América latina alberga cuatro de las siete
peores monedas de los mercados emergentes
El Cronista Comercial - julio
de 2015
Las
divisas latinoamericanas no son ajenas al dolor. Pero la región ha recibido una
paliza en las últimas semanas en comparación con otros mercados emergentes
reflejando las últimás señales de debilidad en las dos ‘C’, China y
"commodities", alejándola aún más de la preferencia de los
inversores.
América Latina se ha ganado el dudoso honor de
ser el hogar de cuatro de las siete peores monedas de los mercados emergentes
en los últimos dos meses, muchas de ellas llegando a nuevos mínimos o mínimos
multianuales.
El peso colombiano ha sido, por mucho, el mayor
perdedor. La moneda ha perdido casi 12% de su valor frente al dólar desde
mediados de mayo y alcanzó un mínimo en 11 años de 2,737.87 pesos por dólar
esta semana, después de que los débiles precios del crudo provocaron el déficit
más profundo en cuenta corriente del país en 16 años.
Luego está el peso chileno, que se hundió este
mes a un nivel visto por última vez durante la crisis financiera mundial,
siguiendo los pasos a la baja del precio de su principal producto de
exportación, el cobre. Después de un breve respiro después de la salvaje ola de
ventas del año pasado, el real brasileño está de vuelta en la línea de fuego y
los nuevos indicadores económicos pintan un panorama cada vez más sombrío para
la economía. A pesar de ofrecer rendimientos jugosos, con tasas de interés
internas que tocan el 13,75%, la moneda ha caído 6% en los últimos dos meses
alcanzando pérdidas de 16% este año, la más altas entre las principales
monedas.
Incluso el peso mexicano, considerado como un
refugio de estabilidad para los inversores de mercados emergentes, se ha
despegado. La moneda cayó a un nuevo mínimo de 15.86 pesos por dólar este mes.
Habiendo sido la divisa de mercados emergentes más ampliamente promocionada a
inicios del año, es la mayor decepción de este año.
El bolívar "fuerte" de Venezuela
perdió casi el 50% de su valor frente al dólar en el mercado negro en el último
mes. El billete más grande del país de 100 bolívares tiene ahora un valor de
sólo alrededor de 16 centavos para los comerciantes en el mercado negro.
Quizás ninguna región se ha beneficiado tanto
como América Latina desde el auge de la inversión en las materias primas que
impulsó la economía de China entre 2004 y 2012. No sólo aumentó el comercio con
China, la demanda china también hizo subir los precios mundiales de muchos
productos básicos. Como resultado, la región ganó cuando las exportaciones a
China despegaron, y también con el aumento de los precios de las exportaciones
a otros países.
Pero a medida que la demanda china de materias
primas ha caído, también han caído los precios. El resultado neto es que las
exportaciones mundiales de materias primas de América Latina han caído desde un
máximo de u$s 550.000 millones en 2011 a poco más de u$s 480.000 millones el
año pasado, según Capital Economics.
Todas las principales economías
latinoamericanas están desacelerando o disminuyendo. El Fondo Monetario
Internacional, en una actualización de su informe Perspectivas de la Economía
Mundial este mes, marcadamente redujo su pronóstico del crecimiento de la
región para 2015 a 0,5%, de la predicción en abril de 0,9%, lo que hace a este
año el peor para el crecimiento de América Latina desde 2009.
El colapso abrupto de los precios de la
energía, los alimentos y los metales en los últimos 12 meses ha abierto brechas
comerciales y de financiación que los gobiernos están luchando para cubrir.
México, Brasil y Colombia están entre los que han recortado sus presupuestos y
planes de gasto de este año, en un intento de hacer frente a los precios del
crudo más débiles.
Pero las cosas podrían empeorar aún más, según
analistas de Morgan Stanley: "A pesar del bajo rendimiento de América
Latina hasta ahora, creemos que falta más por venir".
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