¿Qué siente un arquero cuando le cobran un
penalti?
BBC - sábado, 15 de noviembre de 2014
El periodista argentino Walter Saavedra
escribió en alguna ocasión: "Decime viejo... ¿Cómo vas a saber lo que es
la soledad si jamás te paraste bajo los tres palos a 12 pasos de uno que te
quería fusilar y terminar con tus esperanzas?".
Los penales, particularmente cuando se está
defeniendo una Copa del Mundo o la final de un torneo importante, puede ser
algo muy angustiante.
Sobre todo para la persona que está en el arco
que carga con toda la responsabilidad y las esperanzas de millones de hinchas.
Pero, ¿cómo es realmente esta prueba de fuego
desde el punto de vista de los porteros?
Parar un penal en la Copa Mundial
El portero francés Jean-Luc Ettori fue el
primero en parar un penal en una definición de la Copa del Mundo.
El guardameta del Mónaco se lanzó en plancha a
su derecha para frenar el zapatazo de Uli Stielike, de Alemania Occidental, en
la primera definición por penales de un Mundial, el de España 82.
Los primeros cinco tiros acabaron en la red.
Pero, para desgracia del entonces defensa del Real Madrid, Stielike, el tiro
que lanzó, tras una dubitativa carrerilla, se quedó a la derecha del arco rival
en un tiro alto que salvó Ettori.
Stielike no pudo evitar las lágrimas.
Los ánimos cambiaron pronto pues el arquero alemán
Schumacher salvó el siguiente penal, lanzado por el francés Didier Six.
Los tres siguientes acabaron en las redes hasta
que reapareció Schumacher al rescate de Alemania en la muerte súbita y paró un
tiro Maxime Bossi.
Finalmente, un tiro del delantero Horst
Hrubesch le dio a Alemania Occidental el derecho de estar en la final de
Madrid.
La victoria le otorgó a Stielike el indulto y
ningún otro jugador alemán ha fallado un penal en la definición en penales de
un Mundial desde entonces.
Sin embargo, los alemanes no fueron tan
afortunados en aquella final que perdieron 3-1 frente a Italia.
'A veces en la vida, el tiempo se detiene'
El portero sueco Thomas Ravelli se convirtió en
héroe nacional al salvar dos penales frente a Rumanía en Estados Unidos 1994.
Con el 2-1 en el tiempo extra, parecía que los
suecos se quedaban fuera, pero un cabezazo de Kennet Andersson mandó el partido
a los penales.
El arquero del Gothenburg Ravelli, en su debut
internacional en las tandas de penales, le dio el partido a su equipo al frenar
los disparos de Dan Petrescu y Miodrag Belodedici. ¿Cómo se sintió entonces?
'A veces en la vida, el tiempo se para. Se te
olvidan los problemas del pasado y los que pueden venir en el futuro”, le dijo
Ravelli a BBC Sport.
'Es un sentimiento parecido al de cuando una
mujer tiene un hijo y el hombre está a su lado. Es una sensación increíblemente
buena y uno de los momentos cumbre de mi carrera, sin duda”.
'Yo siempre tenía mucha confianza en los penales.
Es el único momento en que, como portero, puedes ser un héroe. No hay presión
sobre ti; toda la presión está en el tipo que lo lanza”.
'Ya han pasado 20 años y mucha gente aún quiere
que le hable de ello. Es increíble. Mucha gente que no conozco viene y me dice
dónde vieron aquella ronda de penales. Es algo enorme en Suecia”.
'Estoy orgulloso y agradecido de poder haber
actuado tan bien como lo hice con aquella presión”.
Lanzarse o quedarse quieto
Según las estadísticas, los porteros salvan
aproximadamente uno de cada cinco tiros de penal. Pero, ¿qué debe hacer el
portero: lanzarse o aguantar quieto en el centro del arco?
Permanecer impasible requiere que los arqueros
tengan nervios de acero. De hecho, sólo ha sucedido seis veces en la historia
de los Mundiales. Y no ha funcionado.
El excapitán de la selección inglesa Gary
Lineker debatió el tema con el portero Peter Shilton en el Mundial de 1990.
“Vimos tandas de penaltis y en cada una podías
prácticamente garantizar que dos serían lanzados directamente al portero. Si el
arquero esperaba, era probable que salvara al menos dos. Peter lo hizo, pero
balones de los alemanes entraron por las esquinas. ¡Fue mi culpa!”.
En el Mundial de Brasil de este año, cuatro
partidos se definieron por penales. Argentina llegó a la final gracias a que su
portero, Sergio Romero, tapó dos tiros.
La proeza recordó la de Sergio Goycochea hace
24 años en el Mundial de Italia 1990, también frente a Alemania.
Precisamente Goycochea ostenta junto al alemán
Harald Schumacher el record de paradas de penales en Copas del Mundo, con
cuatro cada uno.
Y el que más penas máximas ha salvado en una
sola ronda es el portugués Ricardo, que paró los tiros de Steven Gerrard, Frank
Lampard y Jamie Carragher y acabó con las esperanzas inglesas en Alemania 2006.
Rozar los palos... o peor
Pero no siempre el trabajo es de los porteros.
De hecho de las 230 penas máximas tiradas en
las definiciones por penales en Mundiales, en más de 20 ocasiones el balón ha
acabado en los palos o fuera de la portería.
El excapitán de la selección francesa Michel
Platini, que ahora dirige ente rector del fútbol europeo, la UEFA, fue uno de
los mejores jugadores de su tiempo pero se convirtió en el primero en fallar un
tiro de penal al lanzarlo por encima del palo.
Fue en un partido contra Brasil en 1986. Poco
después del tiro de Platini, el defensa brasileño Julio Cesar fue el primero en
lanzar un penal al poste.
Al final, Francia avanzó a semifinales, donde
cayó frente a Alemania Occidental.
Otro francés, el delantero David Trezeguet dejó
a Francia a milímetros de la gloria en la final de 2006, cuando el segundo
penal de la tanda definitoria que él lanzó besó el larguero de Gianluigi
Buffon, que vio cómo el balón salía de su portería.
Su falló acabó siendo crucial y finalmente fue
Italia quien levantó el trofeo en Berlín.
Pero quizás el fallo más significativo llegó en
la final de Estados Unidos 1994 cuando Roberto Baggio, que había guiado a la
azzurra a la final con cinco goles, lanzó su penal al cielo ante 94.000
espectadores en Pasadena, lo que permitió a Brasil levantar su cuarto trofeo
mundial.
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