Mundial

Lo que dejó la primera fecha del Mundial

Goal.com - ‎miércoles‎, ‎18‎ de ‎junio‎ de ‎2014

El empate 1-1 entre Rusia y Corea del Sur completó  la primera fecha de la Copa del Mundo. Todos los equipos han hecho su presentación en Brasil 2014 –los dueños de casa y México disputaron ya su segundo encuentro- por lo que es tiempo de hacer un breve resumen de lo que dejó la primera fecha del Mundial, con lo más destacado.

Lo mejor: Sin dudas, el promedio de 3 goles por partido ha sido el dato más destacable hasta aquí. No es una cifra menor: si tomamos los últimos cuatro mundiales –es decir, desde que los participantes son 32- esto significa un incremento importante. En la fase inicial de Francia 1998 se marcaron 2,62 goles por encuentro; en Corea-Japón 2002, 2,71; en Alemania 2006 fueron 2,43 y en Sudáfrica 2010, 2,10. Habrá que ver si se mantiene el ritmo.

El partido: Inglaterra-Italia era, en la previa, el gran choque de la jornada inicial. Por el peso histórico de los protagonistas –primer duelo de campeones-, por sus aspiraciones legítimas, porque representan a dos de las Ligas más poderosas y que más jugadores aportan a la Copa del Mundo. Y superaron las expectativas. Brindaron un gran espectáculo, un partido de ida y vuelta con dos elencos decididos a ir en busca del arco rival sin especulaciones defensivas. Prevaleció Italia 2-1, por el genio de Andrea Pirlo, que asistió sin tocar la pelota en el primer gol y casi aumenta las cifras en el cierre, con un tiro libre que se estrelló en el travesaño.

El bodrio: Nigeria-Irán no sólo fue el primer empate del Mundial, sino el único partido de la primera fecha que no tuvo goles –esperemos que Brasil-México no sea un presagio de lo que vendrá en los próximos días. Ni siquiera regalaron emociones en las áreas. En los papeles era de los duelos más pobres de la fecha inicial. Y lo ratificó con 90 minutos para el olvido.

La sorpresa: La enorme victoria de Costa Rica sobre Uruguay, no sólo porque los derrotados fueron los cuartos de Sudáfrica 2010 y son campeones reinantes de Sudamérica, sino por el trámite del encuentro. Los costarricenses debieron reponerse a la desventaja inicial, y lo hicieron construyendo de a poco con un fútbol abierto y desprejuiciado. Aparecían como la Cenicienta del Grupo de la Muerte, pero ahora encendieron la alarma a italianos y, sobre todo, ingleses.

La confirmación: Lionel Messi está decido a no dejar pasar esta oportunidad para convertirse en lo que todos –los argentinos especialmente- esperan de él. No se encontró cómodo por el planteo táctico del primer tiempo, pero en el segundo reaccionó y condujo a la Albiceleste al triunfo 2-1 sobre Bosnia. Y, sobre todo, se dio el gusto de gritar un gol propio, después de los intentos fallidos durante todo Sudáfrica 2010.

La decepción: España no fue el único campeón que debutó con una derrota en los Mundiales, pero fue el peor en ese sentido. El 1-5 que le propinó Holanda está entre las peores goleadas sufridas por el seleccionado ibérico, y significó un cachetazo anímico que los pone de cara a un desafío de carácter en su duelo ante Chile, que pasa a ser clave pensando en la clasificación.

El mejor gol: Se vio precisamente en Holanda-España y fue obra de Arjen Robben. Ya se había quitado la espina de convertirle a Iker Casillas pero le supo a poco: tenía que humillarlo, a él y a sus defensores, por la herida abierta de Johannesburgo. Así que a diez minutos del final, cuando los otros veintiún pares de piernas apenas podían despegarse del césped, las suyas explotaron siete metros dentro de su propio campo, volaron en una carrera que lo hizo sobrepasar como a un poste el esfuerzo de Sergio Ramos, lo hicieron danzar en el área con un enganche, un par de amagues que dejaron a Casillas gateando, y definió para el 5-1.

El blooper: Los goles en contra de Marcelo y Sead Kolasinac. Antes de Brasil 2014 se habían marcado 33 autogoles en los 19 Mundiales disputados, y la primera fecha ya ofreció dos. Uno, además, fue el primero del campeonato, el que puso en ventaja a Croacia frente a los anfitriones. Y el otro, protagonizado por el defensor bosnio, le facilitó las cosas a Argentina. Los arqueros no sólo deberán estar atentos a los atacantes rivales.