El hogar de Allan Poe en Baltimore,
un escenario de la literatura universal
EFE - agosto de 2014
En una pequeña casa de ladrillo
de un barrio humilde de la ciudad de Baltimore, al calor de la chimenea, las
manos del escritor Edgar Allan Poe cambiaron para siempre el concepto de novela
corta y el género de terror. Un lugar que ahora ha reabierto sus puertas para
que nadie olvide su legado.
Cuentos como "Manuscrito
hallado en una botella", "Berenice" o "El Rey Peste"
cobraron vida entre esas paredes en las que residió entre 1835 y 1837 tras
contraer matrimonio con su prima, Virginia Clemm, a quien conoció precisamente
en la misma ciudad.
La casa, que antes contaba con el
amparo del ayuntamiento de Baltimore para su conservación y su apertura al
público, sufrió las consecuencias de la crisis económica, y el gobierno local
dejó de proveer los fondos para su cuidado.
Sin embargo, surgió entonces la
organización sin ánimo de lucro "Poe Baltimore", cuyo objetivo último
es preservar la herencia y la influencia que el escritor dejó en la urbe.
Kristen Harbeson, miembro del
consejo directivo de la asociación, explica a Efe desde la que fuera la cocina
de la casa la gran cantidad de esfuerzo y trabajo que requiere el mantenimiento
de la vivienda, cuyas puertas se abren durante los fines de semana desde su
reapertura el mayo pasado.
Voluntarios jóvenes, expertos en
literatura, pero, sobre todo, "amantes" de Poe, son los que reciben a
los ya miles de visitantes que han pasado por la casa para explicar los
rincones de ese hogar y la impronta que dejó Baltimore en el escritor y
viceversa.
"Poe ha sido y es muy
importante para Baltimore, y no podíamos dejar que esta casa cerrara sus
puertas", dice Harbeson al relatar los pasos dados por el grupo para
relanzar el edificio, a la vez que reconoce que "queda mucho por
hacer".
Gracias a las donaciones y el
nuevo engranaje de la organización, aquellos que acudan al 203 de Amity Street
pueden pasear por las pequeñas estancias en las que se divide la construcción y
observar algunos de los objetos originales del también periodista, como un
curioso escritorio portátil en el que desarrollaba sus obras.
Pese a la estrechez de la
arquitectura, en su mayoría original, los más curiosos pueden incluso subir a
la buhardilla, donde se cree que Poe pasaba la mayor parte del tiempo
escribiendo, inspirado por las vistas de la ciudad.
El autor de "El
cuervo", que nunca contó con demasiados recursos económicos, vivió allí
durante casi tres años tras romper definitivamente la relación con su padre
adoptivo, por lo que su abuela y su tía, así como sus dos primos, le dieron
refugio.
"Viene gente de todo el
mundo, la semana pasada tuvimos un grupo muy grande de estudiantes que venía
desde Brasil", relata Harbeson, quien pese a reconocer el gran peso de Poe
en la literatura universal, todavía se sorprende al recibir a visitantes desde
las partes más remotas del globo para explorar el que durante unos años fuera
el hogar del escritor.
Aunque nació en Boston y pasó
gran parte de su vida en Richmond (Virginia), en Baltimore Poe (1809-1849)
encontró el amor, el calor de una familia y el reconocimiento de sus obras,
llegando incluso a considerar, en sus propias palabras, que allí estaban sus
orígenes.
Y es que esta ciudad del estado
de Maryland resulta una parada fundamental para entender a uno de los escritores
estadounidenses más influyentes del siglo XIX, tanto así que también, por
paradojas del destino, Baltimore fue el escenario de su muerte, cuyas
circunstancias, como si uno de sus cuentos se tratara, aún están por resolver.
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