¿Por qué los colombianos son tan
buenos en ciclismo?
BBC Mundo - domingo, 1 de
junio de 2014
A Nairo Quintana le luce el rosa.
Tal vez ya lo sabía de antemano, porque al día siguiente de su épica victoria
en el ascenso a Stelvia, en la etapa número 16 del Giro de Italia, todo su
atuendo era de ese color: las gafas, el casco, las zapatillas. La camiseta.
O tal vez lo que ya sabía es que
iba a ser el líder, el vencedor que ahora le sonríe a todos desde el podio de
los triunfadores.
La campaña de Colombia en este
Giro ha sido histórica: virtualmente tienen el primer y segundo lugar, montaña,
cuatro etapas ganadas hasta ahora y la sospecha de que el ciclismo del país
sudamericano se encuentra en las puertas de una nueva (o mejor) época dorada.
"La época de oro del
ciclismo colombiano ya está ocurriendo: este Giro, el segundo puesto de Urán y
Nairo el año pasado en Italia y Francia. La medalla de plata de en los Juegos
Olímpicos son muestras de eso", le dijo a BBC Mundo el técnico de ciclismo
Claudio Corti, quien dirige al Equipo Colombia.
Los apellidos sobran: a los
enormes de Quintana y Urán, se suman el de Duarte, Arredondo -quien ganó una
etapa-, Betancur que se ya robó la Paris-Niza de este año y en 2013 se vistió
con la camiseta blanca del mejor joven del Giro. Todos nombres por sonar.
De las montañas de sus tres
cordilleras donde aprendieron a subir y flotar en la bicicleta.
El mundo, de rodillas
El planeta del ciclismo parecía
haber perdido las emociones de antaño gracias al devastador impacto del doping
de la década pasada. Los ídolos caían por los escaños de la popularidad gracias
a sendos escándalos: Pantani, Amstrong, Contador, entre otros.
Ahora, gracias al esfuerzo de los
colombianos y otras figuras que adornan el panorama, parece recobrar su fuerza.
Y los medios alrededor del mundo observan atentos el fenómeno.
"Arú (el ciclista italiano
Fabian Arú, la gran esperanza italiana) hizo un tremendo tiempo, pero llegó con
la lengua afuera a la meta en la cima de Grappa, Quintana lo superó en tiempo
sin mostrar ni siquiera que estaba haciendo fuerza en el ascenso", se leyó
en el sitio online del diario L’Equipe.
"En la etapa 19, fue mejor
la lección de Quintana, quien después de que su Movistar condujera al pelotón
toda la etapa se quedó solo en los últimos kilómetros rodeado de todos los
principales de la general esperando que le atacaran. Más ninguno le atacó a él
directamente, sino que más bien se atacaban todos entre sí, peleando por los
puestos de honor tras el intocable colombiano", escribió Carlos Arribas en
El País de España.
El mundo atento a Nairo y a los
colombianos. "Las cosas claras, en el Giro manda Colombia y Quintana se
muestra todopoderoso" publicó el diario Marca.
Respirando grueso
¿Pero cómo un grupo de
colombianos se encumbraron de esta manera a la cima del ciclismo en los últimos
años?
La mayoría de los ciclistas
colombianos salen de dos regiones: el altiplano cundiboyacense, ubicado en el
centro del país y la región de Antioquia, en el occidente, donde hay ascensos
que pueden llegar fácilmente a los 3.000 metros de altura.
"Subir y bajar montañas se
vuelve una costumbre para los ciclistas colombianos. Después van perfeccionando
la técnica", le explicó a BBC Mundo el periodista colombiano Pablo
Arbeláez, quien ha cubierto el ciclismo colombiano desde hace 30 años.
"Y estas montañas están a
una altura considerable. Desde niños están respirando grueso, como ellos dicen
y cuando se acostumbran a esa altura, la hemoglobina se sube y el hematocrito
también". Añadió Arbeláez.
Para otro experto en el ciclismo
colombiano, el técnico español Vicente Belda, una de las razones es el trabajo
que se ha hecho en algunas regiones de Colombia.
