Incompleto y en obras, el estadio
mundialista de Sao Paulo rinde examen final
AFP - domingo, 1 de junio
de 2014
Cuando la FIFA designó en octubre
de 2011 a Sao Paulo, la próspera capital económica de Brasil, como sede del
partido inaugural de la Copa del Mundo, no se podía imaginar que a 11 días del
Mundial, el Arena Corinthians estaría sin acabar y con sectores cerrados al
público.
Éste es el escenario que se
encontrarán los 40.000 espectadores que acudan este domingo a presenciar el
Corinthians-Botafogo (19H00 GMT), último test in extremis del estadio conocido
tambien como 'Itaquerao'.
El cuerpo de bomberos no autorizó
la apertura de una de las tribunas provisorias con capacidad para 10.000
personas, y en otra de ellas sólo se instalarán 5.000 hinchas, según informó a
la AFP Fast Engenharia, la empresa responsable de estas estructuras.
El que estaba llamado a ser el
examen final del Itaquerao será un ensayo parcial que no alcanzará de nuevo las
exigencias de la FIFA. La entrega del estadio estaba prevista inicialmente para
el 31 de diciembre de 2013.
El máximo organismo del fútbol
tomó posesión del recinto recién el 21 de mayo, tras quedar muy descontento con
la primera prueba oficial, que se había celebrado tres días antes ante más de
36.600 hinchas, y en la que se constataron numerosas fallas.
En aquella ocasión ninguna de las
tribunas provisorias pudo ser abierta al público y la cobertura telefónica y de
internet fue deficiente. El techo estaba incompleto -era un día lluvioso y
varios hinchas se mojaron- y no funcionaron la iluminación exterior, las
señalizaciones internas o el acondicionamiento de los caros palcos VIP.
La FIFA no tardó en reaccionar y
tres días después ya se había fijado una nueva prueba para el estadio el 1 de
junio.
"Es vital que todas las
instalaciones sean probadas en condiciones totales de juegos: tribunas temporarias
e instalaciones adyacentes", dijo el secretario general de la FIFA, Jerome
Valcke, el 21 de mayo en su cuenta de Twitter.
- Presentación mundial -
Una vez más, el tiempo se le ha
echado encima al Arena Corinthians, que suma un nuevo eslabón a su cadena de
inauguraciones aplazadas y fechas de entrega incumplidas.
El estadio, que ha costado unos
420 millones de dólares, vivió sus peores momentos en noviembre y en marzo,
cuando murieron en dos accidentes tres trabajadores. Un total de ocho obreros han
fallecido en las obras del Mundial.
Además del Brasil-Croacia, el
Itaquerao tiene poco más de 10 días para estar listo no sólo para recibir a los
65.000 espectadores y a las autoridades que acudan al partido, sino también
para acoger la ceremonia de apertura, que será retransmitida por más de 600
cadenas de televisión a 1.000 millones de espectadores en el mundo.
En el espectáculo de 25 minutos
participarán más de 600 artistas de forma directa y estará coronado por la
actuación de los intérpretes de la canción oficial del Mundial-2014: las
estrellas internacionales Pitbull, Jennifer López y Claudia Leite.
De su lado, Valcke anunció el
viernes pasado en una optimista carta publicada en el sitio de la FIFA que no
acudirá al último test de este domingo, ya que prefiere dejar trabajar a los
técnicos especialistas del organismo.
- "Infierno" -
Pero el Arena Corinthians no es
el único dolor de cabeza para la FIFA en esta recta final, que según Valcke ha
vivido "un infierno" en Brasil.
El número dos del organismo ha
podido comprobar personalmente durante su última gira por los estadios lo mucho
que queda por hacer en otros cuatro de los 12 recintos que acogerán partidos
del torneo.
A los problemas en Curitiba, que
estuvo a punto de quedarse fuera de la Copa en enero, Porto Alegre, con
deficiencias en el asfaltado exterior, y Cuiabá, donde falleció un trabajador
el 8 de mayo, se sumaron esta semana los de Arena das Dunas de Natal.
Inaugurada por la presidenta de
Brasil, Dilma Rousseff, y el propio Valcke el pasado enero, el número dos de la
FIFA se llevó esta semana una desagradable sorpresa a su paso por la capital de
Rio Grande do Norte.
"Acabamos de realizar una
visita a la Arena das Dunas. Tenemos una carrera contra el reloj, mucho todavía
por hacer para los hinchas y los medios", escribió Valcke el 28 de mayo,
ilustrando su mensaje con una foto del estadio donde se ven áreas sin asientos.
En medio de la polémica mundial
por los atrasos y de la ola de protestas sociales en Brasil por los 11.000
millones de dolares que costara la Copa a los contribuyentes brasileños, Joseph
Blatter, presidente de la FIFA, contó hace unos días que fue ese organismo del
fútbol el que frenó las ambiciones de Brasil de celebrar su Mundial en 17
estadios.
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