La desaceleración del gigante asiático es la
gran amenaza para Sudamérica
Cronista Comercial - julio de 2015
La atención global que se le presta a Grecia es
totalmente comprensible: la posibilidad de una salida de Grecia de la UE es un
problema existencial para el segundo bloque económico más grande del mundo.
Pero la economía griega es más chica que la de Chile, que sufre en carne propia
las fuerzas económicas globales más poderosas: la desaceleración de China y los
crecientes superávits comerciales de Asia. En realidad, América del Sur es casi
un canario en una mina de cobre cuando de estos temas se trata.
Su mayor efecto hasta ahora fue sobre las
materias primas. Los precios del petróleo, por ejemplo, esta semana entraron en
un nuevo mercado bajista; el crudo Brent _la referencia internacional_ cayó por
debajo de los u$s 57 el barril. Eso perjudicará a los países exportadores de
petróleo de otros lugares, desde Venezuela hasta Rusia _que recibe esta semana
a China, India, Brasil y Sudáfrica en el marco de la séptima cumbre de los
Brics. Sin embargo, el descenso del precio del petróleo apenas forma parte de
un derrumbe más general de los valores de los commodities que le siguió al fin
del auge encabezado por China.
Esta caída le cortó la respiración a los países
desarrollados productores de materias primas como Australia, y grandes regiones
del mundo emergente como Sudamérica. Esto puede verse en las tambaleantes tasas
de crecimiento, las menores importaciones, los crecientes déficits comerciales
y el derrumbe de la popularidad de los gobiernos en la región. En Brasil, Dilma
Rousseff conduce el gobierno con menor aprobación desde la dictadura que
terminó en 1986; en Chile, el mayor productor de cobre del mundo, la
popularidad de la presidente Michelle Bachelet se hundió a 27%; en Colombia,
donde el presidente Juan Manuel Santos está luchando por alcanzar un acuerdo de
paz con la guerrilla marxista, los índices de aprobación rondan el 28%. La
situación es similar en toda la región. En todas partes, el creciente rechazo a
los líderes dificulta la conducción de sus países en tiempos de vacas flacas.
Sin embargo, lo que perjudica a una parte del
mundo puede ayudar a otra. En Europa, por ejemplo, los menores precios de los
commodities ayudaron a compensar los deprimentes efectos de Grecia. El
petróleo, los metales y los productos agrícolas más baratos mantuvieron baja la
inflación y brindaron un incentivo a los consumidores. También ayudaron a
contrarrestar la desaceleración asiática, que debilitó el empuje exportador de
bienes de capital de Europa
Suecia, con un sector industrial muy
direccionado hacia Asia, sufre el deterioro de sus equilibrios comerciales
desde que el crecimiento chino llegó a su pico hace cinco años. Alemania
todavía muestra cierto crecimiento de exportaciones. Pero el desempeño se ve
frágil porque el euro retrocedió 10% el año pasado. Las exportaciones
estadounidenses también cayeron en mayo debido a las menores ventas a China.
La causa de tal debilitamiento del comercio _ya
sea de commodities sudamericanos o de bienes de capital de economías
desarrolladas_ es la menor inversión asiática. Su efecto dramático puede verse
en el comportamiento de las importaciones chinas en mayo, que cayeron 17% y en
el constante aumento del superávit comercial de Asia. En doce meses, este
superávit llegó a u$s 450.000 millones en abril, según la consultora Andrew
Hunt Economics, cifra dos veces superior a la economía griega.
Desafortunadamente, como se debe a que bajaron las importaciones y no a que
subieron las exportaciones, también se trata del tipo de superávit
"equivocado".
Los modelos de proyección de datos sugieren que
estaría afianzándose una incipiente recuperación en Estados Unidos, Japón y
hasta en China, pese al derrumbe del mercado de acciones de Shanghai. Sin
embargo, la contracción de las importaciones asiáticas sigue siendo un poderoso
desinflador de la economía mundial. Por el derrumbe de los precios de las
materias primas, Sudamérica por ahora es la región que más sufrió, aún cuando
el abaratamiento de los commodities ayudó a otros.
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