Farmacias, el nuevo sector de oro en República
Dominicana
Forbes - jueves, 9 de julio de 2015
Alrededor de 60% del mercado local de
medicamentos pertenece a industrias farmacéuticas nacionales que generan entre
50% y 55% del valor de las ventas.
“El sector farmacéutico dominicano es de las
industrias locales más pujantes que tiene el país, muchas de ellas con
potencial e inclinación a la exportación”, señala Osmel Aroche, gerente de
mercados de laboratorios Lam, una empresa con más de 30 años de experiencia.
Lam es la compañía número uno del sector
cardiológico del país en la doble y triple terapia de medicamentos
cardiológicos. En diciembre de 2014 cerró con un aproximado de 19.5 millones de
pesos de República Dominicana (a un tipo de cambio de 45 pesos de RD por dólar)
en ventas.
“Distribuye y tiene presencia en todas las
farmacias del país, nuestros medicamentos son producidos por Lam y no
importados como otros laboratorios”, establece Aroche.
Es miembro oficial de la Asociación de
Industrias Farmacéuticas Dominicana (Infadomi), a la cual pertenecen otras 35
empresas que elaboran y venden sus propios productos en el país.
Destaca que la producción nacional de
medicamentos ha logrado fortalecerse gracias a la entrega de empresarios que
con capital netamente propio, se han consagrado en un sector que requiere
grandes inversiones.
Jaime Aristy Escuder, presidente de Infadomi,
apunta que a pesar de las múltiples trabas mantienen su compromiso con la
economía del país y la promoción del acceso a medicamentos de bajo costo y
calidad para la población dominicana.
“Es un sector que tiene un nivel en ventas de
alrededor 530 millones de dólares (mdd) por las empresas privadas, incluyendo
a las extranjeras importadoras que llevan décadas en la República Dominicana,
las que generan ganancias al Estado”, expresa.
Inversiones, gastos y economía
El presidente de Infadomi, nacido tras un
mostrador farmacéutico, detalla que el mayor gasto de inversión que realizan
se debe a los combustibles que ponen en funcionamiento las plantas y equipos
de elaboración de productos farmacéuticos. Le sigue la compra de materia prima
para su fabricación.
Cuenta que anteriormente algunos productos
pagaban aranceles de 3% en su materia prima; mientras otros 15%, 20% y hasta
30%, pero a pesar de ello la industria nacional farmacéutica se desarrolló.
“Ahora la materia prima paga cero, pero hay
algunos insumos que todavía están pagando impuestos y por lo tanto existe una
negativa respecto a esto”, recalca Aristy Escuder.
La industria nacional genera también una
cantidad muy importante de empleos, el cual en términos del salario per
cápita es más del doble en promedio nacional.
“Cuando tú lo comparas, por ejemplo, con el
sector manufactura, que es comparable con la industria, ves que el salario
promedio es de 17,000 pesos de República Dominicana (a un tipo de cambio de 45
pesos de RD por dólar) y el de nuestra rama es de alrededor de 37,000 pesos de
República Dominicana (a un tipo de cambio de 45 pesos de RD por dólar) al mes;
es decir que tienen alrededor de 20,000 pesos de República Dominicana (a un
tipo de cambio de 45 pesos de RD por dólar) en proporción, de menor de
salario”, apunta Aristy.
Advierte que mientras más crece la industria,
aumentan las vacantes de empleos a jóvenes profesionales que concluyen sus
carreras con la ilusión de trabajar en lo que escogieron.
El gerente de mercados de Lam resalta que entre
60% y 70% del valor de un producto farmacéutico corresponde a gastos de
inversión en promoción, en su caso los visitadores a médicos que dan cobertura
a todo el país que pueden ganar hasta 85,000 pesos de República Dominicana (a
un tipo de cambio de 45 pesos de RD por dólar) de sueldo.
Aumento ganancias parte y parte
A pesar de que Aristy señala que el sector
privado de industrias farmacéuticas no se encuentra estancado, sí sugiere que
el Estado dominicano visualice este sector como un potencial aliado para
ofrecer medicamentos de bajo costo a los ciudadanos.
“Cuando nosotros producimos internamente,
generamos empleos y le damos estabilidad al país porque le podemos dar una
oferta de medicamentos más económicos que muchos importadores extranjeros que
venden a República Dominicana y que tienen un precio de importación que es
superior al que nosotros vendemos”, especifica.
Manifiesta que el gobierno puede acordar con la
industria nacional para que esta provea de medicamentos al Programa de
Medicamentos Esenciales/ Central de Apoyo Logístico (Promese/Cal) y darle la
oportunidad de aumentar el volumen de producción, reducir sus costos y vender
a precios muchos más competitivos.
