¿La crisis alimentaria global es
una oportunidad de negocio?
Forbes - martes, 24 de
junio de 2014
Para 2030, habrá 9 billones de
habitantes y países como China e India llegarán a consumir, por separado, el
doble de alimentos que el resto del planeta. Esto provocará una crisis
alimentaria, la cual generará oportunidades de negocio nunca antes vistas. ¿Qué
papel jugará el continente americano?
Toda crisis es sinónimo de
oportunidad, dice José Luis Terreros Corrales, CEO de Agroamericana. La
explosión demográfica de los últimos 40 años duplicó la población global. La
“revolución verde” modificó la forma de hacer agricultura y, por ende, la
producción alimentaria. La entrada del petróleo significó un aumento sustancial
en la producción de alimentos, al introducir maquinaría agrícola a gran escala,
el uso de fertilizantes y pesticidas, así como también mejoró y mecanizó los
sistemas de riego.
Ahora, en la segunda década del
siglo XXI, se presenta el inicio de la escasez del petróleo, lo cual
desencadena una creciente necesidad de crear nuevas tecnologías y de innovar en
el tema de la producción global de alimentos.
La explosión demográfica
continuará su ritmo, pues, contrario a lo que se podría creer, el crecimiento
acelerado de la población no se debe a un aumento en la tasa de natalidad; por
el contrario, la tasa mundial de natalidad ha disminuido. El problema real
reside en el aumento de esperanza de vida de la población, por lo tanto, aunque
el índice de natalidad se reduzca, la cifra seguirá creciendo invariablemente.
Es seguro que para 2030 seremos 9
billones de personas y que países como China e India llegarán a consumir, por
separado, el doble de alimentos que el resto del planeta. En un ambiente
globalizado, esto provocará una crisis de escasez alimentaria, la cual generará
oportunidades nunca antes vistas de negocio.
Tan sólo América genera 25% de
los cereales, 34% de las oleaginosas, 25% de las frutas y 11% de las raíces y
tubérculos (Fuente: IICA, con datos de FAO).
El continente americano tiene la
combinación perfecta entre recursos naturales, desarrollo tecnológico, mano de
obra calificada y marcos democráticos estables que, a diferencia de África y el
resto de los continentes, hacen a nuestra región el mejor lugar para invertir
en la producción de alimentos.
“América será el lugar perfecto
para invertir en agronegocios, con perspectivas globales”, dice José Luis
Terreros.
Actualmente, grandes corporativos
han dirigido su atención hacia el sector de los alimentos. Han adquirido
empresas de alimentos y empresas dedicadas a la producción alimentaria empiezan
a cotizarse en mercados bursátiles con éxito. Los fondos de capital privado
comienzan a interesarse cada vez más en temas alimenticios, diversificando así
su portafolio y alcance. Estas son señales claras de que la inversión en el
sector de producción de los alimentos crecerá de facto con la explosión
demográfica global.
Invertir en innovación y nuevas
tecnologías para producir alimentos de manera sustentable expande el horizonte
de oportunidad en áreas como la robótica, con la implementación de robots para
la recolección de los productos y drones para el monitoreo de los campos.
Incluso, hasta empresas como Monsanto ha adquirido en los últimos meses
compañías tanto de aplicaciones móviles, que a través de algoritmos resuelven
la predicción de los climas aplicado a la agricultura, como empresas que se
dedican al desarrollo de biotecnología para la mejora de los suelos.
Agroamericana ha encontrado en
México las oportunidades de negocio deseadas, invirtiendo en empresas del
sector en áreas como la exportación de alimentos frescos y secos, ya que México
cuenta con condiciones competitivas en temas de recursos naturales, seguridad
para la inversión y tratados de libre comercio con todo el mundo.
Agroamericana propone inversión
en este sector con una perspectiva corporativa, pues es un mercado atractivo
con un futuro prometedor.
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