Curiosidades del primer partido
de fútbol internacional
BBC - martes, 18 de
noviembre de 2014
Muchos goles se han gritado en la
historia del fútbol. Muchos países han levantado la Copa del Mundo y muchos
ídolos han llenado de noches de glorias al deporte más popular del planeta.
Son millones de historias y
anécdotas que se han contado y escrito desde aquel 30 de noviembre de 1872, la
fecha en la que se jugó el primer partido internacional entre selecciones.
Escocia e Inglaterra vuelven a
chocar este martes en Glasgow, 142 años después de aquella tarde, en un duelo
que está precedido por la tensión que genera la rivalidad entre dos viejos
"enemigos".
Pero, ¿siempre fue así? ¿Cómo fue
aquel partido histórico bajo la incesante lluvia escocesa? BBC Mundo lo
recuerda.
En un campo de críquet
El primer partido oficial entre
Escocia e Inglaterra fue el de 1872, aunque no fue el primero en el cual
estuvieron representados ambos países.
La diferencia fue que en los
duelos anteriores no hubo jugadores escoceses que jugaban en Escocia, sino que
fueron llamados aquellos que formaban parte del fútbol inglés y que tuvieran
alguna conexión con el norte de la frontera.
Tras dos años de discusiones y
planificación, tiempo que aprovechó el rugby para disputar su primer partido
internacional entre ambos países, se llegó a un acuerdo para jugar el partido
un 30 de noviembre, fecha en la que Escocia celebra su día nacional en honor a
su patrono, St. Andrews.
Al igual que sucedió con el
encuentro internacional de rugby en 1871, las autoridades de fútbol eligieron
un campo de críquet para disputar su juego.
La diferencia es que el fútbol se
dirigió hacia el oeste del país, a un club de trabajadores en Glasgow, para
diferenciarse de sus rivales del rugby -un deporte que calificaban de más
elitista-, que habían jugado en Edimburgo, en el este del país.
Un león, tres leones
En 1872 ni siquiera había
empezado a disputarse la liga de fútbol en Inglaterra, sólo existía la Copa de
la Asociación de fútbol (FA Cup), mientras que la Copa en Escocia comenzaría al
año siguiente.
El partido se fue disputando
anualmente hasta que fue interrumpido por la I Guerra Mundial. La ilustración
correspone a 1878. En total han jugado 111 veces, con 46 victorias inglesas y
41 de Escocia.
Fue por eso que la selección de
jugadores fue algo diferente a lo que se conoce hoy.
Escocia, por ejemplo, convocó a
11 jugadores de un mismo club, el Queen's Park, uno de los principales del
país. Inglaterra, en cambio, si varió su elección y llamó a futbolistas de
nueve clubs, siendo el más representado la Universidad de Oxford, con tres.
Escocia apareció con su
tradicional color azul oscuro en el uniforme, que también era el color del
Queen's Park en la época, y un león en su escudo. Inglaterra se vistió de
blanco y tres leones en su pecho.
1 chelín
La expectativa por el histórico
duelo atrajo a unas 4.000 personas que pagaron un chelín por la entrada, que
equivaldría a poco más de US$5 en la actualidad.
Como se puede apreciar en la
foto, el precio de las entradas ha subido considerablemente con el paso de los
años.
Ese fue el mismo precio que se
cobró para presenciar la final de la FA Cup en Inglaterra.
El partido se demoró 20 minutos
de la hora prevista para comenzar hasta que el árbitro escocés William Keay
diera el pitazo inicial.
Cuentan los historiadores que se
trató de un ambiente amigable que marcó la tónica de este partido durante más
de 100 años, algo impensable en la actualidad.
De hecho la última vez que
Inglaterra visitó Escocia fue hace 15 años, partido que terminó con cientos de
detenidos por enfrentamientos violentos entre las dos aficiones.
1-2-2-6 vs. 1-1-1-8
El desarrollo del partido no
genero jugadas polémicas y su carácter de amistoso se reflejó entre los
jugadores, que se abstuvieron de entradas violentas.
Ninguno sufrió lesiones pese a
que para entonces no se utilizaban las protecciones en las piernas (canilleras
o espinilleras).
La expectativa por el duelo entre
Escocia e Inglaterra fue aumentando con el paso de los años, llenando estadios
como el de Wembley en 1957.
Los sistemas utilizados por los
entrenadores propusieron un juego completamente de ataque dejando completamente
expuestas las líneas defensivas.
Los locales, por ejemplo,
alinearon con un portero, dos defensas, dos centrocampistas y seis delanteros.
Los visitantes fueron aún más allá, con una formación de un arquero, un
defensa, uno en el medio campo y ocho delanteros.
Para entonces no estaban
permitidas las sustituciones, aunque el portero de la selección inglesa cambió
de posición con un compañero para jugar adelante en el segundo tiempo.
Las agresivas tácticas no
tuvieron el efecto deseado debido a que el partido estuvo condicionado por un
campo muy pesado, que sufrió el efecto de la incesante lluvia que había caído
durante los tres días previos al partido.
El resultado final fue 0-0,
marcador que no se repetiría entre ambas selecciones hasta 1970.
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