Metas y retos de TI en tu negocio
Forbes - lunes, 24 de noviembre de 2014
A pesar de que las computadoras, smartphones,
tabletas y apps son ya universales, las TI no siempre se asumen como una
inversión sino como un costo.
La tecnología tiene el potencial de volver más
eficientes, rentables y competitivos a los negocios porque permite mejorar la
comunicación, la creación de empresas y nuevos mercados, las formas de consumo
y la administración en general. A pesar de ello, en infinidad de casos el área
de Tecnologías de la Información no está alineada con otros departamentos, lo
que le impide aportar valor agregado. En las organizaciones es primordial que
exista una estrategia de crecimiento diseñada en función de sus objetivos que
se alinee con todas las áreas, incluyendo la de Sistemas.
En empresas de todos los tamaños existe una
considerable falta de alineación entre las áreas tecnológicas y las áreas “sustantivas”
del negocio (Ventas, Finanzas, Capital Humano, Operaciones, entre otras). Esta
situación puede poner en aprietos a la dirección estratégica y restringir el
potencial de crecimiento. Pocas compañías han resuelto este tema de manera
satisfactoria a largo plazo; en otras se ha detectado la oportunidad, pero no
se han puesto en marcha las soluciones.
Esto es relevante dado que la mayor parte de
las organizaciones mexicanas se integran en el segmento de pequeñas y medianas
empresas (Pymes). A pesar de que las computadoras, teléfonos inteligentes,
tabletas y aplicaciones se han vuelto universales, la tecnología no siempre se
asume como una inversión que genere un retorno, sino como un costo que no
agrega valor. Lo que debería ocurrir es justamente lo contrario: debe darse una
clara visión a la importancia de las TI en la innovación, que generan valor y
competitividad.
Es posible que algunos directores de Tecnología
e Información no tengan la oportunidad de explicar o “vender” la importancia
estratégica de lo que hacen o podrían hacer las TI para el negocio. Otros se
han demorado en utilizar herramientas para las áreas comerciales, a las que
podrían ayudar en la toma de decisiones, para ser más eficientes, más
rentables, para crecer. De esa manera se vería que el área de TI no es un
gasto, sino una inversión que genera dividendos.
El reto, entonces, recae en manos del director
general, del empresario, del director de finanzas y, naturalmente, en los
directores de tecnología e información, que deben definir la estrategia que los
lleve a todos por un camino común. Es la búsqueda de un modelo de servicio de
tecnología totalmente reenfocado en el futuro del negocio.
Ejes principales del modelo de servicio de TI
Habilidad de cambio: Se refiere a la habilidad
de respuesta ante las necesidades cambiantes del negocio, tanto para su transformación
como para su crecimiento.
Interface con el negocio: Grado de cumplimiento
de los requerimientos de la empresa y satisfacción de los usuarios, basado en
los niveles de servicio comprometidos para cada proceso de la compañía.
Utilización de recursos: Establecer las
estrategias para tener un alto nivel de conocimiento, control, uso o
aprovechamiento de los activos informáticos.
Esquema financiero: Nivel de administración y
control de presupuestos, inversiones y gastos derivados de las actividades del
área de TI. Capacidad de medir beneficios con base en un modelo financiero o
caso de negocios.
Organización: Esquema con el que se opera la
estructura de las TI y su habilidad para sostener los requerimientos de la
organización.
Conociendo los puntos críticos de la empresa
El empresario debe considerar que una
consultoría requiere, por lo general, varias semanas para mapear el negocio,
conocer los modelos de trabajo, identificar los pain points (puntos críticos o
de conflicto) que afectan el ambiente interno, a los clientes corporativos y
consumidores finales de productos y servicios.
En el pasado, muchos proyectos de TI
fracasaron, o así se creyó, porque no tenían metas claras ni estrategias de
seguimiento. Por esta razón es importante involucrar a las gerencias para que
expresen dónde o cómo quisieran estar en el siguiente tramo de su estrategia.
También es conveniente recurrir a los modelos
de caso de negocio, para identificar el impacto buscado, el tamaño de la
inversión, la instauración y el tiempo en que se alcanzarán los resultados con
una metodología para su seguimiento y medición: el balance costo-beneficio.
La ruta de madurez: diseñar una estrategia de
TI
Para generar un plan de acción entre el
consultor y la Alta Dirección, partiendo de la disposición de un diagnóstico
pormenorizado, se propone una ruta de madurez que incluye iniciativas
calendarizadas a corto y largo plazo, evaluadas bajo diferentes habilitadores
de negocio.
Primero se establece el impacto de la
implementación, su costo, tiempo de realización, además de los responsables,
con el fin de asegurar su cumplimiento. La materialización del proyecto puede
durar varios meses, dependiendo del alcance, el presupuesto y la progresión.
Como parte integral de este procedimiento se establecen configuraciones de
seguridad, gestión integral de riesgos, y la integridad de los programas en
uso, que sólo pueden ser modificadas con el aval de las unidades de negocio
afectadas.
En ocasiones, para alcanzar este nivel de
certeza los administradores de sistemas deben cumplir con certificaciones y
normas que se aplican en ciertas industrias, como la Financiera y la de
Seguros.
Aunque no sea tan evidente, estas inversiones
tienen un retorno que puede cuantificarse al reducir pérdidas, robos y fraudes.
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