Las historias detrás del Canal de
Panamá
Forbes - viernes, 29 de
agosto de 2014
Cien años del Canal de Panamá: La
vía marítima no sólo ha sido un motor de desarrollo económico, también es un
lugar donde múltiples vivencias han tenido lugar.
El Canal de Panamá no es sólo una
ruta marítima por donde a diario desfilan toneladas de mercancías que viajan a
todas partes del mundo. Este emblemático paso económico tiene detrás personas e
historias que lo vuelven más humano.
Desde ingenieros, descendientes
de familiares que trabajaron en la construcción del Canal, hasta un intrépido
surfista que lo cruzó de lado a lado, estas historias presentan una nueva forma
de ver este puerto marítimo tan importante para el mundo entero.
El apasionado/Luis Ferreira
¿Quién es? Ingeniero de la Unidad
de Coordinación con operaciones de ingenierías y administración de programas
del Canal.
Trabajar en el Canal de Panamá ha
sido uno de los más grandes orgullos y pasión de mi formación. Especialmente
ser parte de un equipo de profesionales de este pequeño pero audaz país, ser
parte de un Canal con diversas metas y logros en beneficio del país.
Mi meta desde que estaba en la
escuela era trabajar en el Canal de Panamá, ser parte de esa joya de la
ingeniería.
Cuando entré como ayudante
estudiantil a trabajar por primera vez al Canal de Panamá fue un momento de
incertidumbre y a la vez de alegría, porque sabía que allí aprendería y
conocería cómo y por qué se había hecho esta obra. Haber trabajado por primera
vez me motivó a estudiar la carrera de ingeniería, de esa forma podría entender
mucho mejor cómo estaba compuesto el Canal.
Cuando el Canal regresó a Panamá,
el 31 de diciembre de 1999, sentí una alegría porque estaba seguro que los
panameños podrían manejar mucho mejor, de forma eficiente y segura esta
importante vía marítima, a pesar de que otra personas no creían que lo podíamos
hacer.
En el momento en el que en las
escalinatas del edificio de la Administración se hizo el traspaso del mando, se
sintió la alegría de todos los panameños que entendían el compromiso que se
había adquirido con la comunidad marítima internacional. Fue un momento de
gloria.
El hidrólogo/Jaime Massot
¿Quién es? Cuarta generación de
familia que trabajó en el Canal.
El Canal de Panamá significa un
motivo de orgullo para mí, sobre todo por su eficiente funcionamiento y
desarrollo luego de su transferencia a manos panameñas.
Inicié labores en la Comisión del
Canal de Panamá en 1980. Se estableció una política salarial aplicable a los
trabajadores contratados desde el 1 de octubre de 1979. Fue una discriminación,
como en las nóminas de oro y plata, para mi bisabuelo, abuelo y madre.
Mi entrada al Canal se debió, en
gran parte, a la influencia de mi madre, que me entregó la documentación de los
diferentes programas de empleo que existían. Apliqué a dos programas; uno era
de aprendiz, recibiría capacitación técnica para luego realizar trabajos como
mecánico de instrumentos de precisión, el salario era alto y no era necesario
seguir con mis estudios. El otro requería estudios universitarios completos. Me
decidí por la segunda opción y trabajé como hidrólogo por muchos años, esta
carrera me permitió conocer a fondo toda la cuenca hidrográfica del Canal de
Panamá; no sólo en la parte ambiental, sino en la socioeconómica.
Cuatro generaciones de la familia
Hernández-Massot han trabajado en el Canal y me encantaría que alguna de mis
hijas fuera parte de la quinta.
La hija del canal/Paulette
Prescod
¿Quién es? Descendiente de una
pareja de capitanes de remolcadores.
El Canal de Panamá es una de las
grandes maravillas del mundo en donde nuestro país ha sido bendecido por la ardua
labor y sudor de nuestros ancestros, crisol de razas en donde cada panameño
tiene la oportunidad de hacer historia.
Recuerdo cuando en los años 80-90
solía ir con mis padres a ver cómo se desempeñaban en sus funciones. Al
terminar sus tareas, me daban el mando del timón y yo manejaba en el lago
Gatún, eso para mí era extraordinario.
Mis padres fueron los primeros
esposos panameños capitanes de remolcador. Mamá manejaba el “Mehaffey”, papá el
“Harding”.
Sus labores eran asistir a los
buques y submarinos durante su travesía por el Canal, principalmente en las
entradas y salidas de las esclusas. Ambos ya fallecieron.
Teniendo en cuenta a los
principales competidores del Canal de Panamá, como el sistema intermodal de los
EU, el Canal de Suez y el Canal Seco de Honduras, ahora con la ampliación,
tendrá la capacidad para que transiten barcos o buques con dimensiones más
grandes, El Canal de Panamá… “Oro en polvo”.
Memoria histórica/Clemente Garnes
¿Quién es? Médico pediatra de 90
años de edad. Su padre fue trabajador en la construcción del Canal. Escribió un
libro titulado Los paladines olvidados, en el que narra las historias de
aquellas personas que dieron su vida en el levantamiento de esta obra, pero que
no se les ha reconocido nunca.
El Canal para mí significa la
cantidad de personas que dieron su vida. Significa Sebastián Tapia, un joven al
que nadie menciona y que murió en la gesta heróica. Como él, muchas otras
personas fallecieron en esos difíciles trabajos y han sido olvidadas.
En lugar de resaltar ese aporte
de la comunidad negra, en 1941 se presenta una Constitución racista.
