América Latina a dos velocidades
Forbes - lunes, 23 de junio
de 2014
Los próximos años en América
Latina van a cambiar los actores principales, en detrimento de Brasil y en
beneficio de México, Perú y Colombia.
América Latina es la cuarta
región del mundo por población y la tercera por superficie, pero más allá de
sus peculiaridades sociogeográficas presenta una enorme heterogeneidad en lo
económico, que la hace verdaderamente compleja.
En la zona se vive una relativa
bonanza económica, favorecida desde 2003, en muchos casos, por la venta masiva
de recursos naturales a economías productivas como China o la India y
destinando las divisas obtenidas a la protección del mercado interior. Esta
situación, combinada con una cierta estabilidad política, con ausencia de
guerras en Centroamérica, democracias que empiezan a consolidarse, y a pesar de
movimientos populistas en Bolivia, Venezuela, Ecuador y Argentina, ha
propiciado un clima de crecimiento que, sin embargo, empieza a emitir señales
de agotamiento.
Latinoamérica lleva disfrutando
de unos cuantos años de crecimiento, alejada de aquellos dramáticos escenarios
de pobreza, hiperinflación, deuda pública astronómica, corralitos, tequilazos…
alimentados como gasolina al fuego por recomendaciones del FMI.
Con independencia de las
clasificaciones que nuestra imaginación nos permita hacer, así como de las
fuentes de información que podamos utilizar, me voy a quedar con el último
informe del BBVA sobre Latinoamérica, que separa las economías por su área de
influencia económica, diferenciando los países del Mercosur de los que forman
parte de la Alianza del Pacífico. Con base en este análisis, la economía
latinoamericana en su conjunto crecerá en torno de 2,5% en los dos próximos
años, pero con diferencias marcadas entre las áreas de influencia económica
mencionadas. Mientras los países de la Alianza del Pacífico verán crecer su PIB
al 3,8%, los de Mercosur lo harán al 1,5%. ¿Por qué?
Las razones son muy variadas,
pero entre éstas podemos destacar las siguientes:
En líneas (muy) generales, las
economías de los países del área Mercosur se han basado fuertemente en la
apuesta por las exportaciones de recursos y la protección arancelaria del
mercado interior. En todas, sin excepción, se han registrado fuertes caídas de
la producción industrial. La economía de Brasil se está parando: la demanda de
hierro de China ha caído un 30%, el plan fiscal diseñado por Dilma no ha dado
los frutos esperados sobre el crecimiento del país y sigue pendiente una
profunda reforma del mercado de trabajo, así como una mejora de la reducción de
las cargas fiscales y burocráticas para que el país vuelva a la senda del
crecimiento. Y esto lo dice la calle a gritos.
Por el contrario, los países de
la Alianza del Pacífico han apostado fuerte por políticas industriales, por
inversión en infraestructura, por simplificar trámites y mejorar la estabilidad
en aras de la captación de inversión. México exporta más de 1,000 millones de
dólares diarios, con un valor agregado bruto casi tres veces superior a las
exportaciones brasileras. Chile es el decano de la estabilidad económica de la
región, a pesar de tener menos habitantes que la ciudad de São Paulo. Colombia
y Perú son los dos países de la región más interesantes a seguir de cerca en
los próximos años. En este bloque vemos riqueza, desarrollo y estabilidad.
Creo que en los próximos años
vamos a seguir viendo una región a dos velocidades, en la que van a cambiar los
actores principales, en detrimento de Brasil y en beneficio de México, Perú y
Colombia. ¡Se admiten apuestas!
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