"Así encontramos a Nairo.
Con un programa de la Gobernación de Boyacá, citamos a varios jóvenes para
empezar a trabajar y entre ellos estaba él, con un potencial increíble",
dijo Belda a BBC Mundo.
"Recuerdo que cuando le
hicimos las primeras pruebas a Quintana, con apenas 18 años, daba los mismos
resultados de potencia y resistencia que Santiago Botero cuando llevaba años de
profesional. Era tremendo", recordó.
Para Corti, además, tiene que ver
mucho la preparación que están haciendo en Europa estas últimas generaciones.
"Rigoberto se fue cuando
tenia 18 años a correr a Europa. Varios han seguido ese camino. Y eso ha sido
fundamental para su mentalidad, para saber que pueden ganar las grandes
carreras", señaló Corti.
El oro y el EPO
Pero esto no es un fenómeno
aislado o reciente: los colombianos en los últimos 40 años siempre han estado
allí. Por ejemplo, desde 1973 han ganado 19 etapas en el Giro.
Primero con el trabajo solitario
de Martín Emilio "Cochise" Rodríguez, que ganó un par de etapas del
Giro en los años 70 hasta llegar a la gran década de los 80 y los 90 liderada
por ciclistas como Lucho Herrera, Fabio Parra, Alvaro Mejía, Alfonso Flórez,
Martín Alfonso Ramírez, Santiago Botero, entre otros.
No había cumbre que se les
escapara: Herrera fue campeón de la montaña en las tres grandes vueltas y se
llevó la camiseta amarilla en la Vuelta a España de 1987; Parra se montó en el
podio de los Elíseos en el Tour de 1988.
Fueron los años que los
periódicos en Francia describían a los colombianos como "gente que cuando
sube, parece que están bajando".
Pero de un momento a otro los
"escarabajos" dejaron de brillar. Hacían buenas carreras, pero nada
como lo conseguido por Herrera y compañía. Solo se escuchan algunas victorias
aisladas de un gran ciclista como fue Mauricio Soler.
"Yo creo que todo el control
que surgió alrededor de la EPO le causó muchos problemas a los colombianos, que
no necesitaban doparse para subir una montaña, pero las regulaciones los
hicieron desaparecer un poco del protagonismo", explicó Belda.
De hecho, a Santiago Botero se le
prohibió correr en varias pruebas debido a que tenía alta la testosterona, pero
después se descubrió que la producía de forma natural.
Para Arbeláez al control
antidoping se le unió la falta de patrocinio que hizo que muchos talentos se
perdieran por falta de apoyo.
"Durante muchos años no hubo
más equipo de colombianos. No estaban los patrocinadores de antes como Pilas
Varta o Café de Colombia. Pero ahora si hay un trabajo serio que está rindiendo
su frutos".
Formando nuevos ídolos
En Boyacá, la tierra de Nairo
Quintana, esta semana se comenzaron a vender ruanas (un atuendo típico de la
región) del mismo color de la camiseta del Giro: rosa, en honor a uno de sus
hijos predilectos y ya se agotaron. Los nuevos ídolos.
"Son generaciones. Colombia
tuvo una gran época con Herrera, Parra y Botero y ahora lo está volviendo a
vivir con Nairo, Urán y Duarte. Lo que viene es tal vez mucho mejor",
explicó Belda.
y añadió "te apuesto 100
euros que Nairo va a ganar la Vuelta España de este año".
Tal vez en ese vaticinio
auspicioso tenga que ver que los corredores colombiano ya no solo saben escalar
montañas de forma natural como si estuvieran caminando por la playa, sino que
están aprendiendo a manejar el terreno plano con una maestría europea.
"Rigoberto estuvo este año
en un túnel de viento en San Francisco invitado por la marca de bicicletas
Specialized y Nairo hizo lo mismo con Movistar. Y ahora estamos viendo los
resultados", señaló Arbelaez.
Lo cierto es que ahora Nairo se
viste de rosado con propiedad mientras su nombre pasa a la historia. Y
Colombia, con sus "escarabajos", se alista para festejar, lo que
parece, será una gran serie de títulos.
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