosa de
ellas The Onion Router (TOR), una plataforma creada por el Laboratorio Naval de
EE.UU., que posibilita ocultar la dirección IP y otros datos relacionados con la
identidad del usuario, y que funciona utilizando distintos niveles -como las
capas de una cebolla- de codificación.
Otras plataformas de acceso a este mundo
virtual palalelo son casi invisibles. Ciertas partes de Deep Web son,
técnicamente, inaccesibles a través de los medios tradicionales, por lo que se
convierte en un lugar protegido y seguro para que cibercriminales o
particulares de toda índole realicen servicios ilegales. La base es la
utilización de códigos de cifrado complejos que protegen al usuario del
análisis de tráfico, siendo el anonimato la principal inspiración de las
mismas.
Muchos usuarios -advierten los expertos- se
aprovechan dela conyuntura informárica para cometer servicios de blanqueo de
dinero como Bitcoin, compra-venta de contraseñas, venta de pasaportes ilegales,
filtraciones del gobierno o servicios de asesinos a sueldo, un pequeño universo
casi sin explorar y que supone encontrarse en la ley de la selva, sin más
reglas que la de uno mismo.
Los expertos ofrecen una serie de datos que
levanta las sospechas acerca del impacto de las actividades ilegales en este
tipo de páginas web. Se cree que el 32% de los bienes que se comercializan en
gran parte de las tiendas está relacionado con cannabis y venta de drogas. Hay
incluso oportunidades para infringir las leyes. Por 5.900 dólares se puede
obtener la ciudadanía estadounidense en un lugar de Deep Web especializado en
proporcionar pasaportes. Y hay más; por solo 100 dólares se pueden comprar cuentas
robadas de plataformas como eBay o PayPal. Más peligroso resultan algunos
anuncios, como uno en el que se pide 180.000 dólares por cometer un asesinato.
Crece el anonimato
Surge otro problema, el tamaño. Deep Web está
en constante crecimiento. Desde Trend Micro apuntan que es «increíblemente
difícil» ofrecer una lectura sobre el volumen de los sitios en un momento dado,
aunque estiman que el contenido actual ronda las 576.000 páginas web.
Aunque el uso que se hace de la Deep Web no es
exclusivamente ilegal, sí que tiene un gran presencia en ella. David Sancho,
investigador de amenazas de Trend Micro, señala al diario ABC que Deep Web es
incontrolable. «Una vez que se efectúa la conexión no es posible que ningún
observador sea capaz de interceptarla ni espiarla. Esto la convierte en un
entorno ideal para realizar actividades criminales, así como para disidentes
evitando ser controlados por gobiernos hostiles», lamenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario