Trabajo en inferiores, clave en
Colombia
Associated Press - domingo,
29 de junio de 2014
La historia de Colombia en esta
Copa del Mundo comienza, como tantas otras historias en el fútbol, años atrás.
Un grupo con Radamel Falcao, Abel
Aguilar, Cristian Zapata, Camilo Zúñiga y otros puso a soñar a Colombia al
conquistar el campeonato Sudamericano Sub20 de 2005 realizado en su tierra. Esa
selección, dirigida por Eduardo Lara, logró ese mismo año un notable desempeño
en el Mundial juvenil de Holanda, donde corrió con la mala suerte de toparse
con la Argentina de Lionel Messi en los octavos de final.
Falcao ni siquiera era titular
fijo en aquel plantel -el puesto de centrodelantero correspondía a Hugo
Rodallega- pero era claro que tenía un talento distinto. Aguilar comandaba el
mediocampo, Zúñiga hacía de las suyas con una velocidad endiablada en el
lateral derecho y Zapata era un muro en la defensa.
Freddy Guarín, Carlos Valdés y el
arquero David Ospina, por entonces suplente, también integraron esa selección
juvenil, quizás la generación más dotada que haya dado Colombia en las últimas
décadas. Todos menos Falcao, en su caso por una lesión, están en el plantel que
el sábado superó 2-0 a Uruguay para clasificarse por primera vez a los cuartos
de final de un Mundial.
El trabajo en las divisiones
inferiores de Colombia, una labor que muchas veces pasa inadvertida si no hay
resultados a nivel de mayores, finalmente
rindió frutos con una cosecha inédita. James Rodríguez, la estrella de
Colombia en Brasil, comandó la selección juvenil que llegó hasta cuartos de final
en el Mundial Sub20 de 2011, un grupo en el que también estaba el lateral
Santiago Arias, que ya jugó en tres partidos en Brasil.
Y la nueva cosecha también
empuja. Juan Fernando Quintero, figura del Mundial Sub20 de 2013, se ganó la
convocatoria e incluso marcó un gol contra Costa de Marfil tras salir desde la
banca.
"Desde hace muchos años se
viene trabajando muy bien, y cuando el trabajo es así, los resultados se van
dando", comentó Aguilar, a sus 29 años un curtido veterano que ha pasado
por clubes europeos como Udinese, Hércules, Zaragoza y Tolosa. "Hay una
gran base de esas selecciones, de las ultimas selecciones sub20, sub17, eso
genera confianza y genera conocimiento hacia lo que es el trabajo, lo que es el
compañero".
Ese entendimiento es evidente en
la cancha.
Con James como director y solista
de lujo, la sinfonía colombiana ha brillado en sus cuatro primeras
presentaciones en Brasil, todas victorias inapelables. El triunfo ante Uruguay
en el estadio Maracaná fue la coronación, al superar por primera vez la barrera
de la segunda ronda en una Copa del Mundo.
James, de apenas 22 años, metió
ambos goles, el primero con una volea que pasó a formar parte del folclor
colombiano como el pelo del "Pibe" Valderrama o los vallenatos de
Carlos Vives.
El enlace del Mónaco es el máximo
artillero del campeonato con cinco goles, aunque su función no se limita a
anotar. El "10" tiene una gran
sincronía con su socio del mediocampo Juan Guillermo Cuadrado, un
todoterreno que se mueve por ambos costados y regatea con descaro, además de
asociarse bien con los delanteros Teófilo Gutiérrez y, el sábado, Jackson
Martínez.
"Nos conocemos desde hace
mucho tiempo, y eso nos ayuda a la hora de trabajar", apuntó Aguilar sobre
el funcionamiento del equipo dirigido por José Pekerman.
Se dice que las mejores
selecciones deben funcionar como un club. Esto es así porque, con suerte, los
futbolistas se juntan un puñado de veces al año para jugar por sus países,
mientras que entrenan y juegan el resto del año con sus respectivos clubes,
donde consiguen una mejor sincronía y compenetración.
En Brasil, el plantel de Pekerman
ha logrado precisamente eso: quizás es hora de llamarlos Club Colombia.
"Este grupo depende única y
exclusivamente del buen trabajo colectivo que hace para que individualmente
puedan explotar", observó Martínez.
Esa máxima de que la suma es más
importante que las partes fue evidente tras la baja de Falcao, el estelar
goleador del Mónaco que se perdió el campeonato por una rotura de ligamentos de
la rodilla izquierda. Colombia no ha sentido la ausencia de su artillero, al
marcar 11 goles en cuatro encuentros.
Martínez es uno de los ayudó a
suplir la baja de Falcao, y el ariete del Porto respondió con un doblete en la
victoria 4-1 sobre Japón en el cierre de la primera ronda.
Por supuesto, cuando todo sale
bien, la confianza aumenta y los resultados llegan con más facilidad.
"Nos hace jugar con la
convicción de que las cosas pueden salir, de que venimos haciendo el trabajo de
la mejor manera", consideró Martínez. "Creo que el contagio que tiene
cada uno para el otro es algo que esta selección ha mantenido siempre, ha
podido ayudar a motivar en cada entrenamiento, en cada partido".
"Son factores muy
importantes para la hora de alcanzar el éxito", sentenció.
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