“Es decir que en vez de dársela a la India, la
China o Pakistán, vamos a dárselo a la industria nacional que es la que emplea
a dominicanos con el doble de salario que se le estaría pagando al resto de los
sectores productivos del país”, recalca.
Asevera con vehemencia que si un laboratorio
nacional inicia a trabajar directamente con Promese tiene que aumentar, por lo
menos 50% su personal, ya que debe ampliar por lo menos medio turno, lo que
favorecería la creación de empleos.
Aristy asegura que Infadomi es una industria
que apoya la estrategia nacional de desarrollo específicamente en la creación
de empleos, por lo que respalda lo establecido en la Estrategia Nacional de
Desarrollo de aplicar políticas que promuevan la creación de empleos.
Destaca que cuando se descomponen los precios
en términos del producto importado o el fabricado internamente, en promedios
estos están 50% más baratos que los productos importados.
Por ello también pide que en el proceso de
licitación todos participen, pero en igualdad de condiciones.
“Si se le da a la industria nacional la
oportunidad de vender un mayor volumen de medicamentos a Promese, puede
favorecer al país porque además de tener una oferta a menores precios y un
mayor nivel de empleos, esto va a ayudar en el proceso de desarrollo
nacional”, indica.
Industrias extranjeras
Así, cientos de empresas farmacéuticas
extranjeras operan en la República Dominicana que ven al país con un clima
adecuado de inversión y una legislación que garantiza la estabilidad del
negocio.
Pfizer, industria que tiene su Centro
Corporativo de Centroamérica y Caribe en Costa Rica, importa sus productos al
país desde mediados del siglo XX y cuenta con una variedad de medicamentos que
ayudan a prevenir, tratar y curar enfermedades dentro de una amplia gama de
áreas terapéuticas.
La empresa invierte más de 7,000 mdd en
investigación. “Es así como hemos puesto a la disposición de los pacientes un
portafolio robusto de medicamentos en distintas áreas terapéuticas”, explica
Isabel Sánchez, ejecutiva de Comunicaciones Externas de la compañía.
Sánchez apunta que Pfizer está preparada ante
la dinamización del mercado farmacéutico que viene enfrentando cambios
importantes en la forma en la cual se hacen negocios, lo cual los obliga a
reinventarse y adaptarse constantemente.
Existe un Centro Logístico de Latinoamérica que
opera desde Panamá donde se llevan a cabo dos funciones: el LALC (Latin America
Logistics Center) que garantiza el suministro de los ingredientes activos
hacia las plantas de manufactura y la facturación de distintos mercados en
Latinoamérica; y la segunda se relaciona con almacenamiento y distribución de
los productos terminados hacia Centroamérica y Caribe.
En República Dominicana tiene varios puntos de
almacenamiento de sus productos los cuales son distribuidos en el país siendo
los más demandados los medicamentos destinados a la prevención de
enfermedades, tratamientos antidepresivos y de alivio de los dolores.
Así también en el país se encuentra una de las
mayores empresas biotecnológicas del mundo, como es laboratorio Roche
especialista en la elaboración de tratamientos de oncología, inmunología,
enfermedades infecciosas, oftalmología y neurociencias.
Con aproximadamente 50 años de operación en la
República Dominicana, Roche invierte anualmente cerca de 9,000 mdd en la
investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades donde
según dicen, existen grandes necesidades de mejorar las terapias actuales.
Randall Rodríguez, director de ventas para
Roche Centroamérica y Caribe, explica que para que un medicamento innovador
salga al mercado a ser comercializado, se necesitan más de 1,000 mdd de
inversión, casi ocho millones de horas de trabajo interdisciplinario, más de
6,500 experimentos y más de 400 científicos.
“Para innovar en salud es necesario realizar
estudios clínicos, área en la cual trabajamos desde 2013 en República
Dominicana, donde se han realizado seis estudios y se han beneficiado más de 80
pacientes”, externó Rodríguez.
Asevera que Roche trabaja en conjunto con el
gobierno dominicano, los pacientes y la sociedad médica, en la búsqueda de
diferentes esquemas para lograr que los pacientes que necesiten sus
tratamientos puedan tener acceso a ellos.
Pfizer y Roche son parte de la Asociación de
Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF) que ejecutan sus
labores en el país.
ARAPF promueve la fabricación, distribución y
venta de sus productos y los esfuerzos científicos, técnicos y financieros
aplicados a la investigación de nuevas medicamentos y perfeccionamiento de
los existentes, así como de la constante actualización de los controles de
calidad empleados en la elaboración.
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