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domingo, 15 de junio de 2014

PUTIN

EL GOLPE PUTIN


newsweek.mx
El secreto de la estrategia de Putin en Ucrania es su afición al judo.

Vladimir Putin suele ser representado como un siniestro maestro del ajedrez que hace arteros movimientos en el escenario mundial; un ex espía KGB que utiliza Asia, Europa, Medio Oriente y las antiguas repúblicas soviéticas como peones de un tablero geopolítico. Pero otra metáfora del estilo político del mandatario ruso comienza a emerger de un tipo de enfrentamiento distinto que, casualmente, es su deporte favorito: el judo.

Cinturón negro que ha otorgado importantes puestos gubernamentales a sus compañeros de entrenamiento del vecindario de clase obrera donde creció, Putin jamás ha disimulado la importancia que para él tiene esa disciplina marcial . “El judo enseña autocontrol, la capacidad de detectar el momento, de encontrar las debilidades y fortalezas del contrincante, de esforzase para alcanzar el mejor resultado”, dice en su sitio Web personal. “Cualquiera estará de acuerdo en que son destrezas indispensables para todo político”.

Mientras Washington trata de interpretar la lógica del ruso, presionado por la creciente incertidumbre de Ucrania en los cuatro meses desde la anexión rusa de Crimea, algunos expertos y académicos políticos exploran la llamada arte marcial gentil como metáfora para establecer la postura de Putin.

“Por su entrenamiento, no es maestro del ajedrez sino del judo, y lo usa como ventaja para Rusia”, explicó la experta en Rusia y profesora de ciencias políticas en el Colegio Barnard y la Universidad de Columbia, Kimberly Marten, en entrevista con Newsweek. “Detecta la debilidad de un oponente, lo hace perder el equilibrio y luego, lo derriba por su propio peso”.

Esa teoría también resuena en importantes pasillos del Kremlin. “Si analizamos los acontecimientos de Ucrania, podríamos decir que, para Vladimir Putin, el mundo contemporáneo no es un tablero de ajedrez, sino una colchoneta de judo”, dijo Sergei Aleksashenko, quien fuera ministro asistente de finanzas entre 1993 y principios de 1995, y primer vicepresidente del Banco Central ruso de mediados de 1995 a 1998. “Utilizó la debilidad e indecisión del oponente” –en este caso, la caótica Ucrania- “para alcanzar su trofeo [Crimea]”.

El ajedrez es un juego silencioso, apacible y ordenado, donde un jugador hace una movida y el oponente responde. En comparación, el judo consiste de asaltos explosivos y repentinos en los que el judoka o maestro de judo se vale del peso y la estatura del contrincante para derrotarlo.

Dado el resentimiento ruso por el poder y prestigio perdidos al finalizar la Guerra Fría, ¿es posible que el judo sea más que una metáfora para lo que Putin montó en Crimea?

“Para él, el judo es una filosofía política”, asevera Nikolai Petrov, analista político radicado en Moscú. Respecto del principio del judo de aprovechar la fuerza del oponente en su contra, agrega que es muy posible que Putin considere las sanciones contra importantes funcionarios, empresarios y compañías como medidas que puede explotar a su favor. Las sanciones “le permiten consolidar poder, levantar un cerco y eso es lo que quiere”, dice Petrov.

La idea de que la filosofía del judo sustente, al menos parcialmente, la política exterior de Putin ha sido desdeñada en los círculos oficiales de Washington. “No vamos a guiarnos por sus hábitos deportivos o preferencias personales”, dijo a Newsweek el contraalmirante John Kirby, secretario de prensa del Pentágono. “Sus motivaciones nos interesan menos que sus acciones”.

Kirby agrega que el análisis basado en movimientos –oscuro rincón de las ciencias sociales que utilizan investigadores entrenados en danza para estudiar atletas y animales- no determina la forma como los funcionarios de la Defensa estadounidense perciben a Putin. En 2008, Brenda Connors, profesora del Colegio de Guerra Naval, envió al grupo de especialistas del Pentágono (Oficina de Evaluación de Red[JM1]) un informe titulado “Movimiento, el cerebro y toma de decisiones, el presidente ruso, Vladimir Putin”, pero el documento no llegó a los altos mandos, informa Kirby. Descrito en la edición de marzo de USA Today, ese informe y otros estudios similares (incluido uno de 2012, a cargo de Mary Raum, también investigadora del Colegio de Guerra Naval) “no impactado las decisiones del Departamento de la Defensa”, asegura Kirby.

Las investigaciones no publicadas se enfocaron no en la práctica deportiva de Putin, sino en sus expresiones faciales, ademanes y posturas. En 2005, Connors reveló a The Atlantic que la ausencia de movimientos contralaterales de Putin, quizá debida a un infarto cerebral in utero o a un parto difícil, le dan aspecto de pez o reptil, con movimientos de cabeza a cola y no de lado a lado. Connors no respondió a peticiones de entrevista.

