La ropa inteligente que puede
salvarle la vida
BBC News - agosto de 2014
Cuando la ropa no es sólo para
vestirse. En principio cuida nuestra salud protegiéndonos de los elementos,
pero varios inventores aspiran que los beneficios sean mucho mayores. Varios
prototipos de "prendas inteligentes", con tecnología incorporada,
aseguran poder detectar enfermedades a tiempo de ser tratadas, como el cáncer o
la epilepsia.
En la Antigua Grecia le decían
"la enfermedad sagrada". La epilepsia afecta a 50 millones en el
mundo y es el más común de los desórdenes mentales serios, según la
Organización Mundial de la Salud.
Diagnosticarlo, sin embargo, no
es fácil.
Para ello, una convulsión debe
ser grabada cuando el paciente está conectado a una máquina que realiza
electroencefalogramas, una prueba no invasiva que permite estudiar la actividad
eléctrica cerebral.
"Los síntomas de la
epilepsia varían mucho y existen muchos tipos de desórdenes epilépticos que
hacen que se reaccione de forma diversa a los tratamientos médicos",
explicó a la BBC Vincent Navarro, un neurólolgo del Hospital Pitie-Salpetriere
de París.
"Es más, las convulsiones
suceden a un ritmo irregular. Por lo tanto es raro grabar una convulsión
mientras se realiza un electroencefalograma estándar, una prueba que dura entre
20 minutos y una hora", añadió.
"Y finalmente, en un 20% de
los casos este tipo de episodios se vinculan erróneamente con la epilepsia,
cuando podrían tener un origen completamente diferente. La pérdida de
conciencia, por ejemplo, puede tener un motivo cardíaco o psiquiátrico".
Ante esto, el hospital parisino
está trabajando en un proyecto que espera facilite y agilice el diagnóstico de
la enfermedad.
Camiseta para detectar epilepsia
En lugar de estar conectado a una
máquina por medio de una gran cantidad de cables, investigadores franceses
proponen que el paciente lleve una camiseta equipada con unos sensores
biométricos.
Estos estarán conectados a una
aplicación de un teléfono inteligente, que registrará los datos. Un gorro
similar será de uso opcional.
"En lugar de utilizar
computadoras de escritorio y forzar a los pacientes a estar en cama, podemos
usar teléfonos inteligentes y conexiones inalámbricas", señaló a la BBC
Pierre Fournier, el director ejecutivo de Bioserenity, empresa que está
desarrollando el sistema mencionado, llamado Wemu.
"Es necesario grabar la
actividad electrónica del cerebro, hacer un electroencefalograma. (En el caso
de la epilepsia) la señal es muy difícil de captar. Suele tener un microvoltio
de fuerza, frente a otras que tienen milivoltios, mil veces más potentes",
contextualizó.
"Después de registrar los
datos del paciente, la información se enviará, a través de una conexión de
internet, a un sistema en nube (a la que varios usuarios pueden acceder desde
varios puntos) para que sea analizada".
Según Fournier, el diagnóstico no
tardará en llegar: "Estará listo en días, como mucho semanas", en
lugar de años. Así, el paciente tendrá acceso a un tratamiento adecuado con más
rapidez.
"La epilepsia no tiene un
diagnóstico único", matizó, no obstante, Carol Ireland, de Epilepsy Action
Australia, una organización que respalda el proyecto. "En algunos casos inhabilita
gravemente a las personas que la padecen, imposibilitando una vida
independiente".
Desarrollar una tecnología de
este tipo significa lidiar con marcos regulatorios complejos, señalan los
responsables.
Trabajar con ropa también implica
retos particulares. "La limitación la marcaran los sensores, la
durabilidad de estos", indicó a la BBC Paul Sonnier, editor del medio
especializado Digital Health Post.
"Como hay que integrar los
elementos electrónicos en la ropa, es necesario pensar si ésta se puede lavar,
por ejemplo".
Y por descontado, desarrollar una
tecnología compleja requiere tiempo.
Sujetador contra el cáncer
Hace unos 20 años que se debate
en varios sectores sobre un sujetador capaz de detectar el cáncer de pecho.
Entre tanto, una compañía llamada
First Warning Systems (Sistemas de Aviso Primario, en español) anunció en 2012
un prototipo de sostén que pretende utilizar la medición dinámica térmica.
Esta prenda registra la variación
de la temperatura corporal, información que luego se analiza mediante
algoritmos para poder detectar así tumores
A pesar del escepticismo que
mostró inicialmente parte del sector, la empresa ha continuado desarrollando el
sujetador.
