Un nuevo capítulo en la crisis financiera
global
INFOnews - domingo, 19 de julio de 2015
El desplome de la Bolsa de China de
fines del mes pasado junto a la encrucijada que vive Grecia y Europa, hacen
temblar los pronósticos globales de crecimiento, flujos comerciales e
inversiones para este año y un futuro próximo. La crisis desatada en 2008 sigue
dando sus coletazos, al punto que a pesar de los reiterados anuncios de la
Reserva Federal de EE UU (FED) de una "inminente" suba en la tasa de
interés, la inminencia no se hace efectiva por miedo a un mayor hundimiento de
las economías y, especialmente, de los niveles de empleo del país del Norte.
Según consignó Tiempo Argentino,
los analistas intentan dilucidar si Grecia o China es lo que más preocupa a los
mercados. Pero se trataría de manifestaciones de un mismo problema. La
recuperación global de la crisis traccionada por el gigante asiático, se
contrapuso a un alto nivel de endeudamiento de los estados y una histórica
inyección de dólares en la economía global, lo que encuentra su límite en
débiles niveles de actividad económica, deudas impagables, incertidumbre sobre
el valor futuro de las monedas y bruscas oscilaciones en los precios de los
comodities y las acciones.
UN CASINO DONDE TODOS JUEGAN
Según recientes declaraciones de
Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, el mercado de acciones de China es
un "casino", caracterizándolo de disociado de su economía real. Como
si esa no fuera en parte la gracia del sistema financiero. El problema sería
este nivel de disociación, que lógicamente repunta y puede convertirse en
"burbuja" cuando la llamada "economía real" no ofrece un
asidero de acumulación suficiente para los capitales, y las esperanzas de
reactivar la economía con tasas de interés bajas no alientan lo suficiente a la
actividad económica y el empleo. La famosa "trampa de la liquidez" a
la que hizo alusión Keynes, y que es en realidad el temor principal de los EE
UU respecto de su propia economía. El tema es que ahora se expande a China, el
causante de la recuperación mundial post crisis.
Así, la caída de cerca del 30%
entre el 12 de junio y el 3 de julio de los principales índices bursátiles de
la Bolsa de Shanghai, es para muchos lo menos relevante teniendo encuenta su
duplicación entre noviembre del 2014 y el 12 de junio en que alcanzó su pico
(datos Bloomberg). Pero esta reducción implicó una pérdida de un tercio de su
valor, lo que asciende a nada más ni nada menos que 3,2 billones de dólares. El
ajuste bursátil puede verse como una justeza de mercado, pero la crisis también
lo es. Y el tema es que en el proceso de hacer justicia mercantil, se llevan
puestos a varios, lo que asimismo puede repercutir fuertemente en los ingresos
de la población.
Por otra parte, para muchos
capitales el problema es justamente esta volatilidad, los cambios abruptos de
precios que llevan a enriquecimientos y quiebras, la demostración de la
fragilidad del mercado de capitales como sustentabilidad de la economia mundial,
y los grandes movimientos especulativos que conforman burbujas y que en cierta
manera revelan una debilidad en la inversión destinada al aumento de la propia
capacidad productiva.
Cuestión que, paradójicamente, es
eje del debate en EEUU en relación al incremento de su ratio Price/Earnings que
devela que el precio de las acciones se disoció estos últimos años de las
ganancias efectivas que las empresas afrontan, es decir, otra burbuja pero de
mayor duración... y que aún no se pinchó.
De aquí la presión a que la FED
finalmente suba las tasas de interés de referencia. En este sentido, el
organismo publicó el miércoles pasado el llamado libro beige donde se muestra
optimista en relación a la actividad económica en los diferentes distritos
norteamericanos, lo que contribuiría con la posibilidad de la suba de las tasas
de interés en tanto que la economía y el empleo brinda señales de salud.
Pero el propio panorama mundial,
junto a cuestionamientos sobre los indicadores locales del país potencia (ver
recuadro), transforman a estos anuncios, por ahora, más bien como una respuesta
política a las críticas locales respecto de las burbujas, pero es que se trata
aún de la única herramienta a la que el gobierno apela para mantener y mejorar
los niveles de empleo.
QUIÉN CONTAGIA A QUIÉN
La cuestión es que el crecimiento
de China no puede sustentarse con una Europa estancada o en recesión, con la
economía global en lenta recuperación y con la potencia de EE UU, madre del
dólar, que jugó al Quantitative Easing abaratando el resguardo mundial de
valor. De aquí que muchos alertan sobre las minimizaciones al
"contagio" global de estas cuestiones.
