Afición por el fútbol
Associated Press - agosto de
2014
A medida que crece la afición por
el fútbol, más niños estadounidenses sueñan con convertirse en el próximo
Cristiano Ronaldo o Lionel Messi. Sus aspiraciones, realistas o no, no han
pasado desapercibidas para los principales clubes internacionales, que tratan
de aprovechar los beneficios económicos de esta popularidad.
Clubes como Barcelona, Liverpool
y Arsenal envían entrenadores desde hace tiempo a campamentos de verano en
Estados Unidos, pero ahora algunos está abriendo academias que funcionan todo
el año con el objetivo de ubicar nuevos talentos y aumentar la cantidad de
seguidores y oportunidades de negocio en este país. A finales de este mes
Barcelona inaugurará su escuela llamada Escola Florida, su primera academia
permanente en Estados Unidos, ubicada en Fort Lauderdale, Florida. Boca Juniors
de Argentina y Everton de Inglaterra ya tienen escuelas en operación en Nueva
York y Connecticut, respectivamente. Se espera que otros equipos sigan este
ejemplo.
La expansión de programas de esa
clase es parte de una tendencia de mayor alcance a medida que los clubes
internacionales tratan de impulsar sus marcas en Estados Unidos, en disputa de
los corazones y billeteras de los estadounidenses contemporáneos y venideros.
La construcción de una base internacional de aficionados se ha convertido en un
parte importante para la operación de los clubes, que obtienen una buena
porción de sus ingresos de transmisiones y mercadotecnia internacional.
"Si logras que los niños se
hagan aficionados cuando son pequeños se quedarán contigo por el resto de sus
vidas", dice Simon Chadwick, economista del deporte en la universidad
inglesa de Coventry.
La audiencia del fútbol en
Estados Unidos ha alcanzado nuevas marcas de popularidad, y en el Mundial de
Brasil se fijaron marcas. NBC pagará 250 millones de dólares para transmitir
los partidos de la Liga Premier. Una multitud de 109.318 abarrotó el estadio de
la universidad Michigan el 2 de agosto para presenciar un partido amistoso
entre el Manchester United y el Real Madrid. La MLS tiene un promedio de 18.000
asistentes por partido, poco más del máximo de 2012.
Cuando los equipos comenzaron a
abrir escuelas en el mundo en la década de 1990, el objetivo inicial era
descubrir nuevos talentos y desarrollar jugadores. Su meta actual es reforzar
su marca, indica Simon Kuper, autor de varios libros sobre economía de los
deportes.
Una de varias academias
internacionales fue inaugurada en 1999 por el club holandés Ajax en Ciudad del
Cabo, Sudáfrica. El equipo informó que anualmente en promedio salen siete
jugadores de esa escuela y varios de ellos juegan con equipos europeos.
Barcelona eligió el sur de
Florida para abrir su primera academia en Estados Unidos y 12va en el mundo.
Más de 600 chicos y chicas acudieron a las pruebas en mayo, y algunos de ellos
procedían de lugares como Haití, Venezuela y Canadá, para ocupar uno de los 384
sitios disponibles. Los ganadores pagarán 3.000 dólares anuales para entrar a
la academia, lo que no cubre gastos de hospedaje, comida y educación. Algunos
padres dicen que se mudarán al sur de
Florida si su hijo es elegido.
Marcel Bombonato, director de
Kaptiva Sports, socio oficial del Barcelona en Estados Unidos, dice que uno de
sus objetivos es detectar talentos. Pero más allá de enseñarles a jugar fútbol,
el club quiere convertir a los niños en aficionados del Barcelona.
Unos 3.200 asistieron a siete
campamentos de fútbol que el Barcelona organizó en el verano en el este de
Estados Unidos. Todos los días escucharon el himno "Cant del Barsa" y
en un campamento realizado hace poco en Miami la mayoría de los 245 pequeños
vestidos con los colores de la escuadra aplaudían y cantaban el coro
"Barsa, Barsa, Barsa".
Muchos padres ven estos
campamentos como una oportunidad para que los niños muestren sus habilidades y
sean reclutados para la academia La Masía, donde se forman los jugadores del
Barsa. Messi se fue de Argentina a España a los 13 años tras ser descubierto
por un buscador de talento del Barcelona.
Ali Rafique llevó de Dallas a
Miami a su hijo Toby, de 6 años. Toby practica más de 20 horas a la semana
entre sus entrenamientos con un técnico personal y el equipo de menores de 7
años de los Texans de Dallas. Quiere que con el tiempo llegue a jugar en el
Barcelona.
"Voy a trabajar para hacer
su sueño realidad", dijo su padre.
El club argentino Boca Juniors,
conocido por ser uno de los mayores exportadores de jugadores a ligas europeas,
abrió su academia en Long Island, Nueva York, en marzo. El equipo sigue
reclutando a 200 chicos y chicas de
edades de 4 a 23 años.
Mariano Berenstein, director de
Boca en Estados Unidos, dice que a diferencia de otros clubes, el suyo se
preocupa en desarrollar al talento local y no sólo explotar la marca. Dijo que
otros equipos prometen a los pequeños que tendrán la oportunidad de jugar en
las academias y eventualmente avanzar al equipo grande. Boca Juniors quiere
formar un equipo estadounidense con la esperanza de que los jugadores más
talentosos participen en la MLS.
No se harán "falsas
promesas" a los jugadores, señala Berenstein.
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