Singapur entra a disputa por
mercado global de oro
Forbes - junio de 2014
Asia sigue ávida de oro y en los
próximos años, Shanghái y Singapur habrán de sustituir a Londres y Nueva York
como los principales centros de comercio y de determinación de precios.
Apenas el miércoles comentamos
que la disputa por administrar el que será el futuro precio referencial de la plata
ha arreciado, al mismo tiempo que se discute ya el modelo que seguirá la
“modernización” del London Gold Fix (LGF). No obstante, a la par de esas luchas
internas en la todavía capital del mercado global de metales preciosos,
Londres, está una de mayores alcances: la competencia en Asia por ser el
principal centro del comercio de oro.
Por supuesto, China fue la
primera en levantar la mano y dio a conocer en mayo que lanzará en el último
trimestre de este año, una nueva plataforma internacional de intercambio con
sede la Bolsa de Oro de Shanghái (SGE, por sus siglas en inglés), que es un
mercado netamente de oro físico. En una primera etapa solo se operarán
contratos en oro al contado denominados en yuanes, y más tarde se trabajará con
derivados. Los formatos serán de 100 gramos, 1 kg. y lingotes “Good Delivery”
de 12.5 kg.
Sin embargo, un nuevo competidor
emergente ha aparecido y llega con toda la intención de ser protagonista:
Singapur. En este caso, el propio ministro de Comercio e Industria del país,
Lim Hng Kiang, anunció este miércoles que crearán el primer contrato mayorista
de oro, que cotizará en bolsa para su intercambio, compensación y entrega
física. Se espera que este sea lanzado en la Bolsa de Singapur (SGX) en
septiembre próximo.
Lim, quien además es
vicepresidente de la Autoridad Monetaria y director de la Junta de Gobierno de
la Corporación de Inversiones del Gobierno de Singapur, dijo que lo que más
necesita la industria de metales preciosos es “un mercado vibrante y robusto en
el corazón de Asia”. Sus palabras nos dan luz en el sentido de que no piensan
quedarse a la saga de China, y que competirán con todas sus herramientas y
experiencia acumulada en los mercados financieros, para jugar un rol
preponderante en el mundo del oro. Cabe recordar que ese continente representa
más del 60 por ciento de la demanda global del metal.
No sorprende el olfato y “timing”
de Singapur para identificar el momento propicio para lanzar este nuevo
contrato, justo en el momento en que ante nuestros ojos, está ocurriendo una
transferencia masiva de oro físico de Occidente hacia Oriente, pero también en
el instante crítico para los precios referenciales, que como hemos dicho, este
año pasarán a la historia como los conocemos hasta ahora. Los viejos London
Gold y Silver fixes, una vez renovados, ya habrán perdido la fuerza que tenían
antaño.
En palabras de Lim, “con la SGX
como la entidad independiente de correlación y compensación, este contrato
asentado en físico creará un mercado más transparente y eficiente para los
intercambios de barras de kilo. La bolsa también actuará como cámara de compensación
para reducir el riesgo de liquidación entre las múltiples contrapartes.”
Por otro lado, el presidente de
la SGX, Muthukrishnan Ramaswami, declaró que este movimiento permitirá un
“mecanismo de descubrimiento de precios completamente transparente”, aludiendo
sin duda a la opacidad londinense.
La SGX especificó asimismo que su
contrato será el primero de 25 kilogramos ofrecido a escala mundial, y que
consistirá en seis contratos diarios. Lim explicó que el lanzamiento está
siendo apoyado por el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés),
la Asociación del Mercado de Lingotes de Singapur y cuatro bancos comerciales:
JP Morgan, Scotiabank, Standard Bank y Standard Chartered.
Llama la atención que participe
el WGC, que ha sido también el organizador de los foros de discusión para
“modernizar” al LGF, así como de JP Morgan y Scotiabank, depositarios de oro en
el americano sistema Comex (Commodity Exchange) y señalados como brazos
operadores de la manipulación del mercado en Nueva York. También del africano
Standard Bank y el británico Standard Chartered, que participarán además en la
plataforma internacional de la SGE. Esto evidencia el interés de estas
corporaciones privadas por anticipar el gran cambio de poderes en el mercado
del oro que se dará a favor de Shanghái y Singapur.
No es casual que la SGX planee
crear sus propios precios referenciales para que, de este modo, sus
transacciones no tengan que basarse en cotizaciones fijadas en otras latitudes.
Como ve, mientras en Occidente
las autoridades monetarias, financieras y los medios de comunicación
preponderantes siguen perdiendo el tiempo denostando al rey de los metales, los
asiáticos siguen apurados adaptándose a la nueva era que se ve venir. Asia
sigue ávida de oro y en los próximos años, Shanghái y Singapur habrán de
sustituir a Londres y Nueva York como los principales centros de comercio y de
determinación de precios. Los vientos de cambio, siguen soplando.
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