El equipo que se puede quedar sin
nombre por "racismo"
BBC News - jueves, 28 de
agosto de 2014
Los Washington Redskins se
preparan para comenzar la nueva temporada de la Liga de Fútbol Americano (NFL,
por sus siglas en inglés), pero en juego está mucho más que olvidar la mala
campaña deportiva de 2013.
El equipo, uno de los más
importantes del país, corre el riesgo de perder el derecho a explotar
exclusivamente el nombre "Redskins" (que traduce literalmente
"pieles rojas"), envuelto en una controversia de vieja data porque es
considerado ofensivo contra los indígenas estadounidenses.
A mediados de este mes, la
dirigencia apeló una decisión de la Oficina de Patentes y Marcas Registradas,
que en junio le canceló las marcas registradas por considerar que
"menosprecia a los nativos".
Y la semana pasada, el diario más
importante de la capital, The Washington Post, aseguró que dejaría de usar la
"palabra que comienza con R" en sus páginas editoriales, mas no
necesariamente en su sección deportiva.
"Excepto cuando sea esencial
para la claridad o el significado, dejaremos de usar el insulto",
escribieron los editorialistas. "Es el estándar que usamos para todo
vocabulario ofensivo y el nombre del equipo indudablemente ofende tanto a
muchos indígenas como a muchos estadounidenses".
El Post se suma así a
comentaristas deportivos, organizaciones indígenas, 50 senadores demócratas y
hasta el mismo presidente Barack Obama, que han sugerido a los Redskins cambiar
su nombre.
La dirigencia de los Redskins le
dijo a BBC Mundo que no comentará sobre el tema, pero su dueño, Daniel Snyder,
ya advirtió que "nunca" lo cambiará, pues asegura que está ligado a
la historia de la institución y honra el legado de los indígenas.
Equipo histórico y popular
La importancia de la polémica
reside en que los Redskins son uno de los equipos más históricos y populares
del país.
Fundado hace más de 80 años, la
institución ha ganado tres Super Bowls (el récord lo tienen los Pittsburgh
Steelers con seis) y sus promedios de asistencia han rondado las 80.000 personas
por partido en su estadio, el FedEx Field, aunque cayeron en la temporada
pasada.
Eso sin contar que la revista
Forbes considera la franquicia la tercera más valiosa del país, después de la
de los Dallas Cowboys y los New England Patriots. Según datos de este mes, su
valor total es de US$2.400 millones y su marca vale US$214 millones.
De ahí que la controversia afecte
potencialmente a tantas personas y pueda tener un efecto negativo importante en
términos económicos.
Pero otro argumento para entender
la magnitud de la controversia es que para algunos va mucho más allá de lo que
ocurre en un estadio.
"Este es un tema mucho más
grande que simplemente un equipo de fútbol de Washington", le dice a BBC
Mundo Eric Stegman, quien fue asesor de temas indígenas en el Senado de Estados
Unidos y ahora es director asociado del Center for American Progress, un centro
de estudios de orientación liberal con sede en la capital.
Stegman asegura que la polémica
no es un asunto de "corrección política" ni de las intenciones al
utilizar el nombre, sino en el efecto real que esas representaciones tienen
sobre las personas.
"Cuando se reduce una
cultura o varias a un logo o a una mascota, socava cómo las personas entienden
quiénes son y en algunos casos lleva a ambientes hostiles", dice.
Stegman publicó en julio un
informe que asegura cómo los nombres y mascotas de los equipos, no sólo los
Redskins sino también en el fútbol universitario o colegial, tienen efectos
"dañinos" sobre los jóvenes indígenas en temas de salud mental,
autoestima y su experiencia educativa.
"Si un indígena siente que
esto es despectivo o irrespetuoso, no importa qué piense un hincha no indígena
en un juego", resalta.
"Representan a la capital de
nuestra nación"
Las opiniones sobre el tema han
incluido voces importantes como la del presidente Obama, quien en 2013 dijo que
si fuera el dueño del equipo "pensaría en cambiar" su nombre
"incluso si tuviera una historia de renombre".
No piensan así todos los hinchas
que acompañan a los Redskins en el FedEx Field y alientan de cerca a sus
estrellas, como el mariscal de campo Robert Griffin III, más conocido como RG3.
Una fanática, Heather Kyler, le
dijo a BBC Mundo que los Redskins "representan a la capital de nuestra nación
y la historia de nuestra nación" y agregó que hay muchas personas,
incluyendo indígenas, que no se sienten ofendidas por el nombre (ver recuadro).
La dirigencia del club también ha
tratado de resaltar los vínculos con los indígenas y Snyder decidió crear una
fundación para ayudarlos a reducir los niveles de pobreza y mejorar sus
condiciones de salud e infraestructura.
El dueño de los Redskins, Daniel Snyder, se ha
negado a cambiar el nombre del equipo.
Además, en los últimos años ha
reducido su simbolismo indígena en el estadio y, por ejemplo, las porristas ya
no utilizan trenzas negras largas, como detalló The Washington Post.
Snyder también ha enfatizado
cómo, en la temporada inicial de los Redskins, hace ocho décadas, cuatro
jugadores y el técnico eran indígenas.
"El nombre nunca fue una
etiqueta", dijo el dueño en una carta a los hinchas. "Fue y sigue
siendo una medalla de honor".
Más allá de si es efectivamente
una medalla de honor o más bien una ofensa, lo cierto es que la polémica por el
nombre del equipo está cada vez más caliente.
Pero mientras eso ocurre fuera
del estadio, los jugadores y el entrenador Jay Gruden están enfocados en
preparar la nueva temporada, que comenzará el 7 de septiembre con una visita a
los Houston Texans.
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