Ahora incluye un elemento extraíble
en lugar de sensores incrustados, para facilitar su uso por el sistema de salud
correspondiente. También han mejorado el algoritmo de procesamiento de datos.
"Durante los ensayos
clínicos nuestra tecnología fue capaz de detectar cánceres que la mamografía no
diagnosticó, por ser tumores muy pequeños, por ejemplo", explica el
presidente de la compañía, Rob Royea.
Una cuarta ronda de ensayos está
prevista para octubre y la empresa ya ha solicitado la marca CE, la Conformidad
Europea, el certificado de que el producto cumple con los requisitos de la
legislación europea en cuanto a salud, seguridad y protección del medio
ambiente. Y también la acreditación de la Food and Drug Administration, para
poder introducirlo en el mercado estadounidense.
Según Sonnier, es necesario
educar a los consumidores acerca de los dispositivos portátiles, como el
sujetador o la camiseta para diagnosticar enfermedades.
Pero también persuadir a la
comunidad médica acerca de los méritos de este tipo de tecnologías. "Ese
es el gran reto, ya que en el pasado los médicos no confiaban en información
obtenida de esta forma".
Ejercicio aún más saludable
OMSignal fabrica una gama de ropa
inteligente para hacer ejercicio. Ésta incluye sensores biométricos que miden
el rendimiento y, además, proveen al usuario de un electrocardiograma.
En este caso, como en el de la
camiseta que puede detectar convulsiones epilépticas, los datos recolectados
van directamente a una aplicación de un teléfono inteligente. A su vez, se
puede acceder a la información en un sistema de nube, para que ésta sea analizada
a través de complejos algoritmos".
Esta tecnología es más eficaz que
una pulsera, asegura la compañía.
"Necesariamente usamos ropa,
así que nos parece que es el mejor lugar para colocar los sensores",
aclaró Jesse Slade Shantz, el jefe médico de OMSignal.
Y contó que él mismo ha probado
estas camisetas inteligentes. "Es como la ropa que usted usa día a
día".
En un principio, al doctor le
habían encargado investigar si existía una tecnología para reemplazar el
monitor Holter, un rastreador del corazón que se puede llevar puesto.
"La idea era que, como
existe un gran mercado, eso podría ser la gallina de los huevos de oro",
confesó.
Y añadió: "Pero yo sé cómo
son los médicos, porque yo soy uno de ellos. Que un doctor acepte reemplazar
con este tipo de tecnología a algo que usan y que les funciona es muy
difícil".
"Eso por no mencionar el
hecho de que, particularmente en Estados Unidos, uno de los mayores mercados
para estas tecnologías, los médicos reciben dinero por hacer que la gente lleve
un rastreador de corazón Holter", dijo.
"Así que tuvimos que ser
realistas y pensar qué sería un negocio sostenible".
Crecimiento previsto
Se espera que el consumo de los
dispositivos inteligentes que se puedan vestir crecerá de 9,7 millones en 2013
hasta los 135 millones en 2018, según CCS Insight, una empresa de información
sobre dispositivos y redes de conexión.
Jesse Slade Shantz, jefe médico
de OMSignal, testó él mismo las "ropas inteligentes" de la compañía.
A medida que la incorporación de
la tecnología a la ropa mejore y nos sintamos cómodos con la idea de que
nuestra ropa interior sepa dónde vamos y cuándo, estas prendas se convertirán
en la mejor manera de llevar tecnología inteligente en el día a día.
Pierre Fournier, de Wemu, confía
en ello. El diagnóstico es sólo el principio. Él quiere que la tecnología diga
a la gente que presencia un ataque epiléptico qué hacer.
"Y el paso final será llegar
al punto en el que se puede predecir cuándo va a tener lugar una convulsión.
Eso podría revolucionar la vida de los pacientes", exclamó.
Carol Ireland, de Epilepsy Action
Australia, está de acuerdo.
"En muchos países todavía hay
malentendidos e incluso el estigma rodea a la enfermedad," dijo.
"Muchas personas que tienen
epilepsia se enfrentan al dilema de hacerlo público y correr el riesgo de una
reacción negativa en los demás miembros de la comunidad. La depresión e incluso
el suicidio son más comunes en personas diagnosticadas con epilepsia que entre
la población en general".
Frente a ello, cree que un
diagnóstico preciso del síndrome y la gestión eficaz de la enfermedad son
fundamentales para que los pacientes tengan una mejor calidad de vida.
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