La constancia de un español que
quiso ser "Cantinflas"
EFE - miércoles, 27 de
agosto de 2014
Cuenta el reparto de
"Cantinflas" que el día que Óscar Jaenada hizo su primer monólogo
caracterizado como el álter ego de Mario Moreno emocionó al reparto e hizo
llorar a un extra, ya veterano, que por un momento revivió su juventud, cuando
trabajó con el célebre actor mexicano.
Aquel instante fue para el equipo
la constatación de que Jaenada, español nacido en Barcelona, había sido la
elección correcta para el papel, a pesar de la controversia pública que generó
su designación en México donde muchos no se hacían a la idea de que un
gachupín, como se describió Jaenada, fuera a resucitar a
"Cantinflas".
Los responsables del filme no
tenían dudas al respecto, pero ver al catalán cantinfleando ayudó a tranquilizar
al más incrédulo.
Jaenada, que había sido premiado
con un Goya por interpretar al legendario cantante flamenco
"Camarón", fue el primero en tener claro que podía echarse a la
espalda el legado de Mario Moreno y persiguió el proyecto, incluso antes de que
cayera en manos de Kenio Films hace tres años, después de que descarrilara una
intentona previa que se remontaba al 2008.
El catalán se plantó en Ciudad de
México para hacer el "casting" y convenció de forma unánime al
director Sebastián del Amo, los productores Adolfo Franco y Vidal Cantú, y los
inversores en este filme financiado al cien por ciento con capital de riesgo.
Del Amo admitió sus reticencias
iniciales, y que tenía mente para el papel a un actor mexicano poco conocido,
pero el español supo ganarse el lugar. Hacerse con el doble personaje de
"Cantinflas" y Mario Moreno le tomó después casi medio año.
Jaenada se estableció en el país
azteca cuatro meses antes del rodaje y contrató a un foniatra para aprender
hablar como un mexicano, a una profesora de danza para dominar el arte de
bailar con los pies cruzados y al imitador Celedonio Núñez para aprender los
trucos que cuajan un buen "Cantinflas".
"Había que comer como él,
respirar como él. Llevaba un tiempo ponerse en sus zapatos", explicó el
actor que se vio cada una de las más de 60 películas de Mario Moreno al menos
diez veces, hasta quemar tres reproductores de DVD.
En su residencia mexicana se
escuchaba constantemente el runrún de la filmografía de Moreno.
"Me interesaba tener ese
acento especial en casa. Rayé un poco el 'friquismo' pero sabía lo que me
estaba jugando", comentó Jaenada que mantuvo una rutina castrense durante
esos meses.
Se levantaba a las 7 de la
mañana, se acostaba a las 10 de la noche. Los lunes, miércoles y viernes iba a
bailar, los martes, jueves y viernes, le tocaba empaparse de la cultura y el
contexto de México en los tiempos de Mario Moreno, luego los ejercicios de voz.
Las salidas nocturnas no cabían en su agenda.
"'Cantinflas' fue
sistemático, sabes que es una y otra vez. El trabajo es dedicación", dijo
el español que no ocultó que llegó a pensar que se había metido en un buen lío.
Pero "Cantinflas" fue
la parte fácil, admitió Jaenada. El personaje estaba perfectamente documentado
y era cuestión de tiempo dominarlo. Lo difícil, señaló él, era entender a Mario
Moreno, el actor, la persona privada, y eso fue lo que más le atraía del papel.
"De ese hombre no tenía
nada. Un par de entrevistas. Me interesaba el artista. Ese trabajo fue duro
porque tuve que hacer preguntas incómodas a gente muy cercana, lo duro son los
cuatro segundos que dura una pregunta un poco maleducada", contó el
barcelonés a Efe.
Jaenada conversó con el hijo
adoptivo de Mario Moreno, Mario Arturo Moreno Ivanova, sobre su padre para
conocer de primera mano detalles que le ayudaran a dar forma al personaje,
aunque en ese sentido, la película "Cantinflas" se tomó licencias
creativas para llenar las lagunas existentes sobre la vida íntima del actor y
su esposa, Valentina Ivanova.
"Hay un drama ahí que se ve
representado en la película pero que fue un trabajo de imaginación entre el
director, Óscar y yo", declaró Ilse Salas, actriz que encarnó a Ivanova.
El filme pasa de puntillas sobre
temas como las infidelidades del actor, aborda la infertilidad de la pareja sin
profundizar y, en general, evita abordar polémicas.
"No estábamos para hacer una
película de chismes", apuntó Cantú para quien no se recuerda a Moreno como
una persona que dejara "esqueletos en el armario".
"El problema llegó cuando
murió, con sus herederos", añadió el productor en referencia a la disputa
sobre las regalías de las producciones de "Cantinflas" que
mantuvieron el hijo y el sobrino del actor.
La película, rodada
mayoritariamente en español, se estrena en 400 cines de 30 ciudades de EE.UU.
el día 29 de agosto.
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