Se buscan jóvenes empresarios rebeldes y
atrevidos
Forbes - miércoles, 26 de
noviembre de 2014
Descubrir algo (y ganar dinero) en un terreno
desconocido, parece una aventura imposible. En México muy pocos lo hacen. Pero
eso puede terminar. ¿Dónde están los nuevos hombres de negocios que traen ideas
que, por muy extravagantes que parezcan, pueden ser rentables?
Es cuestión de tiempo para que la próxima
tecnología disruptiva tenga su origen en alguna idea de jóvenes mexicanos y se
desarrolle en un callejón tecnológico ubicado dentro del territorio nacional.
¿Querétaro? ¿Guadalajara? ¿Monterrey? ¿La
Ciudad de México? “Primero hay que entender qué es un ecosistema, que combina
la inversión con empresarios con ideas y ganas de ejecutar”, dice Matías de
Tezanos, fundador y CEO de PeopleFund.com, un sitio que fue creado en 2011 con
el fin de impulsar en una primera etapa a empresas de tecnología y
comunicaciones de América Latina; es una compañía de capital de riesgo que
apuesta a proyectos con visión.
La experiencia de De Tezanos en materia de
startups y los cambios de paradigma que pueden llegar a propiciar, viene desde
1999, ya que él es uno de los fundadores de Hoteles.com, sitio que cambió la
manera en la que los hispanoparlantes compramos boletos de avión. Con esta
capacidad para detectar nuevas oportunidades, Matías, de origen guatemalteco,
afirma que México puede llegar a convertirse en un país tecnológico. “Yo diría
que México en especial tiene todo para ello. Lo que falta es que la gente se dé
cuenta, pero eso está empezando a pasar. Otra cosa que observo es que les hacen
falta ejemplos, fuentes de inspiración”.
Al respecto, Salvador Martínez Vidal,
presidente y gerente general de IBM México, coincide en que falta poco para que
veamos cómo una gran innovación proveniente de alguna startup mexicana,
instalada dentro de alguno de los clústers tecnológicos ubicados en el país,
irrumpe en el mercado y cambia algún modelo de negocio.
Misión: cambiar vidas
Pero antes de que nos dejemos sorprender con
ese empresario emergente, que vendrá a transformar el estado de las cosas,
habrá alguien más que marcará la ruta de los futuros negocios: el consumidor.
Matías de Tezanos lo dice así: “En los próximos
años, los clientes y consumidores serán los que indiquen el camino que las
empresas dedicadas al desarrollo de productos deban tomar para dar a conocer la
siguiente gran idea disruptiva”.
Bajo esta lógica, los empresarios de mañana
deberán tener una misión: servir para mejorar la vida de los usuarios; algo que
ya está en boga en estos días, gracias al poder que los consumidores están
tomando en la decisión de compra, y para eso la tecnología será una gran
aliada.
Explora lo desconocido
Otra veta que deben tomar en cuenta aquellos
que pretendan maravillar a los clientes, es no sólo innovar en los ámbitos
donde tienen más experiencia, sino también en otros completamente distintos, en
los que puedan hacer un mayor aporte o, incluso, retomar áreas tradicionales en
las que rompan los paradigmas ya establecidos.
Lino Cattaruzzi, director general de Google
México, señala que son los jóvenes los que están abriendo nuevos campos de
oportunidad en las industrias de antaño.
“Y es en México y América Latina donde todavía
hay oportunidades para seguir innovando”, afirma Cattaruzzi.
De ser así, el próximo avance tecnológico que
se considere disruptivo podría simplificar marcos regulatorios, diluir
proteccionismos, y hasta terminar con monopolios. “Quitar una regulación es
disruptir cómo funcionaba antes y el proteccionismo es una de ellas”, aseguró
Matías de Tezano, quien también es reconocido como Young Global Leader del Foro
Económico Mundial.
Un ejemplo de esto fue la creación y el uso de
las tecnologías que dieron lugar a las criptomonedas, como Bitcoin, la más
popular de ellas.
“El tema de las criptomonedas es interesante
porque la gente lo limita a que es una moneda y realmente son plataformas, más
que monedas per se, y lo interesante es que cualquier tecnología plantea disruptir
algo que ya existía antes y la plataforma de la criptomoneda plantea disruptir
las formas de pago, no las monedas”, aclara De Tezanos.
Para dimensionar el impacto y popularidad que
tienen las monedas virtuales y los pagos electrónicos, De Tezanos compara los
cambios en la industria del consumo de la música con las nuevas formas de pago:
“Es increíble que pasaron los años 80, 90 y 2010, es decir 30 años, y en ese
periodo de tiempo cambiamos de casete a cd, luego a minidisc y a la música
digital. Pero en el mismo periodo de tiempo la tarjeta de crédito no cambió”.
