¿Cuál es tu “cobija de la
felicidad”?
Forbes - jueves, 7 de agosto
de 2014
La “cobija de la felicidad” ayuda
a identificar exactamente qué provoca que la gente se sienta feliz o
angustiada.
Customer Experience no es un
concepto nuevo, pero hoy más que nunca resulta una forma importante de
diferenciarse de sus competidores. En un mundo tan competitivo donde una
empresa saca un producto nuevo o innovador y en cuestión de meses otra lo está
replicando o superando, no basta con buscar diferenciarse por las
características funcionales y/o tecnológicas que tenga su producto; el reto
consiste en buscar esa diferenciación a través de la experiencia que provocamos
en cada uno de nuestros clientes, que va más allá de lo que el producto
representa para ellos.
Podemos definir Customer
Experience como la percepción consciente e inconsciente que tienen nuestros
clientes del relacionamiento con la marca, como resultado de todas las
interacciones durante el ciclo de vida del cliente.
De lo anterior se desprende el
concepto de Gestión del Customer Experience, y aquí me permito citar a Gartner,
quien lo define muy bien como “la disciplina de diseñar y reaccionar a las
interacciones de los clientes para cubrir o exceder sus expectativas, y con lo
anterior incrementar la satisfacción de éste, la lealtad y los deseos de
recomendarnos”.
¿Cuántas organizaciones conocen
hoy día las experiencias de los clientes? No basta con saber dónde y cuándo
compran los clientes o qué marca de pantalones compran. La clave para ser
competitivo es tener la habilidad de entender porqué los clientes seleccionan
esos productos y cómo se sienten con esas selecciones que hicieron, así como la
experiencia que tuvieron en cada etapa de ese ciclo de compra en el que
tuvieron contacto con su organización. Cuando lo logran, ese conocimiento puede
darle a la gente de marketing la capacidad de predecir los comportamientos de
los clientes y gestionar positivamente sus experiencias. Ésta es una meta que
puede ser alcanzada hoy día.
¿Cómo mide la experiencia de sus
clientes hoy día? Un caso interesante es el de la aerolínea British Airways,
que creó una nueva forma de medir y rastrear cómo se sienten sus clientes a lo
largo de todo el vuelo con una sola herramienta: una cobija.
La “cobija de la felicidad” ayuda
a la gente de British Airways a identificar exactamente qué provoca que la
gente se sienta feliz o angustiada durante el vuelo; de esta forma, la
aerolínea puede mejorar las experiencias de los clientes.
Cada cobija tiene fibras ópticas
tejidas dentro del material y mide las fluctuaciones eléctricas en el cerebro. Estas
fluctuaciones son grabadas a través de un pequeño dispositivo que se coloca en
la cabeza del pasajero y se envían vía Bluetooth a las fibras ópticas de la
cobija.
Cuando un viajero se siente
angustiado o intranquilo, la cobija se pone de color rojo, y cuando el viajero
se siente relajado y contento, la cobija se torna azul. Esto le permite a la
aerolínea detectar cuáles son los momentos durante el vuelo en que el viajero
puede necesitar algo adicional para que esa experiencia de ansiedad o angustia
se pueda transformar en una experiencia positiva, y por otro lado identificar
qué es lo que provoca las experiencias positivas en los viajeros para buscar
generar más de ellas durante el vuelo.
Hoy más que nunca es necesario ir
midiendo cómo se sienten sus clientes en todas las interacciones que tienen con
su producto, servicio, marca; desde el primer contacto ya sea porque el cliente
visitó su portal de Internet o alguno de sus puntos de venta sin tener que
haber concretado una compra; esas interacciones ya empiezan a sumar a lo que
llamamos experiencia del cliente. El reto será ¿cómo le harán para medir esta
experiencia?, ¿cuál será esa “cobija de la felicidad” para su organización?
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