4 dolores de cabeza para la economía mundial
Forbes - lunes, 27 de julio de 2015
El alza en tasas de la Fed, la crisis griega en
la eurozona, la desaceleración en China y los bajos precios del crudo serán
cuatro jaquecas que enfrentará la economía global durante la segunda mitad del
año. Lograr un crecimiento de apenas 3.3% parece un reto difícil de lograr.
La economía global enfrenta retos hacia el
cierre del año. Los motivos están en varias latitudes. El mundo no debe bajar
la guardia o podría sufrir el impacto del precio del crudo, la desaceleración
del dragón chino, la ofensiva de Estados Unidos y su alza de tasas, además de
los estragos por la crisis de la eurozona.
En julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja su estimado de
crecimiento global, a 3.3% desde 3.5% ante la desaceleración de países
emergentes y el lento repunte de las economías avanzadas.
En su reporte de mitad de año, el organismo
liderado por Christine Lagarde consideró que “la distribución de los riesgos
para la actividad económica internacional sigue inclinándose a la baja”. Sin
embargo, los peligros en el corto plazo se vinculan con la agudización de la
volatilidad de los mercados financieros y la caída de precios de las materias
primas.
“Los recortes en los pronósticos de crecimiento
a nivel global, la posibilidad de una crisis en China y la inminente subida de
las tasas de la Fed apuntan a que el resto del año seguirá habiendo
volatilidad”, explica la economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller.
Cuatro amenazas para el desempeño económico
A continuación, los cuatro peligros que
enfrenta la economía global:
1. Hundimiento del precio del petróleo
El precio del petróleo será uno de los
principales dolores de cabeza para la economía mundial en el segundo semestre
de 2015. ¿Por qué? Para empezar, la OPEP ha aumentado su nivel de producción de
barriles en un millón de unidades más, lo cual pone presión a las naciones que
han realizado inversiones fuertes en energía.
“Todo esto es un juego para llevar a la quiebra
a los productores de shale de Estados Unidos”, advierte Luis Serra, analista
del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC).
El break-even (punto de balance entre ganancia
y pérdida) de los productores en Estados Unidos oscila entre 40 y 60 dólares
por barril, explica Serra, mientras que el de OPEP puede llegar hasta 20
dólares. No obstante, ante el déficit presupuestal que enfrentan los países
árabes no pueden permitirse descender hasta esos niveles. Por ejemplo, Arabia
Saudita necesita que el precio ronde los 60 dólares. Además, aunque el nuevo jugador del mercado
de energéticos, Irán –tras el acuerdo nuclear con Occidente–, figura como una
de las cinco potencias en reservas de petróleo y gas del mundo, necesita un
precio de 200 dólares por barril para cubrir sus necesidades presupuestales,
según el analista.
Pero eso no es todo. Frente a la presión de
Oriente Próximo al costo del crudo, la ofensiva de Estados Unidos será
fortalecer el precio del dólar, vaticina Serra.
2. Alza
de tasas de la Fed
Ante los datos de estabilidad que ha arrojado
la economía de Estados Unidos, la Reserva Federal ha mencionado dos posibles
aumentos este año: un incremento de 0.25 puntos porcentuales en agosto y otro
en diciembre. De esta forma, los mercados también deberán prepararse para un
terreno de volatilidad y fuga de capitales, además de un aumento en el costo de
endeudamiento para los países en desarrollo.
Sin embargo, la Fed no puede ignorar el
desarrollo de la política monetaria global, pues en 2015 sólo dos países
incrementaron tasas: Brasil e Italia. Únicamente 20 naciones han instrumentado
recorte de tasas.
“En Japón y la eurozona todavía tienen programas
de flexibilización cuantitativa. La economía global todavía necesita el empuje
de la política monetaria para poder recuperarse”, dijo José Isaac Velasco
Orozco, economista de Banco Ve por Más.
Velasco no es el único que advierte riesgos por
la tendencia alcista de Estados Unidos: el Banco Mundial y el FMI han
recomendado a la Reserva Federal postergar el aumento de sus tasas hasta 2016 y
sugieren a los países emergentes fortalecer sus fundamentos macroeconómicos.
Y aunque la Reserva Federal tome en cuenta las
recomendaciones, no será un determinante
para aumentar las tasas, pues al final
del día el mandato de la Fed es mantener la meta de inflación estable y tener
la actividad económica fuerte, comenta Marco Oviedo, economista en jefe de
Barclays.
“Si una subida de tasas está generando
problemas afuera, sopesaría menos. En todo caso, parte de la responsabilidad de
la Fed va a ser evitar que se generen burbujas, sea en mercados financieros en
Estados Unidos o en otros.”
3. Crisis de Grecia y la zona euro
La zona euro libró el riesgo de la deflación
gracias al programa de flexibilización cuantitativa del BCE, por un monto de
1.1 billones de euros, que durará, por lo menos, hasta septiembre de 2016.
“La deflación se evitó en Europa”, consideró
Brigitte Le Bris, jefe de Divisas y Mercados Emergentes de Natixis Asset
Management, luego que el BCE lazara su compra de bonos, como lo hizo el banco
central de Estados Unidos.
Sin embargo, problemas como el bajo
crecimiento, los altos déficit fiscales y la situación que vive Grecia colocan
a la zona euro en condiciones de incertidumbre y volatilidad.
Grecia es la punta del iceberg de muchos de los
problemas que hay en la zona euro, como la nula sincronización en el ciclo
económico de las naciones a pesar de tener la misma moneda, lo que provoca que
muchos países tengan una gran inflación, expuso Gabriela Siller, de Banco Base.
El pasado 17 de julio, Grecia logró un tercer
programa de ayuda financiera por tres años que podría totalizar 86,000 millones
de euros (mde), por lo que comenzó el pago de sus adeudos.
Gabriela Siller consideró que la solución es de
corto plazo para Grecia. Además recordó que en más de una ocasión el país
helénico no cumplió con sus obligaciones, por lo que esto aún representa un
riesgo.
4.
Crisis financiera en China
Los años de crecimiento superiores a 10% en la
economía china parecen haber quedado en el pasado debido a la desaceleración
interna, problemas en las industrias de exportación y la caída en los precios
de las materias primas.
En marzo, las autoridades chinas anunciaron una
meta de crecimiento de cerca de 7% por debajo de la meta de 7.5%, incumplida en
2014.
No obstante, la desaceleración económica no es
el único problema para China. En junio, la Bolsa de Shanghai cayó casi un
tercio de su valor, con pérdidas cercanas a los 4 billones de dólares en el
valor de las acciones.
La caída hizo que el gobierno lanzara una serie
de medidas, como la paralización de ofertas públicas iniciales y la prohibición
de que las empresas y sus ejecutivos vendieran acciones.
Siller consideró que la situación que vive
China puede terminar en una crisis financiera, “dado que muchos de los créditos
se tomaron para poder financiar la inversión y ahora tiene un exceso de
capacidad instalada”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario