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sábado, 1 de noviembre de 2014

Alibaba

Jack Ma, el emperador de Alibaba



EFE - ‎sábado‎, ‎1‎ de ‎noviembre‎ de ‎2014
La suya es la historia de un hombre que, desde niño, comprendió que nadie es por naturaleza mejor que nadie, y que sus ideas y sus sueños podrían ser tan buenos y llegar tan lejos como los de cualquiera si se esforzaba lo suficiente y no se rendía nunca.


A su manera, Ma Yun, conocido internacionalmente como Jack Ma, ha acabado encarnando el viejo sueño del hombre hecho a sí mismo, pero en una versión del siglo XXI y con características chinas, donde el carácter optimista y desenfadado, el trabajo y la persistencia infatigable, y el sueño de utilizar internet para que millones de pequeños empresarios en China pudiesen entrar en contacto con el mundo para impulsar el comercio, el empleo y el desarrollo para cientos de millones de personas en su país, acabaron por convertir la pequeña empresa casi familiar de Ma en un gigante mundial del comercio electrónico.

Detrás de todo esto aparece un hombre menudo y afable, huesudo, inteligente y carismático, que recuerda de alguna manera al arquetipo del virtuoso "buen gobernante" confuciano, adorado en su empresa como si fuera el padre de una gran familia de 27.000 empleados, para los que ha llegado a ser, en ocasiones, hasta padrino de bodas.

El ejecutivo más famoso de China

Ma es admirado en China como todo un gurú de la gestión empresarial y como modelo de emprendedor, cuya capacidad de crear valor añadido para sus clientes, y de narrar, de inspirar y de convencer, y su manera de entender los negocios como una sincera forma de expresión de su propia filosofía de vida, le han convertido seguramente en el ejecutivo más famoso de su inmenso país.

Los libros sobre su trayectoria y sus discursos a sus empleados no suelen faltar en los estantes de las librerías chinas, ni en los kioscos de prensa de las estaciones y los aeropuertos de sus grandes ciudades.

No es para menos, puesto que su empresa, nacida hace 15 años, acapara cerca del 75 por ciento del mercado chino del comercio electrónico, y cuenta con portales de referencia como Alibaba.com, para el comercio entre negocios (B2B); Taobao.com -que marcó una revolución en su día-, entre consumidores (C2C); y Tmall.com, de empresas a consumidores (B2C).

Además tiene un servicio de pagos de seguros en línea, que se ha convertido en el estándar de facto en China (AliPay), un motor de búsqueda especializado en compras por internet (eTao), y hasta un fondo de inversiones virtual (Yuebao).

Esto es lo que ha conseguido en medio siglo de vida, cumplido recientemente, este hombre de aspecto frágil y carácter que parece al mismo tiempo sereno y apasionado, nervioso y tenaz, que da la impresión de tener una gran seguridad en sí mismo, como ha demostrado tantas veces con sus dotes de gran orador.

Aprendió inglés hablando con turistas

Hace más de tres décadas, en su turística ciudad natal, Hangzhou, un jovencísimo Ma Yun se dedicó durante años a acudir a las puertas de los grandes hoteles en busca de turistas extranjeros, entonces mucho menos numerosos que ahora, para, entre otras cosas, aprender a hablar inglés y mejorar con la práctica.

Aquella afición se volvió una pasión con el tiempo y Ma se convirtió, en 1988, en profesor de inglés. Sin embargo, a principios de los noventa Ma tuvo la oportunidad de viajar a Estados Unidos a perfeccionar el idioma, y en aquel viaje hizo un descubrimiento que le cambió la vida: internet.

Ma convivió con una familia de Seattle (en el estado de Washington, noroeste), uno de cuyos miembros estaba en contacto con la red de redes que, como el propio Ma ha contado en público en varias ocasiones, por entonces se parecía bastante a un directorio virtual que conectaba sobre todo a universidades de medio mundo.

Según su relato, cuando le dijeron lo que era internet y que allí se podía buscar lo que quisiera, introdujo una palabra de búsqueda para comprobarlo: cerveza. En pantalla apareció información de cervezas y marcas cerveceras de varios países.

Entonces buscó por otra palabra: China, y según asegura, no apareció nada, lo que le dejó desconcertado. Obviamente, pensó, casi nadie habla inglés en China, y nadie está poniendo información ahí para contactar con el mundo.

El joven Ma enseguida se dio cuenta del potencial que había en internet, se obsesionó con la idea de que China tenía que tener su lugar en ese foro mundial y se dice que empezó a bromear, ya entonces, con que algún día iba a ser millonario.