El círculo íntimo de Putin, también conocido como “judocracia”, incluye a muchos aficionados a ese deporte. En 1998, el multimillonario petrolero, Gennady Timchenko, fue cofundador del selecto club de judo de San Petersburgo, Yavara-Neva, del cual Arkady Rotenberg, otro empresario multimillonario, es el director general (los dos potentados están en un listado estadounidense de personas sancionadas en los últimos meses). Otros colegas deportistas de Putin ocupan importantes cargos en el ministerio del Interior y diversas dependencias gubernamentales.

Mark Galeotti, especialista en Rusia de la Universidad de Nueva York y profesor invitado del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales en Moscú, señala que Washington comete un error al ignorar la fascinación del mandatario ruso con el judo. “Putin se encuentra en una posición que le obliga a adoptar tácticas para enfrentar enemigos más fuertes”, como Estados Unidos, China y Europa, dijo Galeotti en entrevista con Newsweek. “Lo que hace es forzarlos, como en el judo, a derrochar sus energías o los sitúa para derribarlos sin tener que enfrentar su fortaleza principal. No hay duda de que usa tácticas de judo”.

Marten argumenta que fue eso lo que ocurrió, recientemente, en Ucrania. En febrero, cuando las crecientes protestas en Kiev ocasionaron la huida del ex presidente Viktor Yanukovich, surgieron tensiones entre el oriente pro-ruso del país y el occidente pro-europeo. Putin “vio que Ucrania tenía escaso control estatal de sus fuerzas de seguridad y sus fronteras, y aprovechó la situación” invadiendo Crimea.

A principios de mayo, Valeriy Konovalyuk, cinta negra en jiu-jitsu y candidato a la presidencia de Ucrania –donde celebraron elecciones el 25 de mayo-, desafió a Putin (quien también posee un cinturón negro en karate) a un encuentro, diciendo a Fox News: “Enfrentémonos en la colchoneta y veamos qué resulta”.

Alguna vez Putin ofreció hacer una demostración de judo en el Madison Square Garden de Nueva York, afirma el poco conocido libro Judo: Historia, teoría, práctica, publicado en 2000 y traducido al inglés en 2004 (edición actualmente agotada). Putin escribió el tomo en coautoría con Vasily Shestakov –ex entrenador y compañero de judo, convertido en parlamentario de la Duma y miembro del Comité Federal de Deportes- y con Alexei Levitsky, otro entrenador de judo.

La obra, publicada por Blue Snake Press (Berkeley, California; parte de North Atlantic Books) ofrece una historia del deporte, capítulos detallados y dibujos de movimientos como hara goshi: técnica de cadera muy utilizada por Putin. También incluye una sección sobre sambo, método de autodefensa sin armas inventado por el Ejército Rojo en los años veinte (similar al krav maga israelí).

Julia Kent, publicista de North Atlantic Books, se negó a revelar el tiraje impreso. Sin embargo, es posible encontrar ejemplares en eBay y Amazon hasta por 407.39 dólares.

“En cuanto a la esencia del judo, [Putin] lleva la presencia del guerrero al ámbito internacional”, escribió George F. Russell Jr., ex presidente de Russell Investment Group y ex copresidente del Instituto EastWest, en el prefacio de la traducción inglesa. En 2008, circuló un vídeo de entrenamiento acompañante en el que aparece Putin ejecutando movimientos de judo y donde, según los archivos del gobierno ruso, el hombre fuerte del Kremlin dice cosas como: “Sólo se hacen concesiones cuando allanan el camino hacia la victoria”.

En agosto pasado, al morir Anatoly Rakhlin –quien fuera su entrenador en la infancia-, Putin asistió al funeral y escribió en su sitio Web acerca de la “pérdida enorme e irreemplazable para todos nosotros”. Rakhlin, quien alguna vez se describiera como el “segundo padre” del mandatario, dijo que Putin “tiende más a la ofensiva que a la defensa”, según archivos del gobierno ruso. En 2007, Rakhlin dijo a Pravda.ru, sucesor del antiguo periódico comunista Pravda, que Putin “era muy imprevisible cuando peleaba. A veces ganaba un combate usando un movimiento repentino contra su oponente”.


Galeotti insiste en los riesgos que corre Washington al menospreciar la pasión de Putin por el judo. “La interrogante para el Pentágono y el Departamento de la Defensa es: ¿El aparato de seguridad estadounidense ha desarrollado una clara comprensión de Putin? Es fácil desdeñar cosas como el judo, los intereses de lectura o la infancia, pero todo ello permite entender a la perfección a un individuo”.

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