Pinto, un trotamundos, disfruta
el Mundial
Associated Press
Tras una dilatada y meritoria
trayectoria que incluye títulos de clubes en cuatro países, el colombiano Jorge
Luis Pinto cumple en Brasil su anhelo de dirigir en una Copa del Mundo, y
disfruta un torneo de ensueño al frente de Costa Rica, la gran sensación de la
primera ronda.
"Puede ser una recompensa,
un premio, parte de lo que uno busca", comentó Pinto, quien había asistido
a ocho mundiales como mero observador. "Es como el investigador que busca
y busca hasta encontrar, y entonces yo busqué y busqué, y encontré este
Mundial".
Los ticos se abrieron paso en un
inédito grupo con tres excampeones del mundo y aseguraron su clasificación tras
vencer 3-1 a Uruguay y 1-0 a Italia en sus dos primeras salidas. Un empate
frente a la eliminada Inglaterra les basta para asegurar el primer lugar.
"Vamos a ver hasta dónde
llegamos. Seguimos con mucha convicción y con muchas ganas. Primero aseguremos
el paso a la siguiente ronda siendo primeros", declaró el estratega, que
ha dirigido más de mil partidos profesionales y un centenar al frente de
selecciones nacionales.
Famoso por su disciplina y
conocimientos tácticos, Pinto normalmente se levanta en la madrugada para ver
videos de sus oponentes a fin de preparar el entrenamiento, entrena, charla con
el equipo y por la noche recopila conceptos y datos para estudiar cómo le
pueden sacar provecho y controlar al
adversario.
Los ticos conocían todos los
detalles de sus rivales, y así lograron contrarrestar la potencia de los
uruguayos en el juego aéreo y neutralizar a Andrea Pirlo, el cerebro italiano,
por ejemplo.
Pinto también tiene una página
web con análisis tácticos en la que desmenuza partidos que pueden ir desde la
Liga de Campeones hasta el campeonato brasileño.
"Cuando era niño, le decía a
mis compañeros en el colegio: cuando sea grande, voy a dirigir a ese equipo. Y
cuando fui grande fue el primer equipo que dirigí, Millonarios (de
Bogotá)", contó el estratega.
Después se convirtió en uno de
los primeros colombianos en dirigir en el exterior. En 1997 tomó las riendas
del Alianza Lima, y desde entonces acumula títulos en las ligas de Perú, Costa
Rica, Colombia y Venezuela.
Tras un primer periodo al frente
de Costa Rica, tuvo un truncado paso por el banquillo de Colombia. Fue
marginado en plena eliminatoria a Sudáfrica 2010, pero Pinto prefiere
concentrarse en su brillante presente.
Y el presente lo podría emparejar
precisamente con Colombia en octavos de final, dependiendo del desenlace de los
grupos.
"Si se nos da, se nos da, y
lo vamos a enfrentar con todas las ganas, no hay nada más que hablar",
dijo.
En las conferencias de prensa,
Pinto se quita los audífonos y les contesta en portugués a los periodistas
brasileños, pues estudió a finales de la década de 1970 en la Universidad de
Sao Paulo, una experiencia que aprovechó
para empaparse de los clubes paulistas y respirar fútbol, como lo ha hecho a lo
largo de tres décadas en los banquillos.
También habla alemán, pues
estudió becado en la Universidad de Colonia, donde tuvo la fortuna de ver
trabajar a Rinus Michel, el 'autor' de la "Naranja Mecánica"
holandesa, cuando dirigía al club local.
¿Algún otro idioma?
"El santandereano",
contesta jocosamente Pinto en alusión a la región de Colombia donde nació.
Admirador confeso de los métodos
del portugués Jose Mourinho, Pinto batalló toda su carrera para ir a un
Mundial.
"Fue una lucha constante de
preparación, en Europa recorrí los grandes clubes del mundo para verlos
trabajar, aquí en Brasil recorrí todos los clubes grandes para verlos trabajar,
captar ideas, conceptos", rememoró.
Cuando cumplió su sueño de
clasificar, muchos descartaban de antemano a Costa Rica tras el sorteo. Pero él
siempre creyó avanzar en Brasil.
"Yo sé qué tengo en mis
manos, sé el trabajo que el grupo ha hecho, sé los conceptos. A Costa Rica le
dije, he ido a ocho mundiales y he visto jugar a equipos que ni corren ni
tienen tanque, y que habían ganado. Nosotros vamos con todo, con táctica, con
buena preparación física, y verán que llegamos y hacemos cosas buenas".
¿Es un obsesivo del fútbol?
"Hay que trabajar. Si a uno
le gusta esto, hay que sacarle provecho",
contesta. "El fútbol es mi pasión, mi pasatiempo, mi distracción y
mi profesión".
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