El aumento de la concentración económica y la
desigualdad social
INFOnews - lunes, 3 de noviembre de 2014
En noviembre de 2013 el Foro Económico
Mundial lanzaba su informe
"Perspectivas de la Agenda Mundial 2014", que situaba el aumento de
la desigualdad en los ingresos como la segunda amenaza mundial del presente. A
pesar de este diagnóstico del conocido foro de la ciudad suiza de Davos, lugar
de encuentro anual de los principales referentes de la política, la economía y
los negocios, que rigen el destino del conjunto de los habitantes del planeta,
no sólo no se ha podido morigerar esta tendencia sino que la profunda asimetría
entre la concentración de la riqueza en pocas manos y el crecimiento de la
pobreza , se ha profundizado aún más.
En relación a este drama de la realidad
contemporánea, en la última semana la organización no gubernamental Intermón
Oxfam presentó a la opinión pública un documento sobre la situación de extrema
desigualdad existente en la globalización capitalista de nuestros días. Con el
título "Gobernar para las élites"
en dicho documento se sintetizan
decenas de investigaciones realizadas en diversos países centrales como periféricos,
destacándose las siguientes conclusiones, desde ya alarmantes. La mitad más
pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más
ricas del mundo. Siete de cada diez personas viven en países donde la
desigualdad económica ha aumentado en los últimos 30 años. En los Estados
Unidos, el 1% más rico ha acumulado el 95% del crecimiento con posterioridad a
la crisis de 2009, mientras que el 90% más pobre de la población se ha
empobrecido aún mas.
El último cuarto de siglo ha sido testigo del
aumento de la concentración de la riqueza en manos de un menor número de
personas. Este fenómeno mundial es la causa principal por la cuál el 1% de las
familias del mundo posee casi la mitad (el 46%) de la riqueza mundial. Por su
parte los ingresos de la mitad más pobre de la población es menor que la de las
85 personas más ricas del mundo.
La paradoja es que el escenario de crisis
económica no sólo ha agravado la situación de la multitud de pobres en el mundo
sino que ha incrementado el número de los selectos miembros del club de
multimillonarios que superan los 1000 millones de dólares de fortuna personal.
Durante el pasado año 210 personas se han sumado a los 1426 privilegiados que
superan los 1000 millones de patrimonio. Siendo, según el informe, la sumatoria
de sus fortunas la inimaginable suma de 5,4 billones de dólares. Igualmente es
probable que en realidad la concentración de riqueza sea mucho mayor, dado que
una considerable cantidad de los ingresos de los más acaudalados se ocultan en
los diversos paraísos fiscales esparcidos en el mundo. Se calcula que la cifra
de fortunas no registradas superan los 18,5 billones de dólares a escala
planetaria.
El aumento del nivel de desigualdad también es
característico de los países de renta media y población elevada, cuya
importancia radica en que es donde viven actualmente la mayor parte de la
población pobre del mundo. Antes de la globalización, se trataba de países de
renta baja con niveles de desigualdad considerablemente inferiores.
La gravedad de estos datos no sólo delatan la
estructura desigual del modo de producción capitalista y su modalidad
hegemónica la valorización financiera que agranda aún mas la brecha entre las
élites y las grandes mayorías, en esa doble dinámica de concentración de
riqueza y crecimiento de la pobreza. Teniendo consecuencias en la viabilidad
del sistema democrático representativo y su legitimación de masas.
En el informe se destaca, que cuando la riqueza
se apropia de la elaboración de las políticas gubernamentales secuestrándolas,
las leyes tienden a favorecer a los ricos, incluso a costa de todos los demás.
El resultado es la erosión de la gobernanza democrática, la destrucción de la
cohesión social y la desaparición de la igualdad de oportunidades. A menos que
se tomen soluciones políticas acordes a las necesidades de las mayorías que
pongan freno a la influencia de la riqueza en la política, los gobiernos
trabajarán en favor de los intereses de los ricos y las desigualdades políticas
y económicas seguirán aumentando. Como dice la famosa cita de Louis Brandeis,
que fuera miembro del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, "Podemos
tener democracia, o podemos tener la riqueza concentrada en pocas manos, pero
no podemos tener ambas."
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