A nivel global, se están discutiendo y
generando, paralelamente, nuevas alternativas a un problema que va desde la
unificación de cuentas de los consumidores de mercancía y servicios online,
hasta la seguridad o la simplificación de procesos; incluso, la eliminación de
intermediarios en los sistemas de pagos.
“Más allá de cambiar las monedas o de atentar
contra las monedas, la primera tendencia que se asoma es cambiar lo que han
hecho Visa y Mastercard como plataformas de pago”, añade el ceo de
PeopleFund.com.
Estas alternativas, unas más aceptadas que
otras, van desde la incorporación de una antena nfc en un smartphone para la
habilitación de terminales en establecimientos afiliados, hasta monedas
virtuales, pasando por aplicaciones acompañadas de accesorios como Square,
compañía creada por Jack Dorsey, fundador de Twitter. Parte de la justificación
de Dorsey para constituir Square es la simplificación del sistema de pagos, la
reducción de costos en transacciones y el beneficio directo para los clientes.
Este discurso es compartido por varios negocios
en Estados Unidos, que ya forman parte de la red de Square, y también por un
fondo del gobierno de Singapur, que ayudó a que esta nueva forma de pagos
cerrara una ronda de financiamiento por 150 millones de dólares (mdd).
“Cuando saco mi tarjeta digo que tengo una
tecnología viejísima que no cambió”, ironiza De Tezanos.
¿Dónde está el callejón?
Toda novedad que se precie de ser disruptiva
tiene enemigos. La clave para sortear barreras, tanto corporativas como de
intereses, es la legalidad, afirma Matías.
“Me cae mal decirlo pero la solución es estar
apegados a lo que el Estado dice. Me cae mal decirlo pero es lo mejor. Pasó con
Napster, antes de Spotify, y ellos plantearon que la música se debe compartir
entre todo el mundo, pero Napster cayó en el espacio de lo ilegal, y luego
Spotify hizo lo mismo pero le dio el twist y se volvió legal”, complementa.
Cada país tiene su área de oportunidad y, en
México, ésta podría provenir con el desarrollo de software.
“Hay una generación nueva de compañías y hay
muchas que han tratado de llegar o impactar a mucha gente. Creo que la
oportunidad es encontrar problemas grandes y solucionarlos, como la educación.
Hay compañías que están desarrollando software para matemáticas que pueden
hacerlo desde un celular tenga o no tenga saldo”, señala De Tezanos.
La oportunidad de creación de software y el
potencial de la industria mexicana para generarlo también es un tema de
financiamiento, ya que la inversión para sacar adelante propuestas es mucho
menor que el de creación de hardware y la maquinaria para hacerlo. “México, y
América Latina, tienen una gran oportunidad en software porque los desafíos y
las inversiones que tienes que hacer para crear software son mucho menores que
para hacer hardware. Es más realista hacer una app que todos usen, a que
alguien haga un aparato que me va a permitir ser más eficiente”, añade.
En Guadalajara se tiene una base tecnológica
muy grande, donde las compañías tecnológicas más influyentes del mundo tienen
presencia no sólo en el aspecto de manufactura, sino también de desarrollo e
investigación científica, tecnológica e incluso académica.
Gracias a esto, que se complementa con la
apuesta del gobierno del estado para hacer de esta plaza una “Ciudad Creativa
Digital”, suele creerse que la aspiración de dicho clúster es constituir un
nuevo Silicon Valley. Sin embargo, tanto integrantes del gobierno, como
miembros de la industria, han descartado aspirar a una instalación así, aunque
no descartan la habilitación de una “Catedral para la Innovación” en México.
El director de IBM México considera que, en
lugar de pensar en un Valle, el nacimiento de la gran idea disruptiva mexicana
podría darse en un barrio o en un callejón. “Guadalajara ya tiene una base
tecnológica, nosotros estamos y muchas otras empresas de tecnología. Ahí hay un
caldo de cultivo. Pero también estamos en Nueva York, con un concepto diferente
llamado ‘Silicon Alley’ (el callejón del silicio)”.
Es precisamente en Silicon Alley, ubicado en
Manhattan, Nueva York, donde IBM instaló lo que Martínez Vidal califica como la
tecnología más disruptiva de IBM: su súper computadora llamada Watson, que
puede reconocer el lenguaje humano y cuya capacidad de análisis de metadatos es
de las más cercanas a la Inteligencia Artificial. “Es un entorno más pequeño.
En vez de pensar en un valle, pensar en un barrio”.
O en un callejón. Donde sea. Lo importante es
que estamos a la espera de esos disruptores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario