El fútbol argentino, la vidriera
que ya no es
Goal.com - lunes, 4 de
agosto de 2014
"Épocas de vacas
flacas", se dirá por enésima vez pero no por eso menos efectiva. Tiempos
de escasa producción y una demanda mínima que atiende a la poca oferta para que
jugadores argentinos, que militan en el fútbol nacional, peguen el salto que
los deposite en Europa. Y ni siquiera en una de las grandes potencias, de eso
hay que olvidarse. Al menos segunda o tercera línea, que juegue Europa League
como mucho.
Desgraciadamente hay que decirlo:
Argentina ya no es vidriera. O al menos el torneo local, en plena transición
entre aquellas estrellas que "vuelven a dar una mano" y los jóvenes
que se foguean. Porque en los clubes los hay y muchos de ellos se van demasiado
rápido. No en este mercado de invierno en el sur y verano en el norte, por lo
menos.
El repaso por el mercado de pases
en este país, encuentra muy pocos nombres de equipos del viejo continente en el
rubro Bajas. El más destacado seguramente sea Valencia, que se llevó a Rodrigo
De Paul por 6.5 millones de dólares proveniente de Racing, uno de los más
activos en los últimos recesos para vender juveniles aunque sin demasiado éxito
posterior. La Academia logró luego otra aún más importante, como la de Luciano
Vietto a Villarreal por otros 7 millones. Y vale recordar que los de
Avellaneda, a principios de año, habían transferido a Bruno Zuculini a
Manchester City.
Otro caso que merece ser
destacado es Estudiantes, que se desprendió de Gerónimo Rulli por 4.8 millones
de dólares a un grupo empresario que lo depositó en Real Sociedad, mientras que
espera cerrar la venta de Jonathan Silva a Sporting de Lisboa por otros 2.8
millones. Y con la economía mucho más ordenada, se dio el lujo de rechazar una
oferta de 8 millones por Joaquín Correa de Mónaco y de sacarle el cartel de
transferible a Guido Carrillo.
Todo indicaba que la gran venta
sería la de Ángel Correa a Atlético de Madrid. Incluso estaba cerrada en 10
millones de dólares, pero un problema cardíaco que derivó en una operación dejó
al pibe de San Lorenzo no solo sin el pase, sino que además hay dudas sobre su
futuro como profesional.
¿Los grandes? Bien gracias. De
Boca difícilmente puedan rescatarse varios futbolistas jovenes y vendibles: lo
más parecido fue Juan Sánchez Miño, transferido en casi 6 millones de dólares a
Torino, aunque lejos estuvo de ser lo que siempre prometió. Y River, último
campeón, no pudo avanzar en la transferencia de Manuel Lanzini y ahora espera
para concretar la salida de Éder Álvarez Balanta, que podría ser la más
importante para el fútbol argentino en este año.
Del resto, poco y nada. Vélez se
desprendió de varios jugadores pero en su gran mayoría a Palmeiras por pedido
de Ricardo Gareca, mientras que Mauro Zárate llega a West Ham con el pase en su
poder; Gimnasia había vendido a Franco Mussis a FC Copenhaguen de Dinamarca en
febrero; Lanús traspasó a Carlos Izquierdoz y Paolo Goltz al fútbol mexicano;
Newell's hizo lo propio con su arquero Nahuel Guzmán.
Los argentinos que serán noticia
en Europa en la temporada que se avecina serán casi todos los mismos que lo
hicieron en la última. Mientras tanto, la liga local se mantendrá en la
nebulosa entre los experimentados y los que todavía no están en condiciones de
jugar en el máximo nivel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario