La historia del juez que dejó
todo y ahora es jugador profesional de póker
Apertura - julio de 2015
En 1997, cuando Andrés Calamaro
sacó su disco Alta Suciedad, las radios comenzaron a pasar una canción que se
aferró al imaginario colectivo con la fuerza de un hit. “Yo soy un loco, que se
dio cuenta, que el tiempo es muy poco”, cantaba Calamaro en “Loco”, su luego
censurado tema.
En ese momento, José Litvak,
abogado y juez del Tribunal Fiscal, no se movía a ese ritmo, al ritmo de que el
“tiempo es muy poco”. En esa época, Litvak era referente en temas impositivos
-escribió centenares de artículos y doce libros al respecto- y mataba el tiempo
libre con un hobbie: el póker.
En 2011, Calamaro irrumpía con On
The Rock, disco que incluía temas como “Los Divinos” o el pegajo “El Perro”.
“Nadie dice ‘esta boca es mía’ pero me hacen denuncias por apología”, volvía al
ataque Calamaro, como reproche a quienes lo criticaron por sus dichos sobre la
marihuana.
Litvak hacía “click” y dejaba
todo por el póker. “De los 23 a los 60 fui abogado. No muy serio pero solemne.
Largué todo (hasta la religión) y la vida me dio esto, porque ya estaba aburrido
de lo anterior. Me pregunté a mí mismo qué era lo que más me gustaba: escribir,
investigar y viajar… y el póker”, explica Litvak a Apertura.com. Hoy, como
director de Pensar Póker, escribe sobre la estrategia detrás del juego que
mueve pasiones -y millones- en las mesas de casinos.
Ya escribió cinco libros sobre
póker -“estoy escribiendo el sexto, eh”- y se trae entre manos “escribir la
colección más grande del mundo”, todo ello lejos de los artículos sobre
impuestos, las clases universitarias que en su momento dio y los tribunales.
“Cuando fui juez me gustaba ir a trabajar, porque estudiar y fundamentar una
sentencia es sensacional”, aclara este jugador que ya ganó “varios campeonatos”
y que se ríe cuando le preguntan por el dinero que ganó jugando: “Viajar por el
mundo para jugar campeonatos tiene sus gastos”.
Los torneos en la Argentina
tienen precios de inscripción de entre $ 1000 y $ 10 mil, dependiendo de qué
casino lo organiza. Para entender cómo se arman los premios basta un sencillo
ejemplo: si se anotaron 1000 jugadores y la inscripción costó $ 1000, se
reparten $ 90 mil en premios (se le resta el 10 por ciento que queda para el
casino”.
En Punta del Este, el hotel y
casino Conrad cuenta con un torneo cada 15 días (la inscripción cuesta US$ 1000)
y con una competencia todos los jueves, que vale US$ 200 de entrada.
Me pregunté a mí mismo qué era lo
que más me gustaba: escribir, investigar y viajar… y el póker
“El póker ni es un juego de
cartas ni de azar, es de estrategia... pura estrategia”, cuenta Litvak y tira
abajo la excusa: “El azar es inexistente”.
Si bien el póker es un juego -“es
un deporte”- que existe hace muchos años, el fenómeno llegó con fuerza a la
Argentina y se instaló. “El póker existía como un juego social limitado a las
casas de familia o amigos. Lo que pasa es que hace 10 ó 12 años apareció un
boom mundial producido por, primero, la aparición de salas online, que te
permiten jugar por Internet. Segundo porque hay muchas variables de póker pero
apareció el Texas holdem (dos cartas en mano y cinco en mesa), que es mucho más
interesante, porque es inesperado”, relata el póker-man.
Los errores, por su parte, no
distinguen corazones o diamantes y alcanzan a todos los jugadores. “El mayor
error es la falta de paciencia. No hay que jugar con las emociones ni canalizar
una buena o maa semana en la mesa; tampoco querer presumir mayor hombría”,
analiza Litvak y distingue claramente a sus rivales: “Los jóvenes tienen mucha
ventaja, porque la cabeza les funciona más rápido que a la gente grande, y acá
hay mucha matemática; además, son más audaces y menos conservadores. Y,
finalmente, tienen más facilidad con la informática practican en Internet”.
Ahora, con un próximo torneo en
mente -“el mundial de póker se está jugando ahora mismo en Las Vegas, cuesta
US$ 10 mil la inscripción”- sólo sueña con una buena mano, como una escalera
color real. Atrás quedó su carrera como autoridad en materia impositiva. “Pero
como dicen en el póker para no apostar más y pasar el turno… ¡Check!”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario