https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

martes, 25 de noviembre de 2014

FIFA

Occidente enfrenta dificultades para combatir la corrupción en la FIFA  


El Cronista Comercial - ‎ ‎noviembre‎ de ‎2014
Es un problema habitual en los países occidentales: cómo derrocar un régimen corrupto. Ahora Occidente apunta a la FIFA, la autoridad global del fútbol. Muchos occidentales están hurgando en sus cajas de herramientas en busca de algo que pueda quitar a Sepp Blatter, su presidente, y terminar con la cultura que él creó en sus 16 años en el cargo.

Al igual que los regímenes corruptos, la FIFA era la criatura de Occidente. Los europeos occidentales fundaron la organización en París en 1904 y la condujeron hasta 1974, cuando el brasileño João Havelange destituyó al inglés Stanley Rous como presidente.
Pero recién el 2 de diciembre de 2010 los países occidentales entendieron que se habían convertido en ciudadanos de segunda clase de la FIFA. Ese día, Rusia y Qatar fueron nombrados sedes de los Mundiales 2018 y 2022. Entre los candidatos que no fueron elegidos se encuentran Estados Unidos, Inglaterra y Australia. Lo que más les fastidia es la elección de Qatar. El clima extremadamente caluroso del estado del Golfo no parece adecuado para una Copa del Mundo. Occidente se quejó. De los 24 hombres entrados en edad que integraban el comité ejecutivo de la FIFA en 2010 al menos una tercera parte ha sido acusados de corrupción.

La FIFA designó al fiscal norteamericano Michael Garcia para que investigue la votación. La semana pasada, la FIFA presentó un informe que decía que García había exonerado a Qatar y Rusia, pero que no publicaría su reporte.
Furioso, García exige que sea publicado en su totalidad. La pregunta es qué hacer ahora.
Occidente tiende a combatir a los regímenes problemáticos con sanciones. Reinhard Rauball, el presidente de la liga alemana, sostiene que habría que estudiar seriamente la posibilidad de "que la Uefa se separe de la FIFA".
Un boicot europeo a la FIFA y a sus Mundiales parece poco creíble. Europa occidental tiene sólo 6% de la población del mundo, pero produjo los últimos tres campeones mundiales. Además, la mayoría de los auspiciantes de la FIFA son compañías occidentales y la mayoría de sus acuerdos de televisación más grandes son con transmisoras occidentales. Una Copa Mundial sin ciertos países de Occidente no sería lo mismo.

Sin embargo, es muy probable que fracase ese boicot occidental. El gran problema es que son pocos los países no occidentales preocupados por los escándalos en la FIFA. Después de todo, muchos de esos países son conducidos igual que la FIFA. Y ¿quién necesita a las selecciones nacionales de Estados Unidos e Inglaterra? Un boicot perjudicaría mayormente a sus hinchas.
Muchos no occidentales también creen (con cierta justificación) que las quejas sobre la FIFA reflejan la envidia que sienten los candidatos que no fueron elegidos para ser sedes. Además, la FIFA no necesita el dinero europeo o estadounidense. Ese régimen está sentado sobre un recurso natural eternamente renovable, su Copa Mundial, que genera cada vez más ingresos. La FIFA no tiene ciudadanos a los que complacer, y puede decidir cuánto pagar a las asociaciones nacionales.
Casi sin sanciones posibles, la mejor estrategia de Occidente quizás sea ir lentamente presionando más. Y eso está empezando a suceder. La FIFA tiene su sede en Zurich, en parte porque tradicionalmente Suiza no molesta a las federaciones internacionales de deportes. Sin embargo, los recientes escándalos han sido "bastante vergonzosos" para el país, señaló Jean-Pierre Méan, un abogado suizo experto en corrupción. El año próximo, se espera que Suiza promulgue una ley que permita al país llevar a juicio casos de corrupción privada aunque no haya denuncias.
Lo mismo podría hacer la Comisión Europea, otra potencia occidental conmocionada por las travesuras de la FIFA. Bruselas podría empezar a controlar más agresivamente las ventas de derechos de televisación.

El año próximo Blatter probablemente consiga su quinto mandato como presidente de la FIFA. Pero ya tiene 78 años. Quizás Occidente no tenga que esperar una "solución biológica". A medida que los dictadores envejecen, se vuelven más vulnerables a la sublevación. Los subalternos empiezan a sopesar los beneficios de romper filas. No hay razones para creer que esta situación será diferente.
No importa quien suceda a Blatter; habrá cosas que no cambiarán. La FIFA no tocará el torneo de Qatar, por miedo a enojar a los musulmanes. "Una nueva votación tendría consecuencias explosivas. Eso podría destruir a la FIFA", aseguró Jens Sejer Andersen de una asociación deportiva danesa.

En 1959, EE.UU. empezó a tramar un derrocamiento del régimen cubano de Fidel Castro. El plan aún no funcionó. Pero los Castro, como Blatter, no pueden gobernar por siempre. ¿O sí?

No hay comentarios: