Destrucción del dólar amenaza
economía mundial: Steve Forbes
Forbes -agosto de 2014
El presidente y editor en jefe de
Forbes Media explica en entrevista exclusiva que ningún país, ni siquiera
Estados Unidos, puede permanecer fuerte con una divisa débil.
El blog de Inteligencia
Financiera Global se complace en presentar la siguiente entrevista exclusiva
con el magnate de los medios de comunicación, Steve Forbes, presidente y editor
en jefe de Forbes Media. Estamos seguros que nuestros lectores alrededor del
mundo la disfrutarán.
Steve, gracias por aceptar esta
entrevista.
-Comencemos con tu más reciente
libro “MONEY: How the Destruction of the Dollar Threatens the Global
Economy–and what we can do about it” (El Dinero: cómo la Destrucción del Dólar
Amenaza la Economía Global y qué podemos hacer al respecto). ¿Es una mera
coincidencia que tenga el mismo título que uno de los libros más importantes de
Carl Menger (el fundador de la Escuela Austríaca de Economía), “Geld”? ¿Estás
de acuerdo en general con la Escuela Austríaca?
De hecho es una coincidencia.
Pero el tema del dinero ha estado en las mentes de los hombres y las mujeres
por muy largo tiempo.
La Escuela Austríaca tiene mucho
a su favor, particularmente comparada con los keynesianos.
-Steve, ¿cómo y por qué los
Estados Unidos comenzaron a destruir su propio dólar?
El dólar fue destruido por
ignorancia. El sistema de Breton Woods creado en 1944 fue lo que se llamó un
patrón oro de cambio: el dólar estaba fijado al oro y otras divisas estaban
fijadas al dólar. Los bancos centrales podían convertir sus dólares
estadounidenses en oro a 35 dólares la onza.
Las autoridades americanas
podrían haber preservado el sistema de manera muy simple: la Reserva Federal
(Fed) vendiendo bonos del Tesoro de su portafolio cada vez que el oro comenzara
a moverse por arriba de 35 dólares la onza en los mercados globales, y
comprando esos bonos si el oro se fuera por debajo de 35 dólares.
En vez de eso los EE.UU. y muchos
otros países quisieron usar la política monetaria para tratar de estimular sus
economías con dinero fácil. Pero no puedes imprimir dinero así y mantener un
patrón oro. Más aún, como explicamos en nuestro libro, el dinero barato
distorsiona las inversiones y la actividad económica y nunca conduce hacia el
crecimiento sostenible. La burbuja inmobiliaria de la década pasada es un
ejemplo dramático de esto.
EE.UU. tenía más que suficiente
oro para mantener el vínculo dólar/oro a 35 dólares la onza. Durante el patrón
oro clásico manejado por Gran Bretaña hasta que fue destruido por la Primera
Guerra Mundial, el Banco de Inglaterra hizo bien su trabajo con reservas de oro
significativamente más pequeñas que las que poseía EE.UU.
En 1971 cuando el presidente
Nixon y sus consejeros estaban debatiendo qué hacer, el presidente de la
Reserva Federal, Arthur Burns, abogó por
mantener el patrón oro. Pero al mismo tiempo persiguió una política de dinero
fácil para estimular el crecimiento económico rápido antes de la elección
presidencial de 1972. Sorprendentemente no vio la contradicción.
La ignorancia es incluso más
profunda hoy en día entre economistas y funcionarios económicos.
-¿No es absurdo destruir tu
propia moneda cuando eres el país “más poderoso” del planeta Tierra? ¿Tal vez
una conspiración?
Ningún país puede permanecer
fuerte con una divisa débil. Ronald Reagan reconoció esta verdad básica.
También John Kennedy. Mientras que las tonterías keynesianas sobre el dinero
fácil están profundamente arraigadas, hay señales de que la gente está
comenzando a reconocer que lo que estamos haciendo ahora no está funcionando,
que es destructivo. Un ejemplo es el ex presidente de la Reserva Federal, Paul
Volcker, quien recientemente declaró que tenemos que considerar seriamente el
establecimiento de un nuevo sistema monetario.
-¿La Fed es el principal
responsable de la destrucción del dólar?
La Reserva Federal es el
principal responsable del desorden. Pero no podría hacer su destructivo trabajo
si los economistas y los políticos tuvieran un mejor entendimiento del dinero.
-¿Cuáles serán las consecuencias
para los ciudadanos de Estados Unidos y de todo el mundo a causa de esta
destrucción del dólar?
