Messi: críticas, elogios y un
sueño Mundial
El Gráfico Diario - lunes, 2
de junio de 2014
No falta nada. Solo 10 días para
que se ponga en marcha la Copa del Mundo de Brasil 2014. Por eso, Lionel Messi,
el as de espadas de la Selección Argentina que irá a buscar una corona que se
nos niega desde México 1986, hace 28 años, ya adelantó: “Cambiaría todos los
logros por hacer feliz a la gente de mi país”.
A lo que agregó: “La Argentina es
mi país, mi familia, mi manera de expresarme. Me preguntan por qué no se me
pegó el acento español y es simple: no quiero que se me pegue ni perder ninguna
identificación con mi país. Acá es el lugar adonde quiero volver”.
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Luego recordó el maltrato del
pueblo argentino, cuando este le reclamaba que no ofrecía la misma función
cuando se ponía la celeste y blanca, que cuando usaba la de Barcelona de
España, que no entonaba las estrofas de la música oficial de su país, y otras
tantas barbaridades, que por el momento quedaron en el pasado y dieron vuelta
la página: “Claro que me llegaban todos los comentarios: que no demostraba
ganas de jugar en la selección, que no cantaba el Himno o que no sentía la
camiseta. Me dolía llegar a mi país y que muchos me pegaran injustamente.
Alguna vez llegué a pensar si yo era el problema, si era la causa de los malos
momentos que atravesaba el equipo. Pero la culpa sólo dura un momento, hasta
que reaccionas y seguís para adelante. Aunque a veces no podes creer por qué se
dan algunas cosas. Te quedas sin respuestas cuando pones lo mejor de vos y los
triunfos siguen sin venir”.
"Cuando era un pibe esperaba
que me llamaran desde la AFA. Hubo contactos informales para saber si quería
jugar en la selección española, pero yo siempre dije que quería jugar para mi
selección porque quiero a la Argentina y sólo siento estos colores",
indicó el capitán a días de que se suba el telón del Mundial.
Acto seguido, recordó su primera
citación para ponerse la celeste y blanca, el 24 de junio de 2004, en la cancha
de Argentinos Juniors, en un amistoso contra Paraguay, justo ante el mismo
rival que entregó, en la jornada 16º de las Eliminatorias Sudamericanas hacia
el Mundial de 2014, el boleto dorado: "Para esa convocatoria viajé desde
España con muchísima ilusión, porque para mí era todo nuevo, pero especialmente
porque iba a vestir esa camiseta que tanto nos conmueve. Creo que si en ese
partido me ponían de arquero, iba feliz al arco. No me importaba nada".
"Siempre fui muy fanático de
la selección. Veía los partidos por televisión porque nunca pude verlos en una
cancha como hincha. El recuerdo más fuerte que tengo de un Mundial fue el de
2002, cuando quedamos afuera de Corea-Japón. Lo viví con dolor, a la distancia,
porque ya estaba en Barcelona.", relató el crack rosarino.
Luego se envalentonó con la
posibilidad de dar la vuelta en Brasil y demostró que los colores de su país
tiran y pueden más: “Lo diré siempre: cambiaría todos los logros por consagrarnos
en un Mundial. Por hacer feliz a la gente de mi país. Confío en que en la Copa
del Mundo podamos lograr ese objetivo que nos propusimos. Venimos trabajando
mucho y bien, estamos fuertes, convencidos, siento que vamos por el buen
camino. El Mundial ya está muy cerca y todos en el grupo sabemos la ilusión que
esta selección ha despertado en los hinchas”.
"Siempre voy a estar donde
la selección me necesite, en el lugar que sea y por la competencia que sea. Más
allá de los malos momentos, soy un agradecido de todo lo que la selección me ha
permitido vivir. Ahora me siento reconocido por el público en general y creo
que ellos valoran mi manera de jugar. Intento seguir creciendo y sueño con
darle títulos a la selección. Lo que más quiero es que la Argentina gane",
cerró el crack rosarino, la gran esperanza albiceleste para cortar la sequía de
28 años sin títulos.
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