Científicos ensayan potencial
tratamiento para ciertos síntomas de autismo
AFP - agosto de 2014
El autismo resulta de un exceso
de sinapsis, las conexiones nerviosas del cerebro, concluyó un investigación
que podría propiciar el desarrollo de un tratamiento de algunos síntomas de
este complejo síndrome, cuyas causas siguen siendo todo un misterio.
Esta superabundancia de
conexiones entre neuronas resulta de un mal funcionamiento del mecanismo normal
de eliminación de las sinapsis inútiles.
Los investigadores de la
Universidad de Columbia en Nueva York lograron restablecer el mecanismo
cerebral del "corte de sinapsis" en ratones modificados genéticamente
para simular el autismo.
Para lograr esto bloquearon, con
la ayuda del medicamento rapamicina, la acción de la proteína mTOR, que regula
la proliferación celular en mamíferos.
De este modo eliminaron los
síntomas típicos del autismo en roedores, como evitar el contacto con los
demás. El estudio se publica esta semana en la última edición de la revista
Neuron.
"Hemos tratado a estos
ratones después de la aparición de síntomas (...) y a partir de este estudio
sería posible, pero no seguro, obtener los mismos resultados en pacientes tras
ser diagnosticados con el síndrome", explicó este viernes a la AFP el
profesor David Sulzer, neurobiólogo de la Universidad de Columbia y principal
autor del trabajo.
Según señaló, el hecho de que
esta disfunción parezca desarrollarse después del nacimiento es
"potencialmente una buena noticia".
Uno de cada 68 niños en Estados Unidos
tiene alguna forma de autismo, según las últimas estimaciones del gobierno
federal.
En su desarrollo, el cerebro de
un recién nacido produce una enorme cantidad de sinapsis a través de las cuales
las neuronas transmiten y reciben señales.
Pero durante la infancia y la
adolescencia el cerebro normal comienza a cortar algunas de estas conexiones
para que las distintas partes puedan desarrollarse sin estar sumergidas en un
exceso de señales que generan confusión, explican los neurólogos.
Los autores de este trabajo
descubrieron esta superabundancia de sinapsis en autistas mediante el análisis
de tejido del córtex cerebral, responsable de las funciones neurológicas
superiores, de cerebros de 48 jóvenes con edades comprendidas entre los 2 y los
20 años en el momento de su muerte. Un total de 26 sufrían autismo y 22 eran
normales.
Así constataron que un joven de
19 años sin autismo tenía un 41% menos de sinapsis que un niño pequeño.
Pero un sujeto con autismo de la
misma edad tenía solamente un 16% menos.
Los neurólogos notaron también
que una superabundancia de sinapsis aumenta el riesgo de sufrir epilepsia,
debido a que hay más señales eléctricas en el cerebro.
El equipo del profesor Sulzer
descubrió además biomarcadores y proteínas dentro del cerebro de niños y
adolescentes autistas, que indican una disfunción en el mecanismo de
eliminación de las células dañadas y envejecidas, llamado autofagia.
Sin este mecanismo no se puede
dar el corte natural de las sinapsis.
El profesor Sulzer estima la
posibilidad de adaptar mejor la rapamicina (utilizada en ratones para
restablecer el corte de sinapsis) para tratar ciertos tipos de autismo, con el
fin de minimizar los efectos secundarios.
La rapamicina es también un
inmunosupresor utilizado contra el rechazo de órganos trasplantados.
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