10 lecciones para jugar futbol y
hacer negocios
Forbes - viernes, 27 de
junio de 2014
Las habilidades de los jugadores
y empleados, conocer a la competencia y tener un buen manejo del estrés, son
algunas de las características que influyen para que un equipo deportivo o
corporativo llegue a la cima del éxito.
La regla de oro que predomina en
el mundo del futbol y en los negocios es que en ninguno existen los términos
medios: o se gana o se pierde.
El futbol, además de ser el
deporte más conocido a nivel mundial, un fenómeno social y un negocio
millonario, es una actividad en que se demuestran habilidades, destrezas y se
lucha por ser el mejor, características que también definen la organización de
una empresa.
Si eres de los apasionados que
disfrutan de la fiesta mundialista, al tiempo que deseas alcanzar el éxito en
tu empresa, conoce 10 lecciones para jugar futbol y hacer negocios, basados en
el libro Business and the beautiful game de Cary L. Cooper y Theo Theobald.*
Los primeros 45 minutos
1.- Destrezas. Las destrezas son
lo más valioso. Para darse cuenta de eso basta con revisar los salarios de los
jugadores más importantes del futbol. Lo segundo que esperan los clubes es que
los jugadores atraigan semana tras semana aficionados a los estadios,
incrementando de manera inmediata las ganancias del equipo.
En el terreno de los negocios, un
empleado que desarrolla con éxito su trabajo puede ser capaz de influenciar
positivamente a los demás a su alrededor.
Los autores explican: “Las leyes
económicas dictan que el valor de las cosas depende de lo que alguien esté
dispuesto a pagar por ellas. El ‘valor’ que aporta un jugador se mide por el
rendimiento actual y futuro. Una empresa que esté perdiendo cuota de mercado
intentará contratar a un experto en marketing con el suficiente talento como
para salvar la situación hoy y mantenerse a flote en el futuro.”
2.- Ambición. Tanto en el mundo
del futbol como en el empresarial, la ambición juega un papel fundamental. La
cultura del éxito debe estar bien establecida en la mentalidad de los jugadores
y de los empleados, debido a que las ambiciones cambian conforme el paso del
tiempo.
“Donald Trump mantiene una
actitud muy ambiciosa frente a la vida y la gestión de empresas. Su lema podría
resumirse en: ‘Nunca abandones, piensa a lo grande, sé un poco loco y navega
contracorriente.’ Esto lo entienden bien los clubes de futbol, que son
auténticos especialistas en crear un microclima que define lo que podría
denominarse la ‘cultura del equipo’ y establece los niveles de ambición para
jugadores, entrenadores y aficionados”, explican.
3.- Pasión. La pasión es un
elemento fundamental en el terreno de juego y en el mundo de los negocios, ya
que si se aspira a alcanzar grandes metas o triunfos, este elemento se puede
convertir en uno de los mejores y más importantes activos.
En el futbol, la pasión se
observa cuando los jugadores dan lo mejor de sí mismos para alcanzar el
triunfo, al tiempo que los aficionados apoyan al equipo partido tras partido.
En las empresas, este elemento se percibe cuando se atraviesa por crisis y se
logra superar las dificultades gracias a que empleados apasionados impulsaron a
la organización hacia el éxito.
4.- Estrés. Los clubes deportivos
y las empresas no están exentas de momentos que puedan generar estrés a sus
miembros, pero la forma cómo se maneje hará la diferencia entre un buen jugador
y un buen ejecutivo con el resto de las personas.
De acuerdo con investigaciones
del profesor Robert Karasek (uno de los mayores especialistas en los aspectos
psicosociales del trabajo), los expertos explican que existen tres factores que
afectan el nivel de estrés de una persona.
La demanda. Corresponde a todo
aquello que se espera de una persona, es decir sus responsabilidades.
El control. Este elemento
determina la influencia que el jugador o el ejecutivo puede ejercer sobre la
demanda.
El apoyo. Se refiere a toda la ayuda que los individuos
esperan de sus amigos y conocidos.
5.- Disciplina. La disciplina es
uno de los elementos básicos de cualquier organización sea futbolística o
empresarial, pero hay un aspecto que impulsa a concretar metas: la autodisciplina.
En el terreno deportivo, el
alcohol, el cigarro y dormir poco son aspectos que repercuten en el rendimiento
físico de los jugadores, e inclusive en su autoestima. En los negocios, ‘estar
en forma’ va más allá de un aspecto físico; en este ámbito implica que el
empleado esté bien preparado para asumir el puesto que se le ha asignado.
En ambos terrenos es necesario
que tanto los jugadores como los empleados aprendan a tomar decisiones
objetivas de una manera racional en favor de su equipo y empresa.
La segunda mitad del partido
En la primera mitad del ‘partido’
se han explicado las habilidades individuales. En la segunda parte se
destacarán aspectos de manera grupal, así como la mejor forma para enfrentar a
los competidores.
6.- El capitán. Cualquier persona
que aspire a ser director de una empresa o a establecerse por su propia cuenta
debe saber que es fundamental tener experiencia previa como líder de un equipo.
Para el caso del club deportivo,
el jugador que quiera ser capitán de su equipo debe fungir como intermediario
entre el resto de los jugadores y el equipo directivo de su club de futbol. Por
un lado, lleva e interpreta mensajes; por otro, orienta a su equipo dentro y
fuera del terreno de juego.
7.- Coaching. Para el caso del
equipo deportivo, la principal función del entrenador es preparar a los
jugadores para que puedan dar lo mejor de sí mismos. En cada enfrentamiento
deportivo, el entrenador decide quiénes están mejor preparados y quiénes
deberán permanecer en la banca, sin olvidar que en cualquier momento pueden ser
necesarios en la cancha.
En el mundo empresarial, los
líderes deben potenciar las habilidades de cada integrante de su equipo sin
importar cual sea su origen, edad o situación económica. Deben encontrar el
equilibrio adecuado para potenciar el talento de los empleados en beneficio de
la organización.
8.- Gestión. Gestionar personas
es una de las tareas más complejas a las que alguien se puede enfrentar, sea en
un terreno deportivo o empresarial.
El líder de un equipo necesita
tener una visión global sobre el negocio y el club de futbol, con el propósito
de que en caso de crisis pueda tomar una decisión acertada y que cumpla con los
objetivos marcados por la organización.
9.- Selección. La diferencia entre
el futbol y una empresa en la selección es en el número de personas
involucradas.
Para el caso del futbol,
solamente 11 personas pueden participar de manera simultánea en la cancha,
mientras que en una empresa el número de personas involucradas dependerá de los
proyectos a realizar.
10.- Competir. Una de las
ventajas que poseen los equipos de futbol en comparación con las empresas, es
que conocen dónde se encuentran con relación a sus rivales. El ejemplo más
claro son las tablas de clasificación, en las que se muestra la situación de un
equipo partido tras partido.
Por el contrario, las empresas
pueden obtener mejores resultados si concentran su atención en un mercado
específico. Una de las formas para medir el lugar que una compañía ocupa en el
mercado es a través de un análisis SWOT: fortalezas (strenghts), debilidades
(weaknesses), oportunidades (opportunities) y amenazas (threats).
Final del partido
Cuando el árbitro señala que el
partido ha concluido, los contrincantes intercambian camisetas y se retiran del
terreno deportivo a los vestidores.
Después de una jornada laboral de
seis o más horas, los empleados abandonan la empresa, y dejan a un lado los
correos electrónicos y pendientes en la mayoría de los casos.
*Cary L. Cooper es profesor de
psicología de las organizaciones en la Universidad de Lancaster y presidente de
la Academia Británica de Management.
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