Justamente, la apreciación del
dólar se viene manifestando más fuertemente desde que el plan de inyección se
terminara, y se agudiza con cada anuncio de la inminencia en la suba de tasas
de interés por parte de los EE UU. Ello se refleja en el llamado flight to
quality por el que los capitales fluyen hacia el dólar y bonos del Tesoro
norteamericano, y los mercados emergentes se ven golpeados de los cimbronazos
de estos egresos de capital.
Por ello, en el marco de los
anuncios del viraje de la política monetaria de los EE UU junto a las
inyecciones de euros por parte del Banco Central Europeo para reactivar al
Viejo Continente, el dólar se viene apreciando fuertemente desde mediados del
año pasado, con un aumento del 20% respecto del euro al día de la fecha (datos
Bloomberg). Y según el Financial Review, ahora con la incertidumbre sobre
Europa y China, el capital global se resguarda aún más en el dólar o en los
bonos del Tesoro.
Así es que la caída de la Bolsa
en China tiene el preludio de un 2014 en que se redujeron los niveles de
crecimiento del país asiático. Con esta misma tendencia, las revelaciones de la
Oficina Nacional de Estadísticas de China del pasado miércoles en que se
publicaron los datos del segundo trimestre del 2015, indicaron que acorde con
las estimaciones preliminares, el PBI del país para esta primera mitad del 2015
se incrementó en un 7 por ciento, mismo crecimiento interanual tanto para el
primero como para el segundo trimestre. Aún así, anualizado se trataría del
crecimiento más bajo a precios constantes desde el año 1990 (datos Oficina
Nacional de Estadisticas de China).
De esta manera, con el encarecimiento
del dólar y la reducción del crecimiento chino, el Banco Popular de China
redujo gradualmente las tasas de interés desde noviembre, entre otras medidas
de estímulo a la liquidez, lo que contribuyó a la brusca subida de la Bolsa. Es
así cómo se atribuye este recalentamiento con la expansión crediticia, y su
contraparte, un mayor endeudamiento de las corporaciones y las familias.
Por ello, parte de las razones atribuidas al derrumbe bursátil,
señalan como una de las causas a que frente al temor de tal recalentamiento la
Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) impusiera restricciones sobre
las operaciones por fuera del sistema bancario y los prestamos desregulados
para la compra de acciones.
REMEDIOS
Y paradójicamente, las medidas
posteriores tomadas por el Banco Popular de China para sostener la abrupta
caída, fueron las de contribuir con medidas de mayor liquidez mediante nuevos
recortesde tasas, la inyección de yuanes al mercado, y la reducción en los
niveles de requerimientos de reservas de las entidades financieras para
aumentar los préstamos para la recompra de acciones por parte de las
empresas.
Más de lo mismo dicen algunos. No
hay otra dicen otros. Excepto el Banco Mundial, que en su informe sugiere como
salida desregular aun más el sector financiero chino. "El sistema debe ser
trasnformado para incrementar la eficiencia de las nuevas inversiones y
expandir el acceso a las finanzas en ese país", dice. Sin embargo, la
crisis bursátil forma parte de los efectos de las reformas de "la nueva
normalidad china", inserta en una economía global poco normal para las
necesidades de acumulación.
LAS PRESIONES DEL FMI
La FED está presionada a mantener
las tasas de interés próximas a cero para lo que resta del año, nada más ni
nada menos que por el propio FMI. Con Grecia y China como respaldo implícito a
su argumento, el organismo señaló esta semana que el débil desenvolvimiento de
los indicadores de EE UU para los primeros cinco meses de 2015, presionaron a
la baja las proyecciones de crecimiento llevándolas al 2,5% (0,6 menos del
informe de abril). Según el informe, uno de los principales riesgos al
crecimiento es que "la moneda se continúe apreciando", lo que
claramente se profundizaría con la suba de las tasas.
Es que de ser así, señala, la
posición externa de los EE UU puede deteriorarse aún más, llevando al déficit
de cuenta corriente a cerca del 5% del PBI (siendo la proyección actual para
este año del 2,7%), "lo que puede potencialmente crear riesgos futuros,
incluyendo en algunos mercados emergentes".
Con el tema Grecia, y ahora
China, los acreedores tienen que cobrar. Y frente a tal panorama, esta semana
el FMI también corrigió el pronóstico de crecimiento global, llevandolas
proyecciones para este 2015 al 3,3% (0,2 puntos menos respecto de abril).
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