Recuerdo que recién graduado de
bachillerato fui a buscar mi cédula (pues yo nací en Panamá), y al entregarme
el documento, en el espacio para nacionalidad decía extranjero y en el lugar de
nacimiento tenía escrito “no comprobado”. Eso es algo difícil de olvidar. En
esa Constitución se prohibió reconocer como ciudadanos panameños a los hijos de
los trabajadores que habían sido traídos y que optaron por quedarse a vivir en
Panamá. No sé cómo podemos mantener a nuestro pueblo con tanta ausencia de
datos históricos.
La especialista/Vivian Pérez
¿Quién es? Secretaria de la
Gerencia Ejecutiva de la División de Dragado del Departamento de Operaciones.
Brinda asistencia directa al gerente ejecutivo; con 22 años de servicio en el
Canal y 18 años en la División de Dragado.
Para mí era un sueño empezar a
trabajar acá. Y aunque estaba en manos estadounidenses, tenía ese sentimiento
de que el Canal es nuestro. Siempre sentí un orgullo muy grande. Quería conocer
más del Canal. Cuando logré entrar estaba muy satisfecha, todos los días
trataba de aprender algo diferente.
Cuando tuve la oportunidad de ir
a la división de Dragado, ahí sí fue un cambio total en mi vida, me enamoré de
ese lugar desde la primera vez que entré. Nunca voy a olvidar ese día, cuando
iba entrando en la división tenían en el muelle la grúa Hércules (que ya no
está en servicio) y me pareció algo tan impresionante estar allí cerca de las
operaciones del Canal.
Cada vez tengo un sentido de
pertenencia mucho más amplio. Siempre hubo una incertidumbre antes de que el
Canal fuera transferido a manos panameñas.
Mucha gente sentía que no íbamos
a lograrlo, que no mantendríamos los estándares de calidad, y la verdad es que
después de todos estos años hemos podido demostrarle al mundo que nosotros
podemos”.
Nunca voy a olvidar cuando se
llegó la hora cero para entregar el Canal. Lastimosamente no pude estar con
toda esa muchedumbre que estuvo afuera del edificio de la Administración,
estaba a punto de dar a luz, me encontraba en casa viéndolo todo. Cuando llegó
el momento fue una emoción increíble. Se me aguaron los ojo, se me puso la piel
de gallina.
El surfista/Édgar “Gary” Saavedra
¿Quién es? Trece veces campeón
nacional de surf. Cruzó el Canal en una tabla para surfear.
Conocí mucho más del Canal. Tuve que
leer mucho más del Canal. Y el día que se hizo la hazaña, yo no podía creerlo,
estaba haciendo historia para Panamá en el lugar más reconocido que tenemos
nosotros.
El Canal de Panamá es una
maravilla de la ingeniería. Entonces al estar ahí haciendo historia después de
que hice la hazaña fue como ¡Wao! Dejé a Panamá dentro de un récord Guinness en
una las vías marinas más importante del mundo.
Antes no entendía el tema de
subir y bajar por los niveles, pero ya después que se me dio la oportunidad de
ir al Canal, conocer el tema de las compuertas, cuántos millones de galones de
agua se utilizan, hasta el punto de dejarme apretar ese botón, fue ¡Wao!
El almirante/Carlos Mata
¿Quién es? Capitán senior de un
remolcador de la flota de remolcadores.
Hay tanta gente importante con la
que me he tocado trabajar. Algunas personas ya han fallecido y también hay
caras nuevas, gente con muy buena escuela. De eso se trata este negocio: es un
negocio de gente.
He experimentado un cambio
dramático desde que entré a trabajar en 1990. Entonces era una organización
rígida dado que había menos cambios, era gobernada por Estados Unidos. Esa
cultura empezó a cambiar a medida de que la transición se fue dando, y entró en
vigencia el primer administrador panameño (que fue Gilberto Guardia). De ahí en
adelante se dieron tantos cambios. Fue fascinante tener que adaptarse a tanto
cambios y ser motor generador de esos cambios.
El proyecto de ampliación del
Corte Culebra inició en 1996, en esa época era capitán de remolcador y trabajaba
en los botes de la división de dragado. Recuerdo experiencias como transportar
en una barcaza a nueve contenedores cargados de explosivos, tarea que empezaba
a la media noche y terminaba a lo largo del día. Mucha gente prefería evitar
ese tipo de tareas, yo era joven y tenía esa energía. Sé que son pequeñas
piezas del rompecabeza que uno va dejando a lo largo del Canal.
La reclutadora/Thyrza Guerrero
¿Quién es? Analista
administrativa de desarrollo organizacional de recursos humanos.
En todas las etapas de la vida,
el ser humano construye en su mente sueños, anhelos profundos que desea ver
realizados. El Canal de Panamá es ese sueño hecho realidad que está allí para
recordarte siempre que cuando hay voluntad y unión, no hay imposibles.
En realidad, nunca aspiré a
trabajar en el Canal, no era algo que estaba en mis planes. Cuando me gradué,
estudié Control de tráfico aéreo y Derecho y Ciencias Políticas.
Durante la época del régimen
militar, siendo controladora de tráfico aéreo de área y aproximación, nombraron
a un militar en la dirección de Aeronáutica Civil. Identificada con la lucha
civilista, la decisión no comulgaba con mis creencias políticas.
Una muy buena amiga me comentó
que podía aplicar a la antigua Comisión del Canal, y así lo hice.
Debo decir que tuve mucha suerte
y logré conseguir una plaza de empleo en el canal. Con dolor en el alma, dejé
el control de tráfico aéreo que amaba para iniciar una nueva etapa. Hoy, 27
años después sigo en el Canal, hice carrera y me siento muy feliz de decir:
“soy panameña y trabajo para el Canal de Panamá”.
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