Telesur le permitió a la región contarse de
otra manera
INFOnews - domingo, 26 de julio de 2015
La titular de Telesur, Patricia Villegas, en
diálogo con Tiempo Argentino describió el significado histórico de esta inédita
experiencia comunicacional, en el 10º aniversario de la cadena multiestatal.
-¿Cuáles son los principales aportes que ha
hecho Telesur en estos diez años?
-Creo que Telesur puso nuevamente en el
escenario público una discusión muy importante que es el derecho a la
información, o la información como un derecho. Veníamos de una América Latina y
Caribe golpeados por la década neoliberal, los derechos fundamentales habían
sido privatizados, y así como la salud o la educación son derechos, la información
también lo es. Y el hecho de que Telesur considere a su audiencia no como
consumidores sino como usuarios es un cambio que corresponde a esa mirada. Otro
tema no menor es que en América Latina, en medio de una fuerte desinversión por
parte de los gobiernos neoliberales, le había sido entregada a los medios
públicos fundamentalmente la labor de contar la cultura, el folclore, pero
había desaparecido la noticia, la información, la opinión. Eso se le había
entregado a los medios privados.
-¿Qué aspectos rescatan de experiencias
anteriores de comunicación contrahegemónica y qué generó la irrupción de
Telesur en la región?
-En una entrevista que le hicimos al comandante
Chávez en octubre de 2005, en los comienzos de Telesur, él me dice "estoy
muy feliz Patricia. Es muy lindo ver la concreción de un sueño, de un sueño de
mucha gente antes que tú, incluso de mucha gente antes que yo". Obviamente
que Telesur tiene unos antecedentes, de una comunicación diferente, una
comunicación que pone las cámaras en el lugar donde están las víctimas y no los
victimarios, hay enormes antecedentes de eso. De alguna manera, la irrupción de
Telesur, que es hija de los procesos de transformación en América Latina y el
Caribe, le ha permitido a la región contarse de otra manera. Durante el golpe
de Estado en Honduras, por ejemplo, el relato habría sido otro si las cámaras
de Telesur no hubieran estado allí en vivo. No se necesitaba ni siquiera
interpretar lo que estaba pasando, era cuestión de subir una señal y mostrarlo,
tener el coraje y la capacidad técnica para hacerlo. No es que creamos que
tenemos la verdad revelada ni se trata de hacer coberturas espectaculares, sino
de estar allí, del lado de las víctimas, en el lugar donde se origina la
historia, contando lo que está pasando. Yo me pregunto, por ejemplo, ¿qué
habría pasado durante el Plan Cóndor si hubiera habido telesures? Entonces,
esto cambia el escenario de los medios en América Latina, hay propuestas y
estrategias comunicacionales que surgen tras el nacimiento de Telesur y tras
ver que nosotros íbamos construyendo ese otro relato, el de esta América Latina
que estaba cambiando y que estaba siendo amenazada como lo sigue estando hoy.
Telesur, además, reivindica el periodismo desde lo local, por eso tenemos la red
más grande de colaboradores y corresponsales que cualquier agencia de noticias
en esta parte del mundo. Tiene que ver con la concepción, con la génesis del
proyecto, lo que además nos permite estar en la ofensiva y no en la reacción
del relato.
-¿Cómo analizás el mapa comunicacional actual
en América Latina y la correlación de fuerzas frente a las grandes
corporaciones? ¿Cuál es la estrategia de Telesur para afrontar esa batalla?
-Por supuesto que los grandes monopolios siguen
tendiendo a la hegemonía y el desbalance sigue siendo enorme. Diez años son
muchos para la vida de los seres humanos pero para un proyecto de
transformación, que tiene que dejar atrás siglos de exclusión y de pobreza, son
muy pocos. Obviamente que el escenario de los medios en América Latina sigue
siendo hegemónico para los monopolios económicos, pero hace diez años no
existían medios públicos como los que hay ahora en Bolivia o Ecuador o
Argentina. Hay una consolidación de medios públicos. La sociedad tiene derecho
a estar informada y la única posibilidad de que eso sea real es que el Estado
participe de ello, como con tantos otros derechos que hemos ido conquistando.
Obviamente el panorama no es de triunfo para nosotros, pero hoy ocupamos un
lugar. Cuando tú tienes que contar la historia de América Latina y el Caribe,
hoy necesariamente tienes que ver Telesur, como tienes que leer Nodal. Pero
Telesur o Nodal son posibles porque hoy en buena parte de nuestros países hay
una "inseguridad" sobre los medios -como dice Ignacio Ramonet-, la
gente duda de lo que le están diciendo los medios privados, incluso duda de lo
que le dicen los medios públicos lo cual es muy bueno, y consulta distintas
fuentes. Eso no sucedía hace diez años.
-En diferentes coyunturas políticas, la derecha
mediática continental ha demostrado tener mecanismos muy eficaces de
articulación en defensa de sus intereses. ¿Qué lectura tienes de los procesos
de integración desde los medios públicos y populares y cuál es el aporte que
viene haciendo Telesur en ese camino?
-Nosotros no nos dedicamos mucho a ver lo que
está haciendo la competencia, no queremos ser la reacción a nada sino tener
nuestra propia apuesta. Pero la batalla está allí, por supuesto, es una batalla
enorme y hoy las batallas en buena medida se viven en los medios. En estos diez
años hemos logrado apoyar la creación de otros medios, hacemos alianza con
canales de otros continentes como Rusia Today o Al-Mayadeen. Hacemos parte de
diversas redes, trabajamos con los movimientos sociales del ALBA, hacemos
talleres para periodistas comunitarios, articulamos con las televisoras
públicas, por ejemplo con el programa De Zurda durante el Mundial que se
transmitía en simultáneo por la TV Pública argentina. También tenemos convenios
con emisoras regionales, comunitarias, universitarias, construimos una enorme
red que nos permite multiplicar el mensaje.
-¿Cuál es el proyecto al que Telesur le viene
poniendo más energías en esta etapa?
-Nuestro proyecto más importante en este
momento es Telesur en inglés, que está cumpliendo un año. Nuestro camino es
convertir a Telesur en una plataforma multilingüe, ya estamos produciendo 29
programas en inglés, hay una gran producción de contenidos en un idioma que es
trascendental. La idea es poder contarle a todo el que habla inglés lo que está
sucediendo en América Latina, que tenga otra fuente de información, pero
también dar una visión alternativa desde el Norte, que la gente en el Norte
pueda ver sus historias contadas de otra forma. Ese es el gran reto actual de
Telesur. Y después tenemos en mente Telesur en árabe.
-¿Qué cosas habrían cambiado o habrían sido de
otra manera si no hubiese existido Telesur?
-Creo que el caso más emblemático es el que te
comentaba de Honduras. También durante el intento de golpe en Ecuador en 2010,
allí los medios hablaban de una "revuelta policial" cuando vivíamos
incluso un intento de asesinato al presidente Rafael Correa. Y ahí estaban las
cámaras de Telesur para mostrar los tiros sobre el carro de Correa. Lo que nos
ha permitido construir otro relato no tiene que ver tanto con interpretar la
realidad sino con poder mostrarla en vivo. No es sólo lo que hubiera sido
diferente sino quién lo hubiese contado, como El Coronel no tiene quien le
escriba... ¿Quién hubiera contado eso?
No hay comentarios:
Publicar un comentario