Trabajó de guía y en un McDonald

De regreso a China, en 1995 fundó China Pages, que muchos consideran la primera firma china en internet, y que era en esencia una especie de directorio de páginas amarillas virtuales, donde Ma y los suyos iban incluyendo los datos de contacto de cada vez más empresas del gigante asiático, que traducían laboriosamente al inglés para que se les pudiera contactar desde cualquier parte del mundo.

Tras varias aventuras laborales, Ma llegó a trabajar de guía turístico y de empleado en un restaurante de la cadena estadounidense de comida rápida McDonald's, de donde, al poco de ser despedido, pasó a convertirse en uno de los 18 fundadores de Alibaba.com, un portal para el comercio electrónico entre empresas.

En otoño de 1999 reunió a 17 amigos y antiguos compañeros en su apartamento y les dijo, en un mítico discurso, que fue grabado, que entre todos tenían que "posicionar a Alibaba como una web mundial".

"Los estadounidenses son buenos en 'hardware' y en hacer sistemas informáticos, pero en información y 'software' los cerebros chinos son igual de buenos que los suyos. Todos nuestros cerebros son igual que buenos que los de ellos. Por eso nos atrevemos a competir con los americanos. Si formamos un buen equipo y sabemos lo que queremos hacer, uno de nosotros puede ganar a 10 de ellos. Podemos ganar a las agencias gubernamentales y a las grandes empresas más famosas, gracias a nuestro espíritu innovador", les prometió entonces.

Meses después consiguió financiación para su proyecto de Goldman Sachs y del banco japonés Softbank, y Alibaba empezó a crecer hasta desbancar del mercado chino a eBay, el gigante estadounidense de las ventas por internet.

"EBay es como un tiburón que nada en el océano, y nosotros somos como un cocodrilo en el río Yangsté. Si nos enfrentamos en el océano, perderemos, pero si luchamos en el río, ganaremos", aseguraba Ma por entonces a sus empleados.

Sacando el tesoro

Y eso es exactamente lo que hicieron: jugar en su terreno, adaptarse mucho mejor al mercado chino que la compañía norteamericana y romper las reglas del juego con la creación de un modelo de negocio revolucionario para el sector: el de Taobao (una marca que podría traducirse como "Sacar el Tesoro").


Taobao.com (C2C) se convirtió rápidamente en el mayor mercado de la historia (aunque virtual), gracias a que, a diferencia de eBay y de todo el sector hace unos años, es gratis tanto para compradores y vendedores, y solo cobra por mejorar el posicionamiento de las ofertas en sus motores de búsqueda.

Tras aliarse con Yahoo! y absorber China Yahoo! en 2005, y después de salir a bolsa en Hong Kong en 2007 como Alibaba.com, de donde se retiró en 2012 y permitió reaparecer en septiembre en Wall Street ya como grupo, Alibaba dio en 2008 la siguiente vuelta de tuerca para el sector en China: Taobao Mall, lo que hoy es TMall.com.

Este portal de empresas a consumidores (B2C) marcó el modelo que ahora está devorando el mercado chino y arrinconando al anterior (C2C) de Taobao, ya que en TMall son los grandes fabricantes los que venden directamente a los consumidores, que ya no temen este mercado, por la calidad de lo que compran, más barato, eso sí, que en las tiendas.

Con el tiempo, el imperio Alibaba se ha convertido en la segunda mayor compañía de internet por valor del mundo. Incluso ahora que, desde 2013, está retirado de la primera línea ejecutiva de la compañía, Jack Ma ha demostrado ser un hábil cocodrilo que sabe elegir las aguas en las que enfrentarse a cualquier adversario, incluidos los tiburones financieros de Nueva York.

"Que los inversores de Wall Street nos maldigan si quieren", dijo en 2009, en la fiesta del décimo aniversario de Alibaba. "Nosotros seguiremos el principio de clientes primero, empleados segundo, e inversores tercero", concluyó.

"Tenemos que ser una empresa con un concepto del siglo XXI: transparente, responsable, generosa y global", afirmó.


Tal vez fiel a los sueños de un muchacho que sabía inglés y que se dio cuenta de las oportunidades que ofrecía para China una tecnología nueva y llena de posibilidades como internet, para una generación de chinos, igualmente nueva y llena posibilidades y de sueños propios, a los que con la red, ¿por qué no?, también se les podría ayudar a encontrar sus propias alas.

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