El mundo y Estados Unidos están
sufriendo un nivel de vida más bajo del que estarían disfrutando si tuviéramos
el patrón oro. Si EE.UU. hubiese mantenido desde 1971 la tasa de crecimiento
económico promedio que tuvo durante los 180 años previos, cuando el dólar
estaba atado al oro, ¡la economía americana hoy sería 50 por ciento más grande!
En otras palabras, el PIB estadounidense sería más de $8 billones más grande de
lo que es ahora.
-¿El patrón oro es la única
salida posible al actual desorden económico, financiero y monetario? ¿Cómo
funciona el patrón oro?
Un patrón oro sería por mucho la
mejor manera de salir adelante. Si un país no hace bien las cosas con el
dinero, entonces se meterá en problemas incluso si aplica las políticas
adecuadas en materia de impuestos, gasto gubernamental y regulaciones. Desde
principios de los 80s hasta finales de los 90s, tuvimos una política monetaria
semi-estable –el oro promedió 325 a 350 dólares la onza– y tuvimos un muy buen
crecimiento. Pero todavía tuvimos muchas crisis financieras y de divisas, y la falta
de un patrón oro significó que era demasiado fácil para las autoridades caer en
malos hábitos, que es lo que hicieron a principios de los años 2000.
Como explicamos en nuestro libro,
el patrón oro es bastante simple. Después de estimar cuál debe ser el ratio de
la divisa con respecto al oro –digamos que 1,300 dólares la onza, por ley EE.UU
manejaría su política monetaria solamente para mantener ese ratio intacto. La
gente tendría el derecho de entregar dólares al gobierno y recibir oro a cambio
a ese precio de 1,300 dólares la onza. Otra precaución: se eliminarían las
barreras a monedas alternativas.
-Dicho esto, ¿por qué los bancos
centrales y gobiernos alrededor del mundo parecen odiar al patrón oro?
A muchos políticos y economistas
no les gusta el patrón oro porque reduciría su capacidad de jugar con las
políticas fiscal y monetaria. Reduciría su poder a pesar de que crearía un
mejor nivel de vida.
-Sabes, mucha gente dice y piensa
que la actual situación económica se debe a los “mercados libres” y el
“capitalismo depredador”. ¿Estás de acuerdo? ¿De verdad tenemos mercados libres
y capitalismo auténtico sin dinero real en nuestras manos?
El malestar económico actual es
resultado del debilitamiento del dólar causado por la Reserva Federal y el
Departamento del Tesoro de EE.UU. en la primera parte de la década pasada. Cada
crisis económica mayor –incluyendo la Gran Depresión, es el resultado de errores
gubernamentales catastróficos. Contrario al mito keynesiano, los mercados
libres no son inherentemente inestables.
-¿Crees que vivir en un sistema
donde no usamos dinero sólido, como en el que vivimos actualmente, tiene una
influencia negativa en otros aspectos de nuestras vidas y sociedades? De ser
así, ¿cuáles son esos aspectos?
El capítulo cinco de nuestro
libro, titulado “Dinero y Moralidad: Cómo la Devaluación del Dinero Corrompe a
la Sociedad”, examina cómo el dinero débil socava la confianza social y conduce
a más delincuencia, más divisiones internas y al sentimiento corrosivo de que
sales adelante a través de contactos y la especulación en lugar del esfuerzo
honesto.
-Hace algunas semanas, los BRICS
firmaron una serie de acuerdos para crear el Nuevo Banco de Desarrollo y el
Esquema de Reserva Contingente para eludir a la Fed, al FMI y al Banco Mundial.
¿Es este el último clavo en el ataúd del dólar?
No. Es un síntoma de lo que pasa
cuando la divisa mundial, lo que hoy es el dólar, es crecientemente inestable.
El resto del mundo se vuelve ansioso y profundamente frustrado. Para que surja
una alternativa genuina, un país o el Banco Central Europeo tienen que entender
los fundamentos simples del dinero, comenzando con el hecho básico de que el
dinero por sí mismo no es riqueza, sino que mide la riqueza de la manera en que
las reglas miden la longitud, los relojes miden el tiempo y las básculas miden
el peso.
El dinero transmite información
que es crucial para el funcionamiento del mercado. Se basa en la confianza.
Tienen que aprender a manejar un patrón oro exitoso. Ningún banco central hoy
sabría cómo hacerlo.
Nuestra esperanza es que este
libro ayudará con este entendimiento y nos acercará al día en que tengamos
dinero honesto, lo que solo puede venir con un